13 abr 2014

Viacrucis de Tamaulipas: Proceso


Viacrucis de Tamaulipas/LA REDACCIÓN
Revista Proceso # 1954, 12 de abril de 2014
El gobierno de Enrique Peña Nieto no bien acaba de empezar una “estrategia” para apaciguar la violencia en un estado cuando ésta ya repunta en otro. Es el caso de Tamaulipas, donde el descabezamiento de las facciones del Cártel del Golfo que operan en las ciudades de Tampico, Matamoros y Reynosa sembró de cadáveres estas plazas y enfermó de zozobra a los ciudadanos. Exmilitantes y personas cercanas al grupo criminal comentan a Proceso que la disputa por el liderazgo enfrenta a los sicarios de la organización y evidencia la complicidad de las autoridades, que no hacen nada por controlar la situación. Muestra de ello, dicen, son las balaceras de las últimas dos semanas, que provocaron medio centenar de muertos.   
 TAMPICO, TAMPS.- La caída de dos destacados capos del Cártel del Golfo (CDG) y la muerte de Homero Cárdenas Guillén en las últimas semanas no sólo provocaron otra ruptura en la organización, sino detonaron nuevamente la violencia. Esta situación pone en evidencia la intrincada red de corrupción y complicidad entre las bandas criminales que operan en el estado y funcionarios estatales y municipales, e incluso con elementos de las Fuerzas Armadas.

 Después de la captura de Mario Cárdenas Guillén y Jorge Eduardo Costilla, El Coss, en septiembre de 2012, el cártel dejó de ser una organización horizontal y comenzó a funcionar como federación, comentan a Proceso exmilitantes y personajes cercanos al CDG. Hablan a condición de que no se revelen sus nombres.
 Hoy, dicen, son tres los grupos que controlan las principales plazas en la entidad: Reynosa está bajo el poder de Los Metros; Tampico estuvo hace poco bajo el mando de Javier Garza Medrano, El Comandante 14, quien pretendía convertirse en el nuevo jefe del CDG, y en Matamoros –lugar de nacimiento de la organización a principios de los años treinta–, la familia Cárdenas Guillén aún mantiene el control.
 Durante un tiempo el jefe en esta última ciudad fue Homero Cárdenas Guillén, El Orejón o El Majadero, el hermano mayor de Osiel, quien falleció de un paro respiratorio el pasado 28 de marzo en Monterrey, adonde fue trasladado luego de someterse a una liposucción en una clínica de Matamoros.
 Meses antes, en noviembre pasado, sicarios de Los Metros arribaron a Matamoros con la intención de ejecutar a Homero Cárdenas. En un enfrentamiento con la banda de Los Ciclones, quienes protegían al capo, hubo por lo menos 12 muertos, entre pistoleros y civiles.
 La muerte de Homero reactivó la rivalidad. La fracción de Matamoros filtró al Ejército la ubicación de Jesús Alejandro Leal Flores, El Simple, un capo con trayectoria y familiares de la facción de Los Metros. Además, informó a la Policía Federal el lugar en el que se escondía Javier Garza Medrano, Comandante 14, originario de Matamoros, quien en los noventa era agente de la Policía Preventiva Municipal; en esa época El Coss era oficial de la radio en esa corporación.
 El Simple fue capturado el 31 de marzo último en Reynosa, mientras que el Comandante 14 cayó el jueves 3 en Querétaro. Ambos eventos dejaron prácticamente acéfalas las fracciones del CDG.
 El viernes 4 por la tarde, la Unidad de Inteligencia del gobierno de Coahuila emitió una alerta a sus cuerpos de seguridad debido a movilizaciones y balaceras en la frontera norte de Tamaulipas, que en horas se extendieron a la región de Piedras Negras.
 La noche de ese viernes salió de Miguel Alemán un convoy de 15 camionetas con hombres armados rumbo al vecino municipio de Ciudad Mier. Portaban fusiles de asalto AK-47, AR-15, un Barret calibre 50 milímetros, armas cortas, granadas y lanzagranadas. La refriega contra el grupo que controla Mier y dirige El Toro duró alrededor de tres horas.
 En su huida, atacaron el céntrico hotel Asia, en el cual se hospedaban ingenieros y trabajadores de la empresa trasnacional de servicios petroleros Weatherford, cuya matriz se encuentra en Suiza. La firma realiza perforaciones en la región de la Cuenca de Burgos en busca de gas natural y shale.
 El ataque representó el primer revés para la reforma energética del presidente Enrique Peña Nieto. Los empleados abandonaron la zona de inmediato. El presidente municipal de Mier, Roberto González, y los lugareños se quejaron porque, dijeron, los militares del cuartel ubicado en las afueras del poblado nunca respondieron a los llamados de auxilio.
