Vatican Insider, 5/19/2015
El
Salvador: «Romero beato curará las heridas del pasado»
Andrés Beltramo A., entrevista para el Vatican Insider a Manuel Roberto López Barrera, embajador salvadoreño ante la Santa Sede
habla de la beatificación del “obispo de los pobres” prevista para el próximo
sábado..
“¡Prepárense
para la fiesta!”. Eso le dijo el Papa Francisco a Manuel Roberto López Barrera,
embajador de El Salvador ante la Santa Sede. Corría el mes de enero de 2015 y
aún no se conocía la fecha de beatificación del mártir Óscar Arnulfo Romero,
arzobispo de la capital asesinado el 24 de marzo de 1980 por los “escuadrones
de la muerte” del ejército a causa de su predicación a favor de los más pobres,
en medio de un sangriento conflicto interno.
A
pocos días de su elevación al honor de los altares como beato, prevista para el
próximo sábado 23 de mayo en una plaza de San Salvador, López Barrera habló con
el Vatican Insider sobre el significado de la beatificación, las resistencias
–aisladas- que aún provoca Romero y el riesgo de la instrumentalización de su
figura.
¿Cómo
se ha involucrado el gobierno de El Salvador en esta beatificación?
El
gobierno salvadoreño ha puesto todo el empeño en esta ceremonia de
beatificación porque es muy importante para el pueblo del país que se realice
con la magnificencia que merece. Se ha esperado tanto para tener esta
celebración, el gobierno puso todos los medios para ayudar a la Iglesia
católica en la organización, en la logística, en todo lo que implica una
ceremonia de esta naturaleza. Ha girado invitaciones a los presidentes de
América Latina para su participación, algunos han confirmado.
¿Cuántas
personas se esperan y cómo será la logística?
Se
habla de más de medio millón de personas, entre
los fieles que van a viajar desde el interior a la capital y la gente
que está interesada en llegar. Esto ha exigido una logística especial con un
reforzamiento de la seguridad y la transportación, para que la gente se sienta
tranquila.
¿Cuál
es el significado que le da el gobierno a este reconocimiento a monseñor
Romero, más allá de la cuestión religiosa?
La
figura de monseñor Romero se hizo universal, por su defensa de quienes no
tenían nada, en una parte de la historia salvadoreña muy dolorosa, en medio un
conflicto y con gobiernos militares que todo lo arreglaban silenciando a la
gente de cualquier manera. Ellos apoyaban a gente de mucho dinero que no
admitía mejorar los salarios y las condiciones de vida, ni ayudar a los pobres.
Eso denunciaba Romero. Su denuncia sincera, desde el fondo del corazón,
sosteniendo un evangelio en la mano y defendiendo al pueblo que le había sido
encomendado, confirma la necesidad de un cambio en la mentalidad. Los problemas
de hoy en el mundo tienen su origen en la desigualdad, y su figura demuestra la
necesidad de velar por nuestros hermanos. En este sentido coincide con las
enseñanzas del Papa Francisco.
¿Tuvo
la oportunidad de hablar con el Papa sobre la beatificación?
Desde
el momento en que fue electo, la primera vez que lo saludamos, le pedimos ayuda
en la causa de monseñor Romero y él dijo que si: “Vamos a revisar, durante mi
pontificado podría ser”. Así fue hasta el más reciente saludo, en enero pasado,
cuando exclamó: “¡Prepárense para la fiesta, ya viene!”. A él siempre le vi una
gran alegría porque durante su pontificado se va a beatificar a esta figura.
Usted
comentaba que Romero destacó en un momento difícil y muy polarizado de la
historia salvadoreña, una polarización que duró mucho tiempo después. ¿Usted
cree que ya se superó ese tiempo?
Monseñor
Romero viene a ser como un bálsamo para estas heridas del pasado. El tiempo se
encarga de borrar las heridas y en este caso se encarga de ir suavizando esta
situación, aunque me imagino que existen personas que aún no están totalmente
de acuerdo en la santidad de él. Personas que todavía defienden, tal vez,
intereses pequeños y que no aceptan esta situación, aunque en general se
constata una aceptación a Romero. Incluso de personas que lo denigraron y lo
insultaron están recapacitando. Monseñor (Gregorio) Rosa Chávez, obispo
auxiliar de San Salvador, aún recuerda los cuetes que tiraron en la zona
residencial de la capital cuando se corrió la noticia de la muerte del
arzobispo, lo hicieron para festejar. Aunque existan todavía resistencias, creo
que el tiempo dará la razón a la Iglesia.
Algunos
grupos advierten que algunos políticos están dispuestos a usar a Romero en las
elecciones ¿existe todavía el riesgo de la instrumentalización política?
Espero
que no, porque ese fue uno de los puntos que retrasaron bastante el avance de
la causa de beatificación. El haber usado su figura en esa forma. Sin embargo
sus enseñanzas buscaban la aplicación del evangelio a la vida. Muchos de
nosotros nos asustábamos por algunas de sus palabras, nos preguntábamos dónde
iban a llevar varios de sus discursos. Pero el tiempo ha pasado y ahora
esperamos que no se use más en ese sentido. También desde el gobierno hemos
pugnado por evitar cualquier instrumentalización y creemos que finalmente se ha
logrado.
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