25 sept 2017

Minuto de silencio en el Senado...; debate

SESIÓN ORDINARIA DE LA H. CÁMARA DE SENADORES
CELEBRADA EL LUNES 25 DE SEPTIEMBRE DE 2017
El Presidente Senador Ernesto Cordero Arroyo: 
Honorable Asamblea:
En su reunión de esta mañana, la Mesa Directiva acordó guardar un minuto de silencio en memoria de las personas fallecidas a consecuencia de los sismos ocurridos la semana anterior.
Les solicito ponerse de pie.
(Todos de pie)
(Se guarda un minuto de silencio)
Muchas gracias.
Favor de tomar asiento.
Compañeros Senadores:
Les informo que en atención a las diversas proposiciones inscritas en esta sesión, relacionadas con los desastres ocurridos en el país a consecuencia de los sismos recientes, la Mesa Directiva acordó emitir un pronunciamiento en el que se recogen los planteamientos de nuestros compañeros Senadores.
El pronunciamiento es el siguiente:
Honorable Asamblea:
México entero está de luto, y de nueva cuenta a causa de sismos.
Los días 7, 19 y 23 de septiembre, las y los mexicanos vimos cómo se perdieron casas, escuelas, iglesias y centros de trabajo, y lamentablemente cientos de vidas en la Ciudad de México, Morelos, Puebla, Estado de México, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz, Guerrero, Chiapas y Oaxaca.
Hasta anoche sumaban alrededor de 421 vidas perdidas. Sus nombres, rostros e historia forman parte de ya de la historia de nuestro país.

Casi todos conocemos a alguien que ese día se encontró la noticia que no tenía más casa, que su trabajo había quedado destruido o que algún familiar o amigo estaban desaparecido o atrapado entre los escombros. Compartimos ese dolor y angustia.
Esperamos que quienes estén desaparecidos sean encontrados pronto con vida. Lamentamos sus pérdidas y deseamos que sus familiares y amigos encuentren pronto la paz y consuelo.
Minutos después del temblor, las calles de México se llenaron de gente que, a pesar del miedo y zozobra, sintieron sus corazones movidos a mirar al otro, compadecerse y salir a su ayuda.
La sociedad civil, autoridades civiles, policiales y militares, expertos internacionales y binomios caninos, han trabajado jornadas extenuantes, hombro con hombro para rescatar la mayor cantidad de vidas. Lo único importante es salvar vidas.
En estos días aprendimos que el silencio que lograr un puño en alto o un ladrido de “Frida”, son signos de esperanza.
También aprendimos que encontrar a una persona viva desata explosiones de júbilo y llanto, y nos unimos en aplausos cuando llegue ese material que se esperaba largo tiempo y se consiguió a través de Verificado 19S, y reconocimos cuando esa persona de escasos recursos aportó cuanto tenía.
A nombre del Senado de la República expreso nuestra gratitud y reconocimiento a todas esas personas generosas.
Una vez más, las y los mexicanos, en particular sus jóvenes, asumimos un papel en la historia de nuestro país. Se ofrecieron desintersadamente manos, habilidades y vidas para retirar escombros, recolectar bienes, acoger a afectados en sus casas y aprovechar las redes sociales para ayudar mejor.
Gracias por este gesto que seguramente volverá a transformar a nuestro país.
A nombre de las y los mexicanos agradecemos profundamente las muestras de solidaridad y apoyo de diversa índole que brindó la comunidad internacional para las labores de rescate y salvamento, en especial los equipos y ayuda de Alemania, Argentina, Canadá, Chile, China, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Los Emiratos Árabes Unidos, España, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Israel, Japón, Panamá, Perú, Rusia, Sudáfrica, Suiza, Turquía, la Unión Europea, Venezuela, las Naciones Unidas y la Cruz Roja, así como líderes internacionales, personalidades, Jefes de Estado y de Gobierno de diversas partes del mundo.
Es tiempo de abrazar a quien lo necesita y velar por su pronta recuperación, llevar a todos los rincones afectados la ayuda necesaria.
Una vez que se rescate a la última persona atrapada, será tiempo de buscar responsables, fortalecer la cultura de la prevención y comenzar la reconstrucción, que puede ascender a varios miles de millones de pesos, todo esto de la mano de la juventud, la sociedad civil y el gobierno.
Septiembre volverá a quedar marcado en la memoria de nuestro país por los sismos, pero más aún, por el rostro solidario de la sociedad mexicana.
Salón de Sesiones de la Cámara de Senadores, 25 de septiembre del año 2017.
Es cuanto.
(Aplausos)
Compañeros Senadores:
Por acuerdo de la Mesa Directiva daremos paso a una ronda de intervenciones de los grupos parlamentarios para referirse a los recientes sismos.
Tiene la palabra, hasta por cinco minutos, y les pido nos ajustemos al tiempo para poder cumplir y escuchar con atención las participaciones de todos.
Tiene…
El Senador Alejandro Encinas Rodríguez: (Desde su escaño) Pido la palabra, señor Presidente.
El Presidente Senador Ernesto Cordero Arroyo: Adelante, Senador Encinas.
Sonido en el escaño del Senador Encinas.
El Senador Alejandro Encinas Rodríguez: (Desde su escaño) ¿Supongo que se abrirá el debate posteriormente, para que intervengamos otros legisladores?
Si no es así, yo solicito el uso de la palabra, en términos del artículo 48, numeral 2 de nuestro Reglamento.
El Presidente Senador Ernesto Cordero Arroyo: Tiene el uso de la palabra…
La Senadora Dolores Padierna Luna: (Desde su escaño) Pido la palabra, señor Presidente.
El Presidente Senador Ernesto Cordero Arroyo: Senadora Dolores Padierna.
La Senadora Dolores Padierna Luna: (Desde su escaño) También para que se agende dentro de la lista de oradores.
El Presidente Senador Ernesto Cordero Arroyo: El acuerdo de la Mesa es que participaran únicamente los coordinadores de los grupos parlamentarios, y en virtud de que no es debate, y yo creo que es derecho de todos expresarnos libremente en nuestro sentir, después de la intervención de los coordinadores de los grupos parlamentarios, abriríamos la tribuna al señor legislador que así lo considere.
Tiene el uso de la tribuna el Senador Emilio Gambo Patrón, del grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional.
El acuerdo de la Mesa es que los señores coordinadores hagan uso de la palabra hasta por 10 minutos.

  • El Senador Emilio Gamboa Patrón: Con su permiso, señor Presidente.

Compañeras  Senadoras, compañeros Senadores:
Hoy son momentos de unión y de solidaridad.
El grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional expresa sus más sentidas condolencias a todas las personas que perdieron a sus seres queridos como consecuencia de los sismos ocurridos en las semanas pasadas.
Compartimos, de verdad, el dolor de nuestras hermanas y hermanos mexicanos, que fueron y resultaron afectados, que sufrieron el deceso de un ser querido o que perdieron todo su patrimonio, a ellos les manifestamos toda nuestra solidaridad en estos momentos tan difíciles que vive nuestro país.
Una vez más, lo vimos todos, la sociedad mexicana se reencuentra, se une en una sola causa: México.
Los mexicanos hemos demostrado en nuestro sentido de solidaridad y de unidad, nos enfrentamos a un momento doloroso, complejo, difícil y muy triste, sí, pero lo estamos haciendo con valentía y fraternidad, sin duda es un esfuerzo de todos los mexicanos.
México es fuerte y lucha una vez más por ponerse de pie y para seguir adelante.
Desde el Senado de la República reconocemos a los miles de mexicanas y mexicanos que salieron a las calles con el único fin de salvar vidas entregándose siempre con un esfuerzo colectivo y ayudar a las víctimas de estos lamentables acontecimientos.
Se trata de mexicanas y mexicanos que están dispuestos a darlo todo para ayudar, incluso si ello implica poner en riesgo su integridad y su propia vida.
Reconocemos el valor y el amor por México, como lo han hecho siempre las fuerzas armadas, la Marina, la Policía Federal, que hemos visto en sus acciones siempre que lo único que desean es el rescate de las vidas humanas, y siempre el apoyo a toda la población mexicana.
Los cuerpos policiales locales, el personal de Protección Civil, los bomberos, así como las instituciones de salud y asistencia de todos los órdenes de gobierno han dado todo su esfuerzo y energía para salvar vidas, asistir a los heridos, atender a los damnificados y coordinar los esfuerzos de los miles de ciudadanos que se han volcado a ayudar y que son héroes anónimos.
México siempre es un país agradecido, gracias por las muestras de solidaridad y apoyo que la comunidad internacional y países hermanos de todo el mundo han expresado y dirigido hacia nuestro país, son una muestra invaluable de la amistad que tiene nuestro país con sus seres queridos, con sus hermanos, en todo el mundo, gracias a todos los que pudieron venir a México a ayudar a salvar la vida de muchas mexicanas y mexicanos.
Frente al mundo México ha mostrado la gran nación que somos ante las inclemencias, entereza, ante los malos tiempos, solidaridad; y ante la adversidad orgullo y nacionalismo, eso hemos demostrado los mexicanos en estos acontecimientos.
En el grupo parlamentario del PRI reconocemos la reacción inmediata del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, quien desde el primer momento ha estado al frente de las instituciones que han actuado con oportunidad para atender éstas y estos lamentables acontecimientos, instruyendo a todos los funcionarios del gobierno federal a atender de tiempo completo a la población afectada por estos siniestros y a concretar el plan de reconstrucción que vendrá a llevarse a cabo en próximos días.
Gobierno y ciudadanía juntos, sumando esfuerzos, hemos enfrentado estos dolorosos hechos, juntos, y lo reitero, juntos seguiremos afrontando los retos, no menores, que están por venir.
En este grupo parlamentario estamos conscientes de que la etapa más difícil está por venir, es necesario que apoyemos a todas las familias que perdieron algún ser querido o a su patrimonio o a ambos, quienes no pueden regresar a sus viviendas y que hoy están durmiendo en la calle o durmiendo en albergues.
Por eso, y atendiendo una demanda social generalizada de que los recursos públicos que se entreguen a los partidos políticos sean dirigidos a todas esas familias para que recuperen sus hogares y regresen a la normalidad que han perdido de sus vidas cotidianas, y hemos acordado que el día de hoy la dirigencia de nuestro partido solicitará formalmente al Instituto Nacional Electoral la renuncia al ejercicio del 100 % de los recursos que corresponden para lo que resta del 2017, esto es un total de 258 millones de pesos que no va a recibir el Partido, sean ellos devueltos a la Tesorería de la Federación, para que dé forma inmediata y se destinen a las acciones de reconstrucción.
Invitamos con pleno respeto a todos los grupos parlamentarios a que se sumen a esta iniciativa a que lleven a cabo una acción similar.
El PRI tiene claro su papel en estos momentos, por ello con altura de miras y velando por generar una mayor cantidad de recursos que se destinen a la población afectada, vamos a presentar iniciativas de reformas constitucionales, lo va a hacer el día de mañana a nombre del grupo parlamentario del PRI en la Cámara de los Diputados el coordinador César Camacho, para eliminar todo financiamiento público a los partidos políticos.
De tal forma que en el año del 2018 se destinen los 6 mil 800 millones de pesos de financiamiento público a la ciudadanía afectada, monto estimado de los que recibirán todos los partidos políticos el próximo año.
De igual forma estamos retomando la propuesta para reducir el número de legisladores eliminado a 200 Diputados federales, 458 Diputados locales de representación proporcional; y en el caso del Senado, 32 plurinominales y 32 de primera minoría, se estima que con ello se contará con un presupuesto el año que viene de aproximadamente 11 mil millones de pesos.
En el PRI estamos conscientes de la grave situación que viven nuestros hermanos, por eso proponemos que los recursos de los mexicanos regresen a los que más lo necesitan y estamos seguros que todas las fracciones parlamentarias en este Senado de la República desean lo mismo, contar con los recursos necesarios y con una estrategia integral nos va a permitir atender de manera rápida y oportuna las necesidades específicas de las zonas y las regiones más necesitadas.
Compañeras y compañeros Senadores:
Es tiempo de exaltar los valores que nos dan identidad, éstos son los que nos llenan de orgullo, que han formado parte de nuestra historia y que nos marcan con orgullo de que somos mexicanos.
Es tiempo de unidad, es tiempo de fraternidad y de solidaridad, de hacer posible que las familias afectadas y la sociedad en su conjunto vuelvan a su vida normal, por eso invito con todo respeto a todos a sumarse a estas propuestas que presenta el PRI el día de hoy y el día de mañana para que sin discursos, sino con acciones efectivas, enfrentemos este gran desafío, con el esfuerzo de todos México saldrá adelante, juntos podremos superar este triste episodio en la historia de nuestra nación, con la frente en alto y en unidad superaremos esta adversidad.
Quiero aquí en esta tribuna hacerle un reconocimiento, sin duda alguna, a todos los héroes anónimos, una sociedad mexicana que salió a las calles a ser solidario con la gente que menos tiene, porque los más afectados por los sismos son los mexicanos que más nos necesitan.
Muchísimas gracias.
Es cuanto, señor Presidente.
(Aplausos)
El Presidente Senador Ernesto Cordero Arroyo: Muchas gracias, Senador Emilio Gamboa.

  • Tiene el uso de la tribuna el Senador Fernando Herrera Ávila, del Partido Acción Nacional.

