29 oct 2017

Las columnas políticas hoy, a 29 de octubre de 2017

Profeta en su tierra!"
Élmer Mendoza gana el Premio Sinaloa de las Artes, máximo galardón cultural que concede el Gobierno del Estado.
Felicidades a él!
“Me siento muy feliz, porque no es fácil que lo reconozcan a uno en su tierra. Me da una emoción de niño haberlo conseguido. Como cuando tus papás te dan una palmada”, expresó.
Este galardón se concede a quienes han contribuido con su obra creativa al enriquecimiento del patrimonio cultural y al progreso del arte en la entidad, así como fuera de ella.
El premio coincide con que en este mes recibió la Medalla al Mérito Literario en el marco del Festival Internacional Chihuahua y la publicación de la quinta parte de su personaje el Zurdo Mendieta, titulada Asesinato en el Parque Sinaloa, bajo el sello Random House.
La presentación de la novela en Culiacán será el 7 de diciembre, al día siguiente de su cumpleaños, en el Jardín Botánico.

Su primera novela fue Un asesino solitario (1999); le siguieron otras como El amante de Janis Joplin (200)  Efecto Tequila (2004), Cóbraselo caro (2005) y La prueba del ácido (2010).
Élmer es también autor de El amor es un perro sin dueño (1991), Firmado con un klínex (2009), Cada respiro que tomas (1991) y Buenos muchachos (1995), entre otros volúmenes de cuentos y crónicas.
Ernesto Núñez le hace una entrevista hoy en Reforma, la cloque en mi bitácora:
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Alfredo Rojas Díaz Durán está en la pelas para presidir la Comisión de Derechos Humanos de la Cd de Mx..,
Presentó una buena propuesta a los legisladores locales, esperamos verlo en la final.
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Las columnas políticas hoy, a 29 de octubre de 2017
Templo Mayor/ Reforma
AHORA que Santiago Nieto desistió de su intento de regresar a la titularidad de la Fepade, el Legislativo sumó otro renglón a su lista de pendientes.

LOS CARGOS de fiscal electoral, fiscal anticorrupción y fiscal general tienen que ser decididos por los senadores, que últimamente no se ponen de acuerdo, a menos que se trate de recetarse puentes vacacionales como el de Día de Muertos que tooodos disfrutarán la semana que comienza.
EL TEMOR que hay entre varias organizaciones empresariales y de la sociedad civil es que esos puestos fundamentales para el sistema de justicia y para el Sistema Anticorrupción sean asignados con base en los "científicos" métodos del "cuatismo" y el "cuotismo".
¿SERÁ que ahora que ya hay más puestos para repartir por fin los senadores lograrán un consenso al tenor de: "uno para ti, otro para mí y este otro para ti", en vez de elegir al mejor mexicano para cada encargo? Es pregunta que no parte ni comparte.
A QUIEN por fin se le cumplirá su sueño de ser candidato a la gubernatura de Puebla es al ex priista, ex perredista y nuevo morenista Miguel Barbosa.
EL SENADOR originario de Tehuacán, quien se había bajado de la contienda interna, finalmente sí participó y ganó la "encuesta" del partido de Andrés Manuel López Obrador.
ESO SÍ, no lo tendrá nada fácil, pues aunque Morena ha desplazado al PRD como el principal partido de izquierda en Puebla, sigue siendo la tercera fuerza en la entidad detrás del PAN y el PRI.
MIENTRAS las candidaturas a la Jefatura de Gobierno de la CDMX comienzan a definirse, los suspirantes al Senado por la capital del país también toman posiciones.
EN EL CASO de Morena, los candidatos serán el dirigente local de ese partido y perdedor de la contienda para el gobierno capitalino, Martí Batres, y la diputada local Citlalli Hernández.
EN TANTO, en el Frente Ciudadano por México se da como un hecho que la dupla estará integrada por un perredista y un panista. Quienes más suenan son, por el lado del PRD, el ex secretario de la Semovi Héctor Serrano, y por el PAN, el diputado local y ex delegado en Benito Juárez, Jorge Romero.
POR EL PRI, despunta la ex dirigente local e hija de la titular de la Sedatu Rosario Robles, Mariana Moguel, y el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid.
CON ESOS perfiles, la contienda por los tres escaños de la CDMX pinta para ponerse harto interesante

Trascendió/Milenio
Que como dijimos ayer, alrededor de 200 servidores públicos del Instituto de Cultura Física y Deporte de Nuevo León, incluidos maestros de educación física, acudieron a una cita en el salón Las Lomas Eventos y Convenciones, donde se les "invitó" a colaborar para reunir firmas "fuera de su horario laboral", actividad por la cual recibirán una "compensación económica".
Y pues resulta que la ayudita será para el propio titular del Inde neoleonés, el ex marchista y medallista olímpico Raúl González, quien busca una senaduría por la vía independiente y para ello necesita recolectar más de 75 mil rúbricas.
Pero no solo eso, ya que el ex atleta fue más allá al señalar que sus subordinados también pueden, "si lo desean", reunir firmas para la candidatura del gobernador Jaime Rodríguez Calderón a la Presidencia de la República. Zas.
 Que el senador Armando Ríos Piter anda que no lo calienta ni el Sol luego de que fue "sacado", según él sin explicación alguna, de las comisiones de Hacienda, Gobernación, Puntos Constitucionales y Anticorrupción.
El legislador considera que su salida es una represalia por dejar al Partido de la Revolución Democrática para volverse independiente.
Que el próximo 23 de noviembre el titular de la Secretaría de Desarrollo Social, Luis Enrique Miranda Nava, comparecerá ante los diputados como parte de la glosa del quinto Informe de gobierno.
Hay que recordar que el año pasado, durante su encuentro con legisladores por el mismo motivo, el secretario dijo a la diputada de Morena Araceli Damián que necesitaba estudiar psiquiatría para entenderla, luego de que ésta cuestionó sus conocimientos sobre desarrollo social, lo que le valió un llamado de atención de la Cámara de Diputados. A ver cómo le va en esta ocasión...
Que el secretario de Desarrollo Económico de Ciudad de México, Salomón Chertorivski, se mostró confiado en que se logre un alza al salario mínimo en el país.
El funcionario capitalino aseguró que a tres años y medio de que el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, ha estado peleando por este incremento, ya se ha ido avanzando en la posibilidad de que se haga realidad.
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Bajo Reserva/El Universal
Oposición le trae ganas a Elías Beltrán
De pronóstico reservado es la tunda que quieren propinar al subprocurador en funciones de procurador general de la República, Alberto Elías Beltrán, pues insisten en sentarlo en el banquillo ante los senadores del PAN, PT y PRD que rechazan la destitución del ex fiscal electoral Santiago Nieto Castillo quien, al bajarse del cuadrilátero, queda a salvo, nos dicen en el sector priísta, de que le cuestionen haber puesto en riesgo la investigación de sobornos para financiar la campaña presidencial priísta de 2012. Ahora que la Cámara Alta se ha vuelto ruda, al exigir la oposición que Elías Beltrán sea cuestionado, se prevé que lo harán "pomada", en lo que se señala como violencia parlamentaria, que degrada a la institución senatorial frente a la sociedad, con problemas de la realidad que los legisladores desentienden. Mañana, la Junta de Coordinación Política resolverá si hace caso a la oposición para que le den con todo a Alberto Elías, pero en el tricolor dicen que la idea es sólo exhibirlo y descalificarlo, por lo tanto, no están dispuestos a ello.
