17 abr 2015

Tlatlaya, de nuevo...

Tlatlaya de nuevo/FA
    • La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) emitió una nota informativa relacionada con "la versión publicada en algunos medios" en la que rechazó que el secretario de gobierno del dicha entidad, José Sergio Manzur Quiroga, haya dicho que "mandos de la Sedena retrasaron el arribo de autoridades a Tlatalaya". (el comunicado oficial dice que sí...pero habrá que pedir la versión estenográfica).
Publicado en La Otra Opinión, 16 de abril de 2015
  “...Hemos visto los reportes recientes y le estamos dando seguimiento a este caso”, Jeff Ratkhe, vocero del Departamento de Estado estadunidense.
Esta vez la nota en el polémico caso Tlatlaya-  causa penal 81/2014-  la dio el secretario de Gobierno del Estado de México José Manzur Quiroga al afirmar ante legisladores  que llegaron tarde al lugar de los hechos porque un general así se los lo pidió.
Los hechos ocurrieron alrededor de las seis de la mañana, pero las autoridades arribaron al lugar hasta las doce horas de aquel día.. “Estos hechos sucedieron a las 6 de la mañana del lunes 30 de junio de 2014 en la comunidad de San Pedro Limón del municipio de Tlatlaya, Estado de México y “el personal de la Procuraduría tuvo oportunidad de ingresar a las bodegas a las 12 del día; esto quiere decir que entre el momento en qué sucedieron los hechos y la Procuraduría tuvo la oportunidad de estar en el lugar pasaron 6 horas”, afirmó el secretario de gobierno.
¡Increíble!
Reveló a una comisión de legisladores  -de derechos humanos que preside Heriberto Galindo (PRI)- que en la tragedia de Tlatlaya, la Procuraduría General de Justicia estatal llegó seis horas tarde, porque así se sugirió desde la zona militar, el mismísimo comandante de la 22 zona Militar José Luis Sánchez León.  “Me volví a comunicar con el general  y nos dijo que no fuera muy rápido el personal de la Procuraduría porque todavía estaba más o menos obscuro. “Y que había por ahí alguna posibilidad de que hubiese más personas en el trayecto de Toluca hacía Tlatlaya y que pudieran tener algún riesgo el personal de la Procuraduría”, dijo.
 Y lo grave es que le hicieron caso.
 Eso sí José Manzur dijo que a las siete de la mañana de aquel lunes 30 de junio de inmediato se comunicó el con gobernador Eruviel Ávila y el procurador de Justicia de la entidad. 
 El secretario de gobierno -por cierto diputado federal con licencia-  precisó a los legisladores respecto a la hora en que llegó el personal de Toluca y Valle de Bravo: “no son 6 horas tarde, quiero precisar que de Toluca a Tlatlaya son muchas horas y kilómetros y a nosotros nos advirtió no sólo el Ejército, (sino) las propias personas de la Procuraduría que no había condiciones de seguridad para que funcionarios se trasladaran con prontitud. Teníamos que ir con el cuidado necesario para no tener ningún problema”, puntualizó (precisa el boletín N°. 5470 de la Cámara de Diputados. fechado la tarde del 16 de abril).
 En el encuentro en San Lázaro asistieron Alejandro Jaime Gómez Sánchez, procurador general de Justicia del Estado de México  y Luz María Zarza Delgado, consejera Jurídica de la entidad.
 De entrada el diputado Heriberto Galindo Quiñones (PRI), informó que el propósito era dialogar sobre actos y omisiones atribuibles a funcionarios públicos de acuerdo a la recomendación 51/2014 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
 Posicionamientos y preguntas:
 La diputada Loretta Ortiz (Morena) consideró que el encubrimiento de las ejecuciones extrajudiciales y la tortura contra dos mujeres sobrevivientes demuestran que las violaciones a los derechos humanos son generalizadas en México y presentan patrones comunes como intimidación, asfixia, ahogamiento, ofensas, golpes y jaloneos, en el caso de las mujeres que fueron encontradas en la bodega. De hecho fue la misma legisladora quien cuestionó la dilación de la procuraduría por llegar al lugar de los hechos, y la falta de investigación de las hipótesis de ejecución extrajudicial de las 22 personas y de los actos de tortura.
 En tanto, la diputada Elena Tapia Fonllen (PRD), coordinadora del grupo de trabajo plural para coadyuvar con las autoridades competentes en la investigación de los hechos ocurridos en el municipio de Tlatlaya, estado de México, el 30 de junio de 2014, solicitó al gobierno del estado de México detalle cuándo, cómo y dónde hará el reconocimiento, desagravio y disculpa pública, por la revelación de la verdad y el restablecimiento de la dignidad y la reputación a favor de 22 personas asesinadas y tres sobrevivientes, junto a sus víctimas indirectas, como obliga la Ley General de Víctimas y contempla la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
 El panista Carlos Angulo criticó que el estado de México “escondiera” los hechos violatorios a los derechos humanos “y diera una versión ajena a la realidad”. También cuestionó a los funcionarios mexiquenses qué responsabilidades se habían fincado a quien cometió los actos de tortura y encubrimiento, y cuántas consignaciones se habían dado.
