Palabras del Secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso.

"En los próximos días, conforme a sus instrucciones, habremos de iniciar las conversaciones con el nuevo Gobierno de Estados Unidos.

Lo haremos, con la confianza de la importancia que tiene México para esa nación.

Y lo haremos, también, seguros de que en unidad y con objetivos precisos habremos de llegar a un buen resultado...."

Posicionamiento en Materia de Política Exterior

Los Pinos, a 23 de enero de 2017

Palabras del Secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso.

Muy buenos días a todas y a todos.

Con el permiso del señor Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, el licenciado Enrique Peña Nieto, doy a todos la bienvenida a la Residencia Oficial de Los Pinos para escuchar un mensaje en materia de política exterior por parte del Titular del Ejecutivo.

Saludo a los Presidentes de la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores; y al hacerlo, también, saludo y celebro la presencia de Senadoras y Senadores, Diputadas y Diputados del Congreso de la Unión.

Agradezco la presencia de líderes del sector laboral, del sector privado, líderes de opinión. Y a todas y todos ustedes, muchas gracias por estar aquí esta mañana.

2016 será recordado como un año de profundo cambio político en el mundo, como un año de ruptura de paradigmas. Un año en que una porción significativa de la ciudadanía, del electorado, en los países desarrollados, particularmente en Europa y en Estados Unidos, levantó la voz para exigir un cambio de paradigma.

Una ciudadanía inconforme, que exige que se le dé mayor importancia a los intereses de carácter local por encima de las preocupaciones cosmopolitas; un electorado que exige políticas públicas de carácter nacionalista por encima de aquellas que promueven los objetivos de la globalización.

Este cambio es profundo y este cambio habrá de cambiar, en buena medida, las políticas públicas que prevalecen en el mundo desarrollado y la forma en que nos relacionamos entre las naciones.

Este cambio tuvo su primera evidencia en junio del año pasado, cuando de manera sorpresiva los electores del Reino Unido decidieron salir de la Unión Europea, en el llamado voto por el BREXIT.

Después, en noviembre, en Estados Unidos, también de manera sorpresiva, los electores estadounidenses, a través de una mayoría en el Colegio Electoral, votaron por un Presidente que promueve una agenda de cambio hacia el interés nacional y el nacionalismo económico.

Ante esta realidad, México está obligado a actuar en ejercicio de su soberanía, a partir del interés nacional.

Es, por lo tanto, necesario que los mexicanos tengamos un diagnóstico claro, una ruta de trabajo y objetivos específicos para el diálogo y la negociación.

Y también, es necesario que todos, empezando por nosotros mismos, tengamos claro cuáles son nuestras fortalezas y cuál es la importancia de México en el mundo.

En Norteamérica, México es un socio indispensable para la economía y la sociedad de los Estados Unidos.

Cabe recordar que el comercio que realizamos entre México y Estados Unidos supera los mil 400 millones de dólares al día, esto es, más de 500 mil millones de dólares en un año.

Y si lo vemos por estados, aquellos estados que son los que definen los resultados políticos en aquella nación vecina, observamos cómo la importancia de México es palpable de manera concreta.

Por ejemplo, en California, el comercio con México representa darle soporte a 566 mil empleos a través de exportaciones de California a México por 26 mil 800 millones de dólares.

Texas, nuestro principal socio comercial en la Unión Americana tuvo un comercio con México en 2014 por 92 mil 500 millones de dólares de exportaciones texanas a nuestro país.

Esto significa que más de 380 mil empleos, tan sólo en el Estado de Texas, dependen del acceso de las exportaciones texanas al mercado mexicano.

Pero esto no se limita a los estados de California y Texas.

En estados que fueron cruciales para definir el resultado político de noviembre de 2016, las exportaciones estadounidenses a México juegan un papel fundamental, por ejemplo, en Indiana, más de 200 mil empleos dependen de las exportaciones a México; en Pensilvania también, con exportaciones de casi cinco mil millones de dólares a México, más de 200 mil empleos dependen del acceso a nuestro mercado.

En el Estado de Wisconsin, un estado que fue emblemático por su carácter definitivo para el resultado electoral del año pasado, más de 96 mil 300 empleos dependen de tener acceso al mercado mexicano.

En materia de inversión, no podemos olvidar que si bien Estados Unidos es el origen de la mayor parte de la inversión extranjera que hemos recibido en los últimos años, México también es una fuente muy importante de inversiones en Estados Unidos.

Hoy, las inversiones que empresas mexicanas han realizado en Estados Unidos representan ya un acumulado de más de 18 mil millones de dólares.

Y, en materia migratoria, México, juaga hoy un papel cada vez más importante y cambiante, porque han venido también transformándose los flujos migratorios.

Y aquí vale la pena destacar que mientras apenas en el año 2009 se estimaba que había un flujo de más de 380 mil mexicanos indocumentados que cruzaban hacia a Estados Unidos, en el año 2014 esta cifra fue de apenas 80 mil.

Por el contrario, el número de ciudadanos no mexicanos, es decir, de otras naciones que cruzan el territorio nacional para tratar de llegar a los Estados Unidos ha crecido de manera de significativa.

Apenas en 2013 se estimaba que eran alrededor de 215 mil los ciudadanos de otros países que cruzaban por México para llegar a Estados Unidos, y esta cifra a noviembre de 2016 superó ya las 500 mil personas.

Es decir, en tan sólo tres años, más que se duplicó el número de migrantes extranjeros que atraviesan México para llegar a Estados Unidos.

Éste, es un cambio fundamental en la forma en que ocurre el fenómeno migratorio, e implica que Estados Unidos y México hoy comparten un problema, y comparten un interés para resolver juntos esta compleja dinámica de flujos poblacionales.

Señor Presidente:

En los próximos días, conforme a sus instrucciones, habremos de iniciar las conversaciones con el nuevo Gobierno de Estados Unidos.

Lo haremos, con la confianza de la importancia que tiene México para esa nación.

Y lo haremos, también, seguros de que en unidad y con objetivos precisos habremos de llegar a un buen resultado.

Estamos atentos, señor Presidente, a recibir sus instrucciones.

Muchas gracias.