25 ene 2015

Arizona sucumbe a la heroína mexicana

Arizona sucumbe a la heroína mexicana/J. JESÚS ESQUIVEL
Revista Proceso No. 1995, 24 de enero de 2015
La heroína mexicana del Cártel de Sinaloa se convirtió en una “epidemia mortal” en Estados Unidos. En algunas zonas, hasta 20% de los jóvenes son adictos a esa droga, se asienta en el documental Enganchados, producido por la Universidad de Arizona. Y lejos de disminuir, el problema crece: en sólo un año se duplicó el tráfico de drogas duras desde Sinaloa a Arizona, y las propias autoridades estadunidenses admiten que el fenómeno los sobrepasó.
WASHINGTON.- Enganchados es el título de un documental producido por la Universidad Estatal de Arizona que considera una epidemia mortal el consumo de heroína mexicana en Estados Unidos y evidencia el creciente poder del Cártel de Sinaloa en ese país.
El jueves 15 Enganchados –Hooked– se transmitió al mismo tiempo en todos los canales de televisión de Arizona y sacudió a la población de esa entidad, considerada la mayor narcobodega del Cártel de Sinaloa en el extranjero, según la Administración Antidrogas (DEA).


Nunca en la historia de la televisión de Arizona los canales locales habían transmitido un documental al mismo tiempo en inglés y español.

Enganchados, de 30 minutos, es un trabajo periodístico cuya intención es sacudir la conciencia ciudadana ante el fenómeno del consumo de heroína mexicana: “Es algo así como la peor cosa, lo peor que me ha pasado; no se lo desearía ni a mi peor enemigo”, dice Dezarae, joven anglosajona de 21 años, habitante del condado de Chandler. Con esta frase empieza Enganchados.

Producido por estudiantes de la Escuela de Periodismo y Comunicación en Masa Walter Cronkite en colaboración con la Arizona Broadcasters Association, Enganchados recopila testimonios de jóvenes adictos a la heroína, padres de familia que perdieron hijos por el consumo de esta droga, policías, fiscales y autoridades que no logran frenar el creciente poder del narcotráfico mexicano.

Douglas W. Coleman, jefe de la DEA en Phoenix, explica en el documental que la heroína mexicana es la droga de mayor demanda y consumo en Arizona porque los adictos a los medicamentos y estupefacientes sintéticos la consiguen más fácilmente y a precios mucho más bajos.

“Cuando te vuelves adicto a los narcóticos tu siguiente paso es la heroína. Punto”, sentencia Coleman en Enganchados.

Con una narrativa muy cruda, en primera persona, los jóvenes adictos explican cómo es “casi imposible” librarte de esta adicción y de los constantes fracasos de los programas de rehabilitación.

“Si tienes 20% de toda una generación de jóvenes estadunidenses que son adictos a la heroína, ¿en 10 años esto cómo afectará el futuro de nuestro país?”, se pregunta Coleman.

Chicas como Dezarae, entre tanto, admiten que ante su total dependencia de la heroína y la ausencia de dinero para comprarla optan incluso por la prostitución o irse a vivir con un traficante.

“Usar una aguja es socialmente mucho más aceptable aquí (en Arizona)”, comenta Paul, de 25 años, quien luego matiza: “Estoy harto de perder gente, de perder amigos, de perder trabajos, y muy pronto voy a perder a mi novia si no me mantengo firme”.

Cubierto el rostro con un pasamontañas y lentes negros, un detective del Departamento de Policía de Chandler hace una declaración con la que expone la magnitud del problema: “El público en general no sabe exactamente cuánto entra al estado, y éste es un estado de distribución, es un hecho. Arizona es básicamente el punto de parada más grande de las drogas”.

La siguiente escena muestra uno de los puntos de cruce fronterizo entre Arizona y Sonora: la gran puerta para el tráfico de drogas de México a Estados Unidos.

Bill Montgomery, fiscal del condado de Maricopa, describe la magnitud del tráfico de heroína mexicana y en especial la distribución a manos de la organización manejada por Ismael El Mayo Zambada:

“El mercado se está extendiendo de tal manera para el Cártel de Sinaloa que incluso ha cambiado algunos de los campos de mariguana en México por amapolas. El condado de Maricopa es el centro de distribución del mercado de heroína para el Cártel de Sinaloa en Estados Unidos. Ordena y controla elementos operativos en el condado.”

