Impacto 9 de septiembre de 2015
El carácter indomable de Murillo Karam
A Jesús le está lloviendo sobre mojado con las conclusiones del GIEI de la CIDH que han destrozado su ‘verdad histórica’
Jesús Murillo Karam fue de los pocos con el privilegio de escoger en qué posición quería servir al Presidente Peña Nieto.
Pidió la oficina de Marisela Morales y se la concedieron; lejos estaba de imaginar que tras la luna de miel (retirar cargos a militares procesados y censurar el uso excesivo del arraigo, por ejemplo) el mundo se le vendría encima.
Muchos buenos momentos ha tenido en su larga carga política. Me gusta recordarlo en un episodio que por obvias razones no presencié, pero que pintan su carácter independiente e indomable: con la candidatura presidencial vacante por la ejecución de Luis Donaldo Colosio, fue el único gobernador priísta capaz de sugerir al Presidente Carlos Salinas innovar el método de seleccionar al sustituto.
Nadie lo secundó, pero ahí queda aquella experiencia que debió servirle en 2005 cuando en el clima espeso por el enfrentamiento entre Arturo Montiel y Roberto Madrazo fue delegado del PRI en el Estado de México y coordinador de la campaña del candidato a gobernador Enrique Peña Nieto.
Se inauguró como procurador con el estallido en el sótano de un edificio de Pemex y ya entonces su sentido del humor le jugó una mala pasada ante periodistas el 4 de febrero de 2013, cuando para salir al paso de las versiones sobre terrorismo, dijo que en el contenido de una maleta misteriosa encontraron los objetos más peligrosos, fueron esos que tanto nos gustan a los varones, cosméticos de mujer.
Una broma similar, el 7 de noviembre de 2014, marcará injustamente su paso por la PGR: “Ya me cansé”, dijo a un reportero que después de 58 minutos de conferencia de prensa sobre la investigación de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, le preguntaba lo que a otros ya había contestado.
Hoy está fuera del gobierno después de una carrera exitosa en la que ha sido de todo, excepto diputado local, presidente municipal y de la República; la inició en 1971 como secretario del ayuntamiento de Tulancingo y se daba tiempo para impartir clases de historia universal y de México.
En plena desgracia política parecía tener oportunidad de ingresar al servicio exterior, que es la manera de premiar a un amigo, su caso, o de exiliar a quien no se quiere cerca, que fue el de Luis Echeverría, por ejemplo; sin embargo, si el plan persiste, difícilmente ocupará una embajada porque sería entregar su cabeza a senadores de izquierda y derecha; quizá un buen consulado que no requiera la aprobación de los padres de la patria. Por ejemplo, el Presidente Peña Nieto utilizó el mismo recurso con la maestra Morales, hoy cónsul en Milán.
A mi amigo Jesús le está lloviendo sobre mojado con las conclusiones del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que han destrozado su “verdad histórica” sobre la calcinación de los restos de buena cantidad de los normalistas desparecidos la noche del 26 de septiembre de 2014.
No será fácil para el gobierno revertir el efecto mediático y político de las conclusiones del GIEI y tengo la impresión de que sólo el Presidente considera sólida y profunda la investigación de Jesús y que en la PGR no hay interés ni capacidad para sostenerla.
Existe la promesa de que será convocado otro grupo de peritos para destrabar las contradicciones entre los expertos mexicanos y extranjeros, pero mientras los identifican y convencen de involucrarse en el infierno de un asunto tan manoseado, el ex procurador sufre las consecuencias de una reacción tard
No hay comentarios.:
Publicar un comentario