23 jun 2016

Histórico acuerdo

La Iglesia en Colombia saludó el “histórico” acuerdo de cese al fuego firmado hoy 23 de junio por el gobierno nacional con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia  en La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz.
 La Iglesia “reconoce este Acuerdo como un acontecimiento histórico para el país”, señalaron los obispos, en un comunicado firmado por el Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), Mons. Luis Augusto Castro Quiroga.

 “Se espera que sea el primer paso para construir la paz tan anhelada por los colombianos, bajo la garantía del respeto de los derechos humanos y la promoción de la justicia en todos los rincones del territorio nacional”, indicaron.

 El gobierno de Colombia, encabezado por el Presidente Juan Manuel Santos, y el comandante de las FARC-EP, Timoleón Jiménez, firmaron el acuerdo de “cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo y dejación de armas”.
 A la ceremonia asistieron el Presidente de Cuba, Raúl Castro, el Canciller de Noruega, Borge Brende, y el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
También se hicieron presentes la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet, el de Venezuela, Nicolás Maduro, el de República Dominicana, Danilo Medina, y Enrique Peña Nieto, de México.
En su discurso, Santos aseguró que “hoy se abre un nuevo capítulo” que “nos permite empezar a cicatrizar las heridas, y que les da a nuestros hijos la posibilidad de no repetir la historia que tanto daño le ha causado al país”.
El mandatario colombiano aseguró además que “no habrá impunidad”, pues “los máximos responsables de crímenes atroces serán juzgados y sancionados”.
En su comunicado, la Conferencia Episcopal de Colombia subrayó que el acuerdo firmado en La Habana “es el primero de muchos otros” que se deben realizar “en la edificación de la paz”.
La Iglesia exigió al gobierno que “ofrezca a la opinión pública, a través de una pedagogía para la paz, una información suficientemente clara y veraz sobre los Acuerdos”, para así ayudar “a los colombianos a superar las dudas que han generado temores frente a lo decidido”.
Los obispos colombianos pidieron también que “existan protocolos claros y públicos” para el abandono de las armas de los guerrilleros, y que la destrucción del material bélico “se realice de manera pública”.
“La Iglesia Católica que ha estado al lado de las víctimas durante todo el tiempo de la guerra, también acompaña este momento histórico de Colombia con el propósito de seguir ofreciendo su servicio, para que los gobernantes construyan una Nación que respete la democracia, la libertad y los derechos humanos y favorezcan los procesos de perdón, reconciliación y paz”.
Al finalizar su mensaje, los obispos colombianos alentaron a los fieles del país “a unirse en una súplica ferviente al Señor Jesús, príncipe de la paz, para que nos regale este don necesario en cada uno de los rincones del país”.
“Asimismo, para que quienes lideran los destinos de Colombia, promuevan y defiendan caminos que dignifiquen a todos los ciudadanos y gesten una sociedad más justa y reconciliada”.
Los obispos concluyeron su mensaje confiando el acuerdo del cese al fuego entre el gobierno y las FARC, así como los procesos que seguirán, “al cuidado y protección de la Virgen de Chiquinquirá, Reina patrona de Colombia”.

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