Sufre INE con firmas de independientes
El INE no tendrá tregua con las quejas por la aplicación para las firmas de los independientes que aspiran a una candidatura porque recibirá una denuncia formal. Nos cuentan que Pedro Ferriz de Con presentará una queja en contra de la medida, a casi dos semanas de que los aspirantes independientes arrancaran la recolección de firmas. Nos dicen que en la denuncia argumenta que el INE solapa una democracia acotada, pues la aplicación permite la participación ciudadana, establecida en el artículo 35 constitucional, sólo a una parte de la población que tiene acceso a un teléfono móvil con internet. ¿A Pedro Ferriz le preocupan los derechos de los ciudadanos o sólo es porque dicen que no le ha ido muy bien con las firmas y está buscando que el órgano electoral amplíe el plazo?
Las buenas cuentas del PRD
En el Senado muchos están sorprendidos, nos comentan, por lo bien que le está yendo a la bancada del PRD con posiciones que, nos hacen ver, pueden tener efecto en la suma del voto ponderado que necesitará el PRI en distintos temas, hoy atorados. En Puntos Constitucionales, Anticorrupción, Hacienda y en Gobernación, legisladores que fueron perredistas y ahora son independientes, como Armando Ríos Píter y Raúl Morón Orozco, fueron sacados de las comisiones en que participaban para dar acceso a Iris Vianey Mendoza, Isidro Pedraza y el coordinador Luis Sánchez. No se diga de Alejandra Barrales, a quien para entrar a la Comisión de la Ciudad de México, nos explican, se le permitió un asiento que ocupaba el PT, sobre todo, dicen sus críticos, si es que quiere ser candidata a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México por el Frente Ciudadano. Y nos previenen de que en el tablero de votaciones se vea si hay pago de facturas, y no hay que esperar mucho.
No hallan cómo bajar consumo de drogas
Llamó la atención el reconocimiento de que todavía falta mucho por hacer en materia de combate al consumo de drogas, por parte de Manuel Mondragón y Kalb, titular de la Conadic, quien en un foro de la Unión Nacional de Padres de Familia dijo que ni los maestros, ni los programas de estudios contaban con lo necesario para hacer frente a este problema que se incrementa año con año. Pero adelantó que junto con la Secretaría de Salud y la Secretaría de Educación Pública, la Conadic unirá esfuerzos para que este problema de salud pública se reduzca.
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Frentes Políticos/Excelsior
I. Secuelas del sismo. Las senadoras del Revolucionario Institucional, Yolanda de la Torre y Cristina Díaz, apremian a las autoridades capitalinas para que dictaminen y evalúen edificios dañados por el temblor del 19 de septiembre. Es necesario saber si esos inmuebles pueden ser ocupados nuevamente por decenas de familias que, desde entonces, viven a la intemperie y con la incertidumbre de cuánto tiempo estarán en esas condiciones. Es inaceptable que, ante la situación de desamparo y de emergencia en la que se encuentran cientos de personas, se burocratice la realización y el resultado de los estudios correspondientes. Las legisladoras dijeron que sería inconcebible que damnificados tengan que esperar años para reinstalarse en un departamento o casa, como ocurrió con algunos residentes en el terremoto de 1985.
II. Anzuelo electoral. Sucede siempre en época electoral, que no lo engañen. Francisco Martínez, coordinador del Partido de la Revolución Democrática en la Cámara de Diputados, afirmó que su bancada impulsará la propuesta de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) para elevar el salario mínimo a 95.25 pesos. "Es necesario impulsar una nueva política salarial que establezca condiciones de igualdad y equidad social en el país y que conduzca a la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores", comentó el legislador del sol azteca. Lo que no dijo es que están urgidos de votos y de recuperar la confianza perdida. Y como prometer no empobrece.
 III. La autoridad avestruz. El Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2015 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos informó desde entonces que en el penal Neza Bordo había diversas irregularidades, como sobrepoblación, violencia y autogobierno. Pero nadie ha hecho caso. Los internos sufren vejaciones inimaginables tras las paredes del centro de reclusión. Un reo, Luis Alberto González Nieto, alias El Tatos, somete con torturas, quemaduras y golpizas a los internos, acciones toleradas por las autoridades. ¿Son necesarios reportajes especiales como los de Grupo Imagen para acabar con los excesos? Culpables hay muchos. Y merecen prisión.
IV. Territorio perdido. A Roberto Sandoval, gobernador de Nayarit, el poder se le fue de las manos. De acuerdo con la Organización Semáforo Delictivo, el estado es el segundo más violento del país, con un incremento de 346 por ciento en homicidios dolosos. Inmersos en el lenguaje de la bala, Nayarit ya se encuentra por encima del doble de la media nacional, por lo que, desde el Congreso del Estado, se exhortó a trabajar en el tema de la seguridad. Pero como eso de solucionar los problemas, simplemente no se les da, lo único que se les ocurrió es pedir recursos a la Federación. ¿Y qué ha hecho el gobierno estatal para merecerlos?, ¿fallar?
V. Reacciones. Para reforzar la seguridad en las carreteras de Tamaulipas, la División de Seguridad Regional de la Policía Federal, en coordinación con la Policía Estatal de Auxilio Carretero, creó el programa "Viaja con tu Policía", el cual operará en el tramo carretero Victoria-Reynosa. El gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca combate así a la delincuencia. Se organizan caravanas de acompañamiento para que los automovilistas que viajen a la frontera, o de regreso, cuenten con el apoyo durante su trayecto. No es sólo saber que aumenta el peligro. Cuidar a la ciudadanía marca la diferencia, aunque nunca se debió haber llegado a estos extremos. ¿O sí?
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¡Pinche ladrón... agárrenlo!/ Ricardo Alemán
Milenio
El espectáculo no solo es grosero, sino grotesco.
Y es que cuando los senadores peleaban por la papeleta o por el tablero electrónico para votar el regreso o el rechazo de Santiago Nieto, en realidad disputaban el título de pillos y mentirosos.
Pero vamos por partes.
Hoy todos saben que en el Senado la ley se negocia. Y es que cuando todos los partidos eligieron a Nieto como fiscal de la Fepade, imperaron los hijos bastardos de la democracia, las cuotas y los cuates.
Santiago Nieto fue hijo de las cuotas al PRD y es cuate de Morena y del PAN. Por eso, los fanáticos de las cuotas y los cuates olvidaron la indeseable ley y tiraron al basurero la votación secreta, en papeleta, para elegir a Nieto. Lo eligieron al chilazo, en votación abierta. Total, "¡que chingue su madre la ley!", dijeron ayer.
Pero hoy, cuando los tiempos ya no son propicios para las cuotas y los cuates, los senadores no solo olvidaron que violaron la ley para votar a Nieto, sino que muchos se dijeron respetuosos de la legalidad y hasta invocaron valores y principios. Y, claro, también encontraron un culpable.
"¡Pinche PRI y pinche gobierno que quieren ocultar quién sabe qué transas del traidor a la patria llamado Lozoya! ¡Por eso, por tapadera, el gobierno priista corrió al honesto Santiago Nieto!", bufaban.
Y también por eso vino la cargada de lo políticamente correcto. Y la consigna se la tragaron reputados periodistas, articulistas e intelectuales. ¡Peña corrió a Nieto, porque Nieto se negó a ser tapadera de las raterías de Peña! ¡La bufalada bramando!
Mientras tanto, los padres de la patria -los senadores- se tiraron del Castillo de las vergüenzas, cual héroes preclaros. ¡Ni madre que se votará el destino de Nieto en votación secreta! ¿Y por qué en el Senado unos quieren votación secreta y otros rechazan la votación secreta?
¿Por qué creen?
Porque en el Senado se hizo el milagro de la desvergüenza.
El PRI quería votación cerrada para no exhibir de manera pública a sus aliados; senadores de PAN, Morena, PRD, PT… Y claro, porque la votación secreta garantizaba la victoria de la destitución de Nieto.
Pero sabedores de quiénes y por cuántas monedas se han vendido sus compañeros de partido y de bancada, los opositores de PAN, PRD y Morena clamaban por la votación abierta, para exhibir la traición y a los traidores.