El Senador Fernando Herrera Ávila: Muy buenas tardes, amigas y amigos legisladores.
México está consternado, nuestro corazón está triste, nos duele el dolor de los demás, nos duele el dolor de todos.
Las imágenes se agolpan en nuestra memoria, los edificios cayendo, los jóvenes saliendo a la calle para ayudar, los cientos de personas llevando agua y comida para los miles de voluntarios.
Los sismos de la semana pasada nos han colocado ante la tragedia y la solidaridad sin cortapisas de la sociedad.
En la Ciudad de México, Morelos, Oaxaca, Puebla, Chiapas, el desastre ha sacado lo mejor de los mexicanos y ha recibido el apoyo internacional.
Preguntémonos a nosotros mismos:
¿Qué haría si mis hijos y yo no tuviéramos nada el día de hoy?
¿Qué pasaría si lo hubiéramos perdido todo?
Tengamos presente la tragedia más allá de nuestra vida cotidiana, más allá de la Ciudad de México, el periodista Jair Ávalos, nos narra lo que ocurrió en Reforma de Pineda, Oaxaca, y lo digo textual:
“Aquí se perdió la propiedad privada y pública, no hay un solo edificio para albergar a los damnificados, y es que muy poco quedó en pie, la alcaldía, el mercado, la estación de ferrocarril, el DIF y el auditorio se cayeron; de seis escuelas, sólo una sirve y hasta las dos iglesias sufrieron daños, el 76 % de las casas se cayeron”.
Por eso, tuvieron que instalar en el campo de futbol municipal el albergue, que recibió a los casi tres mil habitantes que sufrieron daños en sus hogares, en las gradas, en lugar de que se apilen en las barras bravas  de aficionados al futbol, se apilan las colchonetas de las familias damnificadas.
En la Ciudad de México, Morelos, Oaxaca, Puebla, Chiapas hay muertos, escuelas paralizadas, edificios públicos dañados, tensión y temor, pero también hay esperanza, ánimo,  para empezar de nuevo, confianza  en el futuro.
Todos podemos ayudar sin protagonismos,  sin personalismos, es el momento de ponernos de acuerdo para suprimir el financiamiento público a todos los partidos políticos, el frente Ciudadano por México, los panistas y miles de ciudadanos, expresiones diversas, ha plantado suprimir al          100 % el subsidio  a los partidos políticos y al mismo tiempo poner en marcha un plan de austeridad del sector público.
Las demandas son sencillas, eliminar todos los seguros de gastos médicos de los altos funcionarios;  si los altos funcionarios quieren ir a un hospital privado, que lo paguen con su dinero, no con el de la gente.
Eliminar viáticos, gasolinas, de todos los altos funcionarios y, sobre todo, eliminar los gastos de publicidad gubernamental, desde luego, preservando los relativos a Salud, Turismo, Protección Civil y Educación.
La propuesta es integral para iniciar de inmediato la reconstrucción nacional, por eso tenemos que iniciar por el Senado de la República sin simulaciones, el primer  presupuesto que debe ser recortado es el del Senado de la República, ya están iniciativas presentadas, el grupo parlamentario de Acción Nacional no responde a la coyuntura transitoria de un hecho tan lamentable.
Hemos presentado a lo largo de esta legislatura diversas iniciativas para  disminuir el número de Diputados y Senadores de representación proporcional.
La memoria histórica del Senado, define a cada cual en la postura que tomó en su momento y en sus circunstancias, ya están también presentadas  de tiempo atrás, iniciativas por Senadoras panistas que urgían a la eliminación del financiamiento público.
Por eso, celebramos que otras expresiones políticas hayan variado su posición inicial y hoy acompañen esta exigencia.
La unidad que la tragedia está provocando entre las fuerzas políticas, debe servirnos también para diseñar políticas efectivas contra la pobreza y la desigualdad social.
En números gruesos, uno de cada dos mexicanos es pobre, de acuerdo con el Coneval es pobre quien tenga al menos una carencia social y un ingreso menor al valor de la línea de bienestar.
¿Y cuál es el valor de esa línea de bienestar? Coneval lo señala, 2 mil 542 pesos para la zona urbana, mil 614 para el campo, y déjenme decirles, que por debajo de esos ingresos, se encuentran 53 millones 400 mil mexicanos.
¿Y por qué somos tan pobres? Porque en los últimos  142 años, no hemos sabido responder como gobierno, como nación, la pregunta que Ignacio Ramírez, El Nigromante, planteó al gobernador del entonces extensísimo Estado de México, Carlos de Olaguibel: “qué hacemos con los pobres”, como una situación dependiente.
Más aún, desde aquel noviembre de 1803 en que se dieron a conocer los Sentimientos de la Nación, hasta nuestros días, pasando, incluso, por una Revolución, aún está pendiente moderar la opulencia y la indigencia, aún falta mejorar el jornal del pobre.
Desde José María Morelos hasta nuestros días, la lucha contra la pobreza,  siempre ha terminado en derrota para la clase política, si el lanzamiento zapatista de 1994 hizo añicos en el sueño del primer mundo, los sismos del 7 y 19 de septiembre convierten en utopía la visión de quien augura el fin de la pobreza  extrema de los próximos 10 años.
Si bien, no se puede controlar la fuerza de la naturaleza, sí se pueden transformar las  condiciones de vida,  incluida la infraestructura con la que se resiste a los temblores, combatiendo a la pobreza.
Empecemos hoy con el financiamiento público para los partidos políticos.
Las legisladoras y los legisladores de Acción Nacional, concurriremos al debate honesto, abierto y sin simulaciones para hacer que el gobierno gaste lo estrictamente necesario, que se acabe el derroche y que se haga uso del Erario Público para lo que verdaderamente se necesita.
Hagamos, pues, de este ejercicio de reflexión, un ejercicio de congruencia,  que no responda sólo a la coyuntura transitoria, sino que sea un compromiso por México hoy y por siempre.
Ese es el  compromiso de las Senadoras y los Senadores de Acción Nacional.
Espero que otros, ahora acompañen esta dinámica.
Muchas gracias.
(Aplausos)
El Presidente Senador Ernesto Cordero Arroyo: Gracias, Senador Fernando Herrera.

  • Tiene el uso de la palabra el Senador Manuel Bartlett Díaz, del Partido del Trabajo.

El Senador Manuel Bartlett Díaz: Con su venia, señor Presidente.
Señoras y señores Senadores:
La fracción PT-Morena de este Senado de la República, asume con toda claridad el dolor que han sufrido nuestros compatriotas.
Expresamos además,  nuestro reconocimiento al admirable  solidaridad expresada por nuestro pueblo con los  damnificados del sismo,  por la pérdida de vidas humanas y graves daños materiales.
La destacada participación de los jóvenes, los jóvenes mexicanos ha sido apreciada  particularmente en todo el mundo, nos sumamos a este reconocimiento a nuestra juventud.
En la Ciudad de México, como en los estados de Puebla, Morelia, Chiapas, Oaxaca, esos jóvenes solidarios,  han encontrado  junto a la tragedia, han encontrado la lacerante pobreza que nos invade por todos lados, el desempleo, la desesperación,  ante la imposibilidad de recuperarse aquellos que han perdido todo lo que tienen.
Por eso el costo de la reconstrucción va a ser enorme, no sólo para reponer los daños, sino para el apoyo, para que nuestra población lesionada tenga los elementos para reponerse y seguir adelante.
Esto es responsabilidad de todos, sin duda alguna, ya lo han expresado los partidos políticos, algunos un poco retrasados, es de todos esta responsabilidad, sin duda, pero particularmente del Gobierno de la República y de los gobiernos de los estados y municipios. Nadie puede soslayar esta responsabilidad y mantenerse al margen.
Como la acción es indispensable, urgente e inminente, más allá de discursos y de sentimientos que, no dudamos, todos tenemos, tenemos que tomar medidas inmediatas, medidas inmediatas.
Nosotros también tenemos las nuestras, aquí ya han expresado algunos medios para cubrir este enorme gasto, enorme, por lo que decíamos; todavía no se sabe el costo, pero va a ser de una gran magnitud.
El sábado pasado, en el Consejo Político de Morena, nos instruyó a los legisladores del PT-Morena, a presentar la propuesta aprobada por el citado consejo a esta Cámara de Senadores para el financiamiento del Plan Nacional de Reconstrucción y el Apoyo a Damnificados, como establece el Sistema Nacional de Protección Civil.
A continuación cumplimos con esta encomienda y la presentamos al Senado de la República.
Que se detenga la construcción del nuevo aeropuerto que implica un gasto de 200 mil millones de pesos. No podemos presumir de ese elefante blanco cuando tenemos a la población mexicana dañada.
Que se detenga la construcción del nuevo aeropuerto que implica un gasto de 200 mil millones, y como alternativa se construyan dos pistas nada más en el Aeropuerto Militar de Santa Lucía, cuyo presupuesto estudiado sólo ascendería a 60 mil millones, lo cual permitiría dos cosas: resolver el problema de la saturación del aeropuerto actual y destinar los 140 mil millones de pesos que se ahorren al Programa de la Reconstrucción y Apoyo de Damnificados, esto es un asunto de 140 mil millones que se puede aprobar hoy mismo o mañana a más tardar, 140 mil millones.
Que se reduzca a la mitad los sueldos de los altos funcionarios públicos de los tres poderes, y en la misma proporción los gastos del INE y del Trife, nosotros ya lo hemos hecho.
Que se elimine el financiamiento público de los partidos políticos; los gastos de publicidad del gobierno son miles de millones de pesos, los gastos de publicidad del gobierno, ya lo propuso aquí otro compañero, pero no tiene que tomar mucho tiempo, ¿eh? También mañana se puede decir, mañana, miles de millones a los medios de comunicación.
Que se eliminen las pensiones de los ex presidentes. Acaba de salir algunas gracias de los                  ex presidentes que sabemos no sólo no tienen necesidad de esas pensiones millonarias, sino que habrá que hacer un estudio a través del Ministerio Público de las pillerías que están ya surgiendo en los medios de comunicación y en publicaciones muy serias.
Se eliminen los gastos médicos privados y la caja de ahorro de los altos funcionarios; que se venda el avión presidencial. Cómo vamos a viajar en esos aviones que, como se dice, ni Obama tenía, ni Trump tiene, por eso proponemos que se venda el avión presidencial y toda la flotilla de aviones y helicópteros y sólo se mantengan los destinados a la seguridad pública y a la protección civil.
Esto sería también inmediato, no necesitamos esperar el que llegue el presupuesto y tengamos que lidiar con toda clase de fondos y maniobras.
Asimismo, reducirse o eliminarse otras partidas no necesarias o superfluas hasta que se liberen recursos de cuando menos 160 mil millones de pesos más, tenemos el estudio, 160 mil millones de pesos más, los cuales, aunados a los 140 mil millones del aeropuerto, implicarían nada más esto, disponer de 300 mil millones para el Plan de Reconstrucción y Apoyo a Damnificados, apoyo a quienes no pueden, a quienes están en pobreza, a quienes no tienen empleo, a quienes no tienen recursos para volver a tener lo que perdieron en unos solos minutos.
Pues muy sencillo, no se necesitan discursos, salen sobrando.
Aquí están los datos, con esto podemos empezar de inmediato, la gente no puede esperar, está en las calles, de inmediato, 300 mil millones de pesos se pueden disponer ya.
Yo estoy seguro que las autoridades federales lo van a entender y que no van a empezar con más discursos y más discursos cuando es muy sencillo, muy sencillo, con eso tendríamos de inmediato recursos para apoyar a quienes han perdido todo y no tiene recursos para sostenerse en la pobreza brutal en la que nos han sumido estos programas en contra de las clases populares.
Muchas gracias, señor Presidente.
(Aplausos)
El Presidente Senador Ernesto Cordero Arroyo: Muchas gracias, Senador Bartlett.
Tiene el uso de la palabra el Senador Luis Sánchez Jiménez, del Partido de la Revolución Democrática.

  • El Senador Luis Sánchez Jiménez: Muchas gracias, señor Presidente.

Compañeras y compañeros:
Primeramente dar las condolencias a las familias de quienes perdieron la vida este pasado 19 de septiembre y también el pasado 7 de septiembre por los sismos acontecidos.
Reconocer la participación de la ciudadanía en esta hora de emergencia, la fortaleza de México reside en la sociedad.
Para mí es especialmente doloroso el revivir escenas de 1985. Hace 32 años perdí amigas y amigos, compañeras y compañeros en donde yo trabajaba, en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, en ese edificio de Vértiz y Río de la Loza, ahí quedaron muchas compañeras y compañeros, y el ver las escenas que se repiten 32 años después es, insisto, doloroso.
Por eso, por respeto a quienes perdieron la vida, por respeto a esas niñas y niños, a esos hombres y a esas mujeres es que el resultado de esta sesión debiera ser acordar propuestas viables y que atiendan las diversas demandas, y no las diatribas.
Hemos escuchado  a la sociedad, de ahí se desprende la propuesta de los partidos políticos, algunos ofrecen, el ceder el 25 % de sus financiamientos públicos; otros el 50 %; el Frente Ciudadano por México ha dicho que renuncie al 100 % de ellos.
Que si cada partido lo reparte en mano a cada damnificado, que si se van al Fonden, que si ahora se eliminan los plurinominales, son discusiones que se han venido generando, yo pediría tener mucho cuidado.
La sociedad inició exigiendo que el 20 % del presupuesto de los partidos se fuera a la emergencia, y ya se ofreció el 100 %; no vaya a ser que desaparezcamos también las cámaras al rato, empezamos por los plurinominales, y terminaríamos desapareciendo las cámaras.
Por eso y ante esta emergencia el grupo parlamentario del PRD haciendo eco de las propuestas del Frente Ciudadano por México, se pronuncia por restablecer una serie de medidas que permitan dan respuesta, y casi no retórica ni demagógica a los problemas que debemos de enfrentar para la reconstrucción material y la generación de confianza ciudadana para continuar en condiciones de serenidad sus vidas.
El grupo parlamentario del PRD inscribió ya una iniciativa de ley que contiene las líneas de acciones fundamentales para establecer el  mayor fondeo de recursos posibles para iniciar la reconstrucción de las zonas afectadas mediante un plan estratégico y bajo vigilancia ciudadana permanente.
Proponemos elaborar y aprobar con la mayor celeridad posible un programa nacional de reconstrucción y rehabilitación para las entidades afectadas por los sismos.
La creación de un fondo nacional de reconstrucción y los mecanismos que  permitan  propiciar la  máxima transparencia en la radicación y ejercicio de recursos bajo un mecanismo de vigilancia y supervisión ciudadana.
La creación del Fondo Nacional de Reconstrucción 2017 es un  instrumento que pensamos más adecuado para recibir, administrar y distribuir los recursos para el enorme desafío que supone emprender la reconstrucción de decenas de miles de viviendas, así como las instalaciones educativas de salud y de gobierno, reponer infraestructura pública dañada y restaurar los servicios afectados.
Los requerimientos financieros para comenzar estas tareas son de gran magnitud, por lo que es indispensable que el Congreso de la Unión responda estableciendo el orden jurídico más adecuado bajo el cual se va a regular dichas tareas.
El Fondo Nacional de Reconstrucción debe ser el destino confiable y transparente de toda aportación, donación, ahorro y reorientación presupuestal destinada a las tareas específicas definidas en el programa Nacional de Reconstrucción y Rehabilitación 2017.
No queremos que los recursos captados retornen a la Tesorería o se distribuyan a las dependencias del Ejecutivo a criterio del gobierno federal.
Tenemos muy fresca la memoria de la noticia de este fraude en la aplicación de recursos del Programa Nuevo Guerrero. Está ahí la construcción de vivienda que se está cayendo.
La construcción de vivienda en lugares que son peligrosos, es un verdadero fracaso la aplicación de esos 40 mil millones de pesos en el Programa Nuevo Guerrero. Por eso no confiamos ya en esos mecanismos.
Por el contrario, se requiere de la participación y supervisión de instituciones académicas y organizaciones de la sociedad civil para el correcto y eficaz ejercicio de los recursos de dicho fondo nacional.
Para lo que se propone la conformación de un comité ciudadano integrado por personas de probada experiencia, honorabilidad y capacidad de gestión que coadyuve en la vigilancia de los recursos destinados a las tareas de reconstrucción.
Necesitamos el mejor plan, la mayor cantidad de recursos disponibles y una total transparencia en su destino y ejecución.
Somos claros al proponer que los recursos con los que se constituye el Fondo Nacional de Reconstrucción provienen de una partida inicial de 50 mil millones de pesos que deberá preverse en el presupuesto 2018, pero que además debe incluirse desde ya la devolución del 100 % de los recursos remanentes del Presupuesto 2017 destinados a  los partidos políticos, así como el mismo porcentaje de las prerrogativas estimadas para el proyecto del presupuesto del próximo año fiscal.
No tiene por qué ir los recursos a los partidos y derivarlos después a antojo de los dirigentes a los afectados por esta tragedia.
Ante la gravedad del momento y la exigencia social justificada de hacerlos menos onerosos el costo de la democracia electoral en México se requiere comprometer los recursos destinados a los partidos políticos para reorientarlos a  las tareas de reconstrucción nacional aun cuando ha comenzado ya el proceso electoral del 2018, para lo cual también esta fracción inscribió una modificación a lo contenido en el párrafo cuarto de la fracción II del artículo 105 de la Constitución, que haga posible la salvedad que amerita este momento de emergencia nacional.
Es  necesario y así lo haremos en los próximos días, modificar la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales para reducir las prerrogativas ordinarias que reciban los partidos políticos y las agrupaciones políticas nacionales; así como modificar los topes máximos de gasto de campaña en las elecciones y locales asignados a  los partidos políticos y candidatos independientes.
Consideramos además, como parte de los recursos necesarios para constituir el Fondo Nacional de Reconstrucción un recorte del 70 % del gasto de comunicación social de los tres Poderes de la Unión y de los organismos autónomos reorientando directamente esos recursos desde la aprobación del Presupuesto de Egresos 2018.
Se sugiere que estas propuestas sean asumidas también por los gobiernos estatales  y municipales.
Para enfrentar con éxito las tareas de reconstrucción instamos a realizar aportaciones extraordinarias a  los sectores social y privado a este fondo nacional. Pero también a los concesionarios de los bienes de la nación, aquellos que hoy están explotando las minas, las carreteras, las telecomunicaciones, ellos también están obligados a aportar.
Es momento de actuar juntos por México, donde todas y todos nos comprometamos con el objetivo claro y preciso de emprender la reconstrucción y rehabilitación de las zonas afectadas por los sismos de septiembre, asistiendo, atendiendo las circunstancias de las personas damnificadas con prontitud, eficacia y transparencia.
Los esfuerzos parciales aislados por mejor intencionados que sean o que parezcan no constituyen la mejor forma de respuesta, pues siendo útiles tienden a diluirse sin una acción organizativa ni al nivel que requiere la emergencia.
Compañeras Senadoras, compañeros Senadores:
Proponer un mecanismo de acción para este fin es el propósito y el compromiso de las y los integrantes del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en el Senado, y sería la mejor forma de honrar a quienes murieron en esta tragedia.
Muchas gracias.
PRESIDENCIA DE LA SENADORA
GRACIELA ORTIZ GONZÁLEZ
La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Muchas gracias, Senador Luis Sánchez Jiménez.
Tiene ahora el uso de la palabra el Senador Carlos Alberto Puente Salas, del Partido Verde Ecologista de México.

