30 sept 2014

En busca de la verdad en el caso Tlatalya/

En busca de la verdad en el caso Tlatalya/FA
Publicado en La Otra Opinión,  29 de septiembre de 2014 
¿Qué sucedió aquella madrugada del 30 de junio?
  “...Hemos visto los reportes recientes y le estamos dando seguimiento a este caso”, Jeff Ratkhe, vocero del Departamento de Estado estadunidense.
 Fernando Belaunzarán, legislador del PRD, cuestiona al Secretario de Gobernación Miguel Osorio Chong en el marco de su comparecencia en comisiones como parte de la glosa del II Informe de gobierno del presidente Peña Nieto: “Tlatlaya está a punto de ingresar a la historia universal de la infamia, como con Acteal, como en Aguas Blancas. Reconozco que el Ejército Mexicano tomó una decisión importante al ya detener a estos ocho militares y veo que hay constancia. Me preocupa que haya sido por la presión internacional, pues la Procuraduría del Estado de México ya había reservado la información por nueve años, de esto....
Sobre el tema –respondió el Secretario Osorio– “ya ayer el procurador en su comparecencia pudo explicarles lo que se está haciendo y en abono a sus comentarios decirles que la averiguación nunca se ha cerrado en la PGR; si lo hizo otra instancia es otra circunstancia.“ (se refiere a la procuraduría del Edomex).
Pero, agregó el secretario “En la PGR sigue abierta, se está investigando y todos los elementos que tenemos a la mano se están investigando por la PGR y se actuará, como lo hemos venido haciendo, con toda transparencia porque si sucediera que hay algo que señalar respecto a la actuación de este grupo de miembros del Ejército nacional, será la excepción porque tenemos un gran ejército y por eso tenemos que trabajar para que si sucede este tipo de cuestiones se pueda observar que es sólo una acción aislada y no el comportamiento de nuestro gran ejército y de la Marina Armada de México..