Es decir asistimos a la moderna versión del mítico: "¡Pinche ladrón… agárrenlo!"
Al final la política se impuso y Nieto se dobló. Trampa y tramposos.
¿Le llegaron al precio? ¿Cuál fue la moneda de cambio… cuál el monto?
Al tiempo.
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De naturaleza política/ENRIQUE ARANDA
Excelsior
AMLO: perder en CDMX, nunca…
Que el tabasqueño haya anunciado que buscará a Monreal para iniciar un diálogo constructivo constituyó la más clara prueba de que la delegada en Tlalpan no llegue a la boleta de 2018. 
¡Nada bien deben estar las cosas al interior del (partido) Movimiento  Regeneración Nacional cuando, ante la consolidación de evidencias, según las cuales, la eventual candidatura al gobierno capitalino de Claudia Sheinbaum Pardo quedó (políticamente) sepultada bajo los escombros del sismo del pasado 19 de septiembre, y ahí sigue, debió ser el propio Andrés Manuel López Obrador quien, en un acto inusual en él, diera un primer paso para evitar la (casi inminente) renuncia de Ricardo Monreal Ávila a seguir en las filas de Morena… para ser nominado por alguna otra fuerza.
El sólo hecho de que, con todo y que trate de justificarlo, afirmando que lo hace para evitar que acabe aliado a la mafia del poder, el tabasqueño haya anunciado que buscará al delegado en Cuauhtémoc para iniciar un diálogo constructivo con él constituyó la más clara prueba de que existe la posibilidad de que la delegada en Tlalpan no llegue a la boleta de 2018, ésta es ya una idea que comenzó a quitar el sueño al dirigente de la izquierda emergente.
Y esto, insistamos, no porque López Obrador esté pensando en desplazar a la incuestionable científica y académica metida a política de su círculo más cercano, como antes lo hizo con el exgobernador zacatecano, sino, esencialmente, porque detrás del eventual cambio de la primera estaría la reflexionada consideración del mandamás en Morena de que, si bien no son pocas las encuestas y sondeos que le ponen al frente en la carrera hacia la Residencia Oficial de Los Pinos, su triunfo está condicionado a que aquel o aquella a quien postule su partido en la Ciudad de México gane o, al menos, obtenga una votación más que cuantiosa…
La sola idea de perder, al menos, parte del mucho terreno ganado en la capital, constituye hoy, sin la menor sombra de dudas, uno de los más grandes temores del siempre polémico Peje que, puede usted apostar, no dudará en modificar, de fondo incluso, alguna de las muchas decisiones que de cara a 2018 ha tomado ya si, por no hacerlo, pone en riesgo su eventual triunfo en las presidenciales  o, por ejemplo, la real posibilidad de acabar de enterrar al perredismo que, vía el F(P)CM, podría convertirse en la fuerza que acoja a Monreal Ávila que, como el tabasqueño, aparece en la punta de prácticamente todos los sondeos y encuestas de intención de voto hacia el 2018, levantados en la capital de la República.
Más pronto de lo que muchos pudieran pensar, la sociedad sabrá el desenlace de esta nueva jugada morena…
ASTERISCOS
* Vestidos y alborotados, literal, así es como el exfiscal Santiago Nieto —“la única persona que ha mostrado independencia”, a decir de la panista Marcela Torres— dejó a sus fans del antinatural Frente Partidista, perdón, Ciudadano, integrado por PAN-PRD-MC que, ante su decisión de no insistir en volver a la Fepade, tratarán ahora de convertirlo en víctima de amenazas e, incluso, no falta quien hable ya de ofrecerle alguna plurinominal…
* Si bien no existen motivos para intuir la existencia de una eventual crisis económica en Acción Nacional, lo cierto es que personeros del indefinido Ricardo Anaya han deslizado, en círculos afines, versiones según las cuales el otrora partido de la gente decente pudiera estar valorando poner en venta el inmueble que, en la delegación Benito Juárez, ocupa hace al menos dos décadas la emblemática Fundación (Rafael) Preciado Hernández.
* Quien anda muy ocupado construyendo una cortina de humo para tratar de desviar la atención sobre señalamientos en su contra por la tragedia del colegio Enrique Rébsamen, no es otro que el mandamás del Invea capitalino, Meyer Klip Gervitz, quien se afirma, impulsa una “barrida” de anuncios espectaculares, sean legales o no, sin importarle boicotear con ello un acuerdo existente entre la industria y el jefe de Gobierno capitalino.   
Veámonos aquí mañana, con otro asunto De naturaleza política.
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La estación/GERARDO GALARZA
Excelsior
Derecho de piso
Es cierto que el presidencialismo mexicano ya no es el de antes, aquél de la dictadura perfecta. En los 20 años recientes, producto de luchas casi centenarias, una parte de la sociedad consiguió derrotarlo, por lo menos parcialmente, en las urnas. Los votantes libres algo lograron cambiar, aunque los resultados no hayan cumplido con las expectativas de aquellos (la mayoría de los ciudadanos) dependientes del paternalismo del Estado mexicano.
Al contrario. Refractarios a la real democracia, políticos de cualquier afiliación partidista (es un decir, porque hoy se puede ser de un color y mañana de otro, según la conveniencia personal) y muchos ciudadanos añoran los no tan viejos tiempos del presidencialismo todopoderoso —omnímodo, se dice— que controlaba las horas del reloj de las decisiones y el movimiento de las hojas del árbol de la política nacional y, por supuesto y más que nada, el dinero público para premiar a quien lo “mereciera”.
Por eso las opciones políticas que ofrecen el regreso a la dictadura perfecta —aquélla que tuvo su base en el populismo y lo impulsó al grado de convertirlo en políticas públicas, como los programas sociales— tienen todavía tanto éxito electoral. El mejor ejemplo de ello es Andrés Manuel López Obrador, quien promete la regeneración del viejo sistema priista en el que militó o milita, y ahora el “nuevo” PRI que intenta regresar a lo que cree que fueron mejores tiempos. Los otros partidos poco o nada diferente ofrecen. El PAN tuvo oportunidad en dos sexenios y quizá lo mejor que hizo fue, utilizando la expresión de Vicente Fox, “nadar de a muertito” para no tocar al régimen político que proclamaba, y se alió con muchos de los peores de ese sistema.
De 1997 a la fecha, el Presidente de la República dejó de ser el líder nato, el amo, el tlatoani, el cacique, el dictador sexenal. Muchos votos lo impidieron. Y eso fue un triunfo. Pero hasta ahí. Los resultados de la transición a la democracia han sido pobres, poco palpables, insuficientes, quizá contradictorios. Los mexicanos se dieron cuenta de que pueden sacar al PRI, o a cualquiera, de Los Pinos, pero que eso no se refleja en ningún avance en la calidad de su vida diaria. “Ya votamos, ya ganamos”, ¿…y? Y nada, todo sigue igual.
Se añora el presidencialismo, pero ya no hay presidentes con apoyo popular. Veamos los cuatro más recientes: Ernesto Zedillo ganó con 48.6% de los votos emitidos en la elección, pero fue apenas 37.5% de todos los ciudadanos inscritos en el padrón con derecho a votar; Vicente Fox con 42.5% de los votos emitidos, y sólo 27.2% del padrón; Felipe Calderón con 35.9%, que fue apenas 20.01% de los votantes probables; y Enrique Peña Nieto, 38.2%, que fue 24.1% del padrón. Ninguno de ellos fue un presidente ilegal o ilegítimo. En México, la elección la gana quien tenga un voto más que sus contrincantes, hayan votado cuantos hayan votado.
Los resultados electorales para el Congreso de la Unión, de 1997 a la fecha, son más o menos similares. Desde hace 20 años se acabó la aplanadora, el carro completo. Desde entonces, en la Cámara de Diputados no hay fracción parlamentaria que tenga siquiera la mitad más uno (251 legisladores) del total, ya no se diga las dos terceras partes necesarias para reformar la Constitución. En el Senado ocurre una situación similar. ¡Y qué bueno!
