12 feb 2017

La izquierda mexiquense, fragmentada y sin estrategia


La izquierda mexiquense, fragmentada y sin estrategia/
ROSALÍA VERGARA
Revista Proceso # 2102, 12 de febrero de 2017
El PAN y las organizaciones de izquierda tienen clara la importancia de los comicios del próximo 4 de junio en el Estado de México, pero ni así logran tejer una estrategia amplia y duradera para arrebatarle la gubernatura al PRI. Acción Nacional y los perredistas ya agotaron su intento de alianza, del cual los segundos experimentaron la peor parte. Sólo el Movimiento de Regeneración Nacional, reacio a las coaliciones, se muestra confiado; tanto que su representante ante las autoridades electorales mexiquenses, Horacio Duarte, sostiene que la disputa será entre su partido y el PRI.
Desde hace semanas, la efervescencia política en el Estado de México, donde el próximo 4 de junio habrá elecciones para gobernador, desborda los ánimos entre las dirigencias estatales y nacionales de los partidos políticos.
El PRI, que ya cuenta con candidato –Alfredo del Mazo Maza– y se apresta a cambiar a Carlos Iriarte de la dirigencia estatal en su próxima convención de delegados, observa cómo sus rivales tejen efímeras alianzas para posicionarse aun cuando falta tiempo para la designación de los candidatos.
Entre tanto, las organizaciones de izquierda se ven mutuamente con recelo y apenas pueden controlar las pugnas intrapartidistas, sobre todo en el PRD.
La propuesta de coalición PRD-PAN se vino abajo el 23 de enero pasado tanto en el Estado de México como en Coahuila, donde los perredistas insistirán en mantener la unidad con el Partido del Trabajo (PT), según el acuerdo ACU-CEN-004/2016.

