8 jun 2016

El nuncio Girolamo Prigione Pozzi (1921-2016)

Ciao, Don Girolamo
El nuncio con poder políticos y ecelsiástico /Fred Alvarez Palafox
Publicado en la revista Código Topo, suplemento de Excelsior, 6 de junio de 2016
Pasadas las 8 de la mañana del viernes 27 de mayo, recibí una llamada telefónica de Nora Patricia Jara, conductora del noticiero del Instituto Mexicano de la Radio(IMER), pidiéndome una opinión a bote pronto del deceso del primer nuncio en México: Girolamo Prigione Pozzi. 
Y aunque era de esperarse debido a su edad -95 años- confieso que la noticia me sorprendió.
¿Por qué?
Un día antes había escrito un texto en la web de La Silla Rota sobre los 23 años de la muerte del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, ocurrido la tarde del lunes 24 de  mayo de 1993, y en ese momento  lo invoqué. Escribí: “Ojalá sepamos más de lo que ocurrió aquella tarde del lunes 24 de mayo de 1993 en el aeropuerto de Guadalajara. El nuncio Girolamo Prigione aún vive, sería bueno escuchar su versión, viene seguido a México.“
Empero, Prigione murió ese mañana del viernes 27 de mayo.

El primer comunicado del deceso fue de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), fechado curiosamente a las 13: 29 horas (quizá hora de Roma), dice: La Conferencia del Episcopado Mexicano comunica el sensible fallecimiento de Monseñor Girolamo Prigione, arzobispo titular de Lauriaco, este viernes 27 de mayo, en la casa de reposo Orquidea en Alejandría. (…) 
Durante su servicio diplomático visitó numerosas Iglesias locales, también para conferir la ordenación episcopal de muchos nuevos obispos.
Los obispos de México agradecemos toda su labor diplomática en nuestro País, lo encomendamos a las manos amorosas de Dios nuestro Señor. Y pedimos a nuestra Señora de Guadalupe, interceda por él.
Descanse en paz
Minutos después -9 horas-  la web del arzobispado emitió el segundo comunicado 
 “Fallece en Alejandría Mons. Girolamo Prigione..“, y nos dicen  que “Durante su ministerio visitó un gran número de Iglesias locales y confirió la ordenación episcopal a varios obispos, entre ellos al hoy beato Mons. Oscar Arnulfo Romero, el 21 de junio de 1970. Mons. Prigione se retiró del servicio diplomático el 31 de mayo de 1997. Descanse en Paz.
Mas tarde a las 13:30 horas el cardenal Primado de México emitió una breve nota que colocó en la web dando condolencias ..
“El Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo Primado de México, lamenta el sensible fallecimiento de Girolamo Prigione, quien se desempeñó como Delegado Apostólico y primer Nuncio en nuestro país, de febrero de 1978 al 2 de abril de 1997.Mons. Prigione contribuyó notablemente al establecimiento de las relaciones diplomáticas entre México y la Santa Sede, aun en tiempos difíciles, y recibió al Papa San Juan Pablo II en sus tres  primeros viajes pastorales a nuestro país.Que la Virgen de Guadalupe lo acoja en su maternal seno y Nuestro Señor Jesucristo recompense sus trabajos, a favor de su Iglesia“.
No comenta el eminentísimo señor Rivera Carrera que fue Prigione quien influyó en la Santa Sede para que llegará al arzobispado Primado de México..
Tampoco hubo comentario de pésame del papa Francisco; esperábamos también un comunicado o tuit del secretario de Estado, cardenal  Pietro Parolín, quien fuera secretario particular de Prigione allá por los años 90 en México. 
De alguna manera Parolin quien puede ser papa,  le debe parte de su carrera al piamontés, no se digan muchos de los obispos católicos mexicanos.
Por cierto, ese día la Secretaria de Relaciones Exteriores (SRE) Claudia Ruiz Massieu  fue la única persona del gabinete que emitió un tuit de 13 palabras:
@ruizmassieu
“Mons. Prigione trabajó decididamente por el fortalecimiento de la relación México- Santa Sede“.
¿Quién Fue Girolamo Prigione?
