16 sept 2007

Planteles militares


Discurso del Presidente Calderón en la Ceremonia de Clausura y Apertura de Cursos de los Planteles Militares; 14/09/2007;
General Guillermo Galván Galván, Secretario de la Defensa Nacional.
Ministro Sergio Vals, representante de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Señoras y señores generales, jefes, oficiales y cadetes del Ejército Mexicano.
Jóvenes integrantes del Sistema Educativo Militar, señoras y señores:
Hoy, en esta Ceremonia de Clausura y Apertura de Cursos del Sistema Educativo Militar, las Fuerzas Armadas refrendan su lealtad y su compromiso institucional con el pueblo de México.
Este Heroico Colegio, al igual que todos los planteles militares, reafirma su tarea permanente en la formación y profesionalización de mujeres y hombres que sirven a la Patria guiados por una gran tradición de honor, de lealtad, de coraje y de sentido del deber.
En diferentes momentos de nuestra historia, los miembros de nuestro Instituto Armado han dejado constancia de patriotismo y vocación de servicio. El pueblo de México reconoce en ustedes una trayectoria de probidad y entereza en el cumplimiento de las muy delicadas tareas que la Nación les ha encomendado.
Precisamente ayer la Nación entera rindió honores a la memoria de los Niños Héroes; el 13 de septiembre está inscrito en la historia nacional porque un día como tal hace 160 años, los jóvenes cadetes actuaron con heroísmo en defensa de la Patria en la Batalla de Chapultepec, librada contra tropas invasoras.
Aquellos jóvenes que como ustedes apenas comenzaban el trayecto de la vida, hicieron gala de enorme pundonor militar, enarbolaron los ideales y con ellos la Bandera Nacional y enfrentaron al enemigo por amor a México.
En la mañana de aquel día las tropas estadounidenses derrotaron al Heroico Batallón de San Blas, en las faldas del Cerro de Chapultepec, después el invasor avanzó para tomar el Colegio Militar y bombardeó sin tregua el Castillo de Chapultepec con el ánimo de quebrantar, más que sus murallas, la resistencia y la moral de sus defensores.
Negándose a abandonar sus puestos, los Niños Héroes reclamaron para sí el derecho y el deber de defender el honor de su colegio y la soberanía de la Nación.
Empuñaron sus fusiles y resistieron hasta donde sus fuerzas y su vida lo permitieron. Hoy rendimos homenaje a aquellos jóvenes que dieron muestra de grandeza con sus acciones y valentía.
Honor y gloria para quienes prefirieron teñir de su sangre el Lábaro Patrio antes que verlo mancillado en manos del enemigo invasor.
Honor y gloria a los héroes que ofrendaron sus vidas defendiendo a esta tierra para que en ella floreciera la vida de mujeres y de hombres libres.
Ellos que murieron para que esta Nación tuviese una historia y un destino propios, ellos respondieron al ideal del Siervo de la Nación, don José María Morelos y Pavón, quien luchó por la unidad de los mexicanos en torno, como él dijese, en torno a una causa, a una bandera, bajo la cual todos juremos morir antes que verla oprimida.
La historia nos muestra que cuando los mexicanos no somos solidarios ni patrióticos, México pierde; que si no sabemos estar unidos en los más elementales requerimientos de la Patria, ponemos en riesgo su historia.
Hoy duele recordar también que precisamente en aquella guerra del 47, de los 19 estados que en esa época formaban la Federación mexicana, sólo siete de esos 19 participaron en la soberanía nacional, es decir, menos de la mitad de los estados participaron con armas, hombres o dinero para defender a la Nación.
Muchos mexicanos, nos relata Enrique Krauze, veían pasar a las tropas norteamericanas como un desfile, como una representación teatral que no les competía, el resultado fue la desastrosa pérdida de la mitad del territorio nacional.
Y cuántas veces los más acuciantes problemas nacionales se quieren ver como parte de una realidad ajena a nuestra tierra, a nuestras familias, a nuestro México.
Los enemigos del país podrán variar, pero no la imperiosa necesidad de la unidad nacional para enfrentarlos.
Hoy los enemigos de México buscan afectar el desarrollo de nuestra Nación, México nos llama a todos, como siempre, a defenderlo.
Hoy debemos proteger a nuestras familias de quienes atentan contra su paz y su tranquilidad, de los enemigos de México que buscan dañar con actos criminales la vida o el patrimonio que con tanto esfuerzo hemos construido los mexicanos.
Frente a quienes amenazan la seguridad y la paz de los nuestros, México reclama la unidad de sus hijos de manera clara y contundente.
Nada justifica el uso de la violencia cuando a lo largo de estos días hemos sido testigos de cómo los principales partidos y fuerzas dan muestra de que las diferencias se pueden resolver en el marco de la democracia y de las instituciones democráticas.
Hoy menos que nunca, se justifican actos criminales que pretenden cancelar las posibilidades de desarrollo personal, familiar y colectivo de millones de mexicanos y por ello su condena debe ser unánime y sin titubeos.
Los actos que atentan contra la seguridad del país, los que quebrantan el patrimonio nacional, deben ser repudiados y repudiados por todos sin excepción, y sus autores castigados con todo el peso de la ley.
Hoy llamo a todos los poderes, a los partidos políticos, a los medios de comunicación, a la academia, a los mexicanos en todos los rincones de la Patria, debemos condenar estos actos criminales contra nuestro pueblo y unir fuerzas contra quienes amenazan a México.
Este es un momento de definiciones, la seguridad de los mexicanos exige que quienes realmente rechazamos la violencia, manifestemos abiertamente nuestro repudio.
Exige un claro deslinde de todos los actores sociales y políticos, particularmente de aquellos que tienen mayor responsabilidad, influencia y liderazgo sobre los demás.