Lo malo ha sido que esta ventaja democrática no ha servido para bien. Al contrario, en el mejor de los casos, los partidos opositores (el PRI lo fue en dos sexenios) han creído que su función es la de obstaculizar, impedir el buen (es un decir, claro está) gobierno. En el peor de los casos, se han dedicado a chantajear, a extorsionar, a cobrar derecho de piso al titular del Poder Ejecutivo, en beneficio de sus partidos y su clientela política y, groseramente, en privilegios personales.
¿Contradicción del escribidor? ¿Añoranza por la aplanadora y el carro completo? ¡Líbrelo Dios! Se trata de buscar la fórmula para evitar que el próximo gobierno represente otros seis años perdidos, como los 17 del siglo XXI que llevamos. Y que este país tenga futuro.
Es necesario que México se deshaga del sistema presidencialista del viejo y del nuevo PRI, que se plantee nuevas alternativas de gobernabilidad. Bueno, hasta las monarquías se adaptaron a la plebeya democracia y sus países (Gran Bretaña, Finlandia, Holanda, Suecia, entre otros) están entre los que tienen mejor calidad de vida para sus ciudadanos, que ya no súbditos.
Acá y así las cosas, el problema es tan terrible que un hipotético triunfo de López Obrador no será un peligro para México. Igual que el de cualquier otro candidato. Sus contrarios en el Congreso de la Unión se encargarán de impedir cualquier intento de avance o retroceso, simple y sencillamente para cobrar el derecho de piso… como ocurre en el país en otros ámbitos. Es hora de cambiar; de acabar con el viejo sistema.
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Las 9 vidas del PRI/Luis Rubio
Reforma 29 Oct. 2017
Cuando estaba en campaña para la presidencia, alguna persona le dijo a Enrique Peña Nieto que no podía creer en el PRI por todo lo que éste había hecho y causado. El hoy presidente le respondió que lo entendía pero que el suyo era un "nuevo PRI", al que los jóvenes veían positivamente. Efectivamente, el PRI ganó la presidencia en 2012 y ha logrado preservar casi la mitad de las gubernaturas del país; de hecho, nada impide que pudiera llegar a ganar el año próximo. ¿Es lógico esto?
México es una anomalía comparado con países que se caracterizaron por partidos de Estado, en casi todos los casos autoritarios. En Taiwán, el KMT se ha adaptado y convertido en un partido competitivo porque abandonó sus vicios de antaño, entra y sale de la presidencia y, cuando está en la oposición, como hoy, se comporta como un partido más. En el este de Europa, los partidos comunistas han desaparecido o se han transformado.
El PRI sigue siendo, pues, el PRI. Ciertamente, se ha adaptado al mundo competitivo pero el contraste con aquellas naciones es patente: aquí el viejo sistema sigue tan vivo como antes; en lugar de que éste cambiara y el PRI se adaptara a un régimen político abierto, los demás partidos se han adaptado al viejo sistema, convirtiéndose en pilares que lo sostienen.
¿Cómo explicar que haya elecciones competitivas pero que el régimen priista y su monopolio del poder sigan estando ahí, en unas cuantas manos que no cambian, como si fueran sillas musicales? Hay muchas posibles respuestas, más las que a usted, estimado lector, se le ocurran:
 · Ante todo, el PRI nunca se fue: sigue estando ahí, domina buena parte del territorio nacional, sigue a cargo de una maquinaria electoral que es inigualable y, aunque ha perdido muchas gubernaturas, ha logrado que todos los gobernadores, así como los partidos de oposición, se comporten como priistas. O sea, casi casi, se podría decir que el PRI vendió franquicias...
· La reforma electoral de 1996 fue peculiar en un sentido: no creó un sistema competitivo de partidos. Aunque a partir de ese momento contamos con un sistema de administración electoral impecable, los partidos compiten para luego arreglarse y mantener distante a la ciudadanía. Tenemos un sistema político-electoral al servicio de los partidos.
· Cuando llegó el PAN a la presidencia, uno hubiera esperado un cambio de régimen: la eliminación de los viejos mecanismos de control, privilegio y abuso (y, por lo tanto, corrupción e impunidad), pero pasó exactamente lo contrario: el PAN se mimetizó con el PRI, se olvidó de construir un nuevo futuro y se corrompió hasta la médula, al grado que hoy ni siquiera tiene capacidad de entender dónde, cuándo y cómo extravió el camino.
· Al PRD no le ha ido mejor. Heredero del PRI en su principal bastión, el DF, se ha dedicado a atender a sus clientelas, corromperlas y, en los últimos meses, a buscar la forma de sobrevivir frente a su Némesis, AMLO. En lugar de cambiar el sistema de gobierno y mejorar la vida de los habitantes de la ciudad, se ha dedicado a inventar constituciones, nuevos nombres y mucho ruido, pero no un mejor nivel de vida, mejor infraestructura o una capacidad de atender a la ciudadanía. El hecho de que esté luchando por su sobrevivencia lo dice todo.
· No menos importante, el gobierno actual ha exacerbado todos los límites: ha empleado a las instituciones para atacar a sus enemigos, proteger y perdonar a sus cómplices. Ha generado un clima de impunidad extrema que no sólo aliena a la ciudadanía, sino que ha arriesgado dramáticamente el futuro.
Al final del día, el viejo régimen se preserva por dos razones: por un lado, porque el electorado se ha fragmentado tanto (en buena manera intencionalmente) que todo se ajusta al nivel de votos que el PRI pueda ganar. Sin embargo, como ilustró el sainete reciente en torno a la instalación de la junta directiva del Congreso y del Senado, todos los partidos juegan el mismo juego: la preservación del statu quo.
Pero la otra razón es mucho más reveladora: aunque el 70% del electorado está en contra de López Obrador, él no solo domina el panorama, sino que constituye el factor que ilustra el fracaso de todas esas reformas electorales y de los partidos principales. La abrumadora mayoría de los votantes no lo quiere, pero podría ganar precisamente porque representa, o ha logrado posicionarse, como el único capaz de ofrecer una alternativa.
El problema electoral mexicano se reduce a un elemento: todas las reformas que se han avanzado en las últimas décadas han tenido un objetivo medular, que es el de no alterar la estructura del poder. Esa lógica es explicable para un régimen emanado de una revolución, pero entraña una consecuencia obvia: tarde o temprano, el engaño resulta evidente. Lo peculiar, y patético, es que el desafío central provenga no de una opción futurista y promisoria (el famoso Macron mexicano), sino de la perspectiva más retardataria y reaccionaria posible.
A semanas de iniciar el proceso electoral real (al diablo lo formal), la ciudadanía sabe que sus opciones son limitadas por todo lo que han construido los partidos y sus políticos. El dilema en que se encuentran éstos, y todo el país, no es producto de la casualidad.
@lrubiof
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Krauze estadista/Gabriel Zaid
Reforma 29 Oct. 2017
Estadista es la persona que se preocupa por el país e interviene para mejorarlo. No todos los que llegan al poder lo ejercen como estadistas ni todos los que mejoran el país están en el poder. El país se construye de abajo para arriba, empezando por los millones de mexicanos que saben hacer cosas necesarias y las hacen bien.
En 1884, Francisco Sosa publicó 294 Biografías de mexicanos distinguidos desde Nezahualcóyotl y Sor Juana Inés de la Cruz hasta sus propios contemporáneos. Incluyó arqueólogos, arquitectos, astrónomos, bibliógrafos, botánicos, cantantes, caricaturistas, diplomáticos, dramaturgos, escritores, farmacéuticos, filántropos, fundadores de instituciones, gobernadores, historiadores, ingenieros, insurgentes, juristas, lingüistas, marinos, matemáticos, médicos, militares, misioneros, músicos, naturalistas, obispos, oradores, pintores, poetas, presidentes de la república, químicos, etc. Salta a la vista que los hombres de Estado no son la mayoría y que el recuento excluye marbetes como: biógrafo, empresario, intelectual, aunque de hecho los había entre sus biografiados y él mismo estaba en ese caso.