Todo sabemos que el pasado 30 de junio en la comunidad de San Pedro Limón del municipio de Tlatlaya, Estado de México, se registró un enfrentamiento armado entre elementos del Ejército–un pelotón del 25 Batallón de Infantería perteneciente a la 22 Zona Militar–e integrantes del crimen organizado, con un saldo de 22 civiles muertos, pero informes del periodismo de investigación –los reportajes de la agencia AP y de la revista Esquire–presumen que se trató, de acuerdo a un testigo, de una ejecución, de un fusilamiento.
Leímos en la prensa  aquel breve comunicado oficial donde la Sedena informó que aquella madrugada del 30 de  junio soldados de la 22/a zona militar “abatieron” a 22 secuestradores en un enfrentamiento. Se reportó entonces que los militares liberaron a tres mujeres secuestradas y aseguraron 38 armas, incluidas algunas de alto poder. Se informó que un militar fue reportado con una herida que no ponía en peligro su vida.
Sedena aseveró contundente que los militares respondieron a un ataque. Punto.
Y ese día el secretario de Seguridad Ciudadana del Estado de México, Damián Canales informó que los hechos ocurrieron en las primeras horas de ese lunes en la comunidad de Arcón de Los Laureles, una pequeña población de 250 habitantes y que se ubica al sur de la entidad.
Nadie cuestionamos el comunicado y asunto aparénteme quedaría ahí, pero, días después, el 8 de julio,  un reportaje de la agencia informativa estadounidense The Associated Press (AP)–firmado desde esa pequeña población– planteó dudas de los hechos y  en el que mencionaba que los “abatidos” pudieron haber muerto por fusilamientos.
Reporteros de AP sugirieron que los orificios y las manchas de sangre en la pared de la bodega no fueron producto de un enfrentamiento entre delincuentes y militares, sino de una sanguinaria ejecución por parte del Ejército. Las manchas de sangre y los orificios de bala en los muros de hormigón observados por periodistas tres días después del tiroteo plantearon interrogantes acerca de si todos los sospechosos murieron en el enfrentamiento o después de que terminara.
Ante esa información, la organización Human Rights Watch, con sede en Nueva York, pidió en al gobierno de Enrique Peña Nieto “una investigación imparcial y efectiva”.
Aun con esa presión el asunto se manejo de bajo perfil, sin embargo, semanas después un reportaje de la revista Esquire, difundido el miércoles 17 de septiembre que llevó que el Departamento de Estado norteamericano exigiera a las autoridades mexicanas una “explicación creíble” acerca de los hechos. La frase de Jeff Ratkhe, vocero del Departamento de Estado estadunidense fue contundente: “Hemos visto los reportes recientes y le estamos dando seguimiento a este caso”. Esa declaración ocurrió justo a una horas de que el Presidente de México arribará a de Nueva york a una gira de trabajo.
Ante la presión, el Presidente Peña se vio obligado a emitir un breve posicionamiento. Le dijo por cierto a la agencia AP en las afueras de la ONU que “la PGR está ahondando en la investigación y será la instancia que dé respuesta a este tema".
Detención de ocho militares
El asunto creció como una bola de nieve y debido a la presión –sobretodo internacional– el jueves 26 de septiembre , ocho elementos del Ejército Mexicano–un oficial y siete de tropa–  que participaron en el enfrentamiento fueron conducidos al Juzgado 6° del Campo Militar Número 1-A en calidad de presentados.
Desgraciadamente la detención de los militares  ocurrió casi tres meses después de los hechos lamentables.
La pelota está en dos canchas: la justicia militar y la civil.
El proceso penal será largo. El juez que lleva la causa deberá recabar la información necesaria para procesarlos, y en caso de encontrarlos responsables, los soldados alcanzarían penas menores. (basta leer el nuevo código de Justicia Militar publicados el 13 de junio en el DOF).
Y es que la Justicia Militar los acusa, de acuerdo al comunicado de la Sedena por “la comisión de los delitos en contra de la disciplina militar, desobediencia e infracción de deberes en el caso del oficial, e infracción de deberes en el caso del personal de tropa”.
En el mismo comunicado se establece que el personal castrense deberá responder ante la justicia militar por las faltas señaladas, “independientemente de las investigaciones que llevan a cabo las autoridades civiles conforme a su competencia en el referido acontecimiento”.
Días antes de la detención de los ocho soldados – el 19 de septiembre–la Sedena emitió posicionamiento sobre el caso, señaló:
 “Esta Dependencia es la más interesada en que este incidente sea investigado a fondo, pues los integrantes del Ejército y Fuerza Aérea, estamos obligados conducirnos con pleno respeto a los derechos de las personas.
“La Secretaría de la Defensa Nacional, prestará su colaboración irrestricta para que la autoridad competente esclarezca los hechos y determine la verdad jurídica sobre este acontecimiento.“
Hay muchas opiniones críticas sobre el caso: notas, reportajes, columnas, etc.
Hemos seguido el caso y vale la pena realizar una línea del tiempo para entender más este asunto.
Por cierto, debemos hacer una mea culpa por no abordarlo con oportunidad. Se habla de un silencio cómplice.
Nuestra aportación en esta primer comentario para La Otra Opinión es recoger las expresiones que se dieron en la comparecencia ante las Comisiones de Justicia, de Seguridad Pública y de Investigación de Contratos de Pemex del Procurador Murillo Karam en San Lázaro como parte de la glosa del informe de gobierno.
Tarde del jueves 25 de septiembre. 
1.- El diputado José Guillermo Anaya Llamas de la bancada del PAN fue el primero en preguntar sobre el tema “seguramente es innecesario traerlo a su atención, porque a ciencia cierta se ocupa de el de las ejecuciones en Tlatlaya los Derechos Humanos. El debido proceso y el uso legítimo de la fuerza, deben limitar el actuar de las fuerzas de seguridad.
2– Ricardo Mejía Berdeja del Movimiento ciudadano, hizo alusión a os reportes periodísticos “Según versiones periodísticas sólidas, no fue un enfrentamiento, sino fue un fusilamiento en un paredón, en una bodega, de 25 presuntos delincuentes. Nosotros queremos, señor procurador, que se vaya a fondo en este tema. Ya lo ofreció el presidente de la república y dijo que la procuraduría iba a informar sobre esto y queremos que así sea.
Aunque presuroso, oficioso, como lo es, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos, que más bien parece el vocero del régimen, Raúl complascencia ya dijo que fue simplemente un enfrentamiento.“

