13 ene 2019

Santiago dice adiós al PRI: es incapaz de renovarse

Santiago dice adiós al PRI: es incapaz de renovarse/
JOSÉ GIL OLMOS
Revista Proceso # 2202, 13 de enero de 2019
Conocedor de las entrañas del PRI, donde milita hace casi seis décadas, César Augusto Santiago afirma que abandonará las filas de ese partido, harto de los excesos del sexenio de Peña Nieto y de que la actual dirigencia, la de Claudia Ruiz Massieu, tome decisiones, sin considerar a la militancia, para seguir ejerciendo un muy reducido poder. Y en entrevista anuncia la próxima creación de un nuevo instituto político que abrevará de los principios nacionalistas y revolucionarios, bandera priista durante mucho tiempo.
Después de casi 60 años de militancia, César Augusto Santiago Ramírez y la agrupación política que encabeza, Alternativa, tienen previsto dejar el PRI y formar un nuevo partido político con una base inicial de, asegura, 90 mil simpatizantes. 

Priista desde 1961, cuando fue dirigente juvenil del partido en su natal ­Chiapas, Santiago tiene una extensa carrera partidista y de gobierno. Fue subsecretario de Gobernación, director del Sistema Nacional Electoral, secretario de Acción Electoral y secretario técnico del Consejo Político Nacional del PRI, precandidato al gobierno chiapaneco en 1999 y uno de los principales operadores políticos de Roberto Madrazo durante su campaña presidencial en 2006.
“Tengo una larga vida en el PRI, conozco hasta las fallas de los elevadores de la sede nacional, he estado en varias dirigencias y siempre en la trinchera. No soy un señorito del partido, he estado en elecciones cruciales en la línea de batalla, tratando siempre de mantener al partido. Pero los tempos cambian”, señala al adelantar su salida. 
Tras recorrer el país, como dirigente de la corriente de opinión Alternativa, para recoger las propuestas y el sentir de la militancia después de la derrota histórica del pasado 1 de julio –que arrastró al PRI al tercer lugar como fuerza política nacional–, el chiapaneco sostiene que no hay intención de cambiar al partido por parte de la dirigencia de Claudia Ruiz Massieu Salinas, en alianza con Miguel Ángel Osorio Chong y René Juárez Cisneros.
A diferencia de las expresiones alegres de Ruiz Massieu, Santiago afirma que hay desánimo y enojo de la base priista porque no es escuchada ni tomada en cuenta en los trabajos de reforma del instituto político de cara a la asamblea nacional que se llevará a cabo este año.
“Creo que está peor de cuando perdió la elección, porque en julio la gente que está dirigiendo el PRI todavía tenía el aliciente de que estaba en el gobierno y ahora ya no. Cuando todavía estaba Enrique Peña Nieto como presidente existían los argumentos para hablar y defender las reformas estratégicas y estructurales, pero ya ni eso tienen.”
Según él, el PRI ya perdió su oportunidad de realizar una renovación adecuada, porque la dirigencia actual no tiene discurso, argumentos ni propuestas.
–¿Se ha convertido más en un partido reaccionario que de propuestas?
–Más que reaccionario, el PRI sólo está esperando que el presidente se equivoque para decir algunas cosas, lo que me parece una doble equivocación. Primero, porque en este momento por el que pasa el país no le ayuda polarizar más a la gente; segundo, porque pensar que la gente se va a desencantar no significa que van a votar por el PRI.
Entrevistado en sus oficinas de la colonia Condesa, el veterano priista no oculta su desánimo y molestia por la forma en que el Comité Ejecutivo Nacional priista ha actuado tras la derrota del 1 de julio. Sostiene que al PRI le han ­faltado propuestas porque, de acuerdo con el desempeño que han tenido en las cámaras, los legisladores únicamente se han dedicado a defender las reformas de Peña Nieto y luego a reaccionar contra las de López Obrador, como la de crear la Guardia Nacional. 
“Pero siguen sin estructurar una propuesta que la gente reconozca como una necesidad de cambio, de avance, de conciliación y de encuentro con la sociedad”, indica el representante de Alternativa, una agrupación política creada en 1977 y que durante algunos años fue reconocida como una corriente política dentro del PRI.
Peticiones desechadas
La propuesta de transformación priista de Alternativa fue enviada en agosto del año pasado en una carta a la Comisión Especial de Diagnóstico, encabezada por Samuel Palma, encargada de recoger las opiniones de la militancia para reformar al partido y que en las conclusiones reconoció el impacto negativo del gobierno de Peña Nieto por el fracaso de las reformas estructurales y los casos de corrupción. 
En dicha carta de 16 puntos le pidieron a la actual dirigencia nacional que se llame a rendir cuentas a quienes llevaron a fracasar al PRI en la elección reciente. Es decir, al presidente Enrique Peña Nieto; al candidato, José Antonio Meade; al coordinador de la campaña presidencial, Aurelio Nuño; y al expresidente del partido, Enrique Ochoa Reza, quien palomeó la lista de los actuales legisladores. También se solicitó hacer un cambio de dirigencia mediante votación abierta y regresar al partido a sus orígenes nacionalistas y revolucionarios.
“Lo que pasa es que el partido está ahogado por una camarilla heredera de Peña, que sigue afianzada, y esto ha asfixiado al PRI”, señala Santiago y acusa a Ruiz Massieu de no llevar a cabo una consulta real en la base militante.
Previendo la salida de los simpatizantes de Alternativa y del propio Santiago, el viernes 11 la senadora y presidenta nacional del PRI, Claudia Ruiz Massieu, emitió un comunicado en el que señaló que están abiertos al diálogo y a la diversidad de opiniones para fortalecer al partido.

