28 jul 2013

La caída del “Z-40” fortalece al “Chapo” en Colombia


 La caída del “Z-40” fortalece al “Chapo” en Colombia/RAFAEL CRODA RAFAEL CRODA
Revista Proceso # 1917, 27 de julio de 2013:

BOGOTÁ.- La captura de Miguel Ángel Treviño Morales, El Z-40, provocará una rearticulación del narcotráfico internacional y propiciará la reconfiguración de alianzas entre los cárteles mexicanos de la droga y sus abastecedores colombianos de cocaína, informan a Proceso fuentes de inteligencia de la Policía Nacional de Colombia (PNC).
Puntualizan que la caída del máximo líder de Los Zetas podría fortalecer la red de proveedores colombianos del jefe del Cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán, quien absorbería parte de las rutas de abastecimiento controladas por Treviño Morales.

“El Chapo es el capo mexicano que más negocios tiene con narcotraficantes colombianos y desde hace meses viene reforzando sus conexiones con Los Urabeños –tradicionales socios de Los Zetas–. Por ello, no descartamos que aproveche esta oportunidad para terminar de sellar una alianza a mayor escala”, explica un oficial de la PNC.
Para el director de la PNC, general José Roberto León Riaño, la posibilidad de que El Chapo Guzmán amplíe sus alianzas con narcotraficantes colombianos tras la captura de Treviño Morales “nos genera una alerta y es algo de lo que tenemos que estar muy pendientes”.
De acuerdo con el militar, la detención del Z-40, ocurrida en el norte de México el lunes 15 de julio, es “un golpe importante por el peso de Los Zetas en el narcotráfico internacional, pero ahora es necesario ver quién o quiénes serán los relevos y enfocar todos los esfuerzos en su captura y en el desmantelamiento de esa estructura criminal”.
Y es que la violencia generada en la disputa por el liderazgo de Los Zetas, advirtió, puede llegar más allá de las fronteras de México, “porque hay un proceso de reacomodamiento de cabecillas, y esta organización criminal tiene una influencia regional que abarca varios países adonde podría extenderse la reyerta”.
Los socios
Reportes de inteligencia de la PNC ubican a Los Urabeños, la mayor organización delictiva de Colombia y la única con presencia en todo el territorio nacional, como los principales socios colombianos de Los Zetas.
El Z-40 había afianzado una estrecha relación de negocios con Dairo Antonio Úsuga David, Otoniel, jefe de Los Urabeños, quien enfrenta el asedio permanente de unidades de élite de la policía que han estado a punto de atraparlo en varios operativos. Según los informes, el acoso lo ha hecho perder parte del control de esa banda criminal.
Otoniel no sólo era el principal socio del Z-40 en este país, sino también su principal proveedor de cocaína, confió otra fuente ­consultada.
El brazo derecho del capo colombiano era su primo Alexander Montoya Úsuga, El Flaco, capturado en julio de 2012 en la ciudad hondureña de La Ceiba, ubicada en el Caribe, desde donde coordinaba el envío de los cargamentos de cocaína para Los Zetas. Según la PNC, este lugarteniente era el principal enlace entre Otoniel y el Z-40.
En el momento de ser capturado en un lujoso hotel de La Ceiba, El Flaco preparaba un viaje a México para esconderse allí bajo la protección de Los Zetas, dijeron las fuentes.
Por su parte, Otoniel asumió el papel de jefe de Los Urabeños tras la muerte de su hermano Juan de Dios Úsuga David, Giovany, quien lideró la organización hasta ser abatido por comandos Jungla de la policía en una finca del noroccidente colombiano el 1 de enero de 2012.
Los dos hermanos, herederos de la estructura criminal del extraditado narcotraficante Daniel Rendón Herrera, Don Mario, fueron guerrilleros del  Ejército Popular de Liberación (EPL) y después se pasaron a las filas de los grupos paramilitares de extrema derecha, germen de las bandas criminales colombianas que hoy controlan el negocio del narcotráfico.
Reportes de la PNC asientan que otro importante socio colombiano del Z-40 es Víctor Ramón Navarro Serrano, Megateo, jefe del último reducto guerrillero del EPL y quien durante los últimos años asumió el control del tráfico de drogas en la nororiental región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela.
