9 mar 2019

De Javier Coello, abogado de Emilio Lozoya

De Javier Coello, abogado de Emilio Lozoya / Respuesta del reportero Mathieu Tourliere
Revista Proceso #, 3 de marzo de 2019..
RÉPLICA

Señor director:
Javier Coello Trejo, en mi carácter de abogado y apoderado legal del señor Emilio Lozoya Austin […] ante usted comparezco y expongo lo siguiente:
De manera respetuosa y pacífica vengo a solicitar que se aclare la información inexacta, falsa y tendenciosa que fue publicada en el ejemplar Número 2208 de la revista Proceso, publicada el 24 de febrero del año en curso en la edición impresa y en la página electrónica de la revista Proceso­ escrita por el reportero Mathieu Tourliere, en donde con todo dolo miente y calumnia en diversos aspectos en sus notas tituladas “Proyecto Kimora:­ Carambola de tres bandas para desfalcar a Pemex”, y “Pemex­ recompró chatarra… y a sobreprecio”, en donde, sin ningún sustento, afirma sin conocimiento diversos hechos que se imputan a la persona de mi representado cuando fue director de Petróleos Mexicanos.


Primero que nada, con relación a las notas de revista Proceso, en la titulada “Proyecto­ Kimora: Carambola de tres bandas para desfalcar a Pemex” se afirma y cito textualmente, “Cuando Emilio Lozoya Austin estuvo al frente de Pemex, la empresa tuvo una sangría millonaria de la cual se beneficiaron el propio directivo, así como…”.

Al respecto, de manera enérgica y contundente por cuenta y nombre de mi mandante, se niega que el mismo haya tenido cualquier beneficio. No sólo eso, sino que los conmino a usted y a su revista a que se pruebe su dicho. Asimismo, mi representado se reserva el derecho de iniciar las acciones legales correspondientes debido a tan temeraria y falsa afirmación que afecta su honor y el honor de su familia. Dichas aseveraciones también lo perjudican gravemente en el ejercicio de sus actividades profesionales y por ello tengo instrucciones de considerar las acciones legales correspondientes.

Con relación a dicha nota, queda evidenciando el total desconocimiento contable, de finanzas y de operaciones de compra-venta de empresas por parte de quien escribió la nota. En primer lugar, afirman que se trata de un “tripe desfalco”, primero, porque se compró en “un valor superior al real”, posteriormente porque se compró una empresa con una deuda económica, y tercero porque hubo, previo a la compra, un decreto de dividendos. 

La nota desinforma de manera flagrante y dolosa. Como lo expresó mi mandante previamente en el cuestionario que el reportero envió al que esto suscribe y que mi representado dio contestación, el valor de compra de Grupo Fertinal fue determinado por la empresa consultora PricewaterhouseCoopers, como consta en el documento titulado “Due Diligence Integral y Estimación de Rangos y Valores Económico de Grupo Fertinal, SA de CV y Subsidiarias”. El valor final de compra, mientras mi mandante estuvo a cargo de la Dirección General de Pemex, se ajustó a ese valor. Incluso, el capital fue comprado en un valor cercano al mínimo determinado en dicho estudio. En particular, de acuerdo con la metodología de valuación realizada por PricewaterhouseCoopers, con base en flujos de efectivo a futuro, se consideró que el costo de adquirir el capital de Grupo Fertinal oscilaría dentro de un rango, a valor de mercado, de 185 a 293 millones de dólares. Al final se consiguió un precio de compra del capital por 194 millones de dólares, cifra que el reportero cuestiona.

Así, la negociación y cierre de la operación se realizó dentro de los parámetros aprobados por el Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos (el “CAPEMEX”) y en cumplimiento a las instrucciones de éste, Incluso, conforme a la solicitud del Consejo, se elaboró una memoria documental de la operación, un “Libro Blanco” que de manera oportuna se entregó al CAPEMEX. Dicho documento fue elaborado por un tercero quien curiosamente hoy es miembro del CAPEMEX.

Por lo que respecta a la deuda existente al momento de la compra es necesario considerar que no es inusual que se compren empresas con pasivos. Mi representado no ve en dónde o en qué se basan para afirmar que hubo un desfalco por comprar una empresa apalancada. Lo cierto es que el costo de la deuda que tenía la empresa, gracias a la operación, pudo ser refinanciado en una cuarta parte del costo inicial, con lo cual se le daba viabilidad financiera a la operación de Grupo Fertinal una vez que pasara a propiedad de Pemex. Obviamente, el hecho de tener el apalancamiento fue considerado en la valuación que en su momento hizo PricewaterhouseCoopers.