 Jaime Gómez Sánchez también señaló que fue la procuraduría estatal el ente que cambió el estatus jurídico de las dos mujeres de testigos a víctimas, y no tuvo noticia de presuntos actos de tortura en ese momento.
 Por el PRI, la diputada María del Rocío García Olmedo preguntó sobre el caso Tlatlaya y sus implicaciones. En torno a la violencia de género, dijo que “es una queja recurrente la falta de profesionalización de funcionarios públicos mexiquenses que atienden este tipo de delitos, ya que interponen prejuicios y juicios denigrantes hacia las mujeres demeritando la aplicación de la justicia”.
 La diputada María Esther Garza Moreno (PRI), destacó la urgencia de abatir la violencia contra las mujeres. Es vital, dijo, avanzar en la armonización legislativa de género que contribuya a disminuir, por otra parte, los feminicidios.
 Leticia López Salas  (PAN) resaltó que el Estado de México es la entidad que tiene la situación más crítica en materia de alerta de género, ya que 54 mujeres de cada 100 son víctimas de algún tipo de violencia infringida por su pareja y, por temor a represalias, se denuncian sólo nueve casos por cada cien maltratos. “Dejaron de maquillar las cifras de mujeres asesinadas y ahora se ocultan”, afirmó.
 En respuesta, el procurador Alejandro Jaime Gómez refirió que el Ministerio Público continúa investigando las responsabilidades de peritos y agentes investigadores.
 Y refirió que en pocos días concluirá la toma de declaración a los 28 servidores públicos mencionados por la CNDH. No obstante, no aclaró si ya existen consignaciones.
 Acerca de la tardanza, cuestionada por los diputados para investigar la ejecución, el procurador se excusó señalando que declinó la competencia a la PGR desde el 3 de julio, es decir, tres días después de los hechos, y que la PGR era la encargada de investigar la responsabilidades de militares en actos arbitrarios –por ser un delito federal-, lo que hizo hasta el 23 de septiembre, (no menciona pero fue por presiones mediáticas).
 El 30 de junio de 2014, un total de 22 personas fueron asesinadas –en circunstancias aún no claras-- en el municipio de Tlatlaya, Estado de México, en manos de integrantes del Ejército mexicano.
 La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) fue la única instancia que practicó el protocolo de Estambul a dos de las mujeres que sobrevivieron a aquel acto lamentable.
 Son muchas las omisiones y contradicciones en el caso Tlatlaya.
 La tarde de aquel lunes 30 de junio de 2014, la Secretaria de la Defensa Nacional emitió un comunicado afirmando que soldados “abatieron” a 22 secuestradores en un enfrentamiento. Se reportó entonces que los militares liberaron a tres mujeres secuestradas y aseguraron 38 armas, incluidas algunas de alto poder a saber: 25 armas largas, 16 de ellas eran fusiles AK-47, calibre 7.62x39mm, seis fusiles AR15, calibre 0.223, un fusil marcar Calico, y dos escopetas calibres 12 y 0.22. También se aseguraron 13 armas cortas, cuatro de ellas calibre 9mm, tres calibre 0.45, tres calibre 0.38 súper, una calibre 0.22 y un revólver 0.38 especial, además de una granada de fragmentación, 112 cargadores y cartuchos de diversos calibres.
 Un soldado fue herido sin gravedad. Punto.
 Ese mismo día el secretario de Seguridad Ciudadana del Estado de México, Damián Canales, informó que los hechos ocurrieron en las primeras horas de ese lunes en la comunidad de Arcón de Los Laureles, una pequeña población de 250 habitantes y que se ubica al sur de la entidad.
 Nadie cuestionamos el comunicado y el asunto aparentemente quedaría ahí.
 El periodismo de investigación hace su trabajo
Pero días después, el 8 de julio,  un reportaje de la agencia informativa estadounidense The Associated Press–firmado desde San Pedro del Limón, Tlatlaya–planteó serias dudas de los hechos lamentables.
Reporteros de la agencia estadounidense sugirieron que los orificios y las manchas de sangre en la pared de la bodega no fueron producto de un enfrentamiento sino de una sanguinaria ejecución por parte del Ejército. Las manchas de sangre y los orificios de bala en los muros de hormigón observados por periodistas tres días después del tiroteo plantearon interrogantes acerca de si todos los sospechosos murieron en el enfrentamiento o después de que terminara.
Un testigo anónimo entrevistado dijo que oyó disparos y golpes durante casi dos horas la madrugada del 30 de junio. Después de que se silenciaron los disparos observó a los soldados merodeando en los cerros.
Ante ello varias óneges, como Human Rights Watch pidieron al gobierno “una investigación imparcial y efectiva”.
Aun con esa presión el asunto se manejó de bajo perfil, nadie dijo nada, salvo algunas excepciones .
Sin embargo, semanas después un reportaje de la revista Esquire– firmada por Pablo Ferri Tórtola –difundido el miércoles 17 de septiembre llevó que el Departamento de Estado norteamericano exigiera a las autoridades mexicanas una “explicación creíble” acerca de los hechos.
La frase de Jeff Ratkhe, vocero del Departamento de Estado estadunidense fue contundente: “Hemos visto los reportes recientes y le estamos dando seguimiento a este caso”.