  • El Senador Carlos Alberto Puente Salas: Con su permiso, Senadora Presidenta.

Compañeras y compañeros Senadoras y Senadores:
Quiero iniciar esta intervención manifestando nuestra máxima solidaridad y condolencias para cada una y cada uno de los familiares de las víctimas de los pasados sismos ocurridos del 7 y 19 de septiembre.
Asimismo queremos expresar nuestro más amplio reconocimiento a las autoridades locales, federales y municipales, así como a nuestras Fuerzas Armadas; a todas las instituciones del Estado mexicano; a las del Sector Salud, a la Comisión Federal de Electricidad; a los bomberos; a rescatistas, y a todos los integrantes de los diferentes sistemas de protección civil que han trabajado de manera incansable ante los sismos registrados este mes.
De la misma forma, un profundo y sentido agradecimiento a los miembros de la comunidad internacional, particularmente a aquellos que enviaron rescatistas y personal técnico a nuestro país para apoyar a los damnificados.
Pero sobre todo, sobre todo merece y vale la pena destacar la solidaridad de los miles y miles de ciudadanos que en esta ocasión, como hace 32 años se han volcado a las calles de manera espontánea para apoyar a sus hermanos, para apoyar a las mexicanas y los mexicanos que hoy están en desgracia.
Sólo de esta manera, hombro con hombro con las autoridades es posible explicar la reacción del pueblo mexicano ante estas tragedias que ha permitido mitigar un poco los efectos de los sismos y rescatar aún a personas con vida.
¡Hoy México está unido!
¡Hoy México está de pie!
Desgraciadamente ante el último reporte de la Secretaría de Gobernación, tenemos un número de 324 pérdidas humanas en diversas entidades federativas del centro y sur del país, los números de los edificios colapsados aquí en la Ciudad de México, y los inmuebles identificados sigue subiendo y creciendo.
Pero la realidad es que México, nuestro país ante esta tragedia nacional, su reacción ha sido ejemplar, y debemos de aprender de ella, debemos aprender de los ciudadanos, a pesar de toda esta adversidad, México está de pie, y eso es en gran medida, primero que nada a su gente, a las mexicanas y  mexicanos, pero también a las instituciones y a la cultura que se ha venido trabajando de protección civil, que hemos adquirido después de 1985.
Pero también debemos escuchar el sentir de esas mujeres y de esos hombres que salieron a la calle a ayudar a sus hermanas y hermanos mexicanos, aquí se han venido a dar muchas propuestas, pero creo que debemos de actuar, como ya se ha dicho, sin simulación, y sí con acciones concretas.
En este momento en esta difícil etapa y que estamos por entrar a una más compleja, como lo es la reconstrucción de nuestro país, se requieren acciones concretas. Una de ellas es, y se ha hablado de esa renuncia a los recursos públicos, el dinero de las mexicanas y de los mexicanos que se les asignan a los partidos políticos.
Queremos manifestarlo, que de manera responsable en el Verde hemos renunciado a esos recursos, y lo hemos hecho escuchando el sentir ciudadano. Pero también le hemos pedido y le hemos exigido a la autoridad electoral, que se pueda construir un comité ciudadano, esa contraloría ciudadana, para lo cual también proponemos nombres. 
Proponemos a Enrique Krauze, a Carlos Elizondo Meyer, a Ana Laura Magaloni, Leonardo Curzio, Héctor Aguilar Camín, Ricardo Raphael, para que ellos puedan vigilar y constatar ante la sociedad mexicana, que los recursos que se logren captar, y esta bolsa, sea apliquen directamente a donde tienen que llegar estos dineros.
En el Verde decimos: “No, por regresar el dinero al Fonden; y sí por un Comité de Acompañamiento Ciudadano para el ejercicio de estos recursos”. Este dinero es de los mexicanos y es para los mexicanos.
Pero también tenemos propuestas concretas, respuestas que debemos de llevar desde aquí, desde lo legislativo.
Vemos con buenos ojos la propuesta del Revolucionario Institucional, que busca atender estos reclamos ciudadanos y ahorrar recursos importantes del Estado mexicano para atender esta tragedia. Pero también hay que decirlo, ante esta oportunidad única que tenemos en esta coyuntura, tenemos que aprovecharla y capitalizarla en beneficio de México y escuchando a las mexicanas y los mexicanos. Por eso tenemos que hacer la tarea completa e ir más allá.
La transformación de nuestro sistema político mexicano debe ir más allá, al contar con la voluntad expresa de todos los partidos políticos.
Hoy en el Verde estamos convencidos que debemos tomar diferentes medidas. Primera, eliminar el financiamiento público a partidos políticos y legislar el financiamiento privado, cero pesos a partidos políticos, reducción del Congreso mexicano, sí, pero vamos a ver si ya lo vamos a hacer, hagámoslo de fondo y que realmente impacte.
Proponemos la eliminación de 300 diputadas y diputados federales, así como eliminar 96 Senadores y dejar un Senador por entidad federativa.
La eliminación de la representación proporcional en los estados también, vamos adelante con ello y terminemos con los pluris, tenemos que avanzar en la legislación secundaria en gobiernos de coalición, para que nos permita tener gobiernos mucho más aceptados por nuestra sociedad, tenemos que ir ante esta oportunidad y ya que haremos la legislación y abrimos la legislación de la Constitución, vamos a esa segunda vuelta.
También queremos ahorrar dinero, tenemos que ahorrar tiempo y tenemos que reducir los tiempos de campaña.
Vamos al  50 % de tiempos de campaña para pasar de 90 días, a 45. También cero spots a partidos políticos, cero spots a partidos políticos y permitir la compra con financiamiento privado de espacios de radio y televisión. Total libertad en contratación a medios de comunicación para esa libertad de acceso.
Amigas y amigos:
Casi todas estas medidas implican un proceso legislativo, todas ellas tendremos que ir a ponernos de acuerdo, y yo creo que será algo sencillo, ante lo expresado y manifestado por todos los institutos políticos, pero también hay que ser muy claros y muy honestos cuando le hablamos a México.
Hoy lo que se requiere son recursos para iniciar esta etapa de reconstrucción y recuperación de todas las personas que se han visto afectadas en su vivienda y en su vida diaria. Por eso podemos tomar acciones concretas, y una de ellas es construir en una semana una bolsa de alrededor de mil millones de pesos, y es tan fácil, como ir a renunciar a la autoridad electoral a ese 25 % de asignación de prerrogativas de dinero que son de todas y todos los mexicanos, sin simulaciones, sin buscar el evento, la nota y la foto, pero sí con acciones concretas que es donde nosotros como partidos políticos debemos de responderle al clamor popular, México nos lo está exigiendo y tenemos que actuar en consecuencia.
Vamos por esos mil millones de pesos para esta semana, una bolsa que podemos construir de manera clara y oportuna, después vamos a todas las propuestas.
Aquí está la propuesta del Verde, que verdaderamente le sube aún más a la propuesta del Revolucionario Institucional. Eso, eso es hablar de manera seria, eso es hablar de manera responsable sin simulaciones, ni como dicen coloquialmente: pateando el bote para el próximo año.
Hoy hay mexicanas y mexicanos que tienen la urgencia de ser apoyados y rescatados. Actuemos en consecuencia.
Pido a la Presidencia de ese Senado de la República que ojalá en la sesión del próximo martes iniciáramos dando cuenta, dando cuenta de qué partidos políticos cumplieron, cumplieron con esta oportunidad de otorgar una bolsa de mil millones que pudiera ser afectiva de manera inmediata.
Y decirle a México: “Qué partido político cumplió y quién simplemente vino a simular:
Vamos, pues, por mil millones de manera inmediata, y vamos, vamos a trabajar las reformas legislativas que hoy se han puesto en la mesa y que creo que todos coincidimos.
México está de pie y tenemos una oportunidad única, y considero yo irrepetible para poderle responder a las mexicanas y a los mexicanos a un clamor que nos están diciendo.
Atendamos, pues, de manera pronta, oportuna, inmediata ese clamor popular, y va por México.
México está de pie. “Y Fuerza México”.
Muchas gracias.
Muy buenas tardes.
(Aplausos)
La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Muchas gracias, al Senador Carlos Alberto Puente Salas.
Señoras y señores legisladores:
Tenemos enlisados a 15 compañeras y compañeros que están solicitando hacer uso de la palabra para un posicionamiento personal sobre el tema que estamos abordando.
Y quisiera pedirles su comprensión para que pudieran, para poder hacer uso racional del tiempo, que nos circunscribamos a tres minutos por cada participación, por cada participante, y podamos así desahogar esta participación.
Tiene, en primer lugar, el uso de la palabra la Senadora Dolores Padierna Luna.
Seguiría el Senador Alejandro Encinas Rodríguez.
Está también solicitando la palabra el Senador Jesús Casillas Romero.
La Senadora Angélica de la Peña Gómez.
La Senadora Mariana Gómez del Campo Gurza.
La Senadora Layda Sansores San Román.
La Senadora Yolanda de la Torre Valdez.
El Senador Héctor David Flores Ávalos.
El Senador Fidel Demédicis Hidalgo.
El Senador Jorge Luis Lavalle Maury.
El Senador David Monreal Ávila.
La Senadora Andrea García García.
El Senador Adolfo Romero Lainas.
El Senador Javier Lozano Alarcón.
El Senador José Marco Antonio Olvera Acevedo.
Tiene el uso de la palabra el Senador Alejandro Encinas Rodríguez.
El Senador Isidro Pedraza Chávez: (Desde su escaño) ¡Presidenta!
La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Sonido en el escaño del Senador Isidro Pedraza.

  • El Senador Isidro Pedraza Chávez: (Desde su escaño) Gracias.

Yo quisiera hacer una moción al Pleno y a usted para que llame a los compañeros Senadores a que en congruencia con lo que expresan estén presentes en este Pleno, en esta discusión y en este posicionamiento, porque no es posible que digan: “Que es algo que los lastima, que los hiere”, vengan, hablen y se salgan”.
Llámelos a que se integren.
Pase lista para que se ponga la rectificación de quórum, por favor, y anóteme para hacer uso de la palabra.
La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Gracias, Senador Pedraza.
El Senador Miguel Barbosa Huerta: (Desde su escaño) Pido la palabra, señora Presidenta.
La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Senador Barbosa, por favor.
El Senador Miguel Barbosa Huerta: (Desde su escaño) Rogarle me pueda anotar dentro de los Senadores que puedan hacer uso de la palabra.
La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Lo apuntamos con gusto, Senador Barbosa.
El Senador Miguel Barbosa Huerta: (Desde su escaño) Gracias, Presidenta.
La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Tiene la palabra el Senador Alejandro Encinas.
El Senador Alejandro Encinas Rodríguez: Compañeras y compañeros:
Estamos ante una tragedia que aún no alcanza su total magnitud, ni sus mayores efectos.
De nueva cuenta los sismos han cimbrado al país y a todas las instituciones públicas.
La ciudadanía se ha empoderado nuevamente de la emergencia rebasando a la propia autoridad en todos sus niveles.
Miles de jóvenes han hecho suyas las calles y las comunidades más remotas. Ha surgido una nueva  generación de mexicanas y de mexicanos que quieren transformar este país, es la generación del “Verano del 2017”, jóvenes que hicieron suyas las calles y que espero hagan suya la ciudad y hagan suyo el país.
Es momento de hacer un alto en el camino y dejar atrás la simulación y el mercadeo político.
Qué bueno que han aceptado reducirse los partidos, sustancialmente, sus prerrogativas. Pero no nos vayamos al extremo de la demagogia y de la simulación, mucho menos a la privatización de la política y de las elecciones, dejando en manos el dinero de los poderes fácticos y delictivos, los procesos electorales y el desarrollo de la vida política del país.
No se trata de volver a la normalidad anterior, al contrario, esa es justamente la que queremos dejar atrás, la normalidad de la corrupción, de la simulación y de la indiferencia.
Los sismos han puesto en evidencia la vulnerabilidad en la que estamos expuestos, pero también lo peor de la condición humana y de las prácticas de la clase política.
Ahí vemos a gobernadores que retienen o desvían la ayuda para promoverse políticamente.
Cadenas comerciales que incrementan sustancialmente sus ventas sin hacer descuentos, e incluso, aumentan los precios de las mercancías, o incluso, la difusión de información falsa.
¿Qué lecciones nos deja esta tragedia?
Yo creo que, en primer término, es necesario ir a fondo en la revisión de nuestras políticas de prevención, desde la revisión de la alerta sísmica que está diseñada solamente para la zona metropolitana del Valle de México, cuando es necesario extenderla al resto del país hasta los protocolos de prevención que se siguen en las escuelas, donde en todas y cada una de ellas, públicas o privadas, se aplicaron protocolos distintos, o incluso, el cumplimiento total de las normas, porque como lo vimos en el aeropuerto o en este mismo Senado, las puertas de emergencia estaban cerradas con candado.
Se requiere revisar todo: planes de ordenamiento territorial, reglamentos de construcción, programas de prevención y respuesta, pero tenemos asuntos mayores que atender.
En primer lugar, el abandono del programa de atención a sismos de gran magnitud que existía ya, formulado por el gobierno local y el gobierno federal, junto con las autoridades civiles y militares, en donde se definieron con toda precisión las líneas de mando en la emergencia.
No se cumplieron las líneas de mando en esta contingencia, como tampoco se llevó a cabo el cumplimiento de los convenios para llevar adelante el inventario de maquinaria y equipo, público y privado, para las labores de rescate.
Los convenios con hospitales privados para la atención de damnificados.
Los convenios con las escuelas privadas para atender a los alumnos que vieron perdido su centro escolar.
La distribución adecuada y los relevos en el trabajo de los voluntarios, y algo que es lamentable, el ocultamiento de los Atlas de riesgos sísmicos, volcánicos, oídos meteorológicos que tenemos en la ciudad y en muchos estados del país, argumentando que eso afecta el mercado inmobiliario.
Es necesario un cambio de fondo, y ello va a tener que ver con el rediseño de la política para atender las emergencias.
Qué bueno que se incremente este fondo para atender la emergencia, pero no es suficiente.
Habrá que echar mano de los recursos del Fonden, de los bonos catastróficos del Banco Mundial, de un régimen profundo de austeridad en los tres poderes y, por supuesto, además de la drástica reducción de los recursos de los partidos políticos, lo que corresponden a los tres poderes de la unión.
Concluyo. Yo creo que es momento que este Senado en su carácter de integrante del Sistema Nacional de Protección Civil, vaya más allá de lo declarativo e intervenga con claridad en el desarrollo de un programa de reconstrucción, que ponga como prioridad la protección a la vida, la salud, la alimentación, la vivienda, la educación y, particularmente, la integridad y respeto de los derechos humanos de todos los damnificados.
Muchas gracias.
La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Gracias, Senador Alejandro Encinas.
Tiene el uso de la palabra la Senadora Dolores Padierna Luna.
Haciendo la recomendación de que nos constriñamos al tiempo establecido de tres minutos.