Una galería semejante, actualizada hoy, incluiría a Enrique Krauze. Se ha distinguido por sus intervenciones en favor de la democracia y el debate para mejorar la vida pública de México. Ha sido un estadista ciudadano, con ánimo valiente frente al poder y la incomprensión. Arguye claramente y con una prosa de lujo.
Cuando empezó, había desprecio hacia la democracia. Desde el Estado estable y triunfalista, la Revolución fructificaba en obras y servicios públicos: parecía ingenua la "mística del voto". Desde el marxismo universitario, la democracia era una máscara de la opresión. Lo importante era la Revolución, pero la de veras: la cubana.
Frente a la "democracia dirigida" del régimen mexicano y las "democracias populares" de los regímenes totalitarios, Krauze abogó Por una democracia sin adjetivos (1986). El libro tuvo mucha resonancia, aunque fue tachado de neoliberal por los creyentes en un Estado redentor, benefactor, soberano y, desde luego, en manos políticamente correctas. Proponía limitar la intervención del Estado, someterlo a la crítica de una prensa libre, a la rendición de cuentas, a elecciones de verdad. Proponía una presidencia acotada por los otros poderes. Proponía cosas que se han vuelto normales, pero que no existían en el México de entonces.
Hay quienes hacen cosas admirables en el papel que asumen vocacionalmente y quienes hacen algo más: inventar su papel en la vida, contra la corriente de "lo que debe ser un historiador" o lo que "debe ser un ingeniero". Krauze habló de "caudillos culturales" para referirse al papel histórico de Vicente Lombardo Toledano, Manuel Gómez Morin y otros hombres de libros que fueron más allá de los libros para crear un país mejor; empeño en el cual tuvieron que inventar su propia vida, nada convencional. Así también Daniel Cosío Villegas (una generación después) y Lucas Alamán (un siglo antes), lograron la unidad de su vida creadora en lo que externamente parecían figuras incompatibles. Lucas Alamán estudió ingeniería, se volvió empresario y se puso a investigar la historia de México para entender en qué país vivía y mejorarlo. Además, escribió con una prosa admirable.
Como hombres de libros y de iniciativas prácticas, todos comprendieron la importancia del desarrollo cultural y casi todos actuaron como "empresarios culturales", figura desgraciadamente escasa en México, aunque tiene antecedentes ilustres. De esos historiadores empresarios como Francisco Sosa, Lucas Alamán y Daniel Cosío Villegas viene el linaje intelectual de Enrique Krauze.
Empezó como ingeniero, se transformó en empresario del negocio familiar, sacó un doctorado en historia y se especializó como biógrafo del poder. Se volvió un crítico del sistema político mexicano, hizo televisión cultural y fundó una revista. Sorprende la cantidad de cosas valiosas que ha hecho en sus primeros 70 años. Y está en forma para hacer muchas más. Ahora, frente a la tragedia de los pueblos remotos dañados por los sismos, lanza la buena idea de que cada uno sea apadrinado por un empresario que apoye los trabajos de reconstrucción.
En Polonia, patria de sus abuelos, los cumpleaños se celebran con una canción tradicional que registra la Wikipedia y puede escucharse en YouTube. Sto lat. ¡Que viva cien años!
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Roberto Rock/ columna Hereje
Poder y periodismo bisagra/Ernesto Hernández Norzagaray
Noroeste, 29/10/2017
Felipe Guerrero, en su última columna digital Entresijos, escribe como asesor ex officio del Gobernador Quirino Ordaz Coppel.
Lo hace con buena pluma, agudeza y desde una plataforma inmejorable. Tiene uno de los noticieros de radio más escuchados en el estado y eso le permite jugar con un doble papel: pulsa cotidianamente el ambiente político y en forma interpósita canaliza demandas llegando a diseñar escenarios y posibles desenlaces para 2018. Hace política, pues.
Sin embargo, en la entrega mencionada haciendo uso de esa influencia se lanza sutilmente contra los asesores externos, aquéllos que le hablan al oído al Gobernador y le dicen que puede prescindir de los actores políticos que lo llevaron a la posición en que se encuentra, y por lo tanto, recomienda al Gobernador que no se le olvide que se debe no a los que le dieron la posición, sino a los grupos que lo llevaron al poder, porque la distancia con ellos podría ser definitivo para resultado de las elecciones de 2018.
La postura de Felipe Guerrero me recuerda al tipo de “periodista bisagra” entre el poder establecido y los grupos del PRI, que sin duda han sido relegados en este Gobierno. Cierto, el Gobernador ha sido ingrato para empezar con quienes fueron humillados, dejándolos en la antesala esperanzados de que el dedo de Peña Nieto eligiera a uno de ellos, y más cuando de último momento salió su nombre de la chistera presidencial.
Las tradiciones del priismo, es que si bien solo uno es el elegido, el resto por justicia no queda en el desamparo, como sí ha sucedido con varios de ellos, no sin molestia porque se ha llegado al extremo de no tomarles tan siquiera una llamada, menos granjearlos con un cargo público o una posición política.
Ese ritual se ha ido perdiendo con la llegada de empresarios a los gobiernos estatales, traen otro chip, uno más pragmático, más en plan de negocios, y es así como ninguno de los nueve aspirantes al Gobierno del Estado logró un lugar en el gabinete, y es que Ordaz Coppel repitió en cierta forma la misma dosis del malovismo, llevando al Gobierno a sus amigos, condiscípulos y empresarios cercanos especialmente del influyente grupo Coppel y el de Jesús Vizcarra, que sin duda metieron la mano en la integración del gabinete.
Es más, me atrevo a afirmar: la mayoría de este selecto grupo de los todavía hoy marginados tiene dificultad para continuar su carrera política, así podemos apreciar que Daniel Amador, además de los cuestionamientos en su gremio, recientemente se le ha calificado en el tercer lugar de los senadores más improductivos; los senadores Diva Hadamira y Aarón Irízar muy pronto dejarán la Cámara Alta y no tienen nada a la vista que les mantenga en activo, dependen de que se les devuelva el apoyo brindado.
Gerardo Vargas Landeros está vetado, según varias fuentes. La última de Mario Zamora, político cercano a José Antonio Meade, quien como sabemos hasta ahora es el aspirante con mayores posibilidades de ser candidato presidencial; David López con sus problemas de salud ha puesto en entredicho el liderazgo entre los diputados priistas sinaloenses; Alfredo Villegas en el absoluto anonimato, Óscar Lara falleció dejando grandes dudas sobre el dinero depositado en Andorra, y sólo Heriberto Galindo parece tener los astros alineados con su designación como miembro del Consejo Político Nacional.
El caso del ex Alcalde de Culiacán Sergio Torres es particular, pues según salió bien posicionado en las encuestas del PRI para el Senado de la República, pero gente que sabe de estos menesteres afirma que no hubo tal encuesta, por lo que se trataría de “puro ruido” del oriundo del Valle de San Lorenzo.
Aunque siendo justos, algunos políticos como Juan Millán, tiene a su hijo Juan Ernesto como titular de la pequeña Secretaría de Pesca y Acuacultura; Jesús Aguilar Padilla promovió a Sergio Mario Arredondo en la dirección de Cobaes, y Sergio Jacobo Gutiérrez, en la Secretaría particular del Gobernador; Francisco Labastida Ochoa mantuvo hasta su renuncia a su hija Rocío como titular del Centro de Ciencias de Sinaloa.
