En el Ejército: 40 mil deserciones.

'Difícil detectar a los infiltrados'

Entrevista: General de Brigada Sergio García Vera. Preocupa al Ejército que miembros de crimen organizado ingresen a sus filas

Benito Jiménez
Reforma, (3 julio 2011).- El General de Brigada Sergio García Vera, Subdirector General de Personal de la Secretaría de la Defensa Nacional, afirma que es difícil detectar a miembros del crimen organizado que intentan infiltrarse en las filas del Ejército, situación que le preocupa.
"Es difícil, se emplean los mecanismos que están a nuestro alcance, que es el estudio del origen (de los soldados), sus hábitos, sus costumbres, pero no es posible detectar a alguien que se nos infiltre y que pertenezca a la delincuencia organizada, la condición humana es falible", dijo.
"En este caso detectar a una persona con esas intenciones es más difícil. El examen psicológico es el que determina el interés de la persona, si es de ideas negativas ahí se va a arrojar en el cuestionario. Es el único filtro adecuado que tenemos, lo demás son complemento", dijo el mando militar en entrevista con REFORMA.
Reveló que en lo que va del sexenio su oficina reporta un reclutamiento de 80 mil 808 elementos (hasta el 20 de junio), en su mayoría soldados. En ese periodo, dijo, se han registrado 40 mil 391 deserciones.
El ex comandante de la Primera Brigada Blindada de 2007 a 2009, indicó que el Ejército busca coadyuvar a que la juventud se desarrolle en un clima de paz y evitar que hagan el uso de las drogas.
"Aquí entran en juego todas las artimañas que utiliza el personal por tratar de infiltrarse en una institución tan prestigiosa como el Ejército. Aquí se hacen estudios dactiloscópicos, se analizan la sangre, su procedencia, su entorno, todo para ser un hombre de provecho.
"Pero es difícil, lógicamente se detecta (al que va a desertar) ya después de que lleva un tiempo, y se le empieza a llevar seguimiento, se le hacen exámenes toxicológicos frecuentemente y ya después a manera de muestreo se capta esa persona y si da positivo se le pide la baja", explicó el General, "También hay mucha gente que se desiste y que no se adapta a la vida militar".
De acuerdo con García Vera, diversas unidades del Ejército despliegan en varias comisiones reclutadoras de personal en todo el País para cubrir totalmente sus necesidades de atraer personal.
"El grueso de reclutamiento está en toda la República. Al personal se le destaca como soldados ya formados después de pasar su adiestramiento básico, en actividades de interdicción, terrestre, aérea y anfibia con el fin de lograr el aseguramiento de vehículos, aeronaves, embarcaciones que utiliza el crimen organizado para sus actividades ilícitas.
"También en operaciones de erradicación de plantíos como de amapola como de mariguana, en la incineración de enervantes, en reconocimientos aéreos y terrestres", indicó.
Precisó que los jóvenes que posean tatuajes, consuman cualquier tipos de drogas o sea alcohólicos no son considerados para su ingreso al Ejército.¿Tiene la deserción un costo?, se le cuestiona. "Cuesta el adiestramiento, tuvo un costo, pero esto fue balanceando, sabemos que sí hubo un gasto pero los resultados son buenos, y al desertar menos se reclutan menos.
"Hay muchos que después de desertar ven que afuera está más dificil y regresan, cumplen su castigo y despues enderezan el camino.
"Y los adiestramos, los tratamos hacer hombres de provecho, les tratamos de dar un mayor orgullo, de servir al País, quiero mucho a mi País y soy de origen campesino. La oportunidad la tuve, con mucho trabajo. Aquí en el Ejército no se regala nada, todo tiene que ser con esfuerzo y dedicación... y puede uno llegar", sostuvo el General.
A la baja
La deserción en el Ejército es un delito que disminuye constantemente desde el 2007.

01	15,870
02	15,503
03	14,744
04	18,267
05	20,224
06	16,405
07	16,641
08	9,112
09	6,879
10	4,398

EN 2010 DESERTARON...
3916 Soldados
334 Cabos
 79 Sargentos 2do.
13 Sargentos 1ro
 15 Subtenientes
 39 Tenientes
 1 Capitán 1ro
 1 Mayor
· El Código Penal Militar castiga con una pena de dos meses hasta dos años de prisión el delito de deserción, dependiendo de la situación en la que se abandone el servicio.