  • La Senadora Dolores Padierna Luna: Con su venia, Presidenta.

Los sismos acabaron con las vidas de muchos mexicanos, nuestros pensamientos y nuestras acciones deben estar primero con ellos y con las familias y vecinos que les lloran, y que también perdieron sus patrimonios.
La generosidad y capacidad solidaria que los mexicanos volvimos a mostrar en estos días deben ser ejemplo para los gobernantes y guía indispensable en las acciones de reconstrucción.
A raíz del sismo del pasado 19 de septiembre, justo cuando conmemorábamos lo ocurrido 32 años antes, miles y miles de ciudadanos salieron a las calles y caminos a dar muestra de infinita capacidad solidaria de la sociedad mexicana, la lentitud oficial para atender la emergencia quedó evidenciada en numerosos testimonios de pobladores de comunidades apartadas, pero también en las denuncias en las concentraciones urbanas.
Sigue siendo indispensable y urgente atender el clamor social que demanda continuar las tareas de rescate hasta el último minuto que exige la transparencia y honestidad en el manejo de la ayuda, así como de las tareas de reconstrucción, una reconstrucción que de acuerdo a la magnitud de los daños se requieren alrededor de 300 mil millones de pesos.
Por eso, las propuestas que han hecho aquí algunos partidos políticos de sólo renunciar a sus prerrogativas y otros beneficios son insuficientes, son necesarias, entonces, las acciones planteadas aquí por el Senador Manuel Bartlett que sí suman alrededor de 300 mil millones de pesos, y se requiere, entonces, hacer una cirugía mayor al presupuesto próximo.
Los ciudadanos desconfiados, a fuerza de ejemplo de corrupción impune, han rechazado en las calles, en las redes, en las plazas que se pretenda condicionar apoyos o que se acaparen los envíos de ayuda con intención no de organizar su distribución adecuada, sino de usarlos para clientelas electorales.
El país no puede nunca más volver a la normalidad, porque no es normal que la negligencia y la corrupción se cobren vidas en zonas habitacionales construidas en lugares riesgosos, o porque no es normal que algunos pretendan dar vuelta a la página argumentando que se trata sólo de un fenómeno natural sin considerar, por ejemplo, la mano de la corrupción que autoriza edificaciones que no cumplen con las normas, igualmente condenable resulta que se pretenda obtener de la tragedia beneficios para la imagen de personajes públicos.
El caso emblemático ocurrió en el Colegio Rébsamen, donde todo parece indicar que al menos se tuvo la tentación de utilizar la tragedia para apuntalar los bonos de un suspirante a la Presidencia, estos afanes, como todos sabemos, terminaron dañando la imagen de la Armada de México, una de las instituciones más confiables a los ojos ciudadanos.
No habrá regreso a las viejas rutinas en un país que ha dado pruebas más que suficientes de su profunda entereza de cambio, los desafíos que tenemos delante son enormes y no podrán ser encarados si se cree que los sismos sólo sacudieron el suelo que pisamos. Estamos en la antesala de un sacudimiento social que exigirá a todos no actuar con las mismas recetas del pasado, de los escombros surgirá, está surgiendo un México con un rostro muy distinto, un México que exige gobernantes que escuchen y atiendan, un México libre y justo que ya miles y miles, sobre todo los jóvenes que nos llenan de esperanza, están construyendo en nuestras lastimadas calles.
Muchas gracias.
(Aplausos)
La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Gracias, Senadora Padierna.
Tiene el uso de la palabra el Senador Jesús Casillas Romero.
Continuaría después del Senador Casillas la Senadora Angélica de la Peña Gómez.
El Senador Jesús Casillas Romero: Gracias, Presidenta.
Quiero iniciar mi intervención expresando mis más sentidas condolencias a familiares de víctimas que perdieron la vida en los dos sismos que se registraron en nuestro país y, desde luego, mi solidaridad permanente y mi compromiso de trabajo en favor de los damnificados.
Fuerza México, esa fue la respuesta que tuvieron los ciudadanos, instituciones públicas y privadas ante los lamentables acontecimientos del pasado 7 y 19 de septiembre.
Hoy estamos aquí reunidos para discutir qué es lo que sigue, lo que pasó en días pasados, muertos, heridos, desaparecidos, damnificados, personas atrapadas entre los escombros, edificios públicos, privados y habitacionales destruidos, inmuebles en peligro de caer, interrupción del servicio de energía eléctrica, fugas de agua y de gas, múltiples rupturas en el asfalto y prácticamente la paralización de varias ciudades y poblaciones, hechos que de nueva cuenta han patentizado la solidaridad de los mexicanos al organizarse para proporcionar ayuda humanitaria y rescate a centenares de personas atrapadas.
La población civil se abocó a prestar auxilio a sus semejantes ante la dimensión de la catástrofe, que a través de grupos de voluntarios se aprontaron a labores de búsqueda y rescate.
El día 19 de septiembre, día que se causó los mayores estragos y pérdidas de vidas  humanas, los mexicanos atónitos nos dábamos crédito a lo que estaba pasando y menos ante la exactitud coincidente de que volviese a ocurrir una tragedia en la misma fecha en la que ocurrió pero en 1985, por cierto, el más mortífero de los sismos de la historia de México.
Aun así, como en aquella fecha, los ciudadanos comenzaron a integrar grupos espontáneos para prestar auxilio al prójimo conocido o desconocido, eso no importaba, aún a riesgo de sus propias vidas.
Hoy hay que reconocer a la población joven de este país que de manera espontánea se presentaron en el lugar de la tragedia para prestar auxilio, pero también es importante reconocer a instituciones de nuestro país que han estado, estuvieron y seguirán estando ahí, desde luego al Ejército Mexicano, a la Marina Armada de México, a las unidades de protección civil de todo el país que han estado listas en ofrecer su ayuda y la mano solidaridad, a los bomberos, a los famosos topos, a los rescatistas de varios países que estuvieron aquí también de entidades de la República.
He escuchado con atención las propuestas que los grupos parlamentarios aquí representados han ofrecido para apoyar a las víctimas y damnificados. No seré yo quien las califique, pero lo que sigue es que nos pongamos de acuerdo, que dialoguemos, que discutamos, que negociemos, a fin de cuentas lo que se requiere aquí es que lleguemos a los acuerdos necesarios y que la ayuda llegue a quien más lo necesita.
Eso es lo que reclama la sociedad, ponernos de acuerdo para ofrecer las mejores soluciones para quienes hoy sufren, por eso más que la solidaridad lo que requerimos aquí es la unidad, la unidad como mexicanos y que de veras esa “Fuerza México” se convierta en la unidad de todos, porque además así lo reclaman los mexicanos, pero así lo reclama la conciencia de cada una y de cada uno de los que estamos aquí.
Porque estoy seguro que sin importar la ideología política, sin importar la procedencia partidista, todos estamos aquí y estoy seguro que estamos aquí para defender los intereses de México, porque estoy seguro que todos  y todas amamos este país.
Por su atención, muchas gracias.
(Aplausos)
La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Gracias, Senador Casillas.
Senadora Angélica de la Peña.
Y en turno seguiría la Senadora Mariana Gómez del Campo Gurza.
La Senadora Angélica de la Peña Gómez: Con su venia, señora Presidenta.
Señoras y señores:
Creo que los discursos que hemos escuchado aquí de todos los que han hablado, han puesto en relevancia la importancia de que demos una respuesta ante lo que está aconteciendo en nuestro país.
Una respuesta que creo que es importante rescatar. Debe ser acorde a la solidaridad desbordada por parte de distintas personas, de distintas clases sociales, de la sociedad civil que ante esta tragedia  de los sismos de septiembre han venido manifestándose, desde todos los aspectos, cada quien desde su posibilidad, cada quien desde su propio sentir, cada quien a partir de sobrevivir, incluso, las condiciones más adversas se ha notado y evidenciado que la sociedad civil mexicana, que particularmente las y los jóvenes, ese estereotipo de los “millennials”, por cierto tiene que reconstruirse, respecto de que los jóvenes son individualistas, etcétera, etcétera, eso también se reconstruyó.
Pero los partidos políticos, particularmente, el gobierno también, no hemos estado a la altura de lo que está haciendo la sociedad civil.
Esa es la verdad, estamos llegando a veces reactivos, a veces no sin oportunismo, a veces simulando también de que se regresan recursos, pero sabemos muy bien que hay que tomar algunas medidas para evitar simulaciones, y por eso tomé la palabra.
Cuidado con que regresemos a la época de Ávila Camacho o de Díaz Ordaz, tengamos mucho cuidado con eso. También tengamos cuidado que en un país que tiene una gran preeminencia de dineros negros, puedan darle la vuelta y estar financiando candidaturas. 
Por eso hemos pedido que además de que el INE también tiene que tener recortes, no los sufra  el área de fiscalización, hay que decir las cosas como son.
Por supuesto que los medios de comunicación, en el caso de las gacetillas, de todo lo que los gobiernos dan para promoverse en los medios de comunicación, como señala la Constitución, efectivamente no se recorte en asuntos de emergencia o de salud o de educación.
Cómo dice, por cierto la Constitución, pero en todo lo demás tiene que haber recortes, tiene que haber tanto subejercicio como ahorros, también tienen que dedicarse a la reconstrucción, y también tenemos que evitar que no haya simulaciones de que no apoyan, pero apoyan por el otro lado medios de comunicación, también eso puede pasar.
De tal forma, que estamos obligadas y obligados a los partidos políticos, también  a reconstruir la forma como hacemos proselitismos, la forma como nos  comunicamos con la gente, las candidaturas, no solamente de los partidos, sino también las candidaturas independientes, tienen que ajustarse a lo mismo para evitar simulaciones y, sobre todo, para evitar que tengamos candidaturas  que son realmente apoyadas por los recursos de las personas que tienen dinero o estilo Trump.
Yo creo que en ese sentido, un acuerdo, dos acuerdos que podemos tener en el Congreso de la Unión, y con eso termino, Presidenta, si me permite, es ponernos a redactar ya el dictamen de un Fondo de Reconstrucción Nacional distinto a Fonden, que tenga las características que aquí se ha planteado por diversos Senadores, que sea transparente o administrado por la sociedad civil, por la academia, las universidades, por las expertas y expertos en las  materias que tienen que tomarse en consideración para una reconstrucción integral, fundamental y de fondo, y por supuesto también tenemos que atender, reformar la Constitución, no podemos darle la vuelta, hay que tocar el 105 constitucional, las reglas para las campañas tienen que replantearse y no se van a poder replantear en la ley secundaria si no se reforma la Constitución.
Cuánto tiempo, si aquí todos estamos de acuerdo, si el PRI, en primer lugar, el PAN, PRD, todos los partidos estamos de acuerdo.
¿Cuánto tiempo nos lleva reformar la Constitución?
Yo creo que lo podemos hacer, en la emergencia nacional en muy pocos días, igual hay que constituir ese ente, ese fondo ciudadano, ya sé que tiene recursos, recursos públicos  fundamentalmente, por lo tanto no puede ser totalmente ciudadano, tiene que haber alguna participación  efectivamente del funcionariado del gobierno, sin embargo, la mayoría de quienes deben de administrarlo, de quienes tienen que vigilarlo, tiene que ser de la sociedad civil.
Gracias, por su atención.
La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Tiene la palabra la Senadora Mariana Gómez del Campo Gurza, pidiéndoles por favor nos constriñamos al tiempo establecido.
Posteriormente tendrá la palabra la Senadora Layda Sansores San Román.
La Senadora Mariana Gómez del Campo  Gurza: Con su venia, señora Presidenta.
El dolor de cada familia que perdió a alguno de sus integrantes o que aún no lo localiza, lo hacemos nuestro.
Estos sismos han dejado claro que a pesar de la fragilidad de la vida humana, la sociedad y, en particular, la sociedad mexicana, es ejemplo de entereza y fuerza.
Somos sin duda, el pueblo más solidario del mundo, un pueblo que ante la caída de uno de sus miembros extiende cientos de manos para levantarlo.
Como legisladora y representante de los capitalinos, agradezco el apoyo que hemos recibido, el apoyo moral, las palabras de aliento, pero también toda la ayuda material y física que ha llegado.
Gracias a los cuerpos de auxilio de otras entidades que han arribado a la Ciudad de México. Mi reconocimiento también a los cuerpos de rescate de Japón, Israel, Estados Unidos, España, en especial, aquellos provenientes de América Latina, como lo son Honduras, Panamá, Colombia,  Ecuador, El Salvador, Venezuela y Chile, gracias por arriesgar su propia vida por nosotros.
Toda mi admiración para los miles de jóvenes  que han tomado las calles, lo han hecho a pie, en bicicleta, en motocicletas, para poner sus manos al servicio de otros, que nadie vuelva a cuestionar a esta generación, estoy segura que estos mismos jóvenes hoy se han dado cuenta  de su fuerza y de su capacidad, la capacidad de tomar las riendas del país hoy y mañana.
Lamento que frente a la devastación y el dolor, hoy escuchemos aquí pocas soluciones reales, pero lo que sí escuchamos es mucha demagogia.
La respuesta que piden los mexicanos es muy sencilla, que sus impuestos vayan a atender sus necesidades, que lleguen rápido y que lleguen bien.
A la desconfianza, hay que responderle con transparencia, a la desesperación hay que responderle con eficacia.
Hago un llamado también al DIF Nacional y a todas las áreas de gobierno para que haya información y se tomen las mejores decisiones.
Quiero compartir también que definitivamente el costo de la reconstrucción será inmenso. Será muy importante del Fondo Nacional de Desastres la transparencia y que verdaderamente le llegue a los que lo necesitan, a los damnificados.
Si hablamos de la Ciudad de México tomamos en cuenta que cuatro mil inmuebles fueron afectados, importantísimo actualizar el Atlas de Riesgo, el plan para la demolición de todos los edificios en riesgo.
Revisar también los probables indicios de corrupción en materia inmobiliaria y de desarrollo urbano. No se entiende que edificios de construcción reciente, con un reglamento, del tamaño del reglamento de la Ciudad de México, de los más modernos, pues seguramente ni su ejecución, ni supervisión han sido las adecuadas.
Quiero compartir también la exigencia que hoy nos hacen los mexicanos, y lo que buscan es que el dinero de los partidos, que se destinarían a las campañas, vayan íntegramente a la reconstrucción de México.
Varios Senadores de Acción Nacional presentamos una ruta no demagógica, sino real y legal para que esto ocurra.
Veamos en este momento la oportunidad de reivindicar a la clase política como nunca antes estamos siendo vistos y exigidos; respondamos a la altura de los mexicanos que han salido a las calles a dar lo mejor de sí.
Como decía un mensaje que se difundió en estos días, “es hora de ver hacia adelante porque hacia atrás ya dolió bastante”
“Fuerza México”.
(Aplausos)
La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Muchas gracias, Senadora Gómez del Campo.
Tiene la palabra la Senadora Layda Sansores San Román.
La Senadora Layda Sansores San Román: Presidenta, compañeras, compañeros, nuestro pésame más sentido a las víctimas de esta tragedia.
Y como dijo el licenciado Bartlett, el costo de la reconstrucción es incalculable, se necesitará mucho dinero, y aunque no va a ser suficiente quiero hacer hincapié en que en México el gobierno federal cuenta con dos fondos para desastres: el Fonden, que tiene 5 mil 600 millones, y el otro, que tiene más dinero, que es el Fondo de Desaparición de Recursos Nacionales.
Ese asciende a 8 mil millones de pesos y fue integrado con los recursos obtenidos gracias a la estafa maestra dirigida por Peña y en la que participaron once dependencias federales, ocho universidades prostituidas y numerosas empresas fantasmas que desaparecieron al recibir el dinero, de acuerdo a la denuncia del Auditor Superior de la Federación; ese recurso debe ser devuelto ya.
Y la Ciudad de México tiene, además, el Fonadem, otro fondo de 9 mil 500 millones de pesos más grande que el que tiene el gobierno federal; pero que hace unos días el señor Mancera dijo que tenían 3 mil millones.
Bueno, ¿y dónde está el resto?
La falta de transparencia nos hace pensar, pues que ya se fue al cochinito de su campaña, que nos hable con la verdad porque no estamos para esconder dinero debajo de los escombros.
La sociedad civil una vez más rebasó a las autoridades, no les pedía nada, si acaso que se largaran. La ciudadanía desafió la burocracia y el centralismo, mucho pueblo y poco gobierno.
Valoramos profundamente la labor de los marinos, soldados, topos, rescatistas, bomberos, Protección Civil. Esa estampa de un soldado rescatista doblado de dolor y de impotencia nos caló a todos y será imborrable, arriesgaron su vida por salvar la de otros.
Y como agua de lluvia llegaron de otros países del mundo decenas de hermanos a compartir el trabajo, la tristeza, el riesgo y la esperanza.
Pedimos también a los Secretarios de la Marina y Defensa indiquen a los altos mandos que coordinan los trabajos de rescate incluyan a los expertos, a la sociedad civil y a todos los medios por igual y que se informe periódicamente a familiares y ciudadanos sobre los avances.
La experiencia vivida en el rescate de la Escuela Rébsamen es una gran enseñanza y es inadmisible.
Frida, emblema de este sismo, ícono de esta desgracia.
Frida, la esperanza, repetían una y otra vez emocionados comentaristas del canal televisivo, a quienes el Almirante, responsable del delicado operativo, por oscuras razones les dio la exclusiva.
Sacarla viva de los escombros era muy complicado, pero un letrero apareció desde las nueve de la mañana anunciando su rescate inminente.
El Almirante Oficial Mayor de la Marina, entrenado para obedecer, no sabía mandar. Como no era experto en acciones de rescate retiró a ingenieros, profesionales, del Politécnico y otras instituciones para que quedara claro quién tenía el mando, fuera voluntarios y civiles.
Y al Almirante se le olvidó de los padres de Frida, de los directivos que solicitaron la lista de alumnos y del personal, que la Delegada de Tlalpan tenía desde las once de la noche. Arrinconó a los otros medios de información y en el frenesí de la hazaña se olvidó de sí mismo, del Almirante que llevaba adentro, se convirtió en una estrella más del Canal, era el gran director del capítulo de novela más largo, más visto, más trágico, jamás televisado.
Y nos dieron las diez y las once; y las dos, y las tres, y Frida no salía, y no salió. La niña Frida quedó sepultada sin haber nacido.
Entre los escombros sólo apareció la corrupción, la ineficiencia, la manipulación, la falta de previsión. Patético era escuchar al Almirante pidiendo en cadena nacional, a las doce de la noche, una escalera de diez metros, por favor, urge; una broca; una herramienta de 26 milímetros, por favor.
La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Concluya, señora Senadora.
La Senadora Layda Sansores San Román: No, no voy a concluir, discúlpeme.
Insistía, que ni ese material.
La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Concluya, por favor.
La Senadora Layda Sansores San Román: Insisto, que ni ese material pueda proporcionar la Secretaría de Marina, de la Defensa, de Obras Públicas, o alguna de las empresas constructoras de Peña y de Mancera es el colmo.
Propongo que Mancera done los 7 millones de dólares que vale La Casa Blanca y que ofreció venderla; o que done la propina que le dio Odebrecht, de 10 millones de dólares a cambio de contratos ilegales.
Hombre, para él qué tanto es tantito.
Y mientras vende el avión le pedimos que no vaya a Oaxaca en su avionzote, es un insulto, es como si ir en un Ferrari a visitar a los damnificados que están a la vuelta de la esquina de su casa.
La entrega de la sociedad civil mexicana es hoy un capítulo de oro en esta tragedia.
Como dice Villoro: “Cuando la tierra se abre, la sociedad se junta”.
Y mientras Peña, Mancera, Nuño, Osorio se dedicaban a aparecer en la tele, los jóvenes como ríos inundaban las calles y la solidaridad ciudadana estaba desbordada, cadenas interminables de manos llagadas transportaban el escombro; se multiplicaban en los centros de trabajo y en el rescate de cuerpos y en el reparto a comunidades lejanas.
La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Concluya, señora Senadora, al igual que lo han hecho todos los que la han precedido en la palabra.
La Senadora Layda Sansores San Román: Mire, el artículo 76 dice que para agenda política tiene diez minutos, así que yo respeto lo que dice el Reglamento.
La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Lea usted, por favor, el artículo 88 para que se entere de que tiene un tiempo…
La Senadora Layda Sansores San Román: Ya voy a terminar, tres minutos, ya voy a terminar.
El puño en alto, silencio total.
Hay vida.
Miles de jóvenes emergen de las grietas y de las goteras con una energía vital ansiosa de liderazgos honestos, conscientes de su propia fuerza y su capacidad organizativa, más críticos de la  ineptitud y la corrupción de este gobierno; capaces de remover los escombros, por qué no hacer una cadena indestructible que ponga los ladrillos de una patria nueva.
Dice un especialista, que el mejor antídoto para un temblor, es un buen gobierno. Pues vamos por él.
Y mañana, a tres años de la tragedia de Ayotzinapa, el gobierno insiste en ocultar la verdad.
Qué dolor para sus padres, Peña es el principal responsable, no tiene piedad.
“Vivos se los llevaron y vivos los queremos”.
(Aplausos)
La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Tiene el uso de la palabra el Senador Héctor Flores Ávalos.
El Senador Héctor Flores Ávalos: Gracias, Senadora  Presidenta.
Compañeras y compañeros Senadores:
Voy a iniciar esta intervención, igualmente refiriéndome con un sentido de pésame a las familias de todos los mexicanos y las mexicanas que perdieron la vida en los recientes acontecimientos, en los sismos tanto del 7 de septiembre, como del pasado 19 de septiembre.
Estos momentos han sido indudablemente muy difíciles para  nuestro país; nuestro territorio, concretamente estas zonas han sido terriblemente golpeadas, no solamente la Ciudad de México, esta tragedia alcanza a otras regiones del país en la que los daños proporcionalmente hablando son mucho mayores, primero fue Chiapas, Oaxaca, Guerrero, después efectivamente la Ciudad de México, Puebla, Morelos.
Muchos mexicanos han perdido la vida, otros han perdido su patrimonio y a sus seres queridos.

