Papa Francisco
recorre zona de Sarajevo donde tragedia de Romeo y Julieta se hizo realidad
Puente de
Vrbanja, en Sarajevo. Foto: Andreas Düren / ACI Prensa.
SARAJEVO, 06
Jun. 15 / 06:07 am (ACI).- El recorrido que el Papa Francisco realizó hoy desde
que aterrizó en el aeropuerto de Sarajevo para llegar al Palacio presidencial,
donde tuvo el primer discurso de una larga jornada, fue testigo de la violencia
de la guerra en Sarajevo a inicios de la década de 1990.
Tras la
disolución de la ex Yugoslavia, Bosnia-Herzegovina se vio envuelta en una
dramática guerra basada en odios étnicos, que acabó con más de 97 mil vidas y
dejó cerca de dos millones de desplazados.
La ruta que tomó
el Papa, que hoy se llama Zmaja od Bosne, entonces era la Avenida de los
Francotiradores. Quien pasaba por allí llegaba herido por los francotiradores
apostados en la montaña, o en el interior de algunos edificios.
En un cierto
punto, poco antes del Palacio Presidencial, el Papa encontró a su izquierda la
Iglesia Católica de San José, monumento nacional de Bosnia-Herzegovina que por
un periodo de tiempo se pensó que fuera la catedral de la ciudad.
Dirigiendo la
mirada a la derecha, pudo ver el puente de Vrbanja. Allí murió mucha gente por
los disparos de los francotiradores. Allí murieron también el “Romeo” y la
“Julieta” de Sarajevo.
El puente de
Vrbanja une el barrio bosnio con el serbio, pasando por el torrente Miljacka.
Era obviamente un objetivo privilegiado de los francotiradores.
Los primeros dos
muertos civiles de la guerra murieron allí: eran dos estudiantes, Suada
Dilibegovi y Olga Sucic, una estudiante bosnia y un pacifista croata. Un año
después, Gabriel Moreno Locatelli, italiano, miembro de la asociación “Beatos
los constructores de paz”, fue al puente con cinco compañeros para recordar a
los muertos y, simbólicamente, distribuir la comida a los militares de ambos
bandos. Todos habían sido informados de la ceremonia, pero los francotiradores
dispararon sin importarles nada.
Bosko Brkic y
Admira Ismic sabían todo esto. Él era serbio y ella bosnia. Él era cristiano
ortodoxo y ella musulmana. Se habían enamorado viéndose en un bar, y habían
comenzado una historia de amor imposible en un país golpeado por el odio
étnico.
Fueron a vivir
donde los padres de Admira, y al poco tiempo Bosko arregló todos los papeles
para partir, puesto que habían decidido dejar Sarajevo.
La idea era ir
donde los padres de Bosko, en el barrio serbio, estar un poco allí y después,
finalmente, abandonar la ciudad. Pero, ¿cómo se podría pasar el puente Vrbaja?
Los dos quisieron intentarlo.
El 19 de mayo de
1993 decidieron atravesar el puente. Nunca llegaron a la otra parte.
Un disparo a la
cabeza acabó al instante con la vida de Bosko. También Admira recibió disparos,
pero no murió en el momento. Con las últimas fuerzas que le quedaban, se
arrastró hasta el cuerpo de su enamorado y le abrazó.
Murieron así,
abrazados, y permanecieron abrazados ocho días sobre el puente porque los dos
bandos no se ponían de acuerdo para un cese del fuego que permitiese recoger
los cadáveres.
Tres años
después, los jóvenes enamorados fueron enterrados en el Cementerio de los
Leones, uno junto al otro. El recinto del cementerio está próximo al bar donde
Bosko y Admira se encontraron, se enamoraron y planificaron una fuga que nunca
fue posible.., 06 Jun. 15 / 02:0
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