Declaró según reportó el corresponsal de Proceso en Washington, Jesús Esquivel, que “como en todos los casos donde las fuerzas de seguridad hacen uso de la fuerza letal, creemos que es imperativo que exista una revisión creíble de las circunstancias y que las autoridades civiles apropiadas lleven a cabo esas investigaciones”.

Esa declaración ocurrió justo a una horas de que el Presidente de México arribará a de Nueva york a una gira de trabajo.

¿Qué publico Ferri Tórtola?

Consiguió la versión de una testigo presencial de los hechos de nombre “Julia“: “Julia —su nombre no es el real—, testigo presencial del suceso entrevistada por Esquire, dice que fueron los soldados quienes dispararon primero y que los presuntos delincuentes respondieron, que sólo uno de los jóvenes murió en el enfrentamiento y que los demás se rindieron. En las horas siguientes, afirma Julia, los soldados interrogaron a los 21 supervivientes y luego los mataron:

“Ellos (los soldados) decían que se rindieran y los muchachos decían que les perdonaran la vida. Entonces (los soldados) dijeron ‘¿no que muy machitos, hijos de su puta madre? ¿No que muy machitos?’. Así les decían los militares cuando ellos salieron (de la bodega). Todos salieron. Se rindieron, definitivamente se rindieron. (…) Entonces les preguntaban cómo se llamaban y los herían, no los mataban. Yo decía que no lo hicieran, que no lo hicieran, y ellos decían que ‘esos perros no merecen vivir’. (…) Luego los paraban así en hilera y los mataban. (…) Estaba un lamento muy grande en la bodega, se escuchaban los quejidos”.

¡La declaración fue dura! Además el reportaje se difundió simultáneamente en varios medios.

Ante la presión que generó el reportaje y los comentarios adversos, sobretodo a la institución castrense se emitieron un par de comunicados, la Sedena dijo el 19 de septiembre:

“Esta Dependencia es la más interesada en que este incidente sea investigado a fondo, pues los integrantes del Ejército y Fuerza Aérea, estamos obligados conducirnos con pleno respeto a los derechos de las personas. La Secretaría de la Defensa Nacional, prestará su colaboración irrestricta para que la autoridad competente esclarezca los hechos y determine la verdad jurídica sobre este acontecimiento.“

Por su parte la PGR hizo lo propio –Boletín 164/14, dijo:

 “La seriedad con que ésta administración toma en cuenta, tanto la aplicación de las reglas elementales en el procedimiento de búsqueda de la justicia, obliga a una investigación completa y profunda para llegar a la verdad.

La PGR tiene un equipo de especialistas en diversas disciplinas dedicada a esta tarea, desde que tuvo conocimiento de los hechos.

Nuestra responsabilidad es precisar con claridad si las conductas del caso se apegaron a derecho, y con respeto absoluto a los derechos humanos.“

Y el lunes 22 de septiembre el Presidente Enrique Peña se vio obligado a emitir un breve posicionamiento. Le dijo por cierto a la agencia AP en las afueras de la ONU que “la PGR está ahondando en la investigación y será la instancia que dé respuesta a este tema".

Ante la presión, días después se detuvieron a ocho militares, de bajo rango.