 El fortín, inaugurado a finales del sexenio de Felipe Calderón, tiene capacidad para albergar a más de 600 soldados, quienes presuntamente se encargan de vigilar el municipio y la carretera La Ribereña, ya que en 2010 la violencia obligó a tres cuartas partes de sus habitantes a trasladarse a albergues improvisados en Miguel Alemán.
La descomposición
Las balaceras en Ciudad Mier continuaron los siguientes días. El domingo 6 el saldo fue de tres civiles muertos, de acuerdo con un comunicado del Grupo de Coordinación de Tamaulipas (GCT).
Otro grupo se desplazó a la zona del puerto de Tampico. Los ataques contra los hombres del Comandante 14 iniciaron la noche del sábado 5, cuando un grupo de pistoleros arribó al céntrico hotel de Ciudad Madero llamado Posada de Jesús. Ahí ejecutaron a tres personas.
Además, “se registraron tres enfrentamientos entre civiles armados. Las fuerzas estatales y federales dieron seguimiento a las denuncias ciudadanas, pero no encontraron víctimas, sólo vehículos con impactos de bala y rastros de sangre, así como casquillos percutidos de diferentes calibres”, informó el  GCT.
El domingo 6 por la tarde los enfrentamientos continuaban por toda la región, incluso en las inmediaciones de centros comerciales como Chedraui, HEB, Sam’s y Walmart. Algunos testigos aseguran que los pistoleros se refugiaron por varios minutos en una sucursal de esta última cadena ubicada en el bulevar Adolfo López Mateos y Ejército Mexicano.
Residentes de la exclusiva colonia Petrolera reportaron en las redes sociales que algunos sicarios anduvieron buscando a los altos mandos de la facción del Comandante 14: “Dios, ¡no son cohetes! Se oyen muy seguido, ¡se oyen aquí cerca! Pecho a tierra, a gatas todos adentro, ¿y el festejo del sobrino? Ni modo, adentro todos!”, decía uno de los mensajes.
Otro: “Estamos todos encerrados en una recámara en la casa de mi hermano. ¿Qué es esto? De pronto se oye un bombazo y otra vez todos pecho tierra, sirenas, alarmas, todo esto es un caos, ¿en qué ciudad vivimos?”.
El miércoles 9, el GCT reportó: Los enfrentamientos de la zona conurbada de Tampico provocaron la muerte de 28 personas. “La mayoría de los casos fueron ajustes de cuentas”.
En ese puerto, dicen los habitantes, desde que empezaron las balaceras los efectivos de la Marina suspenden la vigilancia en los helicópteros que sobrevuelan la zona conurbada a partir de las 17:00 horas y únicamente patrullan por tierra la zona centro.
Los sicarios que arribaron de la frontera continuaron cazando a los halcones del grupo local que encabeza Sheyla. La situación fue aprovechada por Los Zetas, que operan en el norte de Veracruz, para eliminar a sus rivales del CDG. Hasta el viernes 11 se hablaba de medio centenar de bajas, según los pobladores consultados.
La Cámara de Comercio local informó que la violencia afecta a la economía por el cierre anticipado de negocios y una caída de 18% en las ventas. Hoteleros y restauranteros temen que el turismo se ausente durante esta Semana Santa.
De acuerdo con la presidenta de la Asociación de Hoteles de la Zona Sur de Tamaulipas, Sandra Ibarra Gómez, la ocupación hotelera del año pasado en este periodo alcanzó 69%. Hasta el viernes 4 se mantenía ese porcentaje. Sin embargo, comenta, “en los últimos días comenzaron a cancelar reservaciones”.
El 80% de los turistas que visitan las playas de la entidad provenientes de la zona metropolitana de Monterrey están cancelando sus reservaciones. “Ciertamente lo que hemos vivido en estos días no nos está ayudando”, reitera.
Advertencias de Cemex
La inseguridad también obligó a empresas maquiladoras de la frontera y a la cementera Cemex a reiterar advertencias sobre los riesgos que implica desplazarse por las carreteras de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila.
 “Debido a la división interna de un grupo criminal que se disputa el control de Reynosa a Matamoros y la reciente detención de uno de sus líderes, se mantiene un estado de violencia en la zona”, se lee en la circular que la empresa repartió entre sus empleados.
 Menciona que la vía Saltillo-Monclova es “zona de riesgo” a la altura de Castaños: “La carretera ribereña que conecta el norte del estado con Nuevo León y Tamaulipas presenta vigilancia de civiles armados en todo horario”.
 Asimismo, el tramo carretero de Linares, Nuevo León, a Villagrán, Tamaulipas, presenta peligro de asalto nocturno por grupos criminales que se disputan el control de la zona.
 Y continúa: “Ante los hechos violentos de los últimos días en Reynosa, es recomendable evitar desplazamientos en esta ciudad por riesgo de bloqueos viales y enfrentamientos armados”.
