8 nov 2025

Crece el movimiento del Sombrero; 70 mil personas se movilizaron ayer, exigen justicia

Uruapan: la Erupción de 70,000 almas y el desafío a la Nación

La tragedia se viste de blanco y se calza un sombrero de luto. El asesinato del alcalde en funciones, Carlos Manzo, no es un suceso aislado; es un estruendoso y directo mensaje de desafío del crimen organizado a la autoridad y a la paz social, escenificado en Uruapan, uno de los municipios más violentados de México.

La presentación de Grecia Quiroz García, sosteniendo el sombrero de su esposo, no solo simboliza la continuidad de una lucha; cristaliza el rotundo fracaso de las estrategias de seguridad a nivel municipal, estatal y federal. Sin embargo, la verdadera magnitud de la crisis se midió en las calles: el ayuntamiento estimó la asistencia de más de 70,000 uruapensesen una caravana de cuatro horas.

Esta movilización masiva, convocada por los mismos sectores productivos (empresarios, aguacateros, comerciantes) que son víctimas directas de la extorsión, es la evidencia irrefutable de un hartazgo social que ha rebasado los cauces institucionales. 70,000 voces en la calle demuestran que, en Uruapan, el crimen organizado ha logrado establecer un "régimen criminal" que desafía abiertamente la gobernabilidad, haciendo de la extorsión  el motor de su economía y del terror su herramienta de control.

La indignación de Uruapan es un espejo de la situación nacional, una evidencia de la normalización de la violencia extrema y la impunidad, donde la capital aguacatera se mantiene como un foco rojo con percepciones de inseguridad que superan a ciudades como Morelia.

Las palabras de la alcaldesa, aunque cargadas de emotividad y valentía, exponen una cruda realidad institucional:

i) La ineficacia statal llevada a Sheiunbaum : el hecho de que Quiroz García haya tenido que ir a Palacio Nacional no a suplicar, sino a "exigir" a la Presidenta de México que "volteen a ver" al municipio y "saquen a todos esos delincuentes que ellos (gobierno federal) saben en dónde se encuentran", subraya la percepción de abandono y la sospecha de una incapacidad estructural de las altas esferas para desmantelar las redes criminales.

ii) El recuerdo de la abuela del alcalde asesinado, advirtiéndole del riesgo del cargo, evidencia que la clase política honesta en Michoacán opera bajo una sentencia de muerte implícita. El fuerte dispositivo de seguridad que ahora protege a la nueva alcaldesa es el símbolo visible de una democracia sitiadapor el miedo.

El "voto de castigo": la Amenaza de la resistencia civil

El llamado de Grecia Quiroz a un "voto de castigo" en 2027 para Michoacán, en honor a su esposo, es el elemento político más crítico. Este llamado trasciende el dolor personal para convertirse en una amenaza política frontal al partido en el poder (Morena), responsabilizándolo de facto por la sangre derramada.

Si bien el voto de castigo es una herramienta democrática, la relevancia de esta convocatoria radica en su origen: una víctima directa, respaldada por la movilización cívica más grande registrada, compuesta por la sociedad productiva. El mensaje de los 70,000 es inequívoco: si el gobierno no logra garantizar la seguridad ni desarticular las redes de extorsión que asfixian a la región, la ciudadanía empuñará su voto como la última arma.

La retórica del "sombrero imparable" y la demanda de que "tendrían que venir y matarnos a todos para que esta lucha deje de caminar" subraya la transformación de la indignación en un movimiento de resistencia civil organizada. El reto para el Estado mexicano es ineludible: la tragedia de Uruapan y el desafío de los 70,000 marchantes obligan a una revisión profunda de la estrategia de seguridad que, hasta ahora, solo ha contenido las cifras sin desmantelar el poder criminal. El costo de la inacción ya no es solo político; es la vida de sus gobernantes y la soberanía del territorio.

Crece el movimiento del sombrero...


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