5 dic 2016

Mensaje de Osorio Chong en Mérida, hoy

Mensaje del Secretario de Gobernación, durante la Inauguración del Centro de Instituciones Operadoras del Sistema Penal Acusatorio
Mérida,Yucatán, a 5 de diciembre de 2016..
Muy buenas tardes a todas, a todos.
Primero, quisiera pedirles me acepten una disculpa por los, tomé la hora, 25 minutos de retraso al inicio de este evento, de la hora pactada, tuvimos dificultad de salida en el Aeropuerto de la Ciudad de México, por lo tanto les aprecio mucho que me acepten la disculpa por la demora en mi llegada a este evento.

En segundo lugar, saludar al señor Gobernador, Rolando Zapata.
Al presidente del Tribunal Superior de Justicia.
Al Consejero Jurídico.
A quien preside la Cámara de Diputados.
Iba a decir que saludaba a todos los que saludó el Gobernador, para no omitir a nadie. Pero si me permiten, por la alta presencia de todas y todos ustedes, trataré de referirme a los que están aquí presentes.
Senadora.
A los representantes de nuestras Fuerzas Armadas.
Al presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos.
Saludar a las y los diputados, tanto federales como estatales.
A las y los magistrados, consejeros.

A, por supuesto, cónsules.
A quienes están también presentes aquí, jueces, defensores, fiscales.
A funcionarios federales, estatales y municipales.
A representantes de colegios y barras de abogados.
A representantes de cámaras empresariales.
A rectores, directores y académicos.
A asociaciones civiles.
A los medios de comunicación.
Y, sobre todo, permítanme referir muy en especial, a quienes ya están laborando en estas grandes instalaciones.
A todas y a todos ustedes, muy buenas tardes.
Contar con un sistema de justicia eficaz es, sin duda, una de las demandas más sentidas de las y los mexicanos.
Una demanda que exige por parte de las autoridades, no escatimar en la inversión de tiempo, recursos, energía y talento.
Porque invertir en la justicia es invertir en la tranquilidad de la sociedad, es invertir en el bienestar de las personas.
Por eso, en estos cuatro años, hemos hecho de la transformación del Sistema Penal, una prioridad de Estado, en la que trabajamos muy de cerca con las entidades federativas.
Ejemplo de ello, sin duda, es Yucatán, en donde el compromiso de su Gobernador, de los Poderes locales y de la sociedad, permitió que fuera una de las primeras entidades en poner en marcha el nuevo Sistema, mucho antes del plazo constitucional, y ponerlo en marcha bien, bien estructurado y bien hecho.
Así lo atestiguó personalmente el Presidente Enrique Peña Nieto hace poco más de dos años, justamente aquí, al inaugurar la primera fase de este Centro de Justicia.
En ese entonces el país vivía un momento decisivo, porque de no haber realizado acciones de fondo, hoy no estaríamos hablando de una transición palpable.
Recordemos que durante varios años no se le dio a este proceso la importancia que ameritaba.
Basta decir, en el 2012 eran apenas tres entidades en las que operaba el nuevo Sistema, de manera que cuando inició este gobierno teníamos que actuar y acelerar los esfuerzos.
Teníamos que hacer un gran trabajo conjunto, muy de cerca con los Poderes de la Unión, gobiernos estatales, congresos locales, barras y colegios de abogados, asociaciones civiles, universidades, en fin, con todos los actores clave.
Muchos, muchos de los que están aquí presentes, fueron parte de este proceso y seguramente recuerdan la labor que juntos realizamos.
Desde el Gobierno de la República se otorgó un apoyo sin precedente a todas las entidades por igual, para que tuvieran las condiciones de infraestructura, de tecnología y de equipo.
Y, por supuesto, para que las y los operadores contaran con la formación y capacitación necesaria.
Porque ustedes saben que en este tema el cambio más importante no está solo en los edificios o en las instalaciones de cámaras, sino en la concepción misma de la justicia y en su aplicación oportuna.
Me refiero, por ejemplo, a respetar el debido proceso para que ya no haya culpables absueltos por errores de procedimiento.
Me refiero también a que las investigaciones se realicen con el rigor científico, para que la confesión deje de ser la reina de las pruebas.
Y a que se garantizan los derechos humanos desde la imparcialidad y la presunción de la inocencia, hasta la no discriminación y la reparación integral del daño.
Esa es la transformación de fondo que se está logrando con el nuevo Sistema Penal.
Y por eso el Gobierno de la República no ha escatimado esfuerzos para sacarla adelante.
Un ejemplo de ello, y vean las cifras, es que de los 21 mil millones de pesos invertidos durante estos ocho años, del 2008 al 2016, nueve de cada 10 pesos se erogaron por este gobierno.