Pero Felipe Guerrero insiste, alerta, de que no debe cometer el error de mantener marginados a los que lo llevaron al triunfo, pues sumados pueden ocasionarle problemas, incluso no podría cumplir con lo comprometido en la pasarela priista, de que en 2018 el PRI va a ganar todo.
No creo que las cosas sean tan dramáticas, en realidad los grupos tradicionales están muy disminuidos, dispersos, cada uno va por lo suyo. Eso lo han aprovechado los grupos empresariales. Y esta fuerza se hizo presente desde el gobierno de Malova, utilizando la relación que tenían y tienen con el Presidente Peña Nieto. El palomeo al mismísimo candidato del PRI. Y va a repetir la dosis en las candidaturas federales, las estatales son del Gobernador, salvo una eventual alianza total con el PAS.
La pregunta es si el Gobernador habiendo dado el paso de prescindir de los llamados grupos de poder, estaría dispuesto a ceder y dar un paso atrás, congraciándose con sus correligionarios marginados, seguramente se preguntará y calculará si los necesita para ganar las elecciones del año entrante teniendo el Gobierno, teniendo operadores, teniendo dinero, pero sobre todo, que no se ve cómo se podría articular una oposición dentro del PRI que le imponga una agenda y candidatos.
Menos todavía si concreta la alianza con el PAS, que sería en los hechos cerrar el paso definitivo a ese priismo que defiende Felipe Guerrero. Podrían, claro, buscar nominaciones en el Frente Ciudadano por México y en Morena, pero eso no garantiza triunfos automáticos y está la sombra de lo ocurrido con el malovismo, que hoy es perseguido, marginado y seguramente más en 2018, sino es que en este ínterin, algunos de sus miembros van a parar a la cárcel.
En definitiva, en los hechos el Gobernador ha decidido jugar con los indispensables principalmente con los más jóvenes y un indicio fue la integración del Consejo Político Permanente del PRI, donde está su grupo compacto con personajes como Jesús Valdés, Carlos Gandarilla, Tony Castañeda, Irma Tirado, Elsy López, entre otros, una cantera de políticos que ronda los 40 años y son pragmáticos como el Gobernador, y no tiene ningún tipo de lealtad con el viejo priismo, sobre el que busca alertar Felipe y salvo excepciones no estoy seguro que estén dispuestos a crearle problemas al PRI y a su Gobernador, porque de hacerlo ellos mismos estarían en problemas. Si no que se lo pregunten a Malova y a Gerardo.
Al tiempo.
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¿Otro ‘fraude patriótico’?/Arturo Santamaría Gómez
Noroeste, 28/10/2017 |
Tal y como lo han escrito varios analistas, no puede ser que la destitución de Santiago Nieto Castillo, como Fiscal de la Fepade, haya sido una torpeza más de Enrique Peña Nieto. Al contrario, fue una decisión pensada con detenimiento. Para el Gobierno y el PRI, el escándalo político que ha generado esa decisión arbitraria y el descenso aún mayor de la popularidad del Presidente son asuntos menores ante el hecho de tener para 2018 un fiscal sobre delitos electorales que no es afín.
La estrategia política de Peña Nieto y el PRI para 2018 es clara: no dejarán ni un solo cabo suelto en su operativo electoral. Preparan, en definitiva, la madre de todas las elecciones de Estado. Se busca reeditar “el fraude patriótico” de 1986 cuando habitaba en Los Pinos Miguel de la Madrid y para ello, entre otras cosas, necesitan un Fiscal a modo en la Fepade.
De la Madrid y Manuel Bartlett, quien fungía como Secretario de Gobernación y hoy milita paradójicamente en la oposición al PRI, después de las elecciones locales de Chihuahua de 1986, donde era muy evidente que había ganado el panista Luis H. Álvarez, el PRI perpetró un escandaloso fraude electoral que llamaron “patriótico” porque los tricolores decían que el PAN era un partido pro yanqui y que no defendía los intereses de “la Patria”; por lo tanto, había que impedir a toda costa que ganara una elección. 
En 1988, sin llamarlo “fraude patriótico”, pero sí disfrazándolo de la “caída del sistema” de cómputo, el PRI-Estado le volvió a asestar una cuchillada a los apetitos democráticos de las mayorías mexicanas cuando impidió el triunfo electoral de Cuauhtémoc Cárdenas. 
Bueno, pues ahora, de nueva cuenta el PRI-Gobierno se apresta a un fraude electoral en el que hará participar a todas las instituciones del Estado que pueda controlar.
Las elecciones del Estado de México de este año fueron el laboratorio donde Peña Nieto y el PRI pusieron a prueba lo que intentarán hacer en 2018.
Allá pusieron al servicio de su candidato a la totalidad de los secretarios de Estado y sus estructuras, se compraron cientos de miles de votos, se controlaron a las autoridades electorales, lograron que la mayoría de los medios de comunicación más poderosos del País difundieran favorablemente su versión de los hechos, dividieron a la oposición, compraron líderes políticos de otros partidos, concentraron su operativo electoral en las zonas rurales, difamaron a los candidatos de oposición y, por supuesto, se presentaban como los campeones de la legalidad, la limpieza y “la sinceridad” política.
Este modelo se pretende repettir en las elecciones presidenciales de 2018. Por eso la deposición de Santiago Nieto es tan importante, máxime que este funcionario investigaba a fondo varios casos de abusos e ilegalidades en procesos electorales anteriores, entre ellos, los sobornos de Odebrecht a funcionarios de Pemex y sus contribuciones a la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto.
El PRI no puede ocultar que ha cooptado a cinco prominentes senadores panistas, quienes con sus votos serían determinantes para que el inquilino de Los Pinos logre que una mayoría en el Senado de la República ratifique la destitución de Santiago Nieto Castillo. Los senadores calderonistas defendiendo la postura del voto secreto en el Senado estarían entregando su decisión al PRI. Desde ahora revelan que están firmes y desde ahora en la alianza de Margarita Zavala y Felipe Calderón con el PRI para el año entrante.
 Si el conjunto de la oposición impide que se vote en secreto y logra que sea abierto, y los senadores calderonistas lo hacen a favor de la deposición de Nieto Castillo las posibilidades para Margarita Zavala en 2018 se reducirían sustancialmente porque quedaría más claramente en evidencia su colaboracionismo.
 Es obvio que más que una lucha por la legalidad de la deposición o no de Santiago Nieto lo que está en juego es una posición clave para la contienda electoral del 2 de julio próximo. El enfrentamiento es, antes que nada, político por ambas partes. Es un episodio más del proceso electoral que ya está en marcha. Pero sobre todo, lo que está en juego es un rudo retroceso a los avances democráticos del País o la defensa de lo logrado.
 No deja de ser paradójico que en Sinaloa el PRI rechace en el Congreso sesionar “en secreto”, lo que debe ser normal en “la casa del pueblo”, y en el Senado propongan votar en secreto para el caso del fiscal de la Fepade. Para los ciudadanos debe ser muy claro que todo es político. No hay, de ninguna manera, una defensa incondicional de la normatividad y la transparencia de las discusiones y decisiones de los representantes públicos.
 Posdata
Hablando de futurismo, no deja de sorprender cómo Fernando Pucheta, el Alcalde de Mazatlán, hace todo lo posible porque todos los días se debilite su imagen y capital político. No son pocos los que dicen que en 2018 no repite en la Presidencia Municipal; pero, además, opinan, no le va alcanzar ni para una regiduría. Ni la Albertona lo podrá ayudar.
 santamar24@hotmail.com!
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El optimismo de Meade tiene un límite: "La pobreza, la gran deuda del país"/
CARLOS ACOSTA CÓRDOVA
Revista Proceso..#2139, 29 de octubre de 2017

El más aventajado entre los mencionados como aspirantes a la candidatura del PRI a la Presidencia, el que más pasarelas ha transitado, José Antonio Meade, se dice dispuesto a “seguir en el desarrollo de una trayectoria en el servicio público” a partir de una visión más que optimista del presente y el futuro del país, con el cual sólo hay una gran deuda: la pobreza. En entrevista con Proceso, el secretario de Hacienda defiende a ultranza la política económica de los últimos sexenios, ensalza a los políticos que apoyaron las reformas estructurales, justifica la falta de crecimiento y el incremento de la deuda pública y es rotundo cuando afirma: “Estamos en la ruta correcta”.
