28 feb 2015

Un correo privado casi nos lleva a una crisis bilateral

Un correo privado casi nos lleva a una crisis bilateral/Fred Alvarez P.

El Papa Francisco ha sido un hombre prudente y siempre se ha expresado con mucho respeto. Tiene un gran amor por nuestro país.
La Silla Rota, | OPINIÓN | 2015-02-26 00:00:00
La tarde del sábado 21 de febrero, el Papa Francisco escribió un mensaje a través del correo electrónico a su amigo el legislador por la ciudad de Buenos Aires, Gustavo Vera, y se mostró preocupado por el avance sin tregua del narcotráfico en su país natal: “Ojalá estemos a tiempo de evitar la mexicanización”, dijo.
¡Esa frase y la respuesta de la Santa de  le dieron la vuelta  al mundo!
¿Qué sucedió, y sobre todo cómo ocurrió que el gobierno mexicano envió una nota diplomática la Santa Sede por expresiones del líder religioso?
Muy sencillo.
En un breve mensaje el Papa jesuita manifestó toda su angustia por el avance del narcotráfico y sobre todo la trata de personas, en Argentina.
Pero lo hizo en un correo electrónico estrictamente privado dirigido al referente de la asociación de lucha contra la trata de personas “La Alameda”,  Gustavo Vera  y fechado el sábado pasado, 21 de febrero.
Textual:
Querido hermano:
Gracias por tu correo. Veo tu trabajo incansable a todo vapor.
Pido mucho para que Dios te proteja a vos y a los alamedenses.
Y ojalá estemos a tiempo de evitar la mexicanización.