Porque estamos convencidos que la ciudadanía no puede esperar, ni la justicia puede estar sujeta a coyunturas.
El flagelo de la impunidad tiene que terminar y terminar ya. Esto es algo que exige una labor permanente, no de un día, no de un año, ni siquiera de ocho años, que es el camino que llevamos recorrido hasta ahora.
Porque el 18 de junio pasado fue punto de llegada, pero también punto de arranque, por lo que la tarea debe continuar, ahora en una etapa de evaluación y de consolidación.
Se trata de saber, a partir de indicadores precisos, cuáles son los avances, pero también los retos que se están presentando.
De conocer cuántos casos se están desahogando a través de mecanismos alternativos y con cuánta eficiencia lo hacen.
De medir la capacidad de los ministerios públicos para resolver carpetas de investigación y esclarecer hechos delictivos.
Y muy importante, de evaluar el desempeño de las policías en su papel como primeros respondientes.
Todo ello será de gran ayuda porque permitirá saber de manera específica, dónde se está fallando y qué ámbitos del Sistema se tienen que fortalecer.
No se trata solo de señalar por señalar, ni mucho menos de repartir culpas, sino de identificar áreas de oportunidad para trabajar de manera conjunta y así generar mejores resultados.
El trabajo no está concluido, pero nadie caminará solo en esta nueva fase.
El Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto seguirá acompañando y respaldando a todas las entidades federativas.
Porque la justicia es una causa compartida, más allá de ideologías y fronteras geográficas.
Y porque lo mismo en la selva que en la sierra, en la costa y en la ciudad, los mexicanos merecen disfrutar de un Estado de Derecho pleno.
Por eso me da mucho gusto estar hoy aquí, nuevamente en Yucatán, un estado que está refrendando con acciones concretas, su compromiso con una justicia pronta y efectiva, y que lo haga inaugurando la segunda etapa de este Centro, que por cierto, destaca a nivel nacional por cumplir satisfactoria y, diría yo, incluso con más, los requerimientos del nuevo Sistema.
Nuevamente, señor Gobernador, a todas y a todos, muchas felicidades.
Porque me refiero a que cuenta con áreas de atención a víctimas, de medidas cautelares y de policía procesal, entre otras.
Tres áreas prioritarias que los Centros de Justicia en todas las entidades federativas deben tener.
Se trata de que los avances se sigan traduciendo en resultados, en menores tiempos y costos, al optar por mecanismos alternativos de solución, en mayor efectividad en las investigaciones y menor uso de prisión preventiva, pero sobre todo, en mayor transparencia, cercanía y certeza para los involucrados en los procesos.
La meta es que nadie tenga que esperar años en juicios largos y costos.
Refiero y lo comentaba con el presidente del Tribunal, de esperar a veces casi cuatro o cinco años, ahora solo están esperando seis meses para recibir justicia todos los involucrados.
Que ninguna víctima se quede sin atención especializada y que la labor de las instituciones sea siempre pronta y diligente, generando confianza y contribuyendo fundamentalmente a abatir la impunidad.
Eso es lo que esperan las y los mexicanos, ese es el objetivo por el que seguimos trabajando.
Para concluir les diría, hace cuatro años este gobierno inició todo este largo proceso. El Presidente se comprometió de manera pública a que habría de terminar el 18 de junio pasado.
Incluso, para algunas voces que pedían que se pudiera hacer una prórroga, que no pudiera tratarse de igual a todas las entidades y que, entonces, pudiéramos hablar que en unos estados podría estar funcionando y en otros no el nuevo Sistema, la respuesta del Presidente fue contundente y dijo que de ninguna manera.
Pero no solamente era el hecho de que decir un no rotundo, sino de convocar a todos a que pudiéramos lograr el objetivo, de apoyar y respaldar el esfuerzo de las entidades.
Hoy Yucatán es ejemplo de que sí se pueden hacer las cosas y que, además, se pueden hacer bien.
Tenemos que seguir adelante, tenemos que seguir adelante para que los esfuerzos, para que este trabajo de todas y todos se consolide.
Para que más y más ciudadanos y ciudadanas estén debidamente enterados de este nuevo Sistema.
Que no se hable de la puerta giratoria, que no se hable de la injusticia al ver que una persona puede seguir su proceso en libertad.
Que se entienda este Sistema para que, entonces, todos, todos estemos confiados de que fue para bien esta transformación que después de un siglo se dio en nuestro país: un Sistema que con más transparencia, que con menos tiempo, que con menos recursos invertidos traerá mejor justicia para todas y todos los mexicanos.
Nuevamente, muchas felicidades.

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