“¡Que se hunda Pemex!” ¡y López hundió Pemex!
ITINERARIO POLÍTICO/RICARDO ALEMÁN
El Debate, 22 DE ABRIL DE 2020;
El 28 de mayo de 2007, en el diario El Universal, el Itinerario Político se tituló de la siguiente manera:
“¡Que se hunda Pemex!”.
El título catastrófico era parte de la advertencia que, en el primer año del gobierno de Calderón, les hizo el jefe del PRD, López Obrador, a un grupo de senadores del partido amarillo, que proponían el rescate de Pemex.
La respuesta de AMLO fue demoledora: “¡no… no me importa que se hunda Pemex… si se tiene que hundir, que se hunda, si tenemos que quemar pozos, los quemamos… pero nada que ayude al “espurio”… a Pemex lo arreglamos cuando lleguemos a la Presidencia…!”.
Pronto se cumplirán 13 años de la escena narrada aquel 28 de mayo de 2007. Y, en efecto, Obrador ya es presidente y si, AMLO hundió a Pemex.
Así narramos la historia ese 28 de mayo de 2007.
“A las seis de la tarde de cada lunes, en la que fue “casa de campaña” de AMLO, se reúnen en torno al líder una veintena de políticos; los jefes del FAP, senadores y diputados federales del PRD, encargados del “gobierno legítimo” y los infaltables Manuel Camacho y Porfirio Muñoz Ledo.
“Uno de esos lunes, (era mayo de 2007 y corría el primer año del gobierno de Calderón) llegó a la mesa el tema de la crisis de Pemex.
“Uno de los senadores asistentes explicó el trabajo legislativo que, sobre la materia, realizaba el PRD. De manera intempestiva, López Obrador intervino para cancelar la reunión. Pidió que se quedaran los senadores que hablaban de Pemex.
“Apenas cerró la puerta del despacho cuando López Obrador estalló furioso: “¡Qué les pasa… trabajan para “el espurio” o para el movimiento”?
“Los senadores le habían explicado que estaba terminada una propuesta de reforma para fortalecer las finanzas de Pemex, para reorganizar su estructura, su relación con el sindicato y su papel en el mundo. Y, lo más importante, para salvar a la paraestatal de la quiebra.
“En el proyecto estaba de acuerdo el PRI, además de que la reforma incluía una buena parte de las propuestas de campaña de AMLO.
¡No, no… no se metan con Pemex, ese es mi tema! A Pemex lo vamos a arreglar cuando lleguemos a la Presidencia”, estalló agitado López Obrador.
“Pero en el otro extremo no todos se quedaron callados. Los senadores Carlos Navarrete y Graco Ramírez argumentaron sobre la urgencia de rescatar Pemex, la posibilidad de “jalar” al PAN y arrebatarle a Calderón “la joya de la corona”, además de romper el binomio PRI-PAN en el Congreso.
“La discusión subió de tono. A gritos, López Obrador insistía: “¡no, no, no, nada que fortalezca al espurio!”, mientras que los senadores insistían en que la reforma fortalecería a Pemex, al PRD y a su movimiento.
“¡No, Andrés, no podemos permitir que se hunda Pemex… por el bien del país, por el bien de todos!”, dijo también a gritos Navarrete, en abierto reto “al presidente legítimo”.
“Pero la respuesta de Obrador dejó fríos, paralizados a sus interlocutores. ¡No me importa que se hunda Pemex… si se tiene que hundir, que se hunda… si tenemos que incendiar pozos, los incendiamos… pero no vamos a hacer nada que fortalezca al espurio…!
“Ya en la calle, alguno de los asistentes al ríspido encuentro soltó: “¡Andrés ya perdió la razón…!”. El resto solo movió la cabeza y apretó los dientes”. Hasta aquí la cita.
Volvimos al tema el 15 de febrero de 2019. El Itinerario Político de entonces se tituló: “De México para el mundo, “¡que se hunda Pemex!”.
Luego de recuperar la historia narrada arriba, dijimos que Pemex, la principal empresa del Estado mexicano, no solo fue “el objeto del deseo” del nuevo presidente, sino la “caja chica” para hacer política.
También recordamos que Obrador alcanzó los titulares de la prensa nacional gracias a una espectacular “toma de pozos petroleros” en Tabasco –a principio de los años 90–, de la que obtuvo jugosas ganancias económicas.
Luego, en 1992, Obrador llevó a cabo un plantón en el Zócalo capitalino para exigir el pago de supuestos daños ecológicos por derrames de la paraestatal en Tabasco.
En esa ocasión el gobierno de Salinas, a través de Manuel Camacho, entregó 9 mil millones de pesos a Obrador; dinero que salió de Pemex. Y si lo dudan, el Diario de Debates del Congreso –sesión de la Comisión Permanente del 11 de febrero de 2004–, da cuenta de la confesión de Manuel Camacho, entonces diputado del PRD, quien reconoce que Pemex entregó 9 mil millones de pesos a Obrador para levantar el plantón.
El “mexicanólogo” George Grayson confirma el saqueo en su libro Mesías mexicano –pág. 91 y 92–, en donde ofrece testimonios aquellos que recibieron el dinero de Pemex “para hacer política”. Curiosamente, desde entonces, el encargado de “la caja chica” de Obrador era nada menos que Octavio Romero… hoy director de Pemex.
A 13 años, Obrador no solo cumplió con hundir a Pemex, sino a todo el país. ¿Quién parará la catástrofe que vivimos? ¿Hasta cuándo la destrucción?
Al tiempo.
Ego sum qui sum; analista político, un soñador enamorado de la vida y aficionado a la poesía.
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