Fue el primer nuncio que tuvo México cuando se restablecieron las relaciones diplomáticas con la Santa Sede en septiembre de 1992, antes desde febrero de 1978 tuvo el cargo de enviado papal para preparar el terreno del restablecimiento de las relaciones diplomáticas de nuestro país con la Santa Sede.
Originario de una pequeña comunidad de Italia, concretamente en Castellazzo Bormida,  región  de Piemonte en la provincia de Alessandria. Se metió a estudiar sacerdocio y fue ordenado el 18 de mayo de 1944 en plena guerra mundial. Años después, en 1951, entró servicio diplomático de la sede pontificia, era papa el hoy venerable Eugenio María Giuseppe Giovanni Pacelli, más conocido como Pío XII; prestó sus servicios diplomáticos, primero en la Representación Pontificia en Italia, después se fue a Gran Bretaña, Estados Unidos y Austria, cubriendo también el encargo de Delegado en la Agencia Internacional para la energía atómica con sede en Viena.
En 1968, Pablo VI, lo nombra arzobispo titular de Lauriaco y después Nuncio Apostólico en el Salvador y en Guatemala.
En 1973, se convirtió en pro nuncio apostólico en Ghana y delegado apostólico en Nigeria, llegó a México en febrero de 1978 cuando era papa Pablo VI.
Estuvo en México  casi 20 años; llegó un el siete de febrero de 1978 y se retiró el 2 de abril de 1997, sirviendo a tres papas: Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II. 
La verdad es que se quedó enamorado de México y nunca se quiso ir, aquí se sentía como en casa, muchos de los obispos le debían el cargo y los políticos y empresarios lo trataban como si fuera el mismísimo papa; de hecho venía seguido, sus amigos le daban cariño, le proporcionaban estancia y atención médica. 
Semanas antes un amigo común me ofreció una acercamiento con el otrora poderoso prelado – fuera de grabadoras- en su próxima visita a nuestro país. 
Tenía alguna preguntas que hacerle, pero lamentablemente no se concretó, se llevó varios secretos a la tumba.
Fue un hombre querido por algunos y odiado por otros. Las circunstancias de la época le dieron pie para que acumulara un enorme poder político y eclesiástico; mucho tiempo se le vio usando los aviones del gobierno federal como si fueran propios.
Todo la clase política mundo quería tomase la foto con él y muchos iban a la nunciatura a charlar, a comer y beber como Dios manda.
 Asistió a servicios religiosos de muchos de sus amigos, la mayoría poderosos, debemos decir que también acudía a casar a hijos de sus amigos, sólo por amistad.
El Dr. José Elías Romero Apis, presidente de la Academia Nacional, A.C., escribió en Excélsior un artículo que describe muy bien quien era este hombre del poder político y eclesial, con el que trató y convivio muchas veces y a quien siempre considero su amigo. Dice que “fue uno de los hombres más enigmáticos y hasta más misteriosos que he conocido. Era un verdadero “jefe” de la Iglesia mexicana. Muchas veces llegué a pensar que, en México, mandaba más que el papa“, dijo.
Lo conoció gracias a que se lo presentó Javier García Ávila quien era entonces secretario particular de Manuel Camacho Solís (MCS): “me daba la impresión de que la mitad de su tiempo (Javier) la dedicaba a apoyar la operación de la oficina de Camacho y la otra mitad a apoyar a Camacho en sus relaciones con la Iglesia, donde García Ávila se movía “como pez en el agua”.
Cierto. 
Pude observar como MCS contrató un avión exclusivo para llevar a mucha gente –obispos-  para que asistieran en agosto de 1993,  al breve visita que hizo Juan Pablo II a Yucatán, en un ambiente de tensión por el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.
En ese momento y gracias a Prigione los obispos de la CEM aceptaban sin ningún problema la tesis de la confusión.
Señala Romero Apis que con Prigione siempre había buena charla, agradable y poderosa  compañía;  se comía bien y se bebía mejor. 
En sus mesas -señala- vi desfilar a muchos (obispos) que ya eran y a muchos que querían ser. Vi que los orientaba, que les prometía y que hasta los regañaba.“ 
Totalmente cierto lo que dice.
¿Y a los políticos?  A muchos de ellos “no los regañaba, pero sí discutía de tú a tú, con vehemencia, con fragor y con desparpajo“. Sé que muchos de ellos se inclinaba ante el como si fuera Dios. Le besaban la mano y lo trataban como a un santo.