Megateo se encarga de sacar los cargamentos de droga del Catatumbo, donde se cultiva y se procesa la hoja de coca, y los envía a Los Zetas a través de Venezuela. Así lo afirma un oficial de la policía colombiana, cercano a las investigaciones contra ese capo responsable de la muerte de más de 100 uniformados en esa rica región selvática.
Uno de nuestros informantes consideró que, tras la aprehensión de Treviño Morales en México, Megateo no tendría ningún problema con los sucesores del líder de Los Zetas o de su archirrival, el Cártel de Sinaloa, pues el peculiar guerrillero y capo del narcotráfico se ha caracterizado por su pragmatismo y por hacer negocios con todo tipo de organizaciones criminales, aunque éstas sean rivales entre sí. “No sería extraño que Megateo se convierta en abastecedor del Chapo Guzmán, quien tiene contactos en esa región (el Catatumbo)”, sostuvo.
Ocupar vacíos
El análisis de inteligencia realizado por la PNC tras la captura del Z-40 plantea interrogantes sobre la manera en que los diferentes grupos delictivos llenarán los vacíos dejados por la salida del líder de Los Zetas del escenario regional del narcotráfico.
“La captura de este tipo de capos, con un rol protagónico en organizaciones delictivas de gran alcance, genera un proceso de transformación en las estructuras criminales bajo su mando. Es normal que venga una pérdida de cohesión –en el Cártel de Los Zetas–, una fragmentación y un ciclo de violencia producto de la lucha por el control”, expuso una de las fuentes consultadas.
Según la PNC, diferentes facciones de Los Zetas intentarán asumir el control de las rutas colombianas que tenía El Z-40 en sociedad con bandas criminales de este país sudamericano, aunque para ello necesitarán de un intermediario, ya sea mexicano o colombiano.
A pesar de que Los Urabeños tienen una estrecha relación de negocios con Los Zetas, la batida de la policía colombiana en su contra y la pérdida de liderazgo de Otoniel ocasionaron que algunas facciones de esa organización criminal ganaran en autonomía. Incluso algunas de ellas ya tienen negocios con el Cártel de Sinaloa, al que abastecen de cocaína en algunas regiones del suroccidente del país.
El Chapo Guzmán tiene presencia en Colombia a través de personeros que actúan como sus “gerentes internacionales”, lo cual le da una ventaja sobre Los Zetas, sus enemigos a muerte. Esta prerrogativa se une a la pérdida de cohesión de Los Urabeños, quienes cuentan con más de 2 mil 300 hombres en todo el territorio y tienen presencia en los 120 mayores municipios del país, estimó la PNC.
Los socios tradicionales del Chapo Guzmán en Colombia han sido Los Rastrojos, la segunda banda criminal más poderosa de esta nación y rival acérrimo de Los Urabeños. La guerra entre ambos grupos ya dejó más de 2 mil muertos en todo el territorio, y en algunas zonas dio paso a pactos de coexistencia aprovechados por el Cártel de Sinaloa.
En medio de esta disputa, de acuerdo con registros de la PNC, El Chapo Guzmán decidió establecer alianzas con Los Urabeños sin distanciarse de Los Rastrojos.
Otro factor que facilitaría al Chapo Guzmán asumir parte de las rutas y asociaciones colombianas que deja al garete El Z-40 es el “proceso de transformación criminal” que vive Colombia por los duros golpes a las bandas, los cuales han dado paso a “autonomías delictivas derivadas de los vacíos dejados por los capos abatidos o capturados”.
En abril pasado, la PNC capturó al segundo hombre de Los Urabeños, Francisco José Morela Peñate, El Negro Sarley, quien a decir del general León Riaño era el principal articulador del narcotráfico de esa banda criminal. En 2012, las fuerzas del orden abatieron a Giovany y capturaron al Flaco y a Henry de Jesús López, Mi Sangre, quien cayó en Argentina mientras preparaba una reunión con enviados del Z-40.
A su vez, Los Rastrojos perdieron el año pasado a sus principales cabecillas: Diego Pérez Henao, Diego Rastrojo, y a los hermanos Luis Enrique, Javier Antonio y Juan Carlos Calle Serna, Los Comba. Fueron capturados o se entregaron a la justicia.
“Esta batida ha provocado independencia y autosuficiencia de redes locales de las dos principales bandas criminales de Colombia, lo que podría aprovechar El Chapo Guzmán para avanzar en la hegemonía que ejerce en varias rutas de la cocaína. Esto nos obliga a estar alertas”, insistió una fuente de la PNC.

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