El ejemplo y la solidaridad de la sociedad ha sido extraordinario, hay mucho por hacer, evidentemente y frente a las tragedias, como ésta, no tengo duda de que los recursos materiales, financieros y humanos siempre son insuficientes, sin embargo, no hay que perder nunca la oportunidad de dar lo mejor de nosotros.

La tragedia ha abierto un nuevo debate sobre la forma de encauzar y priorizar el gasto público ante situaciones de emergencia como la que ahora se viven.

La disminución o incluso la eliminación del financiamiento partidos es una de ellas, no es la única, pero probablemente es la de mayor trascendencia dado el nivel de presión social que existe hacia quienes nos dedicamos a esta actividad pública, y concretamente a quienes administran los partidos políticos.

Saludo en lo personal todas estas propuestas en cuanto enriquecen el debate, pero no estoy de acuerdo en la escalada de reproches y de acusaciones, y muchos menos en asumir imposiciones irresponsables, que lejos de fortalecer la vida institucional del país en el fondo la debilitan.

Sin embargo, ya habrá tiempo de entrarle al análisis de fondo de cada una de estas propuestas.

Hoy vengo a hablar de otro tema, hoy vengo a hablar de algo que considero de gran relevancia, y tiene que ver la forma en que el gobierno, quizás los tres niveles de gobierno han respondido a la tragedia.

Primero, ante la posibilidad de aminorar el impacto económico a las familias que viven en zonas afectadas.

Y, segundo, el de proporcionar un sistema confiable para canalizar  los donativos que avasalladoramente se reciben de una sociedad volcada en ayudar a su prójimo.

Hace unos días vi en algunas plataformas de comercio electrónico una idea que me  llamó la atención, estos sitios permitían hacer donaciones directas, focalizadas de productos a centros de acopio y a la Cruz Roja Mexicana.

Pero más aún estos sitios indicaban qué era  lo que hacía más falta en esos lugares, y qué necesidades ya estaban cubiertas. En algunos puntos se recogían cobijas, colchonetas; en otros se decía que hacía falta agua, material de curación, etcétera.

Dos cosas me  llaman la atención de este relato.

Primero, que ante la respuesta  histórica de la sociedad, y digo histórica, recalco histórica, porque no es un asunto de esta semana, es algo en lo que el pueblo de México históricamente ha mostrado una enorme solidaridad, que el gobierno frente a esta respuesta no tenga protocolos suficientes para canalizar la ayuda, que hoy en día todavía estemos debatiendo sobre la forma en que se debe transparentar esto, y sobre la forma que se debe asegurar que efectivamente la ayuda llega a los más necesitados o a las personas que están damnificadas.

Lo segundo que me llama la atención, y es quizá más importante, es que no se haya echado mano de un mecanismos de exención de impuestos, primero, para paliar el costo de los artículos de primera necesidad en las zonas afectadas y, segundo, para permitir el abaratamiento de las donaciones que se reciben y cuyo destino es efectivamente verificable.

Con esto concluyo Presidenta, hago un llamado respetuoso al Presidente de la República muy puntual para que de inmediato abra todos los mecanismos que tiene a la mano para exentar de impuesto al consumo de los artículos de primera necesidad en las zonas afectadas, así como a las donaciones cuya entrega y destino es verificable.

El Presidente tiene esta facultad exclusiva, se la otorga la Constitución, las leyes, nadie más la tiene, precisamente para momentos como este, es que existen facultades de esta naturaleza.

Mañana presentaré esta propuesta en el Senado y, desde luego, la enviaré directamente a la oficina del Presidente de la República. Hagámoslo ya, y aprovechemos todas las opciones que tenemos a la mano.

Muchas gracias Presidenta.
(Aplausos)
La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Muchas gracias, Senador Flores.
Tiene la palabra el Senador Fidel Demédicis Hidalgo.
En su ausencia el Senador Jorge Luis Lavalle Maury.
Perdón, Senador Demédicis, adelante, por favor.
El Senador Fidel Demédicis Hidalgo: Muchas gracias, con su venia, compañera Presidenta
Compañeros Senadores, compañeras Senadoras:

Hemos escuchado con mucha atención todos los planteamientos que aquí se han hecho, y pareciera también que al escucharlos, en este país no se ha aprendido de las experiencias que la propia naturaleza nos ha obligado a tener.

El terremoto de 1985 fue devastador, miles y miles de personas fallecieron, y el cálculo en costos materiales también fue, válgase la redundancia, incalculable.

Hoy he escuchado propuestas, propuestas y propuestas y todas pretenden, igual que aquél dicho popular que dice, que muerto el niño y se quiere tapar  el pozo.

Aquí escuchaba un tema de  la corrupción, claro que los edificios mal hecho, la obra pública mal hecha influyó para que muchos edificios colapsaran, y que la tragedia se incrementara de manera importante en  un pueblo  olvidado de este país del Estado, que está en el estado de Morelos, la comunidad indígena de Coatetelco hicieron un arco de aproximadamente cinco metros de alto por cinco de ancho, y sin una sola varilla de cimentación; se dio el 7 de septiembre el primer temblor, se abrieron grietas, y el 19 de septiembre fallecieron dos doctoras en ese centro de salud, por supuesto que estos crímenes no pueden quedar impunes, se tiene que revisar quién autorizó, quién supervisó, quién hizo esa obra,  porque son muertes producto de la corrupción.

¿Qué está pasando en Morelos?

Hoy resulta que el principal personaje que está generando la detención del arribo de los víveres y los apoyos que están  viniendo del exterior a los damnificados, es el gobernador de Morelos y su esposa, utilizando la fuerza pública del mando único, para detener a todos los tráileres que llegan a Morelos, pasarlos a que descarguen en el DIF, ponerles el sello de gobierno del estado y después ya llevarlos a la sociedad de damnificados.

Compañeras y compañeros:

Es asqueroso eso que está pasando, pero más asqueroso va a ser que no actuemos con todo el peso de la ley contra un individuo que ha dañado hasta el cansancio a nuestro querido estado de Morelos.

