KIOSKO/ Corresponsales de El Universal, 23 de septienbre de 2016
Que Dios agarre confesado al obispo
Sin embargo, nos platican, sus cercanos dicen que para cumplir esta nueva encomienda, el prelado necesitará mucho más que rezos y rosarios en un estado tan lastimado por la presencia de la delincuencia organizada y dado la inquietud surgida a nivel nacional por los actos de violencia de las que han sido objeto algunos sacerdotes católicos. En la ciudad de las iglesias y capillas de cara a su despedida aplican la famosa frase: “ Que Dios lo agarre confesado”.
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