7 oct 2008

Reunión de la OEA en México

El secretario general de OEA José Miguel Insulza, abogó hoy por la creación de un organismo permanente para discutir de forma periódica los problemas de seguridad pública que afectan al continente.
La inseguridad es una de las "principales amenazas para la estabilidad, el fortalecimiento democrático y las posibilidades de desarrollo de nuestra región", sostuvo Insulza, en la inauguración de la Primera Reunión de Ministros en materia de Seguridad Pública de las Américas, auspiciada por la OEA.
En el encuentro participan 16 ministros de 34 países.
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Diversas intervenciones en la Inauguración de la Primera Reunión de Ministros en Materia de Seguridad Pública de las Américas
-SECRETARIO GENARO GARCÍA LUNA: Licenciado Felipe Calderón Hinojosa, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos; doctor José Miguel Insulza, Secretario General de la Organización de Estados Americanos; distinguidos ministros, miembros del Gabinete Federal, invitados especiales.
Señoras y señores:
Doy la más cordial bienvenida a todas las delegaciones participantes en esta Primera Reunión de Seguridad Pública de las Américas. Agradezco al doctor José Miguel Insulza, así como a todos los países aquí representados por su apoyo para que México sea la sede de esta importante reunión.
Esta distinción tiene un enorme significado para México; lo tiene porque permite expresar junto a naciones hermanas nuestra determinación de combatir frontalmente a la delincuencia.
Lo tiene porque nos permite refrendar una misma convicción de fortalecer el imperio de la ley y proteger nuestras democracias. Lo tiene porque nos permite sumar voluntades y multiplicar esfuerzos en el marco de una estrategia contra el crimen, con mayor alcance continental.
Los criminales en nuestros países tienen la misma meta: el lucro a cualquier costo. Pretenden mantener su esquema de corrupción, violencia e intimidación, cuya premisa es la impunidad por encima de toda expresión legítima del Estado de Derecho.
El crimen organizado busca ampliar sus alcances aprovechando la globalización, los avances tecnológicos y las fronteras geográficas y legales.
Ahora, el reto que enfrentamos como continente, es eficientar con una visión transnacional el combate a la delincuencia, que opera así transnacional; articulando capacidades y fortalezas institucionales en cada Nación, con alcances superiores para desmantelar las estructuras criminales.
A nosotros, los responsables de la seguridad pública en nuestras naciones, se nos ha encomendado la inaplazable tarea de enfrentar este reto y garantizar la plena vigencia del Estado de Derecho, condición necesaria para el desarrollo de nuestro continente.
El cumplimiento de esta misión requiere de la participación de la comunidad internacional, con un eficiente intercambio de información e inteligencia; esto es, más y mejor cooperación en un esquema de total corresponsabilidad, así podremos fortalecer la lucha que libramos a favor de la seguridad, la justicia y la legalidad.
Señor Presidente, señores Ministros:
Esta reunión es la ocasión propicia para sumar y coordinar nuestras capacidades en la responsabilidad prioritaria de luchar eficazmente contra el delito y brindar seguridad a los ciudadanos.
Ahora, tenemos ante nosotros la oportunidad de fortalecer un frente continental en contra de la actividad criminal transnacional. La tarea al interior de nuestros países y en materia de colaboración es inmensa.
México, al igual que otras naciones, está inmerso en un proceso de transformación de las instituciones de seguridad pública, que incorpora el uso de tecnologías, sistemas y experiencias de éxito internacionales para el combate al delito.
El objetivo es contar con instituciones sólidas de seguridad que combatan eficazmente al delito y que protejan y sirvan a la comunidad.
La ofensiva contra el crimen requiere la plena cooperación para responder la exigencia de seguridad de nuestras naciones.
Nuestro compromiso y convicción es total.
Nuevamente sean todos bienvenidos a México.
-DR. JOSÉ MIGUEL INSULZA: Excelentísimo señor Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Felipe Calderón, y sus señores miembros del Gabinete Presidencial.
Señores y señoras Ministros; secretarios encargados de la Seguridad Pública de los países de América y del Caribe:
Es un gran honor compartir el momento inaugural de esta Primera Reunión de Ministros de Seguridad Pública de las Américas con el señor Presidente Calderón, sin cuyo compromiso personal y el de su Gobierno, esta reunión probablemente no habría podido realizarse.
La preocupación que el Presidente Calderón ha destinado en su Gobierno a los problemas relativos a la seguridad pública, las medidas y políticas que ha implementado en este campo constituyen un paradigma del esfuerzo que debemos realizar en las Américas para enfrentar el creciente flagelo del crimen y la violencia.
Aprovecho de celebrar también de modo especial hoy, el quinto aniversario de la Declaración de México, alcanzada en la Conferencia Especial sobre Seguridad, realizada aquí en 2003; en la que se arribó a una nueva definición de seguridad multidimensional, evolucionando de manera definitiva desde una visión relacionada directamente a la protección territorial a otra que pone al ser humano como objeto directo de preocupación de la seguridad.
Señor Presidente, señoras y señores Ministros, delegados e invitados:
En unos momentos más tendré el agrado de entregar un informe más detallado sobre la situación de la seguridad pública en la región.