Se han iniciado las clases en algunos planteles.  Yo sí quiero hacerle un llamado al ciudadano Presidente Peña Nieto y al ciudadano Secretario de Educación Pública, a que en el estado de Morelos, a partir de la desconfianza que se tiene totalmente en el gobierno de parte del pueblo, los peritajes para las escuelas los hagan peritos federales.

Le hago ese llamado al ciudadano Presidente de la República, que todo lo que tenga que ver con revisión de casas que colapsaron, también el peritaje lo haga protección civil nacional, no protección civil estatal, ¿por qué? porque no hay confianza en ese gobierno.

El tema del Fonden, queremos que revisen hasta el último rincón de nuestro estado, sólo se están revisando las ciudades importantes, y hay comunidades muy pequeñas que nadie las está tomando en cuenta. Por eso hemos puesto a que los compañeros afectados empiecen a hacer sus solicitudes para que sean escuchados, y ojalá sean escuchados, si no quieren que este asunto se desborde.

El tema de la indemnización de quienes perdieron la vida, y eran jefes o jefas de familia y sus hijos quedaron huérfanos, el Estado mexicano tiene que hacerse responsable de la manutención y de la educación de estos infantes que quedaron en el desamparo. No se valdría que estos niños quedaran en la orfandad y que fueran unos más de los que han sido olvidados por este gobierno, tiene que haber becas para todos estos infantes.

Por último, del fondo de reconstrucción, pareciera que estamos en una subasta, ¿quién da más? El Partido Verde Ecologista de México dice que el 25 %, y somos los que damos más, vino aquí a decir el compañero Puente.

No se trata de “pichicatear” en este momento, si de verdad los que dirigen los partidos son buenos mexicanos y buenas mexicanas, y realmente quieren a este país, y realmente quieren a los que hoy están en desgracia, entonces que de dejen de cosas y que por el bien de todos.

La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Concluya, Senador.

El Senador Fidel Demédicis Hidalgo: Concluyo, Presidenta.

Y que por el bien de todos no sean mil millones, porque no es lo que se requiere para la reconstrucción del país, se requieren 300 mil millones, y ojalá y se haga caso a esa propuesta que se ha planteado por un dirigente que tiene autoridad moral.

Muchas gracias.

(Aplausos)

La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Tiene el uso de la palabra el Senador Jorge Luis Lavalle Maury.

El Senador Jorge Luis Lavalle Maury: Con su permiso, Presidenta.

Dicen que las malas noticias vuelan más rápido que las buenas. Esta frase estoy seguro que por lo menos alguna vez en nuestra vida, todos hemos escuchado, y esta semana no ha sido la excepción.

Sin embargo, en esta ocasión tras el lamentable sismo que dejó cientos de muertos en varios estados de nuestro país, y las enormes pérdidas patrimoniales que miles de mexicanos están padeciendo, a quienes con mucho respeto les mando mi más sentido pésame y solidaridad.

A pesar de este desastre que nos pegó en el corazón a todos, hay algo que sobresale y de lo cual hoy nos sentimos llenos de esperanza y orgullo. El enorme sentido de solidaridad y entrega con la que todo un país se volcó para cooperar de muchísimas maneras a la atención de lo que sigue siendo una tragedia. Y a todas ellas con mi más profundo respeto les dedico este posicionamiento.

México demostró que puede seguir adelante con o sin el gobierno, porque todos demostraron que cuando nos unimos por una causa somos iguales. Igual de frágiles e igual de útiles.

Los mexicanos unidos demostraron que están muy por encima de una persona, de un puesto, o de un partido político. Es necesario grabarnos esto muy bien, y dejarles huella de este ejemplo a nuestros hijos y nuestros nietos, porque héroes como los que hemos visto son los que nos deben de impulsar a ser mejores seres humanos, a cambiar lo mucho que tenemos que  mejorar en nuestro país.

Ser mejores ciudadanos a todos los niveles implica resolver además una buena parte de los problemas que nos aquejan a diario. Y no encuentro mejor definición de la búsqueda del bien común, que al ver cualquiera de las fotografías de todas estas personas buscando bajo los escombros, haciendo cadenas humanas, utilizando parte de su dinero para ayudar, bajo la lluvia, bajo el sol, repartiendo ayudas a quienes laboran en las tareas de rescate, a nuestras Fuerzas Armadas también, trabajando de la mano con los ciudadanos y a los miles de jóvenes que se han volcado para ayudar.

A todos ustedes no tengo más que decirles gracias, porque me siento más orgulloso de ser mexicano, de ser parte de la sociedad más solidaria del mundo, y me hacen sentirme aún más comprometido de mi obligación de servir y de ser de utilidad.

Con esto último propongo que no sólo honremos de ahora en adelante, y rindamos tributo a nuestros héroes del pasado, porque hoy los tenemos de carne y hueso, y ellos se han ganado el respeto y el reconocimiento de nuestra nación, y no podemos dejar que sus  nombres pasen desapercibidos, porque no son héroes anónimos, todos tienen nombre y apellido y hoy siguen todavía en las calles mostrando que son los mejores seres humanos.

Ahora bien, la sociedad nos está urgiendo a los políticos a ser mejores, a estar a la altura de las circunstancias, a dejarnos de grillas o hipocresías, o simples cálculos políticos y buenas intenciones.

El retirar recursos a los partidos políticos para destinarlos a la atención del desastre, es algo que tenemos que hacer, fuera de simulaciones o discursos  populistas, porque ésta no es una solicitud hecha por un grupo de representantes de la sociedad civil, en esta ocasión, no. 

Es una demanda hecha por millones de mexicanos que lo están exigiendo, que nos comprometamos a estar a la misma altura que ellos lo están haciendo, y que no podemos siquiera pensar en colgarnos medallas, o en entrar en este juego que se ha dado de quién da más, porque aquí no se trata de ganar o perder, tampoco de salir a decir algo sin sustento legal, pero que se escuchen bien, se trata de hacer nuestro trabajo, de destinar el recurso que es de los mexicanos, al lugar donde ellos nos lo están pidiendo, recordando algo.

Este decreto que estamos presentando un grupo de 12 Senadores, no es nuestro, es de los ciudadanos, y tampoco es de hoy o de la semana pasada, es de hace mucho tiempo. Y también está la solución a largo plazo que varios han presentado y que nosotros también presentamos en febrero de este año, la modificación constitucional que verdaderamente dará solución a esta enorme demanda de la sociedad civil.

Pero esto es sólo el inicio, el inicio de lo que debe representar un cambio radical en la forma en que se priorizan los recursos del presupuesto, la transparencia y el correcto manejo del gasto es un ejercicio de legalidad en el cual estamos avanzando, sí, pero aún tenemos mucho por hacer, y termino Presidenta, en el destino que se da a miles de millones de pesos públicos en nuestro país, pero con seriedad compañeras y compañeros, sin tintes políticos, sin afanes mesiánicos.

El Presupuesto de Egresos tiene que ser medido de otra forma, los indicadores tienen que ser una repercusión directa en el nivel de bienestar de los ciudadanos, y cuando no se tengan resultados, no volver a destinarlos, como suele suceder, por simple continuidad, se tiene que acabar la corrupción, pero también el uso político electoral de los recursos públicos, entre otras muchas áreas de oportunidad.

Y ya concluyo.  Dicen también que hay que aprender de las desgracias, y hoy se nos presenta esta oportunidad para que México cambie de verdad para bien, que no se nos acabe esta racha de ser los mejores, que ésta sea nuestra nueva realidad diaria de ahora en adelante, la del mejor país, la de la mejor sociedad, la de los mejores.

Muchas gracias.

La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Gracias, Senador Lavalle.

Tiene la palabra el Senador David Monreal Ávila.

El  Senador David Monreal Ávila: Nuestro más sentido pésame a las familias mexicanas que tuvieron alguna pérdida de algún ser querido.

En los últimos meses, en diversas partes del mundo, la naturaleza ha mostrado el tamaño de su fuerza y lo vulnerable que resulta el ser humano frente a ésta.

Como decía Julio Verne: “Podemos desafiar las leyes humanas, pero no podremos resistir a las naturales”.

En el caso de México, las catástrofes naturales han sido severas con nuestra población.

El país apenas intentaba responder a la emergencia del terremoto del pasado 7 de septiembre, que había causado al menos la muerte de 96 personas, más de dos millones de damnificados, miles de inmuebles dañados, principalmente en los estados de Oaxaca y de Chiapas, las entidades que más se afectaron.

La población aún no recuperaba el aliento de aquel movimiento sísmico, cuando el pasado 19 de septiembre, otro sismo con magnitud de 7.1 sacudió al centro del país.

Los daños por este sismo son incalculables. Se tiene conocimiento de que lamentablemente más de 324 personas han fallecido; 38 edificios colapsados tan solo en la Ciudad de México; decenas de personas heridas y miles y miles de inmuebles dañados.

Los últimos siete días han sido una gran prueba para el pueblo mexicano, el cual nos ha demostrado su fraternidad, solidaridad y apoyo incondicional. Hay dejado en claro, a toda la clase política, que se saben organizar y lo saben hacer bien, sobre todo los jóvenes.

Los jóvenes están demostrando que si no participan en los asuntos públicos, es porque el nivel de política que les ofrece este país no está al nivel de las circunstancias, de sus intereses, de sus aspiraciones.

Y frente a esta organización de la sociedad, una vez más el gobierno y la élite política no estuvo a la altura de los desastres naturales. Al igual que hace 32 años, después del terremoto de 1985, no logró responder con eficacia, eficiencia y rapidez.

La torpeza, la desorganización y la contradicción en la información son un indicio para pensar que no aprendimos lo suficiente en 32 años en materia de protección civil, porque a pesar de que hoy en día existen protocolos de actuación, estos no lograron atender la emergencia de manera inmediata.

Sin embargo, también hay que reconocer que poco a poco se logró articular la ayuda y dar cauce al apoyo de miles de personas para atender esta tragedia.

A casi una semana de ocurridos los hechos, y estando aún en medio del rescate de personas, de la remoción de escombros, y en el intento de volver a la normalidad, es importante reflexionar en cómo y de qué manera se debe brindar la ayuda y el acompañamiento para la reconstrucción de los inmuebles afectados.

Pero es lamentable que el apoyo a las personas damnificadas se ha convertido en una puja, en una subasta entre los partidos políticos para ver quién da más para apoyar a las personas en situación de vulnerabilidad.

Es asombroso que esta actitud de parte de los dirigentes partidarios se propició por la demanda ciudadana, quien con el hartazgo de la partidocracia exigió que los recursos que por ley deben de recibir los partidos políticos sean reasignados para la ayuda de las familias damnificadas en lugar de que hubieran sido por voluntad propia de estos institutos renunciar a dichas prerrogativas.

En este sentido, es necesario que sin protagonismo ni proselitismo, los recursos sean reasignados para tareas encaminadas en atender la catástrofe siempre y cuando sean utilizados de manera transparente y honesta.

Éste, éste es el momento de actuar con una gran responsabilidad y con alturas de miras.

Hoy nuestro pueblo, el de México lo demanda.

Es cuanto, señora Presidenta.

(Aplausos)

La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Gracias, Senador Monreal.

Tiene la palabra, desde su escaño, la Senadora Andrea García.

La Senadora Andrea García García: (Desde su escaño) Hola.
Yo sólo quiero hacer un reconocimiento especial a la juventud mexicana, que sin deberla y sin nada, salieron a las calles por el puro amor que tienen al país, donde sobraron los voluntarios, los profesionistas, doctores, maestros salieron a apoyar gratuitamente, a pesar de haber perdido muchas casas o sus cosas.

Me siento orgullosa de ser de esa generación llamada: “Millennials”, que nos dicen: “apáticos, egoístas”.

Me dio esperanza ver a los jóvenes que saben que tienen el poder y la fuerza de hacer las cosas y salen unidos.

Yo sólo quiero que sepan que tienen en mí una aliada. Que yo como ustedes quiero un México diferente, y que ya despertamos y que lo podemos lograr.

Cierro con una cita que leí estos días, que dice: “Así que, adultos, podemos estar tranquilos, que ya llegaron los jóvenes”.

Gracias.

(Aplausos)

La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Gracias, Senadora.

Tiene la palabra el Senador Adolfo Romero Lainas.

El Senador Adolfo Romero Lainas: Buenas tardes a todos.

Compañeras, compañeros Senadores.

Con su permiso, Presidenta.

En esta tribuna ya hemos escuchado de todo y de todo, hasta que nos hemos desgastado entre nosotros mismos.

Yo solamente quiero agregar que es el momento propicio para reconocer que la ciudadanía, que el pueblo nos ganó en actuar, que están mejores organizados que nosotros.

Pero ¿saben por qué, compañeros, compañeras? Muy sencillo: “Actúa más rápido al que le duele, que al que simula que le duele”. Es esa la gran verdad.

Sin embargo, se han dejado de lado muchas cosas de hacer. Yo celebro que hoy aquí en esta tribuna todos los representantes de los partidos reconozcan que en nuestro México no puede salir tan cara la democracia.

Es importante que a la gente se le tome en cuenta, que las políticas públicas sean en beneficio de la gente, que se nos ha olvidado algo, algo muy fundamental, se nos ha olvidado que debemos de tener honestidad, que debemos de tener compromiso y que debemos de tener solidaridad. Hoy se ha demostrado un poco de eso, que se ha dejado por muchos años de hacer.

Si nosotros mismos no nos criticamos y vemos en dónde hemos fallado, jamás podremos corregir el rumbo que ha tomado este país.

Hemos visto a través de las imágenes y de aquellos que han tomado suya esa gran labor de poder rescatar a nuestros hermanos, el poder estar transmitiendo hoy, lo que son las redes, que sí, muchas veces están mal orientadas, pero que es producto de la desesperación de la gente, que es producto de la desesperación de aquellos que hoy están en desventaja en comparación de muchos mexicanos.

Es necesario reconocer esa gran alianza que ha hecho nuestro país a través de los años y de las décadas.

Agradecerles públicamente a todas las naciones que han aportado ese gran apoyo a México.

Todos los países hermanos de México han hecho llegar cosas materiales y recursos humanos para que nos puedan ayudar a rescatar a nuestra gente.

Sin embargo, quiero decirles que nunca está perdido todo, que hagamos ese gran aporte, pero que no digamos de dónde van, será la única línea que se rompa para que la gente no le deba el favor a nadie, sino que simple y sencillamente sea una solidaridad entre todos los mexicanos.

Muchas gracias a todos.

(Aplausos)

La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Gracias, Senador Romero.

Tiene la palabra el Senador Javier Lozano Alarcón.

El Senador Javier Lozano Alarcón: Con su permiso, señora Presidenta.

En primer lugar quiero también expresar mis condolencias por los fallecidos en esta lamentable tragedia, sus deudos, expresarles solidaridad a los heridos, a los damnificados, un muy sentido reconocimiento a rescatistas, a voluntarios, a la sociedad civil, pero también a las Fuerzas Armadas, y en especial a la Marina Armada de México, al Ejército Mexicano y a los buenos gobiernos que han estado trabajando fuerte para atender esta emergencia.