Por último y como lo comentó mi mandante en el cuestionario que la revista le envió, éste desconoce la razón por la cual afirman que hubo un desfalco relacionado con la determinación de un dividendo previo a la compra. Como mi mandante lo expresó en las respuestas al cuestionario, con fecha 25 de septiembre de 2015 Grupo Fertinal decretó un dividendo por la cantidad de $871’500,000.00 M.N., y se acordó con los Vendedores que hasta $619’400,000.00 M.N., de dicho dividendo se pagara con anterioridad al cierre de la operación, a fin de que PMX tomara el control de Grupo Fertinal sin la existencia de pasivos por concepto de dividendos en favor de los antiguos accionistas de Grupo Fertinal. Dicho monto era el tope distribuible conforme a los límites de la Cuenta de Utilidad Fiscal Neta (CUFIN) acumulada por Grupo Fertinal. Era su derecho. Es una práctica común y de mercado en este tipo de operaciones de compra-venta de empresas. La CUFIN se lleva a cero a fin de reducir la base gravable de las acciones adquiridas para el caso de que el comprador quisiera venderla en un futuro. Tan es común que los bancos que financiaron la operación (Nacional Financiera, Bancomext y Banco Azteca) autorizaron expresamente y por escrito a Grupo Fertinal a otorgar el Dividendo. Además, el dividendo se restó del precio inicial de compra del capital.

Con relación a la empresa Deloitte, se entiende que esa empresa fue contratada posterior a mi mandante de Pemex para fungir como árbitro en las disputas del precio que hubo. Las determinaciones que al respecto haya llevado a cabo las desconoce mi representado, así como las razones o motivaciones de éstas. El reportero confunde documentos de la valuación, el cual fue elaborado por PricewaterhouseCoopers, con el de una tercería que llevó a cabo Deloitte.

En otra de las confusiones y afirmaciones fantasiosas, falsas y mal intencionadas, el reportero afirma que el valor real de la empresa era 15 millones de dólares. Mi mandante desconoce de dónde venga ese número, se entiende que es parte de un estudio llevado a cabo al menos un año después de la adquisición y relacionado con un proceso contable regular denominado Purchase Price Allocation (PPA) el cual determina con base en las condiciones de mercado de ese momento el valor de los activos tangibles e intangibles. El estudio fue llevado a cabo por Ernst & Young (EY), por lo que a mi mandante se le informó. Pero también es claro que dicho estudio fue llevado a cabo de manera tendenciosa para disminuir el valor de la empresa al mínimo valor posible. Por lo que mi mandante ha podido conocer, dicho estudio, no considera el valor de los intangibles como lo son marca, clientes, etc. Además, se hace en un momento del tiempo diferente al momento de la adquisición, cuando las condiciones de mercado son otras, los precios son otros y por lo tanto resulta más que evidente que no es un estudio que puede utilizarse como comparable. Es más, mi mandante afirma que en el estudio se utilizan tasas de descuento en pesos para hacer una valuación en dólares. Hasta un estudiante de primer curso de finanzas sabe que eso castiga los precios de manera muy relevante. El estudio de EY mi representado les propone que lo consigan y lo lleven con un perito con conocimiento acreditado. Podrán constatar que se trata de un estudio hecho a modo para castigar el valor de la empresa. ¿Para qué castigar el valor de la empresa? ¿Para dañar la imagen de mi mandante? ¿Para poder justificar una venta por debajo del precio al que fue comprada? No lo sabe mi mandante, pero son asuntos que debería observar antes de lanzar sus ataques hacia su persona.

No quiere mi representado dejar pasar la oportunidad de reiterar que la compra de las plantas de fertilizantes se hizo en el marco de la ley y con la aprobación de todos los órganos de gobierno que correspondía. El propósito principal era poder integrar la cadena gas natural-amoniaco-fertilizantes, para incrementar la disponibilidad de dichos insumos para el campo. Además, se buscaba el poder incidir de manera importante en la reducción de precios de los fertilizantes para los productores del campo. Es decir, atender una añeja y justa demanda social de los agricultores mexicanos por acceso a insumos a precios razonables. Hoy, dicho objetivo no ha sido alcanzado, no por causa de una mala decisión del CAPEMEX o de la Banca de Desarrollo, sino porque en el país no hemos podido proveer de la materia prima básica: el gas natural. En tal virtud mi mandante, estimado Don Rafael, los invita a revisar los 25 proyectos estratégicos de la nueva administración. Es tan importante la producción de fertilizantes que se ha entendido y se le ha dado el lugar 15 en dicho listado.