De acuerdo con el jefe de la DEA en Phoenix, los 595.45 kilómetros de frontera que dividen a Arizona de Sonora son utilizados por el Cártel de Sinaloa pera meter toneladas y toneladas de droga por distintos puntos. Aunque la agrupación de El Mayo no abandona la venta de mariguana, según lo reporta Coleman, el encarecimiento de los medicamentos controlados y las drogas sintéticas fomentaron la exportación ilegal de la heroína.

Entre 2013 y 2014 “hubo un incremento de 100% de tráfico de narcóticos fuertes”, acepta Guadalupe Contreras, director del Puerto de Entrada (fronterizo) en Nogales, Arizona.

La creatividad de los narcotraficantes para ocultar la heroína y pasarla por los puertos legales de entrada en Arizona, amén de la que cruzan por las zonas despobladas y sin vigilancia en la larga frontera con Sonora, podría ser merecedora de un premio de patentes, por lo que se ve en el documental.

Ante la realidad del consumo y la demanda de esta droga, Enganchados pone en tela de juicio la efectividad de la tecnología y del capital humano que tiene el gobierno estadunidense para contener el narcotráfico.

“El papá de mi bebé y yo ya habíamos empezado a drogarnos con heroína. Quedé embarazada, nos quedamos en hoteles y nos drogábamos mucho, y cuando el dinero se nos empezaba a acabar robábamos tiendas. Teníamos un vendedor de drogas con quien, si me acostaba con él, nos daba la droga… y a mí ya no me importaba, para ese punto lo único que quería era drogarme”, relata Jersi, una mujer de 26 años y residente de Tucson, quien actualmente está rehabilitándose.

La sentencia

Enganchados es una novela de dolor y degradación humana, los jóvenes que se atrevieron a contar su martirio con la heroína exponen sus experiencias con las sobredosis, sus tormentos en las salas de urgencias de los hospitales donde los reviven, sus problemas con la policía y el sufrimiento y la separación familiar que provocan y sufren.

“Un día llegué con mi vendedor de drogas y me dijo: ‘Tengo una droga que se llama black (así se le dice a la heroína mexicana en gran parte de Estados Unidos), es más barata, te pondrás más drogado y ahorras toneladas de dinero’. Y lo que me dijo mi cerebro fue: ‘Sí’”, cuenta Michael, de 21 años.

Otro joven, Clay, también de 21 años, recuerda cómo siete meses después de haber salido de la cárcel y bajo libertad condicional por el delito de portación de heroína volvió a caer en el infierno de ese narcótico. “Los dos únicos resultados del consumo de la heroína son la prisión y la muerte”, sentencia.

La sobriedad, de acuerdo con el testimonio de los drogadictos recogido en Enganchados, es como un sueño imposible. Inclusive algunos se dan por vencidos y optan por morir antes que dejar la droga.

Las pocas estadísticas sobre consumo de heroína en Arizona que muestra el documental, indican que las sobredosis de este estupefaciente son más comunes entre jóvenes de 19 a 23 años.

“Este no es un problema de Arizona, es un problema nacional. La heroína inundó Estados Unidos”, dice Michael Frazier, jefe de la policía de la ciudad de Surprise.

En el condado de Maricopa, se muestra en Enganchados, de 2009 a 2013 ingresaron a la sala de urgencias de sus hospitales mil 240 personas con sobredosis, 575 en el condado de Pima, 40 en Mohave y Yavapi, y 35 en Pinal.

El documental enseña cómo el consumo de heroína, por lo menos en Arizona, se da entre los adultos jóvenes de clase media, no entre gente pobre. Es decir, la heroína está afectando al sector mayoritario de Estados Unidos.

La Oficina Nacional de Políticas para el Control de Drogas de la Casa Blanca admite ante Proceso que carece de estadísticas actualizadas sobre el consumo, sobredosis y muertes por el uso de la heroína. “Las estamos actualizando y pronto las daremos a conocer”, declara un vocero de esa oficina.


“Todos recaen, no conozco un solo consumidor de heroína que no haya recaído”, lamenta la joven Dezarae, cuyo novio es mostrado en Hooked, cuando 45 minutos después de haber prometido que acudiría a un centro de rehabilitación para tratar su adicción se mete a un baño para inyectarse heroína.

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