Pero lamentablemente dentro de esta muy dura tragedia, hoy estamos presenciando otra tragedia, vil tragedia, la tragedia de la política, de la simulación y la hipocresía en la política. Hoy estamos aquí como si fuese un casino viendo quién da más, con la diferencia que aquí lo hacen con dinero ajeno, como si la sociedad fuera tonta, como si no advierta que todo eso oportunismo político, porque es una reacción y no una acción, y eso es lo que se está evidenciando en lo que aquí estamos escuchando.

Dice el PRI que ahora están dispuestos a eliminar a todos los Senadores plurinominales, disminuir en 100 el número de Diputados federales, pero qué tienen que decir de la propuesta del 15 de diciembre de 2009, del entonces Presidente Felipe Calderón que propuso exactamente lo mismo, pero ahí la mezquindad y la ruindad política pudo más.

No, señores, no es una novedad, no es una gracia, están desempolvando del cajón algo que obra en los archivos hace siete años en este Congreso de la Unión, como si no tuviéramos memoria.

El 2 de febrero, aquí en el Senado de la República, el Senador Roberto Gil, presenta también una iniciativa para eliminar el subsidio permanente a los partidos políticos y eliminar también la doble ventanilla del cheque federal y el cheque local, a esa iniciativa se suma el Senador Cordero, el Senador Lavalle, y dónde demonios está esa iniciativa, junto con otras tantas, también en la congeladora.

¡Ah! Pero ahora lo que nos encontramos también es una cantidad de propuestas populistas, vergonzantes, miren que venir a decir que hay que cancelar la construcción del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Yo no sé qué sea peor, si la propuesta en sí misma de una obra absolutamente indispensable para el país o la alternativa que se plantea de habilitar el aeródromo de Santa Lucía, aeródromo militar de Santa Lucía, como la alternativa para el nuevo aeropuerto, vaya ignorancia, vaya demagogia.

¡Ah! O con lo que nos vamos a ahorrar seguramente con quitarles las pensiones a los ex presidentes de la República, ha de ser un dineral seguramente; o que se venda el avión presidencial y todos los aviones y helicópteros de la Fuerza Aérea Mexicana asignados al titular del Ejecutivo y su gabinete, pura demagogia ¡hombre! Pura demagogia.

Saben que ni va a ocurrir, es una propuesta chambona que solamente es para el aplauso fácil, o que venga también otro partido político, como el Verde, a decir mejor pongámonos en manos de un Comité Ciudadano enajenando la política a los ciudadanos y hasta haciéndoles un guiño, poniéndoles nombre y apellido para que mañana hagan buenos comentarios en sus espacios en medios de comunicación.

Aquí estamos llenos de simulaciones y de propuestas falsas, por eso la propuesta de al menos 12 Senadores del PAN es muy simple, un decreto de emergencia que apruebe solamente el Congreso de la Unión, no el Constituyente Permanente.

¿Para qué? Para que con ese decreto de emergencia se suspenda de inmediato la aplicación de la Ley General de Partidos Políticos y la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales en materia de financiamiento público, de inmediato ya, y hasta el 1° de enero de 2019, con eso liberamos los recursos necesarios para atender la emergencia, y en ese tiempo le entramos a las reformas constitucionales, porque hay que decirle a la gente, una Reforma Constitucional, lo saben, es de mayoría relativa, necesitas una mayoría calificada, perdón, dos terceras partes del Congreso y la mayoría de los congresos locales para que eso pueda aprobarse.

¿Cuánto tiempo nos va a tomar hacer eso?

Seamos serios, con este decreto de emergencia que podemos sacar nosotros en una semana en el Congreso de la Unión, liberamos recursos y nos ponemos a trabajar en las medidas de fondo que nos convienen.

Decreto de emergencia, ya.

Por su atención, muchas gracias.

(Aplausos)

La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Tiene la palabra el Senador Miguel Barbosa.


El Senador Miguel Barbosa Huerta:
Hay un debate muy profundo que parece que es por una reforma política, una reforma política postergada, política electoral postergada por cálculos políticos electorales, sin duda que sí, y ahora a golpe de temblores están todos los partidos políticos exhibiendo una posición de voluntad para que no haya más dinero público en la política.

Una reforma que elimine el dinero público en la política requiere de reforma constitucional y requiere de reforma legal en ley secundaria, no pongamos esa condición, porque si no simple y sencillamente no vamos a llegar a nada, la voluntad de los partidos de no recibir las prerrogativas ordinarias del último trimestre es suficiente para que ese dinero ya no llegue a los partidos políticos, y la voluntad de los partidos para que en Cámara de Diputados, en el Presupuesto de Egresos de la Federación no aparezca partidas o la partida para gasto ordinario de funcionamiento de los partidos políticos y para gasto de campaña, también es suficiente.

Que en el presupuesto no aparezca ninguna previsión para partidos políticos en su gasto ordinario ni en su gasto de campaña, ahí está la solución, lo demás es irnos a un proceso legislativo muy complicado, pero saben que no va a ser suficiente también y conocemos que no va a ser suficiente, alrededor de 15 mil millones de pesos sería lo que los partidos podrían dejar de tener a su disposición si no tuvieran gasto ordinario con dinero público ni gastos de campaña, no es suficiente, el importe de la reconstrucción es enorme.

Realmente tendrán que venir muchas ideas y muchas salidas institucionales, muchas, hoy estamos apenas haciendo un ejercicio previo, inicial, de dónde vamos a llegar, no podemos ahorita decir que la solución que planteamos es la única viable para poder aportar a la reconstrucción, primero formar el fondo y después crear un mecanismo para ella, lo que el Senado tiene que aportar, y de manera muy clara, es una estrategia para vigilar el destino de cada peso destinado a la reconstrucción de esta tragedia.

Vigilar que cada peso llegue al lugar donde se necesita, que no haya corrupción, lo que está en juego, si no lo entendemos, es la sobrevivencia de la clase política y de la política en México.

Después de 1985 hubo una nueva sociedad más empoderada, más organizada, por cierto, de ella todavía hay organizaciones que sobreviven a partir de ese siniestro, y que han sobrevivido y se han incorporado a organizaciones políticas, ahí están, 19 de septiembre de 2017, generará otra sociedad, otra sociedad más empoderada, más organizada y si no entendemos qué es una sociedad que rechaza a la política y a los políticos, no estamos entendiendo de qué se trata.

Hay que apoyar la consolidación  del fondo de 50 millones que los órganos del Senado acordaron para apoyar la reconstrucción, pero hay que apoyarlo con más, renunciemos a nuestro salario de este último trimestre, de octubre, noviembre y diciembre, hagamos que el Senado no gaste un peso en ningún viaje al extranjero, provoquemos condiciones, de las cuales la gente  vea que tenemos una conciencia de la realidad que nos rodea.

Hay que ser respetuosos de las  decisiones que cada uno tiene, aquí podemos calificarlas, pero no es el momento ni el reproche, ni de decir soy diferente a todos los demás, apoyaremos y analizaremos los hechos.

Gracias, Presidenta, usted tocaba el timbrecito después de los cinco minutos.

Gracias.

La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Gracias, Senador.

Sí, Senadora Araujo.

La Senadora Angélica del Rosario Araujo Lara: (Desde su escaño) Gracias, Presidenta.

Yo sé que la lista de oradores ha sido  debidamente consultada, quisiera inscribir mi participación en el Diario de los Debates, porque va relacionada.

Aquí se han tocado muchos temas, en particular al tema de la reconstrucción en materia de viviendas, que creo que ese es el mensaje también que están esperando miles y miles de ciudadanos, qué va a suceder, cómo se va a hacer, cuál es ese compromiso.

La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Tiene la palabra, Senadora, y si nos hace llegar su aportación para el Diario de los Debates, sería apreciado, desde ahí, desde su escaño, por favor.

La Senadora Angélica del Rosario Araujo Lara: (Desde su escaño) Le reitero, simple y sencillamente resaltar que este Congreso, aprobó una Ley en materia de Ordenamiento Territorial y que se conforma un Consejo Nacional de Ordenamiento Territorial y Urbano.

Quiero mandar el mensaje a los ciudadanos que a través de ese Consejo estaremos vigilantes de que la reconstrucción de las viviendas sea de una manera reciente.

¿Qué significa esto? Que ante cualquier otro fenómeno  ellos no vuelvan a sufrir la pérdida de este patrimonio, estaremos muy pendientes de la realización de estos fondos para la reconstrucción y que estaremos a través de ese consejo, cuidando, principalmente que sean viviendas adecuadas, que sean viviendas con servicios, que sean viviendas que respondan a la identidad de cada uno de los estados.

Aquí hago una explicación mucho más a fondo en este posicionamiento que me quiero referir y que le estaré entregando en unos minutos y de igual manera también reiterar que aquí se han tocado muchos temas, pero lo que los ciudadanos, yo estoy segura que hoy quieren, es saber que sí nos vamos a poner de acuerdo, que aquí en este Senado podremos debatir, pero que igual, estaremos haciendo consensos con la mayoría, y que en particular, ante lo que hoy es, de verdad, creo que es la principal preocupación, qué va a suceder con esas miles, miles y miles de familias que hoy no tienen un lugar adecuado  para vivir y reiterar, para concluir, que así como nos han solicitado, nos han enviado mucha gente para ayudarnos de otros países, si pudieran ayudarnos, yo creo que es un buen momento, porque hoy lo que hace falta, y lo estamos viendo, son especialistas en determinar si hay daños o no estructurales.

Y yo estoy segura que los países si escuchan ese llamado de nuestro país, podrán enviarnos y no esperar tanto tiempo para que la gente sepa si su vivienda, si un edificio, si las escuelas no tienen algún tipo de daño estructural.

Creo que ese es otro aspecto que vale la pena resaltar, muchas gracias, Presidenta, por su paciencia y por su consideración.

La Presidenta Senadora Graciela Ortiz González: Gracias, Senadora Araujo.

Tiene ahora el uso de la palabra el Senador Isidro Pedraza Chávez.

El Senador Isidro Pedraza Chávez: Gracias, Presidenta.

Nada más le suplico que para la próxima, respete el orden de inscripción de los oradores.

Estaba yo inscrito antes.

Por otro lado, también decía que este es el momento de la congruencia.

Venir a externar una posición de solidaridad con los mexicanos afectados con esta tragedia. Habla de tener congruencia  en el planteamiento y no convertir esta tragedia en  un lugar común para lucrar con el luto.

Hoy hemos visto aquí expresiones que pareciera que quieren ensayar el histrionismo, que quieren ganar el aplauso y la simpatía de los afectados.

Compañeros, hemos vivido un momento donde nuestras instituciones, muchos gobernantes se apartaron de los principios, se apartaron de los principios y colocaron en primer lugar la corrupción, y esta corrupción que hoy estamos viviendo ha hecho que los ciudadanos se identifiquen  a la política, a los políticos y a las instituciones como las causantes de las tragedias en el país, y no identifican a otro responsable más que a ellos, y esto llevó a que en la red escondieran  un reclamo, una exigencia popular, que el dinero público no sea utilizado en la próxima campaña  que habremos de enfrentar para renovar los Poderes de la Unión.

Compañeras y compañeros:

Han sido actos de pillaje, de 16 gobernadores, han sido los brotes de los fraudes y los cochupos, los que han puesto en evidencia  la rectitud de las instituciones y de los servidores, la opacidad ha sido el lugar que se ha impuesto en este sentido.

Por eso nosotros creemos que los ciudadanos en apego al artículo 39 de la Constitución del derecho que tienen de alterar o modificar la forma de su gobierno, han llamado a que este dinero no se aplique, y creo que el pueblo es el que manda, y si se equivoca, volverá a mandar, pero en ese sentido, esa es la salida que el pueblo manda para el uso de los recursos públicos.

Pero también, compañeros, nosotros tenemos que tener claro que hay  un escenario de oportunismo político, porque ha avanzado en la sociedad la idea  de quitar a este gobierno que no ha generado una mejora en la sociedad y que hoy se han polarizado en la calle las estrategias, y que es una estrategia  con maña, la que quiere tratar de debilitar a los adversarios  para que esta competencia se lleve en las máximas condiciones de debilidad.

Menos política y más acciones de gobierno, menos política y más incorporación de la sociedad a las acciones de rescate y reconstrucción, se trata de  reconstruir, no se trata de reproducir y reconstruir la miseria, donde dos millones y medio de mexicanos  en Chiapas y Oaxaca han vivido o los más de 11 municipios, de 111 municipios de Puebla, y los municipios de Morelos, de Guerrero, del Estado de México, los afectados en Veracruz por los huracanes,  el propio Distrito Federal.

Se trata de recuperar  el nivel de vida de las familias que han sido azotadas por la pobreza, y que fueron víctimas de este flagelo en días pasados.

Se trata de instrumentar una política que les dé ese derecho.

Compañeros, para no lucrar con esto, tenemos una ley pendiente aquí de aprobar, que es la Ley del Derecho a la Alimentación, que establece mecanismos de  cómo atender el tema de la alimentación de los mexicanos, a través  de instituciones que fueron rebasadas con este sismo.

Es momento de la solidaridad, de la generosidad, de la ayuda incondicional y anónima, ese fue el mensaje de los ciudadanos que se  metieron a las calles a ayudar.

Por cierto, quiero decirles que hubo Diputados, Senadores, trabajando  en estas tareas de rescate en los sismos de esta Ciudad.

Pero compañeros, la ayuda debe ser anónima, se trata en el anonimato de cuando sea da, que se dé de corazón; que lo que da la izquierda no lo sepa la derecha; y aquí pareciera que la derecha lo que trata es de hacer un halago que se convierte en vituperio porque tratan mezquinamente de colgarse el apoyo de una forma distinta.

La ayuda debe llegar a los mexicanos sin andar presumiendo, sin competir; se trata de entregar lo que tengamos que entregar para que la sociedad viva en mejores condiciones, eso es lo que critica de las acciones de los políticos.

Por eso, compañeros, esta acción que presentan compañeros del PRI y sus aliados en incongruencia con la situación política se trata de un lucro político en este sentido.

Hay que establecerlo de manera correcta y poder establecer metas para crecer; que esta crisis sirva para crecer, para avanzar, para transformar la realidad de este país.

México no puede volver a ser igual después de este sismo, del 19 de septiembre, porque la sociedad está reclamando un cambio.

Ya lo demanda la naturaleza, no podemos ser omisos los ciudadanos para este cambio.

Muchas gracias y que se haga justicia en todos los sentidos, en el económico, en el de los mexicanos y los que tengan que pagar con cárcel el daño y las consecuencias de oprobio en lo que cayeron muchos mexicanos.

Gracias, compañeras y compañeros.

(Aplausos)

PRESIDENCIA DEL SENADOR
ERNESTO CORDERO ARROYO

El Presidente Senador Ernesto Cordero Arroyo: Muchas gracias, Senador Isidro Pedraza.

Tiene el uso de la palabra el Senador Roberto Gil Zuarth, del Partido Acción Nacional.

El Senador Roberto Gil Zuarth: Con su permiso, señor Presidente.

