8 nov 2025

La IA va por el empleo que usted tiene

 La IA va por el empleo que usted tiene

La columna de Enrique Quintana en El Financiero, aborda el impacto de la Inteligencia Artificial (IA) en el mercado laboral, destacando que el desplazamiento de empleos ya no es una predicción, sino una realidad palpable.

Principales Puntos

En octubre, las empresas norteamericanas registraron el mayor volumen de recortes de empleo en 22 años (153 mil despidos), y la adopción de herramientas de IA aparece explícitamente como una de las causas recurrentes, junto a los recortes de costos.

Cambio estructural: Aunque no se trata de un "cataclismo laboral inmediato", sí marca un cambio estructural, con olas de despidos selectivos en sectores como tecnología, medios, centros de contacto, back-office y funciones administrativas estandarizables.

Lecciones de la historia: La historia del cambio tecnológico (cajeros automáticos, hojas de cálculo, robótica) muestra que se pierden empleos y se crean otros, pero la incomodidad radica en que no son para las mismas personas, ni al mismo tiempo, generando tensión social por la desalineación de habilidades y geografía.

Reconfiguración de habilidades: Las tareas rutinarias de oficina pierden valor, mientras que la demanda se concentra en habilidades como el razonamiento, manejo de datos y dirección de procesos con IA. La exposición es particularmente alta en funciones administrativas.

El caso de México: oportunidad y riesgo

México tiene una menor exposición a la IA generativa (19% de los trabajadores expuestos vs. 26% del promedio de la OCDE), lo que se debe a su estructura ocupacional y menor digitalización. Esto ofrece una ventana de tiempo, pero no inmunidad.

Urge la Acción: El autor advierte que dormirse en la complacencia resultará en un ajuste con más dolor. El mensaje es claro para empresas y políticas públicas:

i) Empresas: deben diagnosticar tareas a automatizar, e implementar formación masiva y breve en datos, análisis, y gestión con IA;

ii) Políticas Públicas: Deben reforzar las redes de seguridad social (seguro de desempleo) y la reconversión laboral con cofinanciamiento.

Conclusión Estratégica

La salida inteligente para las empresas es combinar la adopción de la IA (por sus ventajas de costo y velocidad) con rutas de capacitación para que una parte relevante de la plantilla pueda transitar a los nuevos roles. Lo que definirá la década no será la cantidad de empleos, sino la capacidad de empatar a quienes pierden su trabajo con las vacantes del futuro.

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Coordenadas

La IA va por el empleo que usted tiene/ Enrique Quintana

El Financiero, noviembre 07, 2025 |

En octubre se presentó el mayor volumen de recortes de empleo en las empresas norteamericanas en los últimos 22 años.

Los despidos registrados por Challenger, Gray and Christmas, empresa especializada en reclutamiento, fueron de 153 mil personas, lo que prácticamente triplicó el dato del mismo mes del año pasado.

Entre las causas más recurrentes de los despidos aparece de manera explícita la adopción de herramientas de inteligencia artificial (IA), junto con recortes de costos y un consumo que pierde fuerza.

El desplazamiento de trabajos a partir del uso de herramientas de IA no es una predicción: es algo que ya registran los departamentos de recursos humanos.

¿Significa eso un cataclismo laboral inmediato? No por lo pronto, pero sí un cambio estructural en el mercado laboral.

Veníamos de un mercado con escasez de trabajadores tras la pandemia. Ahora, el ajuste toma forma de olas selectivas en varios sectores: tecnología, medios, centros de contacto, back-office y funciones administrativas estandarizables.

Octubre parece haber marcado un punto de quiebre. La IA no explica todos los despidos, pero ya aparece como motivo frecuente en los reportes corporativos.

La historia de los cambios tecnológicos ofrece una guía de lo que probablemente sucederá. Cuando llegaron los cajeros automáticos, los bancos no desaparecieron: cambiaron. Menos ventanilla, más ventas y asesoría. Con las hojas de cálculo, cayeron los capturistas y surgieron más analistas. En la robótica automotriz, se perdieron tareas repetitivas y nacieron técnicos especializados.

La constante es incómoda: se pierden empleos y se crean otros, pero no para las mismas personas, ni al mismo tiempo ni en el mismo lugar. Esa desalineación —de habilidades, sector y geografía— es la semilla de una tensión social que veremos crecer.

Hay, además, una aritmética global que debe tenerse en cuenta. El Foro Económico Mundial estima que la adopción de la IA creará millones de puestos, pero desplazará también millones de roles, con un saldo neto positivo pero desigual.

La demanda de habilidades se reconfigura hacia razonamiento, manejo de datos y dirección de procesos con IA, mientras declina el valor de tareas rutinarias de oficina.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) enfatiza un matiz crucial: no todos los empleos expuestos son automatizables en el corto plazo. La exposición alta recae sobre todo en funciones de oficina y administrativas.

¿Y México? Aquí hay una ventana de oportunidad, pero también un riesgo de complacencia.

La OCDE calcula que alrededor del 19% de los trabajadores en México están expuestos en el corto plazo a la IA generativa —siete puntos por debajo del promedio del organismo (26%)— por la estructura ocupacional y el grado de digitalización.

Esto podría traducirse en un ritmo más gradual de disrupción, pero no en inmunidad: donde hay cadenas digitalizadas (manufacturas exportadoras, servicios financieros, retail moderno), el impacto será temprano. Sectores con baja adopción digital pueden posponer el golpe, pero a costa de perder productividad y competitividad.

El mensaje para las estrategias educativas, las políticas públicas y las empresas es claro: hay que actuar desde ya.

En las empresas, se debe hacer un diagnóstico fino de tareas, no solo de puestos: ¿qué procesos se pueden automatizar o complementar con IA? También se requiere formación masiva y breve para la transición: datos, análisis, gestión de flujos con IA, diseño de prompts.

En políticas públicas se deben reforzar redes de seguridad: seguro de desempleo transitorio, reconversión con cofinanciamiento empresa-gobierno y certificaciones reconocidas.

Para las empresas mexicanas, la ecuación es estratégica. La IA ya ofrece ventajas de costos y velocidad. Tardarse en instrumentarla es regalar margen. Pero adoptarla sin considerar las repercusiones para la gente es invitar al conflicto: plantillas asustadas, sindicatos a la defensiva, clima político adverso.

La salida inteligente combina casos de uso de alto retorno con rutas de capacitación que permitan a una parte relevante de la plantilla cruzar el puente hacia los nuevos roles.

Es inevitable: habrá pérdida de empleos y también habrá nuevos. Lo que define la década no será la cantidad, sino la capacidad de empatar a los perdedores de hoy con las vacantes de mañana.

Si México usa su amortiguador de exposición para avanzar rápidamente en habilidades, la IA será palanca de productividad. Si se duerme, llegará el mismo ajuste, solo que con más dolor y menos futuro.

Ayer se presentó el Centro Público de Formación en Inteligencia Artificial. Ojalá funcion


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