Que se sepa de una vez quiénes apoyan o toleran, así sea veladamente este tipo de actos, y quienes los rechazamos porque estamos convencidos de que la vía pacífica es la única para fortalecer a México.
Que se sepa quienes apoyamos a la democracia y quienes la cancelan por la vía de la violencia.
Que se sepa quienes apoyamos o promovemos de palabra, de obra las instituciones democráticas, y quienes de palabra u obra apoyan la violencia.
Los caminos son claros: o rechazamos con firmeza los actos violentos contra el país y nos unimos en torno al bien de la Nación, o México perderá la oportunidad de ser el país de leyes y libertades por el que nuestros héroes dieron su vida.
Es también urgente fortalecer legal y presupuestalmente a las instituciones encargadas de la seguridad pública y de la seguridad nacional para combatir con mayor fuerza y eficacia a quienes amenazan la tranquilidad de nuestro pueblo, y a fin de cuentas para cumplir el primer deber del Estado que es garantizarle a cada familia una vida tranquila y en paz, donde sus hijos puedan desarrollarse como mexicanos de bien y como seres humanos íntegros.
Por eso exhorto de manera respetuosa al Congreso para que en corresponsabilidad fortalezcamos a nuestras instituciones.
Hoy más que nunca podemos transformar al país, podemos impulsar avances estructurales si contamos con un marco de certeza y de paz.
Con independencia de ello, reitero que mi Gobierno actúa y no descansará, hasta llevar ante la justicia a quienes atentan contra México.
En la lucha contra las organizaciones criminales de diverso tipo, las fuerzas armadas han mostrado una y otra y otra vez su lealtad y compromiso con el pueblo mexicano.
Nuestro Ejército, Fuerza Aérea y Armada han respondido también con entereza y gallardía ante el embate de la adversidad como ocurrió con recientes huracanes e inundaciones que afectan a miles de familias.
Por eso, mi mayor reconocimiento a la lealtad mostrada por los soldados y marinos de México en su acción oportuna en beneficio de la población civil.
Jóvenes graduados y alumnos del Sistema Educativo Militar:
Ser miembro de las Fuerzas Armadas es uno de los mayores privilegios y una de las mayores responsabilidades que hay entre los mexicanos, mi reconocimiento a los casi dos mil 500 alumnos que hoy concluyen su formación en los planteles educativos militares.
Este colegio, estas instituciones del Sistema Educativo los han formado para servir y para hacer el bien; hoy su deber es corresponder con su actuar cotidiano a esta oportunidad que brinda la Patria.
También felicito a los dos mil siete alumnos de nuevo ingreso que hoy inician su instrucción militar, felicito especialmente a la nueva generación de oficiales graduados este heroico colegio, quienes mostraron durante su instrucción la entereza, la fortaleza, el espíritu de cuerpo que hoy los hace merecedores a la gran distinción de servir a México vistiendo el uniforme militar.
Reconozco el compromiso del Sistema Educativo Militar con la formación de calidad y la profesionalización de sus alumnos, antes de cada especialidad académica o militar la tarea, la más importante, es ser cada día mejores seres humanos y mejores mexicanos.
Antes que la destreza en el manejo de las armas, se requiere la destreza y la fuerza en el manejo de los valores que hacen al hombre merecedor de la mayor dignidad.
Por eso seguiremos impulsando el fortalecimiento de la formación de mujeres y hombres, de jóvenes en estas nobles e históricas, heroicas instituciones.
Y me congratulo, como Presidente de la República, de haber entregado el primer espadín a una mujer que ingresa como estudiante a este Colegio Militar.
México confía en que cada estudiante de nuevo ingreso dará lo mejor de sí para aprovechar la oportunidad de ser parte de nuestro instituto armado.
México confía en que cada egresado sabrá cumplir leal y patrióticamente con su tarea, que sabrá ser leal a la Patria ante la adversidad y ante el esfuerzo de corromper lo más sagrado de México que es su juventud por parte de quienes atentan contra el país.
Jóvenes egresados, jóvenes estudiantes que ingresan hoy al sistema educativo militar:
Sepan que México reclama no sólo a su juventud que esté presente, México necesita a sus jóvenes, sí, pero más que a sus jóvenes necesita lo mejor de sí mismos, necesita lo mejor que hay en cada una y en cada uno de ustedes, y las Fuerzas Armadas del país no sólo necesitan estudiantes, más bien, necesitan a los mejores estudiantes de México, necesitan de cada uno el máximo esfuerzo para aprender, el máximo esfuerzo para formarse.
Que su estancia en el Sistema Educativo Militar sea verdaderamente un proceso que fructifique en tener para el pueblo los mejores soldados de México.
Como su Comandante Supremo los instruyo a mantener siempre, siempre en alto el honor, el prestigio, la tradición, la historia y la grandeza de las Fuerzas Armadas de México.
Vivan nuestras Fuerzas Armadas, Viva México
-MODERADOR: El Primer Mandatario de la Nación llevará a cabo la Declaratoria y Clausura y Apertura de Cursos de los Planteles Militares.
-PRESIDENTE FELIPE CALDERÓN HINOJOSA: Hoy, 14 de septiembre del 2007, declaro formalmente clausuradas las actividades académicas de los Planteles Militares, dependientes de la Dirección General de Educación Militar y Rectoría de la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea correspondientes al ciclo lectivo 2006-2007; y declaro formalmente inauguradas las actividades académicas correspondientes al ciclo lectivo 2007-2008.
Enhorabuena.
-MODERADOR: El Cuerpo de Cadetes del Sistema Educativo Militar y de las Unidades de Cuerpos Especiales realizarán un desfile de honor.
(DESFILE DE HONOR)

Fuente: Presidencia de la República

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