Honorable Asamblea:

Creo que todos hemos coincidido el día de hoy, en el que el sistema de partidos, los partidos políticos, sus expresiones parlamentarias, estamos a prueba. Estamos a prueba no solamente por la magnitud de un desastre natural, sino por la forma en la que los ciudadanos han reaccionado a ese desastre natural.

De nueva cuenta, así como sucedió en 1985, fueron los ciudadanos que se pusieron enfrente del esfuerzo por no solamente ayudar al otro, sino también por empezar la reconstrucción de aquello que se dañó como resultado de ese desastre.

Y desafortunadamente en el debate del día de hoy todo parece indicar que les estamos dando la razón a aquellos ciudadanos que ven, que esperan de nosotros mucho más. Que ven con cierto escepticismo nuestra capacidad de respuesta frente a esa crisis; que ven con duda sobre lo que seremos capaces de hacer y de construir para aliviar y paliar los daños, no solamente materiales, sino también los daños humanos de esta tragedia.

Estamos dando la razón de que nuestra creatividad no está en sus mejores momentos. Hemos escuchado en las últimas horas, días, propuestas que van desde las donaciones de recursos, que no son de los partidos políticos, hasta propuestas escalofriantemente demagógicas que simplemente tratan de burlarse de los ciudadanos y que, además, tratan a los ciudadanos no como ciudadanos, sino como menores de edad que no son capaces de comprender la magnitud de lo que estamos haciendo, las vías de solución que tenemos frente a nosotros.

Hasta ahora no hemos sido capaces de construir una alternativa jurídica, política y económicamente viable para atender los daños de los sismos. Y no se trata únicamente de obtener los recursos suficientes para la actuación del Estado en las tareas de reconstrucción, eso es un elemento importante, pero no es el tema crucial.

El tema crucial es la forma en la que las instituciones mexicanas reaccionan frente a estos desastres tanto en el momento en el que acontecen como cuando, después, es necesario reprogramar la vida de las familias afectadas.

Y hemos dicho en este Congreso que estamos dispuestos a construir soluciones, pero no hemos dicho ni cuándo, ni cómo, ni por dónde.

Nosotros mismos nos amputamos las vías de solución cuando decimos que el Congreso de la Unión no tiene facultad para emitir un decreto de emergencia, cuando no tiene facultades para reasignar presupuesto, cuando buscamos debajo de los textos de la Constitución pretextos para no actuar.

Decimos que necesitamos reformas constitucionales de gran caldo. La enésima reforma política que este país ha echado a andar, todo con tal de no dar respuestas en el corto plazo.

Por supuesto que es deseable una reforma constitucional que reduzca de manera sensible el financiamiento público, la hemos propuesto desde hace mucho tiempo.

Y como dijo el Senador Javier Lozano, “duermen esas propuestas el sueño de los justos”, está en la congeladora del Congreso de la Unión.

Hace mucho tiempo venimos discutiendo el tamaño del Congreso; hace mucho tiempo venimos discutiendo la forma en la que deben de funcionar las campañas electorales, sobre todo la forma de contener el enorme gasto legal y extralegal que cada día se vuelve todavía mayor.

Cada elección que presenciamos en este país es una fiesta de derroche, de dinero público, pero también de dinero privado que no termina por fiscalizarse bien.

Hemos hablado durante muchos meses de la necesidad de reconstruir el sistema de partidos. Hoy es mejor, desafortunadamente, ser desertor de un partido que reformador de un partido político porque nosotros mismos estamos abonando al desprestigio de los partidos, y nosotros mismos estamos abonando al desprestigio de la política.

En esta tribuna no hemos defendido lo que hemos hecho durante 30 años de atención democrática; debemos defender no solamente la vitalidad del financiamiento público, sino la necesidad de construir plataformas de equidad para que el pluralismo competitivo se pueda expresar correctamente.

Lejos de defender lo que ha sido la evolución institucional de tres décadas hoy estamos dispuestos a tirarlo a la basura por la simple y sencilla razón de conseguir un aplauso fácil de la gradería. Ojalá nuestra actuación sea un poquito más responsable.

Lo que está a prueba es justamente eso, la capacidad de respuesta de las instituciones democráticas y representativas, nuestra capacidad de hacer buenas soluciones, de plantear buenas ideas, y no simplemente una ocurrencia demagógica, la ocurrencia demagógica de ocasión.

Algunas Senadores de Acción Nacional hemos presentado una propuesta de un decreto de emergencia que implica la reasignación inmediata de poco más de 5 mil millones de pesos del financiamiento público de los partidos, que no los deja sin recursos, que permite la posibilidad de competir en igualdad de circunstancias; pero que sí hace un esfuerzo por escuchar la demanda de la sociedad, de que este país no puede tener pueblo pobre y partidos ricos.

Que mientras hay decenas de miles de personas sufriendo los daños de los desastres naturales estos partidos políticos mexicanos se gasten 13 mil 900 millones de pesos en la elección de 2018 únicamente por la vía del financiamiento público.

El decreto de emergencia canaliza de manera inmediata mil millones de pesos para 2017 y poco más de 5 mil millones para 2018 como una expresión no solamente de sensibilidad, sino también de responsabilidad.

Pero también el decreto de emergencia da paso, espacio para que nos sentemos con sentido de bien y con mucha responsabilidad a discutir las reglas del juego democrático en nuestro país. No caigamos, no caigamos en la tentación de la demagogia porque no conozco ninguna democracia que funcione sin un sistema robusto de representación en la que son cruciales los partidos políticos.

Si queremos llegar a este destino en el cual los partidos políticos sean instituciones que puedan ser desechados para la democracia, preparémonos para el gobierno autoritario de un solo hombre, creo que ninguno de los aquí presentes quiere regresar a ese México del autoritarismo.

(Aplausos)

El Presidente Senador Ernesto Cordero Arroyo: Gracias, Senador Roberto Gil.

Tiene el uso de la palabra el Senador José Marco Antonio Olvera Acevedo.

El Senador José Marco Antonio Olvera Acevedo: Con su permiso, señor Presidente.

México afronta un nuevo reto luego de los sismos que impactaron los días pasados.

Estos fenómenos han impactado seriamente la zona centro y sur del país.

Hoy el dolor, sin duda, embarga nuestra nación, miles de mexicanas y mexicanos han perdido su patrimonio, su tranquilidad o, peor aún, a un ser querido.

Quiero expresar mis más sentidas condolencias a los familiares y amigos de las personas que lamentablemente han perdido la vida, y refrendar nuestro apoyo incondicional a las personas que resultaron heridas.

Quiero reconocer las grandes muestras de solidaridad que ha mostrado la sociedad mexicana, y quienes han acudido al auxilio de  nuestros hermanos en desgracia, y por qué no señalar a todos los países hermanos que nos han estado apoyando.

Cuando vemos a personas que están dispuestas a arriesgar su vida para ayudar a otras, que ni siquiera conocen,  y que quizás no vuelvan a ver más en su vida.

En ese momento nos damos cuenta de la grandeza que tenemos como nación y fortalecemos la convicción de que vamos a superar este complejo momento.

Quiero destacar la participación de las mujeres, las enfermeras, militares, policías, amas de casa, maestras, maestros y de todos esos admirables jóvenes que hombro con hombro y asumiendo roles de verdadero liderazgo han contribuido a rescatar y salvar vidas.

Reconocer también la rápida reacción y coordinación de las autoridades federales y locales para atender a los ciudadanos afectados en los lugares siniestrados.

Tras casi una semana de la desgracia, los mexicanos nos enfrentamos ante el resto de la reconstrucción, no sólo de los inmuebles afectados, sino de la vida de miles de mexicanos que se quedaron sin hogar.

La situación de emergencia por la que atraviesa nuestro país demanda una respuesta extraordinaria e inmediata para contribuir a la atención de los damnificados y la reconstrucción de  las zonas afectadas.

Aquí, nuestra compañera Angélica, ha señalado del reto que representa la reconstrucción de miles de viviendas que habremos de realizar en nuestro país.

Compañeras y compañeros:

No es momento de confrontación política, no debemos privilegiar la confrontación política; la situación exige altura de miras.

México no necesita discursos, necesita acciones concretas, necesita tiempo, recursos, planeación, atingencia y responsabilidad para enfrentar este reto.

Dejemos de lado los protagonismos estériles, no escatimemos el apoyo a las familias damnificadas, y sumemos esfuerzos para que se canalicen los recursos suficientes de manera adecuada.

No medremos con el dolor causado por el sismo.

Por ello, los legisladores del PRI manifestamos nuestra solidaridad y respaldo con las familias que perdieron a un ser querido.

Expresamos nuestro total respaldo con aquellos que perdieron o vieron afectado su patrimonio.

Tengan la certeza de que no están solos, cuentan con el respaldo de las instituciones del Estado mexicano y de todos los mexicanos, que no escatimaremos en esfuerzos para apoyarles.

Convoco a todos los sectores de la población de  nuestra nación, a los partidos políticos, a los medios de comunicación, a las organizaciones de la sociedad civil, a las organizaciones religiosas, los convoco a actuar con prudencia y con responsabilidad; los convoco a la verdadera solidaridad.

Es cuanto, señor Presidente.

El Presidente Senador Ernesto Cordero Arroyo: Muchas gracias, Senador Olvera.

Tiene el uso de la palabra el Senador por Chihuahua, don Patricio Martínez, por favor.

El Senador Patricio Martínez García (Desde su escaño): Gracias, es una reflexión final, breve y sentida.

Siento que esta ha sido una sesión luctuosa, dolorosa. No habíamos pasado en todo nuestro ejercicio como Senadores una sesión tan dolorosa para la patria y la sociedad como ésta.

Sin embargo, me temo que se requiere una reflexión de cuál es el papel que debe de desempeñar el Poder Legislativo de este país en estas circunstancias. Quiero hacer una pregunta.

¿Los pobres son del gobierno, y los mercados de los mercaderes?

¿Los pobres son del gobierno, y los capitales de los banqueros?

¿Qué, no somos todos una sola sociedad, en donde debemos todos contribuir para aliviar los males de los más desfavorecidos de manera tan repentina, y los que ha traíamos antes?

Yo creo, compañeras Senadoras y Senadores que aquí lo que necesitamos es dejar de lado los esparadrapos que estamos viendo ante una hemorragia en la femoral que tiene la patria en estos momentos.

Yo creo que lo que necesitamos es tomar el asunto con el nivel que tiene esta soberanía, rápido desarrollar para sacar de los escombros al país como  lo hizo Europa, sacar un Plan Marshall, proporciones guardadas para atender a una reconstrucción de daños que todavía son incuantificables, no sólo en lo físico, sino también en la moral de nuestra población.

Yo le pido a mis compañeras y compañeros que dejemos de lado soluciones pequeñas ante un problema tan grande, que dejemos de lado el manejo de fondos y fonditos, lo que se requiere es una reestructuración general de entidades federativas y el gasto y el presupuesto que tienen, de municipios, de entidades gubernamentales, de todos, absolutamente todos en el país, incluyendo a los sectores productivos y su forma de contribuir fiscalmente a las circunstancias normales, y más en una situación tan anormal como la que tenemos.

Es el momento de que esos principios de solidaridad y subsidiaridad que tanto se han señalado en sectores importantes de la sociedad estén en vigencia plena, y si es necesario, con la imperatividad de la ley que aquí debemos sacar.

Muchas gracias.

(Aplausos)

El Presidente Senador Ernesto Cordero Arroyo: Muchas gracias, Senador Martínez.

Me pide el uso de la palabra y desde su escaño la Senadora Marcela Guerra.

La Senadora Marcela Guerra Castillo: 
(Desde su escaño) Brevemente. Muchas gracias, para secundar a los oradores que me anteceden en el uso de la palabra, simple y sencillamente para decir que nosotros los políticos debemos de estar a la altura de esta circunstancia extraordinaria.

Un pueblo y una sociedad de una generación, incluso de jóvenes, que nos puso la muestra de frente con entrega, con entereza, sobre todo entrega silenciosa, con su tenacidad y toda esta marea social hizo posible el de salir todos a la calle y mostrarlo, que sí es posible la solidaridad  y la unidad.

Yo en medio de esta lección que nos deja a todos esta marea social, estos jóvenes que nos dieron muchas lecciones, a construir una ciudadanía, que construyeron a través de sus acciones una ciudadanía, y nosotros, reitero, los políticos debemos de estar a la altura en  nuestros debates y en  nuestras acciones.

Es cuanto.

El Presidente Senador Ernesto  Cordero Arroyo: Muchas gracias, Senadora.

Pide el uso de la palabra el Senador Zoé Robledo.

El Senador Zoé Robledo Aburto: (Desde su escaño) Gracias, Senador Presidente.

Compañeras y compañeros:

He estado siguiendo el debate, y sin duda,  son muchas las cosas que tenemos que hacer para emparejar la reacción de la clase política mexicana con la reacción de la sociedad  mexicana, de los jóvenes, de todos aquellos que han salido a dar tiempo, esfuerzo, riesgo en la reconstrucción.

Hoy todos los mexicanos que tienen una grieta en su casa, tienen miedo, están preocupados, y no saben si va a haber una respuesta real del gobierno.

Pero hay otra grieta muy grande que se ha abierto, desde hace ya varios días, la grieta de la desigualdad nuevamente entre el centro y el sur del país.

Hoy  los medios de comunicación hablan del 19S, del sismo, de la misma manera que muchas veces hablamos de la frontera sin darnos cuenta que son dos las fronteras.

Hubo otro sismo de 8.2 grados el 7 de septiembre a las 11:59 de la noche, que hoy va contando con 76 muertos y cerca de 60 mil viviendas colapsadas en el estado de Chiapas. Y de ése ya se empezó a olvidar la clase política mexicana.

De ése otro sismo, de ésa otra realidad que quizás en la que no nos reflejamos tanto, de casas de adobe, de ejidos abandonados, de familias numerosas que hoy simplemente están pidiendo que les regalen una lona de los muchos espectaculares que ven del gobierno y de otros personajes políticos, para que puedan taparse de la lluvia, que además ha sido inclemente después del sismo.

Entonces, mi llamado permanente es a no olvidarnos de Chiapas, ni de Oaxaca, a no entrar a un debate entre nosotros, sobre acciones o no acciones, oportunidades de cambio y de diseño institucional, si antes no hemos resuelto qué les vamos a decir y con qué respuesta llegará el Estado mexicano en su conjunto, con esos mexicanos, los más abandonados, los más olvidados, los de siempre.

Me parece que pensar que debemos de darle un voto de confianza a funcionarios que no merecen un voto de confianza en las acciones de la reconstrucción, es no solamente arriesgado, sino que nos podemos arrepentir.

Es la hora de la auto reconstrucción, no solamente de las casas, también de la confianza, de la economía, de las acciones políticas que espera la gente, y para la que no hay distinciones de partidos políticos.

Ojalá de verdad, por una simple consideración, hasta en el manejo del lenguaje, no hablemos del sismo, hay varios sismos, esto empezó el 7 de septiembre, no el 19, es una emergencia que nos debe de convocar a todos, aunque esté tan lejos, aunque sea tan distante de los sentimientos de cada quien, porque está en Chiapas o porque está en Oaxaca.

Sé que el Senado, como la casa que representa el federalismo no lo hará, pero sí lo están haciendo muchos allá afuera, que simplemente