Ataque terrorista en Londres, el cuarto del año

La mañana de este viernes 15 de septiembre ocurrió una explosión en la estación de metro Parsons Green de Londres, Inglaterra, que dejó al menos 23 heridos. La policía se encuentra investigando si lo ocurrido fue un atentado terrorista.

Según indica CNN en Español, la explosión del “dispositivo improvisado” ocurrió a las 8:20 horas  en una de las líneas más concurridas que llevan al centro de la capital.
Asimismo, informó que el Servicio de Ambulancias de Londres no encontró heridos en condiciones graves, y que además las autoridades hallaron un temporizador al analizar el objeto explosivo.
Horas después el grupo terrorista Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) reivindicó la autoría del atentado.

En un comunicado publicado por su agencia de noticias Al Amaq el atentado con "cubo bomba" en el metro de Londres que ha dejado al menos 29 heridos.Citando "una fuente de seguridad" de ISIS  la nota precisa que "la detonación del artefacto explosivo improvisado en el metro de Londres fue llevada a cabo por una unidad afiliada al Estado Islámico".

El comunicado, como suele ser habitual en la primera reivindicación del grupo yihadista, no proporciona más detalles.
 La bomba, de fabricación casera, se hallaba alojada en un cubo de plástico blanco y estalló en un vagón del metro cuando se aproximaba a la estación de Parsons Green.
 A diferencia de la reivindicación más común, en esta ocasión el comunicado se refiere a "unidad" en lugar de "soldado" lo que podría implicar la existencia de una célula y de cierta coordinación. 
La implicación directa del IS en la planificación del ataque ha quedado confirmada en un comunicado oficial del grupo, publicado poco después de la nota de Al Amaq. 
En el texto, el IS ofrece detalles más concretos y lanza nuevas amenazas. "Se plantaron varios artefactos explosivos improvisados. Uno de ellos detonó en una reunión de cruzados en el metro de Londres hiriendo a alrededor de 30 personas", esboza la nota. "Lo peor está por venir", advierte. 
Y coincidiendo con la reivindicación yihadista, el gobierno británico ha aumentado el grado de amenaza terrorista a "crítico", el más alto en la escala, que significa que un atentado es "inminente", según ha anunciado la primera ministra Theresa May.
Tras el ataque, el Arzobispo de Westminster, Cardenal Vincent Nichols, aseguró estar “consternado” por un nuevo “ataque cobarde contra personas inocentes, incluyendo niños pequeños, ya que estaban viajando al trabajo y al colegio”.
“Rezo por todos los que fueron heridos en la explosión y en la estampida que siguió, y para todos los que fueron afectados por el incidente. Que Dios les conceda a todos los londinenses la paz y fortalezca nuestra decisión de oponernos a tales actos”, aseguró.