Seguro de interpretar los sentimientos de los fieles de todo el mundo, dirijo un pensamiento agradecido a la memoria de San Juan Pablo II, en estos días objeto de ofensivas e infundadas inferencias.., papa Francisco.
Cardenal Dziwisz: viles e incoherentes acusaciones sobre San Juan Pablo II
El arzobispo emérito de Cracovia, secretario de Wojtyla durante cuarenta años, se ha pronunciado sobre las recientes declaraciones de Pietro Orlandi, hermano de Emanuela, ciudadana vaticana desaparecida en 1983, acerca del supuesto comportamiento inapropiado del Papa polaco. El cardenal espera que el "penoso asunto" se libere de "desorientaciones, mitomanías y chacales" y que "Italia sepa velar por el derecho a la buena reputación de los que ya no están".
"Insinuaciones vergonzosas", "acusaciones incoherentes", "irreales" e "irrisorias".
El cardenal Stanislaw Dziwisz ha intervenido en defensa de San Juan Pablo II, el Papa al que sirvió durante más de cuarenta años como secretario particular, tras las declaraciones del hermano de Emanuela Orlandi, la ciudadana vaticana desaparecida en 1983, sobre supuestos comportamientos inapropiados del Pontífice polaco.
Sobre el caso no resuelto de la joven Emanuela, desaparecida a los 15 años tras una clase de música en el centro de Roma, el Promotor de Justicia, Alessandro Diddi, reabrió en enero de este año un expediente, también sobre la base de las peticiones formuladas por la familia en diversos foros. Esta decisión de la Oficina del Promotor de Justicia confirma la voluntad de la Santa Sede de arrojar luz sobre el asunto, adoptando todas las medidas posibles para lograr una reconstrucción exacta de los hechos, en la medida de sus competencias.
Las declaraciones de Pietro Orlandi
El pasado martes 11 de abril, inmediatamente después de Pascua, su hermano Pietro Orlandi, acompañado de su abogada Laura Sgrò, fue recibido por Diddi para prestar declaración y ofrecer toda la información que obrara en su poder. La conversación con el promotor duró casi ocho horas, según dio a conocer el propio Orlandi, quien, entre otras entrevistas, intervino esa misma noche en un programa de la televisión italiana, informando de las declaraciones de un miembro de la Banda della Magliana -organización criminal que siempre ha sido mencionada en el caso Orlandi- sobre supuestas salidas nocturnas de Juan Pablo II y otros comportamientos inapropiados. Afirmaciones, éstas, recogidas en un archivo de audio depositado en la Oficina del Promotor de Justicia, que carecen de pruebas que las corroboren y que han suscitado una ola de indignación general.
Deportaciones y mitomanía
El cardenal Dziwisz tomó la iniciativa y, en una nota difundida a primera hora del día, habló de "afirmaciones temerarias, pero sería más exacto decir insinuaciones innobles" de Pietro Orlandi sobre Wojtyla "en relación con el amargo y doloroso asunto de su hermana Emanuela". El cardenal emérito de Cracovia considera "penoso" este asunto y espera que pueda liberarse "del torbellino de desorientaciones, mitomanías y chacales" que lo ha caracterizado en las últimas cuatro décadas.
Aprovechamiento criminal
"Difícilmente se puede decir que estas insinuaciones, de las que se dice que proceden originariamente de esquivos círculos del hampa romana, a los que ahora se asigna una apariencia de pseudopresentabilidad, sean en realidad acusaciones farragosas, falsas de principio a fin, irreales, risibles hasta la comedia si no fueran trágicas, incluso criminales en sí mismas", afirma Dziwisz. El cardenal reconoce que es "un crimen gigantesco" lo que se ha hecho a Emanuela y a su familia, pero igualmente "criminal es sacar provecho de ello con desvaríos incontrolables, destinados a desacreditar preventivamente a personas y ambientes mientras no se demuestre lo contrario, dignos de la estima universal".
Cerca del dolor de la familia
Esto no quita, escribe Dziwisz, que "el dolor incompresible de una familia que lleva 40 años sin tener noticias de su hija merezca todo el respeto, toda la preocupación, toda la cercanía". Frente a ciertas afirmaciones que "han encontrado eco en las redes sociales y en algunos medios de comunicación, especialmente los italianos", el cardenal se siente en el deber de testimoniar, como secretario privado del Papa, "sin miedo a desmentir", que "desde el primer momento, el Santo Padre se ha hecho cargo del asunto, ha actuado y hecho actuar para que tuviera un feliz desenlace, nunca ha favorecido ninguna forma de ocultación, siempre ha mostrado afecto, cercanía y ayuda de las más diversas formas a la familia de Emanuela".
El deseo del cardenal es de "rectitud por parte de todos los implicados" y la esperanza de que "Italia, cuna universal del derecho, sepa utilizar su ordenamiento jurídico para velar por el derecho a la buena fama de quienes hoy ya no están entre nosotros pero velan e interceden desde lo alto".
Fuente Vatican News.
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