Aprovechando una reunión con la corriente Movimiento Líder –a la que reconocen como la primera en obtener un registro como tal dentro del PRI–, que encabeza José Encarnación Alfaro, Ruiz Massieu aseguró que se han construido mecanismos de consensos “que faciliten los acuerdos para la elección de dirigencias en todos los niveles, como para candidatos a cargos de elección popular”.

Santiago critica precisamente que por acuerdo cupular se aceptó a “candidatos ciudadanos” que no militan en el PRI, como fue Meade, y que ahora se mencione al exsenador panista Javier Lozano como candidato a gobernador de Puebla.

“No se atreven a abrir los procesos de selección interna y creo que ya dejaron pasar mucho tiempo sin ninguna propuesta útil, que indique que tienen una intención de reformar al partido de fondo, como está consignado en el diagnóstico que hizo Samuel Palma en esta comisión especial encargada de recoger las propuestas para reformar al PRI y que ha sido ignorada”, señala.

–¿Tienen algún sentido las giras que está haciendo Ruiz Massieu por todo el país? 

–Creo que no. El PRI es un partido hecho sobre la base de la disciplina y de los acuerdos entre distintos grupos. Por eso esas giras no tienen sentido, porque no toman en cuenta la opinión y el sentir de la militancia que quiere voto abierto para elegir a la dirigencia y a los candidatos.

–¿No están escuchando la voz de los priistas?

–Por supuesto que no. Soy priista desde hace 50 años, mi credencial está firmada por el general Corona del Rosal; empecé como chalán en la campaña de Luis Echeverría. Entonces la visión del partido era otra y también la de los servidores públicos. Hoy el partido es víctima de los excesos, de este desparpajo de Peña Nieto de hablar del nuevo PRI tomando como ejemplos a Javier y César Duarte y a Roberto Borge, lo que no fue bien visto por esta corriente, en la que seguimos los principios nacionalistas y revolucionarios y de la reforma del poder como lo planteó Luis Donaldo Colosio.

“Creo que Peña Nieto quería que el PRI evolucionara hacia el Partido Verde Ecologista de México con este señor Manuel Velasco, que es ajonjolí de todos los moles, y por eso nos fue como en feria, porque el nuevo PRI resultó ser un partido terriblemente deshonesto, sin el menor miramiento hacia la gente.”

El excónsul en Boston, afirma que es claro que nuevamente desde la cúpula del PRI se están tomando las decisiones, sin considerar a la militancia, para seguir ejerciendo el poder aunque éste sea cada vez más reducido.

Admite que se ha reunido en varias ocasiones con Ruiz Massieu, pero no ha tenido una respuesta como organización a sus demandas de reformar al partido. 