Estuve hablando con algunos obispos mexicanos y la cosa es de terror.
Mañana me voy, por una semana, a hacer ejercicios espirituales con la Curia Romana.
Una semana de oración y meditación me hará bien.
Te deseo cosas buenas.
Saludos a tu madre. Y, por favor, no te olvides de rezar por mí.
Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide.
Fraternalmente: Francisco. 
Y para colocarlo en su contexto. A las 18 horas del domingo 22 de febrero el Papa Francisco y toda la Curia Romana se desconectaron del mundo y se fueron en la Casa Divino Maestro, en la localidad italiana de Ariccia. Para hacer meditaciones espirituales que terminarán en la mañana del 27 de febrero, por lo que durante toda la semana todas las audiencias son suspendidas, incluida la Audiencia General del miércoles 25 de febrero.
 La frase caló fuerte y más la palabra “mexicanización” que se leyó como una ofensa al estado mexicano por ser estigmatizante y discriminatorio.
 El primer en alzar la voz fue canciller mexicano, José Antonio Meade, quien mostró tristeza y preocupación ante la carta privada del Papa Francisco que se hizo pública.
 El canciller dio a conocer en un mensaje a medios la mañana del lunes 23 de febrero que, derivado de estas expresiones, lo llevó incluso a un encuentro con el nuncio apostólico en México Christopher Pierre, además de enviar a Roma una nota diplomática.
 El canciller mexicano explicó que la preocupación que genera es en el sentido de que el reto del narcotráfico es compartido y en el cual “México ha hecho enormes esfuerzos, ha manifestado un gran compromiso, ha señalado la necesidad que respecto a este tema se dé un diálogo amplio”.
 Destacó, que “nos parece que más que estigmatizar a México o cualquier otra región de los países latinoamericanos, lo que debiera hacerse es buscar mejores enfoques, mejores espacios de diálogo”.
 La respuesta vino horas después, y en mucho se debió a los oficios rápidos del embajador mexicano ante la Santa Sede, quien se reunió de inmediato con la única persona de nivel que estaba disponible (recordemos que toda la Curia esta en ejercicio espiritual) y fue justamente con  el jefe de la diplomacia de la Santa Sede, Antoine Camilleri, que tiene el cargo de subsecretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, un nivel por debajo del cardenal Pietro Parolín, secretario de Estado.
 Treinta minutos bastaron para bajar el tono del tema que en ese momento había alcanzado ya casi un verdadero incidente bilateral.
La información estuvo en todos los medios del mundo.
Afortunadamente don Mariano Palacios Alcocer  hizo un puente con Camilleri fue de “gran cordialidad, comunicación y confianza”. Y se pudo obtener una respuesta institucional relativamente rápido por la situación que se encuentra el pleno de la Curia.
Dijo Palacios Alcocer en una entrevista que hicieron “una solicitud y tuvimos una respuesta en tiempo particularmente breve para las condiciones de la Cuaresma que vive la Santa Sede. En la misma se establece un posicionamiento claro sobre la opinión del Papa con respecto al pueblo de México, a las organizaciones intermedias a la sociedad y un reconocimiento a los programas del gobierno para la preservación de la paz y la tranquilidad sociales”.
Por lo que la tarde del martes 24 la Secretaría de Relaciones Exteriores emitió un comunicado dando a conocer los buenos oficios del embajador de México ante la Santa Sede, Mariano Palacios Alcocer.
Dice el comunicado 087 de la Secretaría de Relaciones Exteriores:
“Informa que este martes el embajador de México ante la Santa Sede, Mariano Palacios Alcocer, se entrevistó con el subsecretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, Antoine Camilleri, quien dio respuesta a la nota presentada ayer por la representación diplomática mexicana.
“El funcionario vaticano señaló que el Papa Francisco deja constancia de su seria preocupación por el escalamiento que, sobre un documento privado, se ha dado a conocer en diversos medios de comunicación, donde utiliza expresiones como la “mexicanización”, en alusión al combate que en distintos países de Latinoamérica se viene haciendo al narcotráfico y al crimen organizado.
“La Santa Sede considera que el término “mexicanización” de ninguna manera tendría una intención estigmatizante hacia el pueblo de México y, menos aún, podría considerarse una opinión política en detrimento de una nación que viene realizando un esfuerzo serio por erradicar la violencia y las causas sociales que la originan.
“La Santa Sede reconoció que los programas implementados por el gobierno de México para la preservación de la paz y la tranquilidad sociales, conllevan a enfrentar las causas que la originan, de ahí que el Papa Francisco haya insistido a los obispos mexicanos sobre la conveniencia de establecer programas de cooperación y colaboración respetuosa con las instancias públicas para sumar esfuerzos en tal propósito.
“La Santa Sede considera que la gravedad del fenómeno del narcotráfico en Latinoamérica ha obligado a que los gobiernos, como es el caso de México, establezcan programas para combatir la violencia, devolver la paz y la tranquilidad a las familias, incidiendo sobre las causas sociales que la originan.
“La Santa Sede reconoció el excelente momento por el que atraviesan las relaciones con México y, en ningún momento, ha pretendido herir los sentimientos del pueblo mexicano ni los esfuerzos del Gobierno de la República.
“El gobierno mexicano fue notificado de estas declaraciones a través de una nota diplomática enviada a la embajada ante la Santa Sede. En dicha misiva, el Papa Francisco reiteró su cercanía con el gobierno de México”. Fin del comunicado.
Casi simultáneamente y tras la charla de Camilleri con el embajador, mexicano, el portavoz papal, Federico Lombardi SJ emitió un comunicado, donde precisó que el Papa jesuita “no buscaba absolutamente herir los sentimientos del pueblo de México, que ama mucho, ni menospreciar el empeño del gobierno mexicano en combatir el narcotráfico”. Además, explicó, la expresión ''evitar la mexicanización'', fue utilizada por el Papa en un correo -e-mail-  de carácter estrictamente privado e informal, en respuesta a un amigo argentino muy comprometido en la lucha contra la droga, que había usado dicha frase.
La nota entregada al embajador mexicano refiere que, evidentemente, el Papa no pretendía más que destacar la gravedad del fenómeno del narcotráfico que aflige a México y otros países de Latinoamérica.
“Es precisamente esta gravedad la que determina la lucha contra el narcotráfico como una prioridad en los programas del Gobierno mexicano; estos tienen como objetivo combatir la violencia y devolver la paz y la tranquilidad a las familias mexicanas, incidiendo sobre las causas que originan dicha plaga social”.
El narcotráfico, concluye, es “un fenómeno, como otros en Latinoamérica, por los cuales en varias ocasiones, también en los encuentros con los obispos, el Santo Padre ha llamado la atención sobre la necesidad de adoptar a todos los niveles políticas de cooperación y concertación”.
Obviamente hubo mucho ruido en este tema.
El Papa tiene distintas personalidades jurídicas, es jefe de Estado, jefe de la Ciudad del Vaticano y sobre todo es el líder de la Iglesia Católica en el Mundo, más de 1000 millones de personas.
Pero también es un ciudadano argentino (no ha perdido esa categoría)  y le preocupa su país natal. 
Debemos respetar que hizo uso de su libertad de expresión en una comunicación estrictamente privada, y no en un acto público.
Si la expresión la hubiera hecho en ese sentido quizá si hubiera sido correcto la nota diplomática.
Ahora bien, debemos precisar que el diputado Gustavo Vera  es su amigo y  constantemente le escribe al Papa Francisco mensajes a través de la red y el Papa le responde.
Él fue quien hizo público el correo en la web.
Nadie le dijo nada al legislador argentino.
En este caso, le escribió un mensaje donde hablaba del avance del narcotráfico en Argentina y de las denuncias que él y su organización estaba por presentar ante la justicia argentina en los próximos meses.
Y el Papa le respondió al amigo apoyando su trabajo y muy coloquialmente dijo "ojalá que estemos a tiempo de evitar la mexicanización".
Ese fue su “pecado”. Y casi casi lo crucificaron como a Jesús.
Francisco ha sido un hombre prudente y siempre se ha expresado con mucho respeto. Tiene un gran amor por nuestro país y sobre todo por la Virgen de Guadalupe, al grado de que la Catedral de Buenos Aires construyó una capilla especial.
He seguido de cerca a este hombre, y puedo decir que es un hombre modesto, de a pie,  humilde y nos ha cautivado por su sencillez; e incluso he dicho que puede regresar a los católicos que se fueron a otras denominaciones y puede tratar de llenar nuevamente los seminarios con vocaciones (ésta fue mi primera expresión cuando lo nombraron, lo escribí y lo dije en un programa de TV de la Silla Rota. (Véase Papa Francisco Jesuita, americano, culto y humilde).
Es más, aseguro que el Papa se disculpará personalmente una vez que él lo considere y salga de su retiro espiritual.
Tengo información de que ordenó personalmente a  Antoine Camilleri que hiciera todo para calmar los ánimos, y si hubiera podido hasta toma el teléfono para hablar con el presidente mexicano con quien tiene buena relación.
Quizá el Papa cometió el error de hablar de la “mexicanización“, un pecado menor pero… ¿dijo alguna mentira más allá de la frase estigmatizante?
Creo, con todo respeto, que se exageró con las críticas hacia Francisco, y mucho menos ameritaban una nota diplomática. ¿O sí?
A quien debemos de pedir disculpas es a ellos.
Hace unas semanas se dio a conocer un informe  que revela que durante los últimos 24 años han sido perpetrados 47 atentados contra miembros del episcopado mexicano, entre ellos un cardenal  de los cuales 45 son crímenes arteros y dos corresponden a sacerdotes que siguen en calidad de desaparecidos.
Vale la pena echar un vistazo a ese tema y el posicionamiento que tuvo el Papa Francisco. Está documentado aquí en La Silla Rota.

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