José Antonio Meade Kuribreña, secretario de Hacienda y Crédito Público y el más aventajado de los aspirantes del PRI a suceder a Enrique Peña Nieto, lo tiene claro: “En las dimensiones sociales, en el reto de abatir la pobreza, es donde tenemos la deuda más grande con el país; es ahí donde la economía mexicana tiene la agenda más inacabada”.
Reconoce también que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte fue excluyente, no generó los empleos ni el crecimiento económico prometido, pues sólo apostó al sector externo sin impulsar medidas para fortalecer los motores de la economía interna.
Pero también defiende el espectacular crecimiento de la deuda pública y el aumento a los precios de las gasolinas, así como rechaza que las reformas estructurales, por no generar el crecimiento económico prometido, hayan sido un fracaso.
En entrevista con Proceso, el martes 24, acepta hablar lo mismo de economía que de política, pero es parco cuando se le pregunta por sus “posibilidades” presidenciales.­
Escurridizo en los temas políticos, dispuesto pero desesperante en sus respuestas –no se anima a ser claro y directo en materia económica y financiera, ámbito en el que ha ejercido más de 26 años–, Meade se abre apenas un poco. Muestra sus tablas, sus conocimientos, su experiencia, pero no cede a provocaciones… y también es evasivo, pero sobre todo desborda un optimismo que todo lo ve bien ahora y avizora un futuro promisorio. “Estamos en la ruta correcta”, dice.
Meade –de 48 años, abogado por la UNAM, economista por el ITAM y doctor en economía por Yale– ha servido a gobiernos panistas, pero no es miembro del PAN. También lo ha hecho en administraciones priistas, pero tampoco es militante del PRI. Eso sí, en las elecciones de 2012, tras más de cinco años sirviendo a Acción Nacional y siendo secretario de Hacienda en el último año del gobierno de Felipe Calderón, votó por Enrique Peña Nieto.
Por no ser militante priista, pero sí uno de los favoritos de Peña Nieto a sucederlo, el PRI debió modificar sus estatutos para que pudiera competir por la candidatura presidencial de ese partido.
Indefinición
–Conforme se acerca el tiempo de decidir las candidaturas presidenciales, está claro que usted es el más visible, el que más se mueve, el que más simpatías concita. Basta ver cómo lo recibieron y despidieron en las cámaras de Diputados y Senadores, como candidato de facto. Es el gallo, sin duda, de los empresarios. Es la estrella en los foros públicos. ¿Cómo aprecia todas esas muestras de reconocimiento, de confianza, de preferencia?
–He hecho una trayectoria de servicio público, he buscado desde mi familia la vocación de servicio público en los espacios que se me han ofrecido desde la administración. Y siempre en el servicio público el hecho de que ese trabajo, ese desem­peño, sea reconocido, pues es algo que uno agradece y que a uno lo distingue.
–¿Pero eso lo convence, le da ánimo para decir: “Sí voy”. “Sí quiero ser presidente”?
–Me da ánimo y energía para seguir en el esfuerzo y para seguir en el desarrollo de una trayectoria de servicio público, con independencia de lo que esa trayectoria depare.
–¿Por qué tan parco, secretario? Hace dos meses platicamos muy en confianza y me dejó la impresión de que le gustaba más el Banco de México que la Presidencia. No me lo dijo abiertamente, pero con esa impresión me quedé, por lo que me decía de la mala relación con Estados Unidos, el Congreso dividido aquí, la interminable guerra contra el narcotráfico, entre otras cosas. Pero desde hace rato ya no lo veo así. Los procesos se acercan. Regálele a nuestros lectores una respuesta más clara. ¿Le gustaría la Presidencia antes que el Banco de México?
–Es cierto que he sido consistente en mi respuesta, porque los tiempos, los desem­peños, el encargo, tienen también sus propios calendarios, y conforme a esos calendarios, sin ser ajeno al contexto electoral, sin ser ajeno a las expresiones que yo agradezco, hoy me siguen teniendo en condición de secretario de Hacienda y cumpliendo con mis responsabilidades.
–Hay una parte de su discurso político que no me gusta. Varias veces se ha referido a la “generosidad” de la clase política mexicana. Al término de su comparecencia en la Cámara de Diputados, el jueves 5, hizo una verdadera apología de la clase política nacional: que gracias a ella hemos podido “construir en democracia”, sacar adelante los paquetes económicos de cada año, generar consensos… Yo no he visto esa generosidad ni las virtudes y bondades que le ve usted a la clase política del país. Yo más bien he visto mucha mezquindad y un profundo afán por cuidar los intereses personales y de partido.
“Es público que en materia de reformas estructurales, para conseguir las mayorías necesarias para aprobarlas, muchos diputados recibieron ‘gratificaciones’ para dar su voto en favor. Y lo que ya es una costumbre, y sabido públicamente, es lo de los famosos ‘moches’. ¿Qué dice de todo esto?”
–Mira, si uno revisa de 1997 para acá, este es un país sin mayorías, este es un país que ha construido en pluralidad. Si uno revisa en el extremo, en la última parte del sexenio del presidente Calderón, menos de la tercera parte de los diputados eran del partido del presidente en ese último tercio. Y el país enfrentó contextos difíciles.
“Si uno revisa una forma de medir el riesgo país, es viendo cómo cotizan los CDS (credit default swap), lo que paga uno para asegurar la deuda de México. Poquito antes de que se aprobara la reforma de 2009 (el año más crítico de la crisis internacional, que significo un severo desplome de la economía nacional), la prima que tenía que pagar México alcanzó su máximo histórico en más de 600 puntos base, creo que eran 635 puntos base, al poco tiempo de aprobar la reforma se recuperó la confianza en el país.
“Y sí, creo que hay ciertamente incidentes de reformas que se quedaron cortas (el sexenio pasado), esfuerzos que no lograron un entorno o un balance legislativo adecuado, pero también puede uno acreditar que hubo muchas reformas profundas, las que aquí referimos, pero muchas instancias donde en momentos difíciles los partidos se pusieron de acuerdo para darle al país los elementos que necesitaba para enfrentar espacios muy complicados.
“Y creo que a quien habría, si acaso, que reclamarle es a quien no ha sido parte de esos diálogos. Los consensos pueden haber sido insuficientes, nos pudimos haber quedado cortos, pero nunca nos faltó un consenso, y se construyeron en momentos bien difíciles, al amparo de decisiones bien complicadas.
“Y creo que eso abona a favor del diálogo, eso abona a favor de ser capaz de anteponer intereses, eso abona a favor de que en estos últimos 20 años nadie ha ganado todo, nadie ha perdido todo, y todos hemos estado en la posibilidad de dialogar y generar consensos que le han permitido al país transitar por momentos muy difíciles.”
–No entiendo… ¿los “moches”, las prebendas, tienen que ser parte de los acuerdos, de los consensos?
–Yo no tengo ninguna duda de que las negociaciones, todas, y los consensos, deben hacerse sobre bases transparentes, y sobre bases de las que debamos y podamos sentirnos contentos, orgullosos, y sobre bases, además, de las cuales puedan rendirse cuentas.