Adicionalmente, es importante destacar que sin conocimiento insisten en mencionar que las instalaciones productoras de fertilizantes aun no funcionan. La publicación falta a la verdad. Bastaría con que enviaran a un fotógrafo o algún pasante de periodismo de medio tiempo a Pajaritos, Veracruz, para verificar su dicho. De hecho, mi mandante ha sido informado al respecto y la planta de urea está en posibilidades de entregar producción. El problema real es que no hay gas natural.

Así las cosas, por cuenta y nombre de mi representado exijo se lleve a cabo la publicación del contenido de este documento, tal y como lo prevé la ley.

Por todo lo anteriormente expuesto y debidamente fundado, espero que den cabal cumplimiento a las normas que rigen el derecho que todo individuo tiene en México para replicar sobre información inexacta y falsa que se publica, ya que es evidente que esta publicación causa un agravio en el honor, imagen, reputación y en la vida privada y la de su familia de mi representado. (Carta resumida. Se mantiene la grafía original.)
Atentamente: 
Javier Coello Trejo
Abogado y representante legal
de Emilio Lozoya Austin
#
Respuesta del reportero
Señor director:
En respuesta a la carta del señor Javier Coello Trejo, quien reclamó los trabajos del reportero en representación de Emilio Lozoya Austin, aclaro lo siguiente:

1. Es válida la queja del señor Lozoya, pues no existen elementos para afirmar que Lozoya se benefició de la compra-venta de Grupo Fertinal. La parte del texto que menciona la carta viene en el epígrafe del reportaje, que fue redactado por la mesa de edición y no por el reportero.* En ninguna parte del texto se menciona que el señor Lozoya haya recibido beneficio alguno en la compra de dicha empresa.

2. No dudo que la consultoría PricewaterhouseCoopers (PWC) haya planteado un valor de 194 millones de dólares. Lo cierto es que Pemex Fertilizantes terminó pagando 203 millones 437 mil dólares para comprar las acciones de Grupo Fertinal, tal y como lo estableció la firma Deloitte unos meses después.

3. Con base en los documentos que posee Proceso –copias del contrato de compra-venta y sus anexos, de informes de auditores externos, de actas de asambleas de accionistas y de documentos bancarios–, reitero que Pemex Fertilizantes compró Fertinal con todo y una deuda de 425 millones de dólares –debía, entre otros, 406 millones de dólares a Banco Azteca y Arrendadora Internacional Azteca, ambas de Ricardo Salinas Pliego–, y que el 25 de septiembre de 2015, unas semanas antes de concretarse la venta, el consejo de administración de Grupo Fertinal se otorgó a sí mismo un dividendo por 871 millones 500 mil pesos, que incluía 619 millones 400 mil pesos en efectivo.

4. Respecto al valor de la empresa, los documentos son claros, tal como plantea el reportaje: después de la compra de Fertinal, Pemex determinó que 188 millones de dólares de “crédito mercantil” tenían que ser “cancelados en su totalidad”, según un informe de auditoría externa elaborado por el despacho Castillo Miranda y Compañía, SC, para Pemex Fertilizantes. Dado que la empresa pagó 203 millones de dólares para comprar Fertinal y que 188 millones tuvieron que ser cancelados, quiere decir que la empresa valía en realidad los 15 millones de dólares restantes.

Por cierto, el reportero fue conservador en la cifra: en el último día de la administración de Enrique Peña Nieto, la Secretaría de la Función Pública (SFP) determinó que el desfalco en la compra de activos de Fertinal se elevó a 193.9 millones de dólares para Pemex.

Quien firmó el contrato de compra-venta de Grupo Fertinal por parte de Pemex Fertilizantes fue Édgar Torres Garrido, quien fue asesor del señor Lozoya y labora actualmente con él en su fondo de inversión Makech Capital.

4. Respecto al último reclamo, el reportaje menciona que, de las cinco plantas que Pemex compró a Agronitrogenados, tres se encuentran inservibles y Pemex abandonó la idea de rehabilitarlas. Ninguna de las dos restantes opera al 100% de su capacidad, entre otros por la falta de gas natural, tal y como se plantea en el reportaje.

Ahora bien, no me ostento como experto en finanzas y de operaciones de compra-venta de empresas; en apego al ejercicio periodístico, cito en el reportaje las fuentes documentales en las que se sostiene cada párrafo.

Dicho lo anterior, de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF), Pemex Fertilizantes perdió más de 21 mil 174 millones de pesos como consecuencia de las adquisiciones de Grupo Fertinal y Agronitrogenados realizadas durante la gestión del señor Lozoya. Lo menciono sin poner en tela de juicio los conocimientos del exdirector general de Pemex y de su equipo en la materia.

Atentamente:

Mathieu Tourliere

* En efecto, la Mesa de Edición redactó la frase aludida como aseveración y sin apelar a la “presunción” del caso. Una disculpa al reportero y a los posibles afectados.


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