Desde la debacle electoral de 2009, el PRD no se recupera. En 2016 incluso se convirtió en la cuarta fuerza política del país, por debajo del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que en sólo un trienio se convirtió en la tercera fuerza política nacional y se robustece en cada proceso electoral (Proceso 2096).
Morena intenta aprovechar la división perredista y trabaja para canalizar el descontento ciudadano contra el PRI y el  PAN. La reportera buscó al secretario de Acción Electoral del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRD, Octavio Martínez, para una entrevista al respecto, pero hasta el cierre de edición no hubo respuesta.
El representante de Morena ante el Instituto Nacional Electoral (INE), Horacio Duarte, habla con Proceso sobre sus expectativas para la jornada venidera en la entidad mexiquense, considerada el preámbulo de los comicios presidenciales de 2018.
Considera que 2017 será un buen año para el avance de Morena en la disputa del Estado de México que, dice, será entre su partido y el PRI.
“Vamos a derrotar al PRI en su bastión. Vamos a ganar la gubernatura para hacer posible un estado más seguro y donde se generen condiciones de vida para todas las familias”, reitera a los reporteros que lo abordan durante los mítines de precampaña.
También suele responder: “Le vamos a ganar a Enrique Peña Nieto en su casa porque los mexiquenses tienen dignidad y saben distinguir”. Al igual que el dirigente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, Duarte reitera que sus militantes no se aliarán con ningún partido.
Cuando se le comenta que el senador perredista Héctor Bautista López busca a Morena para lograr algún acuerdo, Duarte comenta que se firmará un convenio de alianza con militantes del PRD, no con el partido. “Será el comienzo de la segunda desbandada de perredistas”, dice.
El domingo 5, López Obrador y ciudadanos mexiquenses, algunos con militancia partidista, así como empresarios y exfuncionarios, firmaron en Ciudad Nezahualcóyotl el Segundo Acuerdo Político de Unidad por la Prosperidad del Pueblo y el Renacimiento de México.
El acto se realizó un día después de que Cuauhtémoc Cárdenas criticó, sin mencionar nombres, a quienes convocaron a la unidad en torno al presidente Enrique Peña Nieto frente a los embates del presidente Donald Trump porque, dijo, ninguno indica para qué se convoca a la movilización del domingo 12.
Dirigente de la organización Fundación para la Democracia y creador de la agrupación Por México Hoy, Cárdenas convocó a la ciudadanía en general, incluyendo sindicatos, académicos, militantes y simpatizantes de la izquierda, a una reunión para el 25 de marzo con el propósito de crear un amplio directorio de personas “y discutir el rumbo que debe tener el país”.
El PRD, a la deriva
El lunes 6, el PRD reaccionó. Octavio Martínez Vargas, secretario Electoral del CEN perredista, declaró que los exmilitantes que se adhieren a Morena “son personas señaladas por actos de corrupción y su salida no afecta al PRD”.
Proceso buscó a Martínez Vargas para entrevistarlo sobre la desbandada en el PRD y otros puntos, como las disputas internas entre las corrientes Alianza Democrática Nacional (ADN) y Nueva Izquierda (NI) –que controlan el partido en el Estado de México–, las diferencias entre los precandidatos Juan Zepeda, Juan Salinas, Eduardo Neri, Omar Ortega –dirigente del PRD en el Estado de México–, Max Correa, de la Central Campesina Cardenista, y los líderes mexiquenses de la zona oriente,  no respondió.
En un comunicado, el dirigente perredista expuso que el evento de López Obrador en el Estadio Neza 86 fue “un fracaso, como la firma de su famoso pacto denominado Acuerdo Político de Unidad por la Prosperidad del Pueblo y el Renacimiento de México, donde asegura que se están integrando actores importantes de otros institutos políticos y de organizaciones sociales”.
Y agregó: “Hay personajes que simple y llanamente no tienen ninguna representación social; no son liderazgos territoriales ni municipales. Su salida no representa ningún daño ni afecta al Partido de la Revolución Democrática”.
Por el contrario, según él, se están sumando más ciudadanos al PRD que a Morena. Calificó a los firmantes del acuerdo como “corruptos y personas desgastadas que se incorporan al proyecto de Morena que lo ven más como una oportunidad para mantenerse vigentes y no con el que estén plenamente identificados”.
Martínez adelantó que en el proceso interno del PRD esperan la participación de más de medio millón de personas y que el 5 de marzo próximo realizarán una elección interna para designar a su candidato a la gubernatura. No obstante, entre los militantes se menciona a Juan Zepeda como el favorito.
“Evidentemente, el PRD, en coalición con el PT, triunfará en el proceso electoral del próximo 4 de junio”, dijo. Sin embargo, días después se cayó también la coalición con el PT y Movimiento Ciudadano.
Alianza fallida
El 23 de enero los perredistas rechazaron la alianza con el PAN. Muchos militantes querían al senador Alejandro Encinas como su candidato. En 2011, justo cuando disputó la gubernatura al priista Eruviel Ávila, quien resultó triunfador, Encinas no recibió apoyo de sus correligionarios de NI ni de ADN porque rehusó aliarse con Acción Nacional y porque los perredistas estaban en plena disputa personal con López Obrador.
En esa ocasión, Marcelo Ebrard, jefe de gobierno capitalino, sí quería aliarse con el PAN en el Estado de México, pero López Obrador lo presionó para que desistiera. Y así lo hizo. Ebrard dejó colgadas a las corrientes NI y ADN. Muchos perredistas apoyaron a Acción Nacional en ese entonces y así desfondaron al perredismo en muchos municipios, contó un perredista.
En el Estado de México, entre 60 y 70% de los militantes simpatizan con ADN y sus aliados, como Izquierda Democrática Nacional (IDN), encabezada por René Bejarano y su esposa Dolores Padierna, así como Vanguardia Progresista, identificada con el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, quien aun cuando no milita en el PRD quiere que este partido lo postule para la Presidencia en 2018.
En el Estado de México, dicen los perredistas locales, hay una cuña con el alcalde de Texcoco, Higinio Martínez, quien también militó en el PRD. De ese municipio es la precandidata de Morena, Delfina Gómez, quien figura más en los mítines junto a López Obrador que la otra precandidata, la exdiputada federal América Rivera Tavisón, del grupo de Martínez.
En ADN hay tres grupos: uno lo encabezan los senadores Héctor Bautista y Luis Sánchez; otro es el del presidente del PRD en el estado, Omar Ortega, con Juan Zepeda, y el otro es el del presidente municipal de Ciudad Nezahualcóyotl, Juan Hugo de la Rosa.
Entre 30 y 40% del perredismo mexiquense milita con NI, comenzando por el precandidato Javier Salinas, quien es diputado local con licencia; la secretaria general del partido, Ana Yuntzi, y el secretario de Asuntos Electorales del CEN nacional y excandidato a la alcaldía de Ecatepec, Octavio Martínez.
Otro grupo es el del diputado local Arturo Piña y sus aliados, Los Galileos. Por cierto, el precandidato Neri ya se sumó a este grupo, que encabezan Guadalupe Acosta Naranjo a nivel nacional y Saúl López Maldonado, exregidor de ­Tlalnepantla, a nivel estatal.
Por otro lado está Foro Nuevo Sol, con Iván Araujo, secretario vocal del Consejo estatal del PRD.
Para cambiar el método de la elección de candidato perredista a la gubernatura se requiere de dos terceras partes del Consejo Estatal del partido. La idea es que la militancia y la ciudadanía elijan de manera abierta al candidato, y no a puerta cerrada.
Entre los perredistas mexiquenses corre la versión de que Eruviel Ávila llegó a un acuerdo con ADN para que en municipios como Texcoco, Chimalhuacán, Ixtapaluca, Los Reyes La Paz y Nezahualcóyotl, el PRI proponga a un candidato “débil” a cambio de que ADN saque a sus cuadros de Ecatepec, de donde es oriundo el mandatario y a donde pretende regresar cuando termine su gestión.
Uno de los perredistas mexiquenses consultados por Proceso comenta, a condición de omitir su nombre, que ADN busca presidir el PRD nacional y ganarle a NI.
“ADN rompe con NI por la crisis de Ayotzinapa –asegura –. Se alió con Miguel Ángel Mancera y Héctor Serrano, quien es su operador político; además de Bejarano, Carlos Sotelo y una parte de Foro Nuevo Sol con Hortensia Aragón.”
Según él, también hay un presunto acuerdo con Mancera para que la actual presidenta nacional del PRD, Alejandra Barrales, pueda ser la candidata a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México en 2018; de no lograrse, pedirán posiciones en el Senado de la República.
Las derrotas aliancistas
En comicios anteriores en el Estado de México, el PRD acordó 20 alianzas con el PAN y ganó en la mitad de los casos. “De esas 10 alianzas ganadoras, hoy no encontramos un ejemplo de gobierno exitoso que haya surgido de una alianza electoral entre el PAN y el PRD”, comentó el coordinador de los diputados perredistas en el Congreso local, Juan Zepeda, el pasado 28 de noviembre en el marco del Tercer Pleno Extraordinario del VIII Consejo Estatal del PRD.
En esa ocasión se decidió por unanimidad que en la elección de candidato a gobernador mexiquense puedan participar todos los ciudadanos del Estado de México con credencial de elector vigente y que se admitirán candidaturas externas. La fecha de registro fue del 16 al 20 de enero de 2017 y la precampaña se inició el 24 de enero; termina el próximo 1 de marzo. La elección perredista se realizará el 5 de marzo.

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