Deuda creciente
–Vayamos a la economía, secretario, si me permite. Una de las cosas que la autoridad no ha logrado explicar de manera clara, y que inclusive la Auditoría Superior de la Federación le ha reclamado, es el espectacular crecimiento de la deuda pública neta. Andamos en cerca de 10 billones de pesos, que es más de 50% del PIB. El FMI dijo que en 2016 cerró en 56%. Hay cifras discrepantes. Lo cierto es que no se entiende un aumento de 15 puntos porcentuales del PIB en sólo cuatro años de gobierno. Es una barbaridad. La gente se pregunta por qué se pidió prestado tanto dinero, qué se hizo con él… si la inversión pública ha sido mínima en el sexenio y el gasto público no ha aportado al crecimiento económico y éste ha sido francamente mediocre.
–Primero hay que poner en perspectiva algunos de los números. El crecimiento de la deuda va a ser más cercano a 10%, 11% del PIB, que al 15%, de punta a punta de la administración. De la anterior administración se entregó la deuda como en 38% del PIB, y habremos de entregar en esta un poco abajo del 48%, en esa vecindad.
“Entonces, terminaremos con un crecimiento como de 10 puntos porcentuales, no muy diferente al crecimiento que vimos en la anterior administración. Y lo que nos encontramos desde la anterior administración y ésta fue un entorno difícil de crecimiento global.
“México en diferentes momentos de esta última década ha venido usando su espacio fiscal, usó su espacio monetario, y es de los países que más se adelantó en cambiar la propia estructura de su economía. De hecho, el debate de la anterior administración era incluso si México no estaba siendo tímido en su impulso fiscal, si no debíamos habernos endeudado aún más.
“Hoy lo que tenemos son ya dos administraciones en las que la deuda juega un papel importante para contrarrestar lo débil del entorno internacional primero, para acompañar la entrada en vigor de las reformas estructurales y de la reforma fiscal después.
“Del incremento en deuda hay diferentes elementos en términos de su uso. Una parte de este crecimiento, más o menos la cuarta parte, se utilizó para fortalecer las finanzas de Pemex y de la CFE. La reforma energética le pedía a estas dos empresas que hicieran una reforma pensionaria, y ofrecía mejorar su balance hasta por un peso de cada uno de lo que estas empresas redujeran en sus pasivos; eso implicó más o menos dos puntos del PIB, que se reflejan como deuda por un lado, aun cuando en el balance de Pemex y la CFE se refleja como una mejora en su situación patrimonial. Esto explica más o menos la cuarta parte.
“Y el resto, pues se explica por el ánimo de acompañar a la economía en el contexto complicado. Creo que la deuda por sí misma, como instrumento, no debe satanizarse, y debe ponderarse si era o no la respuesta al contexto. Y perdón, nada más para ponderar el crecimiento, el ejercicio que tenemos que hacer es cómo habríamos crecido si le quitábamos a la economía el impulso que se dio por la vía de lo fiscal (en este caso, vía la deuda); y es muy probable que el crecimiento hubiese sido menor del que alcanzamos, si no hubiéramos podido darle ese estímulo, estímulo que hacia el cierre de la administración estamos quitando.”
–Fueron evidentes los llamados de atención del FMI por el crecimiento de la deuda mexicana. Se prendieron focos rojos. Las calificadoras nos pusieron en perspectiva negativa y el propio Fondo sugería un consejo fiscal independiente para darle transparencia al manejo de la deuda. Estábamos llegando a un punto en el que no podíamos tener más deuda, toda vez que nuestros ingresos tributarios apenas rebasaban 10 por ciento, y no tenemos la profundización financiera que nos dé la solvencia necesaria para soportar una deuda mayor.
–Y eso es justo lo que nos ha llevado a irle quitando ese estímulo a la economía y a consolidar nuestras finanzas públicas. Los ingresos tributarios mejoraron y eso le da a la sustentabilidad de nuestras finanzas públicas un mejor soporte. Hay un par de indicadores que son interesantes para este propósito. Un poco lo tributario pasó de poco menos de 9% a casi 14% del PIB, fueron cinco puntos de mejora. Y la razón entre deuda e ingresos tributarios disminuyó en consecuencia, en lo que va de la administración, de una razón de más o menos 4.2% o 4.3%, a una razón de entre 3.6% y 3.7%
“Si dividimos la deuda entre los ingresos que estamos recogiendo en lo tributario, tenemos hoy un mejor soporte sobre la base de los demás ingresos, que son más estables que los que teníamos al principio de la administración. Si comparamos a México con el resto de los países del G-20, los países emergentes del G-20, y con los países de Latinoamérica, en términos del esfuerzo de consolidación fiscal somos de los primeros países que nos movemos a regresar a tener superávit primarios, y que ubicamos nuestra deuda como porcentaje del PIB en una trayectoria decreciente.
“El tamaño de nuestra deuda –dice el secretario– no preocupa per se, en términos de que su nivel absoluto sea muy elevado. Preocupa un poco en términos del contexto, sobre todo por la incertidumbre de la negociación comercial, y si esta negociación comercial pudiera, en función de su resultado, tener impacto de crecimiento hacia adelante.”
Bajo crecimiento
–Otra de las cosas que la gente no cree, o no entiende, es la recurrente explicación del bajo crecimiento de la economía en este sexenio. El gobierno federal prácticamente interpreta como una hazaña crecer apenas por arriba de 2%. Pero curiosamente el público no lo registra así, tanto como las promesas que nos hicieron al principio. La gente dice, más bien: “no cumplieron, no sirvieron las reformas”.
–Yo creo que la explicación es que México buscó complementar sus fuentes de crecimiento inercial con nuevas fuentes de crecimiento. México fue muchos años un país de casi una sola historia por momento. Primero, en las décadas de los setenta-ochenta era el país del petróleo, y era un poco lo que explicaba la atención del mundo en México, que éramos un país petrolero importante, donde el petróleo explicaba buena parte de nuestras finanzas públicas y buena parte, además, de la participación que teníamos en el mundo; prácticamente todas nuestras exportaciones eran petroleras.
“A esa historia se suma una segunda, porque México nunca ha dejado de ser un país petrolero. Queda México como potencia y como plataforma exportadora. Si nosotros hubiésemos preservado esos dos instrumentos, si hubiésemos preservado una buena dinámica en lo energético y una buena dinámica internacional, si hubiésemos preservado las fuentes de crecimiento inercial, las reformas nos hubieran dado nuevas fuentes de crecimiento. Y lo que acabó sucediendo, en un contexto muy difícil, es que México pierde por el contexto de crecimiento inercial y se sustituye por el crecimiento que le dieron las reformas.
“Esto quiere decir que, en ausencia de las reformas, México muy probablemente hubiera enfrentado un entorno recesivo. Y lo que podemos ver con los números es, si tuviéramos el crecimiento inercial, si, por ejemplo, la plataforma se estabilizara, si el crecimiento de la producción industrial de Estados Unidos fuera como al principio del sexenio, pues el crecimiento en México hoy sería de más o menos un punto o 1.5 puntos porcentuales por arriba, y se acercaría bastante a lo que nosotros sentíamos que las reformas nos darían.
“Realmente, entonces, las reformas nos dieron lo que se comprometió, y lo que perdió México fue el impulso de lo inercial, porque cambió la inercia, y enfrentamos un contexto complicado que no se había anticipado.”
–Creo que era una explicación que hacía falta. Porque la gente lo que dice es: las reformas han sido un fracaso, no dieron el crecimiento prometido. Y hay que reconocer que ahí hay fallas de comunicación. Porque la idea del fracaso económico es lo que se queda en la memoria de la gente, y en tiempos electorales eso cobra otras dimensiones.­
–Creo que no ha habido tal fracaso. Si uno ve hoy al país, encuentra fortalezas que se sienten en las economías de las regiones, que se reflejan en el empleo que se ha venido construyendo, en un mayor proceso de formalización, en condiciones de mayor inclusión, y que se aquilatan sobre la base de lo complicado que ha sido nuestro marco.
“Y creo que vale la pena reconocer, sí, los muchos retos que tenemos. Un país que necesita crecer más, un país que necesita ser más incluyente.”
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