‘El Chapo’ ya andaba solo, relata la Marina

 ‘El Chapo’ ya andaba solo, relata la Marina

“El Chapo ya andaba solo y no opuso resistencia en ningún momento”, dijeron mandos navales a La Silla Rota

POR JORGE ALEJANDRO MEDELLÍN

La Silla Rota, especial, 23 de febrero de 2014

Desde la madrugada del sábado 22 de febrero, Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, dejó de ser el poderoso jefe del Cártel de Sinaloa y se convirtió en “el número 75” de una lista de narcotraficantes que el gobierno de México busca desde hace por lo menos 12 años, de acuerdo con el procurador General de la República, Jesús Murillo Karam.

 Esta vez no fue reingresado al penal de máxima seguridad de Puente Grande, en Jalisco, de donde se fugó hace 13 años, un mes y un día.

 A las tres de la tarde del sábado 22, Guzmán Loera fue entregado a las autoridades de penal de máxima seguridad de El Altiplano, en el Estado de México, en medio de un inusitado despliegue de seguridad, por tierra y aire, de la Policía Federal.

 La captura, que mantuvo en vilo a dos sexenios panistas y al priísmo de regreso a Los Pinos, ocurrió en la madrugada de este sábado, cuando 103 elementos de las Fuerzas Especiales (FES) de la Armada de México detuvieron al capo en un condominio del puerto de Mazatlán, culminando un operativo que comenzó dos meses atrás, previo a la Navidad de 2013, en Culiacán, Sinaloa.

Los marinos encargados de la operación fueron enviados desde la ciudad de México.

De acuerdo con la Marina, dos grupos de las compañías Alfa y Bravo de las FES, coparon a Guzmán Loera en el Departamento 401 del condominio Miramar, en el que se ocultó como última opción para evadir el operativo que desde el lunes 17 de febrero lo había ubicado en ese sitio.

 Guzmán Loera huía de la ciudad de Culiacán, en donde la Marina realizó operativos de búsqueda entre el 13 y el 17 de este mes para detenerlo.

 El 17 de febrero “lo teníamos, pero se volvió a evadir hasta que lo localizamos en Mazatlán, en el condominio Miramar”, indicaron mandos navales.

 Días antes, entre el 13 y el 17 de este mes, infantes de Marina y FES de la Armada lograban la detención de operadores locales y de enlaces de Ismael Zambada García, alias ‘El Mayo’ Zambada.

 El jueves 13 de febrero, la Semar realizó operativos en Culiacán, donde detuvo a Joel Enrique Sandoval Romero, ‘El 19’, presunto jefe de sicarios de Zambada, quien de acuerdo con las versiones policiacas, se ocultaba en una alcantarilla. Este personaje es detenido en posesión de 94 armas largas y miles de cartuchos.

 El despliegue naval se mantuvo en la capital de Sinaloa y en esa medida crecieron las versiones sobre la decisión del gobierno federal de detener a ‘El Mayo’, uno de los dirigentes históricos del Cártel de Sinaloa.

 El 19, Sandoval Romero fue trasladado a la Ciudad de México y tras declarar en la Subprocuraduría Especializada en Investigación contra la Delincuencia Organizada (SEIDO) lo ingresan a la prisión de máxima seguridad de El Altiplano, antes Almoloya, a donde El Chapo ingresó cuando fue detenido en 2001, para luego ser trasladado a Puente Grande, Jalisco.

 En los días siguientes, la Marina y la Policía Federal hicieron más cateos y aseguramientos en la ciudad y en rancherías cercanas. El cerco se estrechó, por lo que el jueves 20 de febrero, en la ranchería Guasaría, fue detenido Jesús Peña, presunto jefe de escoltas de Zambada.

 Mandos navales señalaron que los datos obtenidos en estas capturas abrieron camino a las operaciones que se efectuaron en esa ciudad y en Mazatlán.

 Pero la información de inteligencia naval más reciente y confiable acerca de los movimientos de Guzmán Loera en Culiacán, era de la Navidad de 2013. Fue en esos días en que se pudieron detectar al menos siete puntos en los que ‘El Chapo’ estuvo con familiares y amigos celebrando.

 A finales de enero, la Marina confirmó que la actividad regresaba a esos lugares y era muy probable que el líder del Cártel de Sinaloa se moviera de nuevo en esos sitios, sobre todo en Culiacán, en donde estaba más protegido.

 El resto del trabajo de inteligencia se centró en la intercepción de comunicaciones con equipo sofisticado.

 En la conferencia de prensa, ofrecida en el Hangar de la Marina sobre la recaptura de Joaquín Guzmán Loera, el procurador Murillo Karam explicó, sin aceptar preguntas de la prensa, que se evitó detener al ‘Chapo’ en Culiacán debido a que esto hubiera ocasionado una reacción violenta y daños a la ciudadanía.

 El personal de inteligencia de la Armada de México tuvo al narcotraficante en la mira el lunes 17 de febrero, pero no se dio la orden de detenerlo, porque en los siete puntos identificados había gente y las casas están ubicadas en zonas habitadas.

 “Se nos escapó, pero en los cateos a las casas que hicimos en Culiacán encontramos muchos, muchos elementos para ubicarlo luego en Mazatlán, en el condominio”, relataron los mandos navales.

Joaquín Guzmán fue detenido en el departamento 401, ubicado en el cuarto piso del condominio Miramar, un conjunto de viviendas de lujo localizado sobre la avenida Insurgentes, frente al malecón.

 El edificio tiene 11 pisos. Cada departamento tiene 118 metros cuadrados de los que 98 metros están construidos. Tienen dos recámaras y un precio promedio de 190 mil dólares.

 Los marinos detuvieron a Guzmán Loera en compañía de otro hombre. Estaban desarmados. En el departamento que ocupaba Joaquín Guzmán había medicinas para el estómago, productos de belleza y mucha ropa de mujer y varias botellas de agua natural vacías.

 Había también una silla de ruedas y la cena que en la noche del viernes 21 de febrero había dejado a la mitad El Chapo.

 Jesús Murillo Karam destacó en la conferencia de prensa que la recaptura de Guzmán Loera fue “limpia”, “sin disparos, sin dañar a alguien”.

 “El Chapo ya andaba solo y no opuso resistencia en ningún momento”, dijeron los mandos navales a La Silla Rota.

 En el Distrito Federal, las consecuencias de la detención de El Chapo Guzmán ya comenzaron. Los mandos de la Región Naval Central (RNC) han ordenado a todo el personal reforzar de inmediato la seguridad  en las instalaciones navales y en su periferia con rondines armados.

 También se ha ordenado a todo el personal no usar uniforme fuera de las instalaciones, prendas de vestir o accesorios que los identifiquen como elementos de la Armada de México