En esta solemne inauguración quiero subrayar la importancia y la gravedad de la situación que nos preocupa. Los temas atingentes a la seguridad han terminado por constituirse en una de las principales amenazas para la estabilidad, el fortalecimiento democrático y las posibilidades de desarrollo de nuestra región; y debemos actuar, en consecuencia, rápida y enérgicamente para contrarrestar ese riesgo.
Es este un problema que atenta contra la seguridad, la salud, la integridad física y la vida de cientos de miles de nuestros conciudadanos, y que se extiende hasta afectar directamente a los fundamentos del desarrollo económico y político de las Américas.
La integridad misma del Estado, de las instituciones democráticas, se ven severamente amenazadas por la extensión, poder e influencia del fenómeno delictual.
La mayor parte de la violencia que se ejerce contra las personas y los homicidios que se cometen se relacionan con el tráfico de drogas y, en general, con la acción del crimen organizado.
Por cierto, esto no es un hecho general, existen diferencias dentro de nuestros países, pero todos, sin excepción, sufren o comienzan a sufrir las consecuencias de esta lacra.
El primer paso del camino que puede llevarnos a solucionar el problema es reconocer que éste existe, que es crítico y que está en pleno desarrollo. Es una epidemia, una plaga en nuestro continente que mata a más gente que el SIDA o cualquier otra epidemia conocida; destroza más hogares que cualquier crisis económica que podamos sufrir y es una amenaza para las instituciones del Estado, tan nociva como cualquier situación de subversión que hayamos experimentado.
Eliminarla, o al menos reducirla sustancialmente, es una tarea democrática de alta prioridad.
El segundo paso es reconocer, que no obstante los importantes esfuerzos que nuestros Presidentes hacen para combatir el problema y los sustanciales avances que se han logrado, aún subsisten serias dificultades y mucho camino por avanzar antes de poder comenzar a sentirnos satisfechos.
En muchos de nuestros países existen aún incapacidades técnicas y materiales para enfrentar este grave problema, y en el terreno institucional también adolecemos de importantes incapacidades, limitaciones y vacíos.
El Sistema Interamericano cuenta, en el ámbito de la seguridad pública, con instrumentos para hacer frente al fenómeno multinacional que nos acompaña.
Existen instancias hemisféricas como la Convención Interamericana contra la Fabricación Ilícita y Tráfico de Armas de Fuego, Municiones y Explosivos; la Comisión Interamericana contra el Control del Abuso de Drogas; el Plan Hemisférico contra la Delincuencia Organizada Transnacional y la Reunión de Ministros de Justicia o Procuradores Generales de las Américas.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos desarrolla un estudio sobre seguridad ciudadana y derechos humanos, que incluye la realización de consultas a los Estados miembros, a organizaciones de la sociedad civil, a reconocidos expertos regionales e internacionales, que será de gran utilidad para el diseño e implementación de las políticas de seguridad pública democrática de los Estados miembros.
Y, sin embargo, no tenemos aún mecanismos de discusión de las políticas globales de seguridad pública. Nuestras suficientes necesidades en este campo nos exigen un espacio permanente y acuerdos hemisféricos para identificar raíces más profundas del fenómeno global y alcanzar consensos y acciones coordinadas para enfrentarlo.
Y este es el sentido último y trascendente de esta Primera Reunión de Ministros de Seguridad Pública de las Américas.
Quiero insistir en que creo que este tipo de reuniones debe ser más permanente y regular; que debemos constituir un referente técnico y político para la totalidad de los temas concernientes a la seguridad pública, y coordinar nuestras acciones en los campos de la información, la comunicación, la tecnología y todo lo que sea necesario para alcanzar el éxito en la tarea de combatir colectivamente el crimen y la violencia.
Hemos hecho todo lo que ha estado a nuestro alcance para facilitar esta reunión. Hemos contado con la generosa dedicación y el esfuerzo de los representantes de los Estados Americanos ante la Comisión de Seguridad Hemisférica de la OEA, y muy en especial, señor Presidente, con la significativa contribución de México y de su Gobierno, tanto en la Organización de Estados Americanos como en el mismo país, para organizar una reunión que, como siempre en este país, se organiza de una manera que nos enorgullece y nos satisface a todos.
Quiero reiterar nuestros agradecimientos a los Estados Unidos Mexicanos, a su Presidente y a todos ustedes por su presencia en el evento.
Hace pocos días, hablando ante el Foro Interamericano de Paz, el Presidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz, Óscar Arias, nos recordaba que la simple ausencia de guerra no es la paz, y nos decía que nos proponemos alcanzar algo que Rafael Alberti deseaba para la paz: una seguridad que al alba se levante y a la noche no se muera.
Nosotros, señor Presidente, estamos felices de estar aquí y agradecidos. Y no puedo cerrar mis palabras sin manifestarle nuestro reconocimiento por el enorme esfuerzo que usted ha hecho para combatir el crimen en México.
Y sobre todo, desde nuestro punto de vista, para poner este tema, que es esencial, en la agenda de los países de América. Su contribución en esa materia ha sido invaluable y le deseamos el mayor de los éxitos en esta cruzada que usted ha emprendido en su país, para hacer de él un país en paz, un país amable, un país seguro.
Muchas gracias, Presidente.

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