“Recuperarlo para ser un partido honrado y que la gente nos crea. Pero nos han ignorado, aunque en lo personal me han hecho ofertas de que me incorpore a una comisión, apoye cuestiones intrascendentes, que vaya al Consejo Político a escuchar las porras y aplaudir cosas periféricas. Pero cuando se trata de una cosa de fondo, son los mismos de siempre”, dice adelantando su rechazo a esas ofertas. 

Salida masiva

Al explicar el peso de Alternativa en el PRI, asegura que tiene un registro de 90 mil integrantes en varios estados del país; de ellos, casi la mitad en la Ciudad de México. Recuerda que desde la campaña hicieron señalamientos críticos a la dirigencia de Ochoa Reza –al que acusa de improvisado– y a la decisión de elegir a Meade como candidato ciudadano a la Presidencia. 

Tras la derrota, los integrantes de Alternativa hicieron propuestas de reforma al PRI y desde mediados de diciembre Santiago recorrió algunas zonas del país para recoger la opinión de la base militante.

“He ido a muchos lugares del país y he visto que la militancia está ávida de que recompongamos nuestra vida política. Lamento que el PRI nos ignore, nos haga a un lado, que no nos tome en cuenta, que nos considere ruido; por eso vamos a tomar una decisión.”

–¿Se perfila la salida de quienes integran Alternativa? 

–En mis recorridos he hablado con mucha gente de base del PRI, con los operadores y que están en las trincheras. 

“Hay un grupo importante que dice que ya no tenemos futuro en el PRI ­porque vamos a seguir igual y no nos toman en cuenta. Hay otro grupo que pide seguir dando la batalla dentro del partido para ganarles la presidencia. Pero eso sólo se podría hacer si se abre una consulta a la base.”

Adelanta que el próximo jueves 31 se vence la fecha para registrar la solicitud de formar un nuevo partido político. De ahí que en la asamblea con los coordinadores de distrito, la próxima semana en la Ciudad de México, se perfila aprobar la idea de formar un nuevo partido que se llame Alternativa. Indica que una vez que se apruebe esta intención, hará lo que diga la mayoría y presentará su renuncia al PRI.

Precisa que no hay necesidad de que de los simpatizantes de Alternativa presenten su renuncia en masa al PRI, pues simplemente pueden afiliarse a otro partido. 

“La que vale es la ultima afiliación… esa es la que cuenta. Por eso, cuando se constituya el nuevo partido, contarán los que se afilien”, señala y explica que una vez que ocurra eso, automáticamente ya no serán militantes del PRI. Aunque en su caso sí tendrá que renunciar.

–¿Hay desánimo?

–Hay desilusión porque ahora al PRI le faltan líderes. Hay varias cosas que me llaman la atención, con el tiempo veo que durante su gobierno Peña Nieto nunca hizo referencia a los logros del partido, que cumplirá 90 años. Lo que hicieron con Pemex, abandonándolo, pervirtiendo su manejo, con refinerías olvidadas, es un ejemplo. 

“¡Cómo creen que no van a estar molestos los priistas! No hay desánimo, hay coraje porque no puede ser que no se hayan dado cuenta del robo de gasolina; la gente se pregunta qué pasó, por qué se abandonó lo que se había logrado durante años.”

Insiste en que el PRI sufrió los excesos del poder en el gobierno de Peña Nieto y por eso los priistas de base están no sólo desilusionados sino molestos con la cúpula del partido, porque siguen aferrados a esa forma de ejercer el cargo.

“¡Siguen en lo mismo! Por eso no le encuentro mucho sentido a seguir”, dice, y augura un futuro nada prometedor para el PRI.

Insiste: “Va a pasar lo que está ocurriendo en la Ciudad de México; el PRI es un cascarón, es un partido simbólico y testimonial. Se van a quedar administrando la derrota desde la dirigencia, aunque cada vez con menos poder, protegiendo sus intereses personales”, advierte.

En este sentido, Santiago defiende el derecho de los priistas a tener una alternativa para la gente que está muy desilusionada de los partidos y de la política.

“Nuestro nombre es Alternativa. Pareciera que lo hicimos precisamente para este tiempo”, manifiesta, y asegura que éste es el mejor momento de presentar la propuesta de crear un nuevo partido que no esté sujeto al fracaso de otros institutos políticos, como Morena. 


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