Roberto O’Farrill, asistió al Exorcismo en SLP..
Celebran
“Exorcismo Magno” en México contra violencia demoníaca de narcos y aborto/
Por
David Ramos.
Imagen
referencial. Foto: Flickr de Estitxu Carton (CC-BY-SA-2.0)
ACI REDACCIÓN
CENTRAL, 09 Jun. 15 / 04:22 pm (ACI).- El mediodía del 20 de mayo, a puertas
cerradas en la Catedral de San Luis Potosí (México), tuvo lugar un evento
inédito en la historia moderna de México. Con el Cardenal Juan Sandoval
Íñiguez, Arzobispo Emérito de Guadalajara, a la cabeza y la guía del famoso
sacerdote exorcista español José Antonio Fortea, un grupo de sacerdotes celebró
un Exorcismo Magno, un rito aplicable a una diócesis o a un país.
México
padece una creciente ola de violencia y, según cifras oficiales, se ha
practicado unos cien mil abortos solo en la capital desde que se despenalizó
esta práctica en 2007.
Por
la naturaleza reservada del evento, su práctica fue difundida solo a través de
redes sociales o publicaciones aisladas, como la del periodista mexicano
Roberto O’Farrill, quien asistió al Exorcismo Magno, y difundió un relato en el
sitio web VeryCreer.com.
“Esta
celebración es un sacramental de la Iglesia”, explicó, y señaló que en este
ritual “estuvieron presentes algunos sacerdotes, y me hizo el favor de
acompañar el Cardenal (Sandoval) a invitación expresa que le había hecho”.
Mons.
Cabrero explicó que el carácter reservado de la ceremonia se debe a que “luego
aparece el morbo, las malas interpretaciones”, y precisó que “lo que se quiere
buscar es el bien ante todo”.
El
Arzobispo mexicano señaló que en esta oración “se pide, por ejemplo, por la
cuestión del divorcio, del aborto, y que muchas veces son favorecidas por leyes
inhumanas, leyes que van contra la naturaleza misma”.
Se
le pide a Dios, dijo, “que nos libere de esa presencia fuerte de ese Maligno
que se deja sentir. Por eso uno acude a esta oración especial, ciertamente,
extraordinaria, pero no deja de ser una práctica de la Iglesia”.
El
Cardenal Juan Sandoval Íñiguez coincidió con el Arzobispo de San Luis Potosí en
que el Exorcismo Magno “es una oración a Dios para que aleje al Enemigo, lo
aleje de estos lugares. De San Luis en primer lugar y luego de todo México”.
En
declaraciones a ACI Prensa, el Cardenal Sandoval Iñíguez aseguró la importancia
de que las personas tomen conciencia “de la situación tan grave que vivimos en
México, que tiene una raíz muy profunda, más allá de la maldad humana, que es
el demonio, que está muy conectado con la muerte, es el homicida desde el
principio”.
“Que
se vaya tomando conciencia de la gravedad de la situación en México, y que
ojalá se multiplique esto que hicimos”, alentó.
El
Cardenal mexicano lamentó “la violencia contra grandes y chicos” en México,
pues “es cierto que se hacen abortos aunque no se hubiera dado la
despenalización, pero ya que un país llegue a despenalizar el aborto, un país
cristiano, eso es lo trágico, es ya un pecado mucho, muy grave”.
“Los
ajustes de cuentas, ahora entre los sicarios y el gobierno, muertos aquí,
muertos allá y muertos por todos lados, una violencia que no es otra cosa que
el Maligno que nos está destrozando”, lamentó.
El
Cardenal mexicano alentó a retomar la costumbre de rezar la oración a San
Miguel Arcángel, escrita por el Papa León XIII.
Para
Roberto O’Farrill, periodista católico que participó en el Exorcismo Magno,
México vive una infestación demoniaca, similar a la que vivían estos
territorios antes de la evangelización y la aparición de la Virgen de
Guadalupe, cuando las culturas precolombinas realizaban sacrificios humanos a
sus falsos dioses.
“Muchos
de esos sacrificios eran sacrificios humanos, jóvenes guerreros y doncellas jóvenes
a quienes se les abría el pecho para sacar el corazón, y ofrecerlo a estos
demonios”, indicó a ACI Prensa.
Las
leyes persecutorias contra la Iglesia y la reciente aprobación del aborto
habrían regresado a México a la situación que se vivía antes de la aparición de
la Virgen María a San Juan Diego en el cerro de Tepeyac.
“Desde
hace ocho años se han practicado ya en la Ciudad de México más de 120 mil
abortos, de los que se tiene número, en las clínicas abortistas del
gobierno del Distrito Federal”, indicó
O’Farrill.
Roberto
O’Farrill recordó el caso de Ángel, un mexicano de Morelia, Michoacán, poseído
por cuatro demonios. Él fue llevado por el sacerdote legionario Juan Rivas a
Roma, con una carta del Cardenal Sandoval dirigida al sacerdote exorcista
Gabriele Amorth.
Según
el periodista mexicano, en esa ocasión los demonios que poseían a Ángel
“dijeron ‘ustedes son unos estúpidos, porque Ella (la Virgen María) nos corrió
de México y ahora ustedes con sus leyes estúpidas han permitido que regresen los
sacrificios a México, los sacrificios humanos, nosotros no queremos decir esto
pero Ella nos pisa la cabeza y nos obliga’”.
“Durante
ese exorcismo los demonios obligados por la Virgen María dicen que han
regresado a México, que hay nuevamente una infestación, principalmente en la
Ciudad de México y en otras partes del territorio”, señaló.
El
Arzobispo de San Luis Potosí explicó que antes de celebrar el Exorcismo Magno
acudió “a una instrucción, a una catequesis, porque lo vi necesario, que no
siempre es usual esto”.
El
Prelado también manifestó su confianza en que otros obispos mexicanos puedan
realizar una ceremonia similar.
Esta,
recomendó, “se tiene que hacer de forma –a mi entender y por la exigencia
misma– con un sentido reservado, no elitista sino reservado, porque hay mucha
influencia de películas extranjeras que presentan la acción del maligno y la
tarea del exorcismo de la Iglesia de forma muy llamativa. Y esto debe ser muy
delicado, una oración muy íntima y muy preparada”.
Uno
de los frutos que confía recibir de Dios tras el Exorcismo Magno, señaló Mons.
Cabrero, es “que conozcamos la dignidad de la persona humana, que alcancemos a
mirar el llamado que Dios nos hace” tanto a la santidad como a tomar verdadera
“conciencia de nuestra vocación cristiana y su llamado a la vida eterna”.
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