La CEAV no tiene miedo/ Jaime Rochín del Rincón

La CEAV no tiene miedo/ Jaime Rochín del Rincón, presidente de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas

• "No entiendo mi papel en la CEAV como justificador de los errores de otros. Soy una persona que entiende el dolor de las victimas y su derecho a exigir verdad, justicia y reparación..."

Publicado en El Universal, 23 de febrero de 2015

Todas las tragedias de derechos humanos merecen la misma atención y respeto. Sin embargo, en esta ocasión me referiré a la desaparición forzada de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, que ha cubierto de tristeza, desesperación y dolor a México y el mundo, y motivado reclamos de justicia, verdad y reparación desde hace más de cuatro meses.

Quiero expresar mi respeto y reconocimiento a los familiares y compañeros de los estudiantes desaparecidos, así como a organizaciones de la sociedad civil que los han acompañado. Su lucha por encontrar a sus familiares y compañeros es un ejemplo de esa dignidad y ciudadanía que hace tanta falta para cambiar a México, reconstruir su tejido social y recuperar la solidaridad que se ha ido perdiendo en medio de tanta violencia, criminalidad , corrupción e impunidad.

 

Desde el primer momento en que la Comisión Ejecutiva de Atención a Victimas (CEAV) tuvo conocimiento de los trágicos hechos ocurridos entre la noche del 26 de septiembre y la madrugada del 27b de septiembre de 2014, desplegó a un grupo multidisciplinario de 20 profesionales de las oficinas centrales quienes, en conjunto con el equipo de la delegación de la CEAV en Guerrero, encaminaron todos sus esfuerzos para brindar atención a las personas en situación de victimas-

Incluso el pleno que es el órgano máximo de dirección de la CEAV, designó a un comisionado para dar seguimiento al tema.

Del mismo modo, inscribió a todas la víctimas directas e indirectas en el Registro Nacional de Victimas (Renavi) con el propósito de garantizar su acceso a las medidas de asistencia, atención y reparación integral, así como a todos los derechos que la ley les confiere. No obstante lo anterior, la CEAV no ha tenido oportunidad de interactuar con ellas de manera directa.

La CEAV es una institución que nace de la lucha social por contar con un marco jurídico, instituciones y políticas públicas que protejan a las víctimas de los delitos y violaciones a los derechos humanos. La CEAV representa a las personas en situación de víctimas y les garantiza toda una gama de derechos y servicios que se consagran en la Ley General de Víctimas y se implementan a través del Sistema Nacional de Atención a Víctimas.

Queremos reiterarles a los familiares de las personas desaparecidas de Ayotzinapa, en particular, y a todas las personas víctimas del país, en general, nuestra más completa disposición a cumplir con lo que la ley y el sistema nos mandatan y, en lo que se refiere a este caso, a hacer efectivas las medidas de reparación en cuanto las victimas indirectas nos lo soliciten.

Uno de los aspectos que más nos ha llamado la atención y resulta preocupante, es la estigmatización que se ha hecho de los estudiantes de Ayotzinapa, sus familiares y defensores.

Así lo hemos advertido por parte de algunos medios de comunicación, editorialistas, líderes de opinión, miembros de la sociedad en general e incluso autoridades, quienes se han referido hacia ellos en forma despectiva, a menudo criminalizándolos, señalándolos como  delincuentes o vándalos, los ayotzinapos. Ello contraviene el espíritu de la Ley General de Víctimas, que señala que deben ser tratadas con humanidad y respeto a su dignidad y derechos humanos.

La CEAV es garante de estos principios, por lo que debe señalar y censurar esas conductas y exigir la observancia de las normas.

Además de hacer justicia, el derecho a la verdad es el fin de toda investigación. Las víctimas y la sociedad deben conocer con exactitud los hechos constitutivos de los delitos o violaciones de los derechos humanos que han sufrido, y construir con ellos, de manera colectiva, la verdad histórica de los mismos.  Así los recogen la Ley General de Víctimas en sus artículos 18 y 20, y ese es el compromiso indeclinable de la CEAV.

Del mismo modo, el próximo 1 de marzo, un grupo de expertos convocado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos acudirá a México como parte de un convenio de cooperación técnica firmado entre el organismo internacional y el Estado mexicano, para contribuir a la investigación de esos hechos y resolver problemas estructurales subyacentes a las desapariciones forzadas en México.

En este marco de actuación, el grupo de expertos ha anunciado que evaluará las demandas y necesidades de las víctimas y las respuestas que se han dado hasta ahora, con el fin de hacer recomendaciones al plan integral de atención a las familias de los desaparecidos.

 En este sentido, la CEAV quiere comprometerse públicamente con el grupo de expertos para trabajar conjuntamente en esa dirección y construir propuestas que fructifiquen en mejores políticas y acciones gubernamentales de atención a las personas en situación de víctimas.

Finalmente, quiero decirte, Omar García, vocero de la Escuela Normal Rural de Ayotzinpa, que mires el vídeo en el que expones las razones por las cuales crees que el gobierno le tiene miedo al movimiento  de Ayotzinapa. Hoy quiero decirte que respeto tu punto de vista e , incluso, lo comparto en algunos trazos, pero que , al menos yo, no tengo miedo de ustedes. Y es más, que me gustaría sentarme a conversar contigo. Tienes las puertas de mi oficina abiertas o, si lo prefieres, puedo desplazarme a donde tú quieras para que platiquemos.

Tengo 15 años dedicado a la defensa de los derechos humanos y espero que creas que mi compromiso con el tema es sincero. Como tú sabes, la defensa de los derechos humanos no es un camino fácil y lo he abordado siempre con entereza, aún en circunstancias desfavorables.  Para mí la persona, que por cualquier causa se encuentre en situación de víctima debe ser, y ha sido siempre, el centro de mis esfuerzos. No entiendo mi papel en la CEAV como justificador de los errores de otros. Soy una persona que entiende el dolor de las victimas y su derecho a exigir verdad, justicia y reparación.

Cuando asumí este compromiso, sabía que me iban a reclamar y que lo iban a hacer con fuerza. Así que estoy dispuesto a escuchar y tratar de encontrar soluciones satisfactorias, en conjunto con ellas y las organizaciones de la sociedad civil.

A la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas no le corresponde la investigación judicial de los casos, pero si le toca acompañar a las personas víctimas en el proceso hasta que se cumpla su derecho a la justicia, permanecer con ellas hasta garantizar su derecho a la reparación integra, y nunca abandonarlas, vigilando que se cumpla la garantía de no repetición.

Permítanos cumplir con nuestra encomienda.