 Destaca también que la carretera “Ciudad Victoria-Mante presenta extorsiones de delincuentes a transportistas y conductores particulares para permitirles desplazar personas del crimen organizado a otras partes del estado en sus ­vehículos y así evitar los operativos de seguridad carreteros”.
 Cemex exhorta a sus trabajadores a “evitar el uso de tiendas de conveniencia” en esas carreteras. Según la empresa, en las estaciones de gasolina con tiendas Oxxo o Súper Siete operan los halcones que perfilan a los automovilistas y avisan por radiofrecuencia o teléfonos móviles si viajan solos o con familia.
 Ellos se encargan de informar a las organizaciones criminales quiénes son secuestrables. Ese sistema opera desde hace tiempo en la zona metropolitana de Monterrey, donde el CDG y Los Zetas dejaron de pelearse y hoy buscan reforzar sus finanzas con plagios a medianos empresarios, pequeños comerciantes, e incluso a ciudadanos de clase baja. Por cada uno piden entre 25 mil y 250 mil pesos.
 Y aun cuando el titular de la Procuraduría General de Justicia de Nuevo León, Adrián de la Garza, declaró en días pasados que los secuestros se redujeron, un estudio de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) asegura lo contrario, con base en las estadísticas de la misma procuraduría:
 “Durante 2011, el promedio mensual de delitos contra la libertad en Nuevo León ascendió a 43 casos”, según el análisis Percepción y realidad del secuestro en Nuevo León, coordinado por investigadores de la universidad.
 En su reporte, los académicos incluyeron las cinco categorías utilizadas por la procuraduría estatal para tipificar el delito: plagio, privación ilegal de la libertad, rapto, secuestro y trata de personas.
 En 2011, de acuerdo con las cifras globales, hubo 510 privaciones ilegales de la libertad; en 2012 las autoridades recibieron 425 denuncias en las cinco categorías. A esa cifra falta agregar los casos que no se expusieron ante la dependencia.
 Si se considera que al menos se registra “un secuestro por cada delito denunciado”, la “cifra negra” supera los 80 casos, sostienen los investigadores de la UANL.
 Hoy, los habitantes de la zona metropolitana de Monterrey son las principales víctimas de los grupos del crimen organizado que operan en Nuevo Laredo y Reynosa. Para seleccionar a sus víctimas, los sicarios de Los Zetas y del CDG ordenan a los agentes de las corporaciones de Tránsito Municipal colocar retenes en las entradas por carretera a esas ciudades.
 Ahí los seleccionan, ya que los regiomontanos de clase media viajan con frecuencia a Laredo y McAllen, Texas, a realizar sus compras.
 Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública colocan a Tamaulipas como el estado con mayor incidencia en secuestros.
Pago para que no informen
El lunes 7, Rodrigo Medina de la Cruz, gobernador de Nuevo León, viajó a la ciudad de Reynosa para acordar con su homólogo Egidio Torre Cantú un operativo en Semana Santa para vigilar las autopistas y carreteras que conducen a la frontera tamaulipeca y al puerto de Tampico.
Medina se llevó a la reunión a 236 efectivos de la nueva Policía Fuerza Civil fuertemente armados a bordo de camionetas blindadas. Medina de la Cruz le exigió a Torre Cantú supervisar a los titulares de las instituciones encargadas de seguridad en las carreteras y autopistas.
“Fuimos muy insistentes en que se precise para saber en qué tramo carretero, en qué kilómetro, qué autoridades, quién va a ser el comandante para, si sucede algo, saber qué autoridad fue la responsable”, subrayó el mandatario nuevoleonés.
Al término del encuentro Torre Cantú declaró: “Estos hechos de violencia son resultado de las acciones que estamos obteniendo en la lucha por regresar la tranquilidad a la entidad”. Sin embargo, sus críticos insisten: La principal acción del mandatario contra la violencia es ocultarla.
Algunos empleados del gobierno comentan que el titular de Comunicación, Guillermo Martínez, contrató a la empresa HT Agencia y al portal Hoy Tamaulipas, que dirige Marco Esquivel, para intentar tapar las alertas de situaciones de riesgo que a diario se presentan en las redes sociales, un medio que no controlaban.
Con ese objetivo, HT Agencia creó más de 50 cuentas de Twitter para saturar esa red social con noticias oficiales que toman de la página del gobierno de Tamaulipas.
Además, el funcionario reparte fuertes sumas de dinero a empresas periodísticas, cadenas de televisión y medios digitales locales para que no publiquen nada sobre la inseguridad y violencia en el estado.
Mediante esas acciones, el gobierno de Tamaulipas logró ocultar que desde los primeros días de marzo fueron localizadas varias narcofosas en la región  de Gómez Farías y Xicoténcatl con cientos de restos humanos, recolectados por peritos forenses de la Procuraduría General de la República.
                                    

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