Nota de la agencia Reuters, en El Mundo digital, 16/04/2008;
Canciones y oraciones de los fieles se mezclaron este miércoles con gritos de '¡Anticristo!' mientras la caravana del Papa Benedicto XVI avanzaba por las calles de Washington.
Varios miles de católicos de todas partes de Estados Unidos, bailando y haciendo sonar panderetas, esperaron horas para alcanzar a ver brevemente al Papa, mientras éste abandonaba la Casa Blanca tras reunirse con el presidente George W. Bush. "Deseaba con todo mi corazón ver al Papa, intentar obtener su bendición", dijo Carolyn Ehli de Moore, Oklahoma, quien sostenía un gran retrato de la Virgen María mientras manejaba su silla de ruedas para encontrar un lugar con una mejor visión.
Sin embargo, las cunetas no se llenaron únicamente de fervor religioso, sino de consignas en contra de la visita del Sumo Pontífice. Protestantes fundamentalistas que deambulaban con megáfonos advirtieron a los católicos que terminarán en el infierno, mientras otros llevaban carteles que acusaban a la iglesia de esconder pedófilos.
Varios miles de católicos de todas partes de Estados Unidos, bailando y haciendo sonar panderetas, esperaron horas para alcanzar a ver brevemente al Papa, mientras éste abandonaba la Casa Blanca tras reunirse con el presidente George W. Bush. "Deseaba con todo mi corazón ver al Papa, intentar obtener su bendición", dijo Carolyn Ehli de Moore, Oklahoma, quien sostenía un gran retrato de la Virgen María mientras manejaba su silla de ruedas para encontrar un lugar con una mejor visión.
Sin embargo, las cunetas no se llenaron únicamente de fervor religioso, sino de consignas en contra de la visita del Sumo Pontífice. Protestantes fundamentalistas que deambulaban con megáfonos advirtieron a los católicos que terminarán en el infierno, mientras otros llevaban carteles que acusaban a la iglesia de esconder pedófilos.
Axel Poessy, originaria de Ontario, dijo que Bush debería arrestar a Benedicto XVI por abuso infantil en vez de recibirlo en la Casa Blanca. Dijo que los votos de celibato de los sacerdotes los llevaban a acosar a los niños. "Si abstienes de tener sexo, estas activando a tu cuerpo a desearlo mas", dijo Poessy.
Manifestaciones a las puertas de la Casa Blanca
Mientras Bush y el Papa se reunían en la Casa Blanca, unos 200 manifestantes protestaban en las cercanías por escándalo de abuso sexual que conmocionó a la Iglesia, del cual el papa dijo estar "profundamente avergonzado. Sostuvieron pancartas que decían "Los sacerdotes católicos son pedófilos" y "100,000 niños abusados en Estados Unidos".
Ray McIntire, de Parkersburg, Virginia Occidental, llamó al Papa 'El Anticristo' mientras deambulaba con un grupo de hombres que llevaban pancartas que igualaban a la Iglesia Católica con Satanás. "Es una religión falsa. Creo que idolatran a ídolos", dijo. "Cada una de estas personas que esta aquí para adorar al Papa esta perdida".
A río revuelto, ganan los vendedores ambulantes
Al margen de los enfrentamientos dialécticos, pero aprovechando el tirón de la visita papal, los que aprovecharon la comitiva para hacer su particular agosto fueron los vendedores ambulantes, que hicieron un buen negocio mediante la venta de camisetas o insignias conmemorativos. "Donamos algo, pero no todo, a la Iglesia. Tengo muchos hijos y nietos, pero la Iglesia tiene que recibir algo", dijo uno de ellos, de nombre Joe Rivera.
Muchos de quienes esperaban ver a Benedicto XVI elogiaban su reputación de reforzar la doctrina de la Iglesia, diciendo que ha sido una luz en una cultura de relativismo moral. Varios dijeron que tuvieron problemas reconciliando las creencias católicas -la oposición al aborto, a la pena de muerte y la guerra en Irak y la lucha contra la pobreza- con la política de Estados Unidos, donde estas posiciones se mezclan tanto en la izquierda como en la derecha del espectro político.
"A veces es difícil votar para los católicos", dijo la Hermana María Theotokos, una monja de la orden de los Siervos del Señor en Washington.
Manifestaciones a las puertas de la Casa Blanca
Mientras Bush y el Papa se reunían en la Casa Blanca, unos 200 manifestantes protestaban en las cercanías por escándalo de abuso sexual que conmocionó a la Iglesia, del cual el papa dijo estar "profundamente avergonzado. Sostuvieron pancartas que decían "Los sacerdotes católicos son pedófilos" y "100,000 niños abusados en Estados Unidos".
Ray McIntire, de Parkersburg, Virginia Occidental, llamó al Papa 'El Anticristo' mientras deambulaba con un grupo de hombres que llevaban pancartas que igualaban a la Iglesia Católica con Satanás. "Es una religión falsa. Creo que idolatran a ídolos", dijo. "Cada una de estas personas que esta aquí para adorar al Papa esta perdida".
A río revuelto, ganan los vendedores ambulantes
Al margen de los enfrentamientos dialécticos, pero aprovechando el tirón de la visita papal, los que aprovecharon la comitiva para hacer su particular agosto fueron los vendedores ambulantes, que hicieron un buen negocio mediante la venta de camisetas o insignias conmemorativos. "Donamos algo, pero no todo, a la Iglesia. Tengo muchos hijos y nietos, pero la Iglesia tiene que recibir algo", dijo uno de ellos, de nombre Joe Rivera.
Muchos de quienes esperaban ver a Benedicto XVI elogiaban su reputación de reforzar la doctrina de la Iglesia, diciendo que ha sido una luz en una cultura de relativismo moral. Varios dijeron que tuvieron problemas reconciliando las creencias católicas -la oposición al aborto, a la pena de muerte y la guerra en Irak y la lucha contra la pobreza- con la política de Estados Unidos, donde estas posiciones se mezclan tanto en la izquierda como en la derecha del espectro político.
"A veces es difícil votar para los católicos", dijo la Hermana María Theotokos, una monja de la orden de los Siervos del Señor en Washington.
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