¡Era exagerado!
Por eso el piamontés nunca quise irse de México, se fue en contra su voluntad. Quería ser el nuncio eterno en México, como lo era entonces, el Abad de la Basílica su amigo Guillermo Shulemburg.
Recuerdo que en 1996, había muchos rumores de su retiro, en ese tiempo hubo una declaración a los medios del presidente del Pontificio Consejo para el Estado Vaticano, Rosalío Castillo Lara, por ese tiempo de visita en México quien dijo que el nuncio Prigione  “ya cumplió su tiempo, está cerca el cambio y pienso que estará contento con regresar a Italia, como yo a Venezuela“.
Prigione respondió de inmediato que los nuncios dependen exclusivamente del Papa y del secretario de Estado del Vaticano, cardenal Ángelo Sodano. “Lo demás es puro chisme'', dijo desmintiendo al miembro de la curia vaticana.
-¿Entonces se queda usted?-, le inquieren los reporteros de la fuente.
Categórico y hasta soberbio respondió –“Habrá Prigione para rato. Nada más.“
Así cabecearon algunos medios impresos al día siguiente.
-Entonces le restamos valor a las declaraciones del enviado del papa-, pregunta David Aponte entonces en La Jornada.
Respondió Prigione: “No es enviado especial del papa! (Castillo Lara) Vino a título privado. Ningún enviado especial del papa.“ (Nota David Aponte en La Jornada, fechada el 15 de agosto de 1996).
La decisión estaba tomada, su estancia en México era insoportable.
Meses después el primer nuncio se iba de México triste, incluso fue retirado del servicio Diplomático el 31 de mayo de 1997.
Había cerrado su ciclo. Su amigo Angelo Sodano no lo pude mantenerlo más, había muchas pugnas, estaba el caso de Marcial Maciel creciendo en los medios, y algunos integrantes de la curia vaticana aconsejaban el retiro.
La despedida de Maciel a su amigo Prigione.
Días antes de su partida, el lunes 21 de abril de 1997 el padre Marcial Maciel Degollado le ofreció una comida a su amigo en la Universidad Anahuac, casa de Los Legionarios de Cristo: se sirvieron aguacates relleno de cangrejo al eneldo, crema de queso, filete chambertin e islas flotantes. 
A la derecha de Prigione estaba Norberto Rivera, y a su izquierda el superior general de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel. La foto dice muchas cosas.
A ese encuentro privado estuvieron las reporteras de la fuente: Alma Muñoz (La Jornada), Claudia Flores Barreto (Televisa) y Marugenia Jiménez (hoy en Milenio, entonces en La Afición).
Dice Maru que durante la comida se destacó el trabajo que Prigione había realizado en México, y se condenó a "aquellos que con mirada chata buscan impedir los frutos de su esfuerzo: una Iglesia viva y pujante, con una jerarquía sólida y una relación propositiva con el gobierno y el Estado".
En su oportunidad, Prigione puntualizó: "Nunca me he preocupado de lo que dice la opinión pública, si critica o alaba, uno tiene una meta, una función... En fin, yo sigo, trato de alcanzarla con todos los medios lícitos y posibles para llegar a esta realización. Algunos me dicen que no soy ‘monedita de oro' para todos; esto es normal en la vida, pues lo que cuenta es actuar, sembrar semillas de bien y construir para justificar nuestro paso por este mundo".
Un día antes de su partida de México y como ha sido con todos los nuncios al término de su misión diplomática recibió del entonces secretario de Relaciones Exteriores, José Ángel Gurría, la condecoración de la Orden Mexicana del Águila Azteca.  Curiosamente viernes que fallece Prigione se publica en el DOF que el gobierno mexicano condecora  con la misma distinción al excelentísimo Monseñor Christophe Pierre, quinto nuncio en México.
El lunes 30 de mayo Claudia Ruiz Massieu , emitió el siguiente tuit.
@ruizmassieu Hoy entregué la Condecoración de la Orden Mexicana del Águila Azteca en grado de Banda a Monseñor Christophe Pierre.
Muchas historias.