3.- Lilia Aguilar Gil, del PT, le preguntó “,¿cuánto tiempo cree usted que tendrá los elementos suficientes para dar respuesta a la ejecución de 21 personas cuando en otros casos en 88 días se le ha dado resultado a persecuciones que parecieran más importantes.
No hablaría de justicia selectiva, por no utilizar un término ya usado en este espacio, sino diría investigaciones, unas más rápidas y otras menos importantes?
Dijo la legisladora haciendo referencia a Human Rights Watch que en lo que va de este gobierno 628 civiles han muerto en enfrentamientos con militares.
La respuesta del procurador sobre Tlatalaya fue que el asunto fue atraído por la PGR  “Es un asunto bastante complejo en el que nuestra obligación es encontrar la verdad sea cual sea. Me puedo comprometer con ustedes que eso haré, buscar la verdad sea cual sea. Me tienen que dar el tiempo que necesito para poder hacer peritajes –aquí tenía yo cuántos–, que es todo lo que tengo que hacer para hacer una idea de por qué tenemos que tomar tiempo.“
Agregó que necesita “una ampliación del dictamen de criminalística, un dictamen de trayectorias de impactos y de vehículos, una ampliación de necropsias para el establecimiento de tiempo y modo de muerte, posición víctima-victimario para determinar trayectorias, reconstrucción de hechos, ampliar y recabar muestra hemática para confrontación de ADN, mecánica de lesiones y una cantidad mayor de investigaciones para determinar con precisión cuál es la verdad.“
Y fue muy claro al decir a los legisladores “sería un gravísimo error que sin tener todos los elementos yo planteara una definición. El papel fundamental de una autoridad de este tipo es ser seria. En el momento en que la tenga, eso sí me comprometo, será la verdad la que salga.“
Hay una averiguación previa en etapa de investigación.
Días antes–19 de septiembre–  la PGR emitió un comunicado Boletín 164/14 informando sobre los hechos: “La seriedad con que ésta administración toma en cuenta, tanto la aplicación de las reglas elementales en el procedimiento de búsqueda de la justicia, obliga a una investigación completa y profunda para llegar a la verdad.
La PGR tiene un equipo de especialistas en diversas disciplinas dedicada a esta tarea, desde que tuvo conocimiento de los hechos.
Nuestra responsabilidad es precisar con claridad si las conductas del caso se apegaron a derecho, y con respeto absoluto a los derechos humanos.“
¿Y la CNDH?
Triste el papel de la institución. Nuestro Ombudsman Raúl Plascencia, dijo que entre cuatro a seis semanas tendrá una conclusión de  la  investigación de Tlatlaya. Afirmó en entrevista radial que la investigación se realiza desde junio pasado y tiene cerca de 700 páginas en el expediente, varios testimonios, inspecciones oculares y se revisan los exámenes de necropsias.  Precisó que “la investigación no está terminada, se espera que en las próximas semanas se concluya porque se busca tener una visión clara de lo que sucedió, porque se tienen referencias de que se suscitó un enfrentamiento con el Ejército y algunas personas que se encontraban en una bodega”.
La justicia militar hará su trabajo, pero la pena será mínima.
La clave está en lo que aporte la PGR. El Procurador  Murillo Karam pidió pido tiempo para hace una investigación seria y a fondo, seguramente lo hará. Dijo “en el momento en que la tenga, eso sí me comprometo, será la verdad la que salga.“
Deberá hacerlo o será una de las pruebas de fuego para quien seguramente será el nuevo Fiscal General de la República.
Dice George Soros, que para asegurar una sociedad abierta –tal y como quería Karl Popper–no basta la separación de poderes, la libertad de expresión y las elecciones libres por sí solas; también se necesita un fuerte compromiso con la búsqueda de la verdad.
Le daremos seguimiento al tema.
No se descarta que el Congreso conforme un grupo plural para dar seguimiento al caso.
En los márgenes.
Recomiendo la columna de Leo Zuckermnan en su columna de Excélsior de este lunes 29 de septiembre nos aporta un comunicado de  PGJEM, al que por cierto no se puede leer en la web oficial. Comenta Leo que el boletín  se emitió en respuesta a los dichos del programa de Foro TV del 14 de julio cuando él,  Aguilar Camín, Jorge Castañeda y Javier Tello abordaron el asunto tomando como base el reportaje de AP.
Dice el  comunicado de prensa del 15 de julio de la  PGJEM:
1. Con motivo de los hechos referidos, la PGJEM inició la carpeta de investigación correspondiente, en la que se practicaron, entre otras diligencias, dictámenes periciales en materia de medicina legal, radizonato de sodio, mecánica de hechos, criminalística de campo, inspección del lugar y de los vehículos asegurados, así como las entrevistas a los efectivos militares y a las tres personas femeninas (Sic) rescatadas en el lugar de los hechos. De lo anterior se desprende:
a) Que no existieron disparos a corta distancia.
b) De conformidad con las pruebas de radizonato de sodio practicadas a los cadáveres, las 22 personas fallecidas efectuaron disparos de arma de fuego.
c) De los elementos balísticos encontrados y la criminalística de campo, se desprende un fuego cruzado donde el intercambio de disparos resultó proporcional, por encontrarse claros indicios de que éstos fueron realizados de adentro hacia afuera de la bodega y viceversa.
d) De acuerdo con el trayecto de los proyectiles y la posición en que fueron hallados los cuerpos, la PGJEM no tiene indicio alguno sobre una posible ejecución.
2. Por lo anterior, la investigación arroja que los efectivos militares repelieron una agresión real, actual e inminente y sin derecho por parte de los 22 miembros del grupo delictivo, sin que haya mediado provocación del personal castrense.
3. Cabe destacar que la PGJEM remitió la investigación a la Procuraduría General de la República, por conducto de la SEIDO, para que continúe las investigaciones en el ámbito de su competencia.
4. El Ministerio Público del Estado de México mantiene un desglose para determinar sobre la devolución de tres cuerpos que aún no han sido identificados por sus familiares.
5. Por otra parte, esta Procuraduría mantiene una estrecha colaboración tanto con la Procuraduría General de la República como con la Procuraduría General de Justicia Militar, por lo que se refiere a las actuaciones materia de su competencia”.

@fredalvarez

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