En efecto, el jueves 26 de septiembre , ocho elementos del Ejército Mexicano–un oficial y siete de tropa–  que participaron en el enfrentamiento fueron conducidos al Juzgado 6° del Campo Militar Número 1-A en calidad de presentados. La detención ocurrió casi tres meses después de los hechos lamentables.

La Justicia militar los acusa, de acuerdo al comunicado de la Sedena por “la comisión de los delitos en contra de la disciplina militar, desobediencia e infracción de deberes en el caso del oficial, e infracción de deberes en el caso del personal de tropa”.

Pero afortunadamente el comunicado dice que el personal castrense deberá responder ante la justicia militar por las faltas señaladas, “independientemente de las investigaciones que llevan a cabo las autoridades civiles conforme a su competencia en el referido acontecimiento”. Es decir la PGR.

Ese mismo jueves 25 de septiembre las cosas empezaron a tomar un nuevo cauce.

En efecto, el Procurador General de la Republica –Jesús Murillo Karam- compareció ante legisladores de las Comisiones de Justicia, de Seguridad Pública y de Investigación de Contratos de Pemex en el marco del informe de gobierno. Las interrogantes fueron varias. Una de ellas fue de  la joven diputada Lilia Aguilar Gil, de la bancada de PT, quien preguntó directo: “Señor Procurador ¿Cuánto tiempo cree usted que tendrá los elementos suficientes para dar respuesta a la ejecución de 21 personas cuando en otros casos en 88 días se le ha dado resultado a persecuciones que parecieran más importantes. No hablaría de justicia selectiva, por no utilizar un término ya usado en este espacio, sino diría investigaciones, unas más rápidas y otras menos importantes?

Agregó la legisladora de Ojinaga Chihuahua, haciendo referencia a Human Rights Watch que en lo que va de este gobierno 628 civiles han muerto en enfrentamientos con militares.

La respuesta del procurador fue directa. De entrada señaló que el asunto fue atraído por la PGR, y al que considero como “un asunto bastante complejo en el que nuestra obligación es encontrar la verdad sea cual sea.“

Y aprovechó para pedir tiempo “Me tienen que dar el tiempo que necesito para poder hacer peritajes“ Dijo que necesitaba “una ampliación del dictamen de criminalística, un dictamen de trayectorias de impactos y de vehículos, una ampliación de necropsias para el establecimiento de tiempo y modo de muerte, posición víctima-victimario para determinar trayectorias, reconstrucción de hechos, ampliar y recabar muestra hemática para confrontación de ADN, mecánica de lesiones y una cantidad mayor de investigaciones para determinar con precisión cuál es la verdad.“

Y fue muy claro al decir a los legisladores “sería un gravísimo error que sin tener todos los elementos yo planteara una definición. El papel fundamental de una autoridad de este tipo es ser seria. En el momento en que la tenga, eso sí me comprometo, será la verdad la que salga.“

Comunicado del martes 30 de septiembre

Inconsistencias: hubo enfrentamientos y también homicidio de 3 militares

Y bueno días después, la tarde del martes 30 de septiembre el Procurador concluye en una comunicado emitido, por cierto a un lado del Procurador de Justicia militar lo siguiente:

 “La Secretaría de la Defensa Nacional y la Procuraduría General de la República, desde prácticamente el principio iniciaron una serie de investigaciones en razón de que la propia Secretaría de la Defensa había detectado algunas inconsistencias en cuanto a la aplicación de los protocolos de actuación: una sola camioneta en lugar de dos, un grupo reducido. Iniciamos en consecuencia, a partir de entonces, una investigación que después al poco tiempo, en razón de los datos recabados, se convirtió en averiguación previa para estudiar y analizar las inconsistencias que entonces veíamos y los hechos que hoy podemos plantear.

Realizamos una serie de pruebas periciales; hemos hecho una serie de diligencias y de interrogatorios en los que nos queda claro que en un primer momento, efectivamente, como lo señalan prácticamente todos los participantes que pueden declarar, hubo un enfrentamiento entre el personal militar y un grupo de delincuentes, hoy podemos decirlo con toda claridad, que se encontraban al interior de la bodega, el cual duró aproximadamente de ocho a 10 minutos. Sin embargo, al cesar los disparos, ingresaron a la bodega tres de los elementos militares, uno se quedó afuera porque estaba herido, el Teniente porque lo estaba asistiendo, el chofer, porque él lo era, y los otros tres entraron y realizaron una secuencia nueva de disparos que no tiene justificación alguna. Ante ello, quiero decirles que la PGR, ha tomado la determinación de culminar la averiguación previa con una acusación de homicidio en relación a los tres participantes que dispararon, según las pruebas periciales que hemos podido detectar, independientemente de que ya la Sedena les está siguiendo los proceso militares que corresponden a los ocho por el desacato, las fallas a la Ley Militar, a la de disciplina y desobediencia.

Independientemente de esas, la PGR el día de mañana – 1 de octubre, 4 meses después de los hechos– presentará acusación y solicitud de orden de aprehensión al juez para que se les juzgue a estos tres por homicidio y a los otros por las razones que pudieran aparecer tanto en el Código Militar, como las que nos dé el Código Penal en razón de su actividad.“

Agrega el procurador en el boletín número 175/14:

“Esta información la quisimos señalar con toda claridad, porque los ocho participantes están detenidos en las instalaciones militares correspondientes y en consecuencia podemos hablar de una averiguación que está culminando y que estaremos consignando cuando tengamos completos todos los periciales, pero que con lo que ya tenemos, tenemos suficiente para poder determinar el exceso de la fuerza y la tipificación del delito de homicidio, esto es creo que suficiente y claro...

Han  habido más reuniones en San Lázaro sobre el tema.

El pasado jueves 19 de marzo de 2015 se realizó  una audiencia pública con  varias organizaciones de la sociedad civil interesadas en el desarrollo del caso.

El grupo de trabajo plural para coadyuvar con las autoridades competentes en la investigación de los hechos ocurridos en el municipio de Tlatlaya, estado de México, el 30 de junio de 2014, se reunió con organizaciones de la sociedad civil e integrantes de la academia; participaron también un representante de la PGR y un Comisionado  de Atención a Víctimas.

El objetivo del encuentro fue conocer sus perspectivas y propuestas, a fin de contar con una visión independiente para esclarecer el caso, así como prevenir, investigar, sancionar y garantizar la no repetición de este tipo de hechos.

La coordinadora del grupo Margarita Elena Tapia Fonllem (PRD), señaló que esta audiencia pública es fundamental ya que en la información recabada se advierten actos de suma gravedad, y destacó las 22 personas privadas de la vida, de entre las cuales al menos 15 pudieron haber sido víctimas de ejecución arbitraria, pero también en casos de tortura y de tortura sexual, de encubrimiento y de delitos de abuso de autoridad.
Desafortunadamente, agregó, existen indicios de faltas contra el debido proceso y actuaciones controvertidas en cuanto a la obligación de dar máxima publicidad a la información sobre violaciones a derechos humanos. “La consecuencia es que en la práctica se imponen obstáculos a las víctimas para ver satisfechos sus derechos a la verdad y la reparación”.
La legisladora perredista reconoció que el papel del Ejército es un tema difícil de tratar y que el grupo de trabajo tuvo dificultades para acceder a la información sobre el caso; aclaró que aunque el papel del grupo de trabajo no es de investigador, el propósito es construir una opinión para compartir con el Pleno.
Puntualizó que nuestro país tiene ciertos pendientes como resolver el tema de la seguridad que no es una tarea del Ejército y en materia legislativa, se requiere tipificar el delito de las ejecuciones extraoficiales, desapariciones forzadas y la transparencia de la información, así como la cadena de mando.
Por ello, precisó que el objetivo de esta audiencia es conocer las perspectivas, los elementos de análisis y las propuestas de organizaciones y personas expertas, a fin de que este grupo de trabajo cuente con una visión independiente para el esclarecimiento del caso, y la elaboración de acciones legislativas tanto iniciativas como solicitudes y proposiciones.
Enfatizó la necesidad de “tipificar el delito de ejecución extrajudicial”, para evitar hechos como los de Ayotzinapa, Guerrero, en referencia a la desaparición y, de acuerdo a las autoridades, asesinato de 43 estudiantes normalistas.
Manifestó su confianza de que la nueva titular de la PGR, Arely Gómez González, contribuya al esclarecimiento pleno del caso.
El tema ha seguido, y con esta declaración de los funcionaros del estado de México de este jueves 16 de abril toma nuevo aire..
 Hay muchas preguntas sin respuestas, todavía.
Recomiendo un texto de mi autoría en La Silla Rota sobre el caso,
http://lasillarota.com/tlatlaya#.VTBGsE10yUk
Al margen
Al término de la comparecencia de funcionarios del estado de México ante la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados sobre el caso Tlatlaya, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) emitió una nota informativa relacionada con "la versión publicada en algunos medios" en la que rechazó que el secretario de gobierno del dicha entidad, José Sergio Manzur Quiroga, haya dicho que "mandos de la Sedena retrasaron el arribo de autoridades a Tlatalaya".

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