Además, hay muchas historias sobre el piamontés…, entre ellos está el caso de hermanos Arellano y la muerte del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, ,su relación con la hermana Alma, sus relaciones con el poder como lo describe Romero Apis, su intentó de intromisión en el conflicto de Chiapas, el conflicto con Samuel Ruiz y con la teología de la liberación, el caso de Marcial Maciel Degollado, y un largo etcétera..
Los dos amigos.
Quiero traer en este espacio que cuando Prigione llegó a nuestro país era n hombre entonces sencillo y humilde, y su relación con uno de sus primeros amigos, me refiero al abogado y sacerdote Antonio Roqueñí Ornelas (1936-2006), quien era uno de los operadores políticos de don Ernesto Corripio Ahumada, entonces cardenal y arzobispo Primado de México. Roqueñi era abogado de la UNAM y muchos de sus compañeros estaba en la política, y en el Poder Judicial  
Debemos decir que cuando Girolamo llegó a México Corripio aceptó al enviado papal pero nunca empató con él, hubo algunos problemas de intromisión del enviado papa en la arquidiócesis Primada y eso le molestaba por lo que decidió crear “puentes“
Por eso en aquel tiempo en 1978, Corripio le pidió a Roqueñí -y otros más - que se hicieran cargos de algunos asuntos con el enviado papal y como era de esperarse entablaron una amistad sincera. 
Ambos estuvieron pendientes de la llegada del papa Juan Pablo II a México el 26 de enero de 1979, fueron al aeropuerto y el entonces presidente mexicano José López Portillo (JLP), recibió al papa sin una recepción oficial, le dijo fríamente "Señor, sea usted bienvenido a México, que su misión de paz y concordia y los esfuerzos de justicia que realiza, tengan éxito en sus próximas jornadas. Lo dejo en manos de la jerarquía y fieles de su iglesia y que todo sea para el bien de la humanidad".
Antes de esa visita JLP había expresado que el Estado mexicano no estaba dispuesto a hacer ninguna concesión a la Iglesia católica. Y respecto a la posibilidad del establecimiento de relaciones con el Vaticano ni pensarlo, dijo categóricamente: "¡no están dadas las condiciones para este propósito!”.
Las cosas cambiaron
Once años después, en mayo de 1990, las cosas cambiaban, y Juan Pablo II regresaba a México en su viaje número 47 en una gira que duraría 8 días. Esta vez la visita fue por invitación expresa del presidente Carlos Salinas de Gortari. El Nuncio y otros factores habían hecho el milagro. Pero la crítica no se hizo esperar. El primer motivo de controversia fue el recibimiento personal que daría el presidente El mensaje de bienvenida fue además de largo, caluroso y conciliador “Reciba el calor del pueblo que tanto lo aprecia. Sea Usted bienvenido a estas tierras que, con generosidad, lo llaman amigo de México y peregrino de la paz.
En esta ocasión Juan Pablo II sostuvo una entrevista privada con el presidente de la  cual se emitió un comunicado oficial. Los temas abordados fueron: los cambios ocurridos en Europa del Este, la situación de América Latina, y el indigenismo, entre otros. 
Según el comunicado no se abordaron temas como la situación jurídica de la Iglesia ni la reanudación de las relaciones diplomáticas. Eso vendría después.
Por eso es importante mencionar que ya en 1988, en su toma de posesión CSG había hecho el llamado para que se formalizaran legalmente las relaciones del Estado con la Iglesia. Uno de las primeras señales, de que las cosas iban en serio, y quizás uno de los más significativos, fue la invitación de la alta jerarquía católica a su toma de posesión. 
A partir de ese momento se hicieron varios análisis políticos, jurídicos e históricos de la relación Estado-iglesias en México, originándose al interior de gobierno intensos debates sobre la necesidad de crear una legislación acorde con los tiempos. Nótese que ya no se hablaba de Iglesia, sino de Iglesias en plural
Sin embargo, tuvieron que pasar tres años de su toma de posesión, y un año después de la visita papal; y no fue sino en su tercer informe de gobierno – 1 de noviembre de 1991-, cuando  el presidente Salinas sentó las bases sobre las que el gobierno de la república estaría dispuesto a realizar una reforma a fondo en la materia.
La pelota estaba ahora en la cancha de los partidos políticos.
El llamado fue atendido por legisladores del PRI, quienes el 10 de diciembre de 1991, presentaron en la Cámara de Diputados una iniciativa de reformas a los artículos 3, 5, 24, 27 y 130 Constitucionales; dividida en seis grandes rubros que iban desde el reconocimiento de personalidad jurídica a las iglesias hasta disposiciones de carácter civil, pasando por cuestiones de propiedad y educación, entre otros temas.
La iniciativa fue turnada a comisiones y Después de intensas discusiones fue presentado al pleno, un dictamen aparentemente consensado, empero, el tema no era cualquier cosa: fueron necesarias 25 horas de debate y 105 oradores de todos los partidos políticos para ser aprobados.
El 28 de enero de 1992 se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el decreto relativo a las reformas aprobadas por el Constituyente Permanente, a los artículos, 3, 5. 24. 27y 130 de la Constitución en materia de situación jurídica de las Iglesias, Asociaciones Religiosas, Ministros de Culto, entre otras.
Sin embargo faltaba hacer la Ley reglamentaria. 
Y durante varias semanas, los legisladores se dieron a la tarea de recoger las opiniones de varios grupos, entre ellas, la oficina del delegado apostólico, la CEM, el Arzobispado Primado de México, el Fondo Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicos, La Iglesia Metodista de México, la Iglesia la Luz del Mundo, y varias denominaciones pentecostales.
El 25 de junio de 1992, el PRI concreto un proyecto de Ley; el PAN presentó la Ley de Libertades y asociaciones religiosas; el PRD hizo lo propio y presentó una iniciativa de ley en Materia de Libertades Religiosas, y el extinto PARM, presentó la Ley federal de Cultos. Solamente dos grupos parlamentarios se abstuvieron de presentar iniciativas: El PPS y el PFCRN.
Las cuatro iniciativas fueron turnadas a la Comisión Dictaminadora, y el mismo día se conforma una subcomisión Plural, para recoger las diferentes inquietudes de varios grupos de la sociedad civil así como de diferentes iglesias.
Dos semanas después, el 7 de julio de 1992 se presentó al pleno el dictamen, y se discutió en lo general; hubo un intenso debate de 17 horas que vale la pena revisar para los estudiosos del tema. Fue aprobada en lo general por 328 votos, favor, 36 en contra y dos abstenciones. Fueron reservados para voto particular 19 de los 36 artículos.
El 8 de Julio se inicio el análisis del dictamen, en lo particular aceptándose 14 modificaciones de las cuales 7 eran del PAN; 2 del PRD, dos del PFCRN; dos del PARM; y una del PRI. El único partido que  no presentó propuestas fue el PPS, no obstante formulo varias consideraciones al pleno. Algunos fueron recogidos, fundamentalmente el asunto de Religión y Política; El PPS Insistió y logró establecer como infracción aquello que señale el artículo 29 de “convertir un acto religiosos en acto político”.
En lo particular fueron aprobados los artículos 4, 6, 7, 8, 9, 11, 12, y 22 por 408 votos en pro y 10 en contra; los artículos 1, 2, 16, 17, y 25 por 353 votos y pro y 65 en contra; por ultimo, los artículos 12, 21, 23, 25, 29 y 32 se aprobaron por 408 votos y 10 en contra.
La minuta fue enviada al la colegisladora, quien la turno para su análisis a la primera comisión de Gobernación. Esta, hizo un examen riguroso, coincidió en todo con la Cámara de Diputados y aprobó el dictamen por 47 a favor y uno en contra.
La Ley fue publicada en el Diario Oficial de la federación el 15 de julio de 1992.
La joya de la Corona de Prigione
Dos meses después, el 20 de septiembre de 1992 se formalizan las relaciones diplomáticas de México con la Santa Sede, luego de casi 150 años interrumpidos. Karol Joseph Wojtyla, nombró a Prigione como nuncio mientras que México enviaba a Enrique Olivares Santana como embajador a la Santa Sede.
Luego vinieron los primeros registros y ahí fue el problema de los amigos Antonio Roqueñí y Girolamo Prigione quienes habían trabajado muchos años juntos. 
La estrecha relación personal e institucional se resquebrajó debido a que el representante papal quería controlar a roda la CEM y el cardenal Corripio se opuso: “Nosotros fuimos amigos hasta que él decidió tacharme de su lista, justamente en el momento de los registros“, me dijo en una entrevista que conservo completa.“
De acuerdo a derecho, la Arquidiócesis Primada de México había sida la primera en cumplir los requisitos legales y solicitar el registro correspondiente en Gobernación, Prigione quería el registro numero uno para la nunciatura y ello generó un conflicto interno que obligó a todos los obispos de la CEM a que se adhirieran a la solicitud del nuncio.
Pero el cardenal Corripio y sobretodo Roqueñí no cedían y se mantuvieron en esa posición al grado de que se retrasó el registro de varias Iglesias, tuvo que intervenir la Santa Sede para solucionar el conflicto, concretamente el Cardenal Ángelo Sodano, poderoso secretario de Estado y quien entonces aspiraba al papado.
Semanas después, el 25 de noviembre de 1993, Ernesto Corripio Ahumada envió una misiva a Fernando Gutiérrez Barrios, entonces secretario de Gobernación. (conservo una copia de la original) En ésta se leía:
”Señor secretario de Gobernación.Por medio de estas letras deseo manifestar mi adhesión a la solicitud presentada por el Sr. Arzobispo Jerónimo Prigione, nuncio Apostólico en México, por indicaciones de la Santa Sede, el 25 de noviembre del presente año.”
En esa carta era claro que el nuncio quería tener el registro número Uno y pensaba que de ahí se derivarían todas las diócesis, prelaturas y congregaciones masculinas y femeninas. No fue así, afortunadamente cada diócesis y congregaciones tiene su registro propio.
Roqueñí tuvo razón a considerar que el registro Uno otorgado a la Nunciatura no tienen por qué ser.
Roqueñí tuvo la razón histórica; el registro número otorgado a la Nunciatura no tienen ninguna razón de ser, y debe ser desaparecido. Un tema que el gobierno no le ha querido entrar.
La renuncia de Corripio:
Corripio Ahumada presentó su renuncia al cargo de Primado de México como lo aconseja el derecho canónico el 29 de junio de 1994; tres meses después le era aceptada, y la Santa Sede lo deja como administrador diocesano; meses después, el 25 de julio de 1995 le entrega la Arquidiócesis a Norberto Rivera Carrera, obispo de Tehuacán.
 Corripio pidió al papa quitar a Prigione.
Hay una carta que no conocimos en su momento, pero explica todo lo que sucedió en 1993 y 1994, los últimos meses de Corripio.  Es una misiva personal que le envió el cardenal Corripio al papa Juan pablo II, y que la publicó la revista Proceso en 2013.
La carta esta fechada  el 15 de diciembre de 1993, y en ella don Ernesto le suplica  al hoy santo Juan Pablo II que por favor quitará del cargo al nuncio Girolamo Prigione por el enorme daño que le generaba a la iglesia mexicana, le dice:
Beatísimo Padre: “...con toda humildad y movido por un deber de conciencia, se permite exponer a Vuestra Santidad lo siguiente: (...) en el espacio de 15 meses llegarán a estar vacantes otras 5 arquidiócesis de la Iglesia en México, y un servidor llegará a los 75 años de edad.Esta situación significa el reajuste y la orientación de toda nuestra Iglesia en México. (...) Por otro lado el actual nuncio apostólico (...) se encuentra en México desde hace 13 años, complicados a causa de compromisos adquiridos por él con grupos de poder y de dinero, en medio de muchas vicisitudes y vulnerabilidades, con polémicas no siempre edificantes trascendidas a la prensa y con actitudes arrogantes y prepotentes con Sres. Obispos, mezcladas con el gusto de hacerse unos propios clientes dentro del Episcopado Mexicano.“
Le pide al papa Juan Pablo II humildemente “como deber de conciencia sometiéndolo directamente a la benévola atención de Su Santidad que:
a) El actual nuncio apostólico S.E. Mons. Jerónimo Prigione sea sustituido por otra figura de representante pontificio más ponderado y aceptable.b) Que la provisión de las 6 arquidiócesis y de las diócesis vacantes en la actualidad se suspenda hasta que el nuevo nuncio, con calma y serenidad pueda haber tomado conocimiento de la situación, para no perjudicar a nuestra Iglesia con nombramientos apresurados.“
La misiva trae la firma del cardenal y el escudo del arzobispado de México y fue publicada en el # 1936 de la revista Proceso, de diciembre de 2013.
¡Durísima!
No dijo el cardenal Corripio los nombres de los obispos cercanos y serviles al nuncio Prigione, pero es fácil saberlo.  El Roqueñí los bautizo como El Club de Roma. La historia la sabemos...
El tema de don Samuel y el conflicto en Chiapas.
En 1993, por petición del cardenal Corripio, Roqueñí asesoró al obispo de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz García en un conflicto con Prigione, para variar.
El caso no llegó a tribunales, y el abogado y sacerdote e lo ganó en la mesa y en los medios.
¡Fuera manos de Chiapas!
Otro asunto fue el de Chiapas y la insurrección del EZLN. 
Quién no recuerda aquel enero de 1994 cuando acompañado del sacerdote Enrique González Torres SJ, fueron a decirle al nuncio que sacara las manos del conflicto en Chiapas, y que se fuera de México
En una larga entrevista -22 de abril de 1997- que nos dio Roqueñi a Carlos Martínez Assad y a Sara Sefchovich nos dio los pormenores de lo que ocurrió, dijo: "Fuimos a invitarlo, Enrique González Torres y yo a que abandonara el país... eso fue en 94...Estaba metido hasta las cejas manejando el asunto de la relación con los obispos chiapanecos, en un problema donde era muy delicado que él metiera las manos, problema interno de la guerra y todo el asunto: ¡Señor, fuera manos de aquí!"Y agregó: (Y previamente habíamos) "convocamos una rueda de prensa y dijimos vamos a hablar con Prigione y nadie se lo creyó.
 Le mandamos primero a 3 mensajeros: a José Luis Soberanes (ex presidente de la CNDH) a Miguel Olimón Nolasco y al rector de la Universidad Pontificia Raúl Duarte: “Háganos favor de decirle a Prigione lo que acabamos de acordar en esta mesa con periodistas, que vamos a decirle que saque las manos de Chiapas”, Y fueron y se lo dijeron, entonces cuando le pedimos la cita, pues claro que nos recibió, dijo aquí me los agarro.
Comenta Roqueñi que “la conversación comenzó en tono jesuítico, con Enrique González Torres, muy despacito,” mire hemos visto su intervención en este punto y en este otro...”¡ Sí, sí, si sí, ya me di cuenta que ustedes...!¡¡Y empezó a regañarnos porque nos habíamos portado mal! Dice Roqueñi que “Entonces yo estaba de espectador y los dos platicando... Y en un cierto momento no lo dejaba hablar a Enrique (González Torres) . Entonces yo pedí la palabra, le dije, “señor ¿me permite un segundo? Primero: ¡no somos dos monjas que vengan aquí a pedirle el favor de que canonice a su fundadora!Segundo: ¡no somos dos curas que vengan a pedirle a usted el favor de darnos una mitra episcopal, ninguno de los dos nos interesa ser obispo!¡Venimos a decirle que usted debe irse de este país!Entonces ya se aplacó. No, no, no, se desencajó y lo vi pequeñito en su sillón, y entonces ya Enrique (González Torres SJ) continuó, y le dijimos todo lo que teníamos que decirle. (Entonces) Salió a despedirnos, fue muy cordial la despedida, pero el trancazo ya no se lo pudo quitar. A renglón seguido organiza él una rueda de prensa como si el Cardenal Corripio nos desautorizara…y entonces van con nosotros y lo que no hicimos nosotros, pues lo hizo la gente…."
¡Eso generó un ruido mediático!
Años después, el padre Roqueñi Ornelas  el otrora amigo de Prigione renuncia al tribunal eclesiástico  y atiende a las victimas del padre Maciel y decide apoyarlos llevando el caso a la Santa Sede. Todo está documentado en libros, artículos y entrevistas. Mucho ayudó la llegada del segundo nuncio don Justo Mullor..
Así era Prigione..., así era Roqueñí, los amigos que lo fueron. 
Esa era charla que quise tener con Prigione antes de que muriera, su relación con mi amigo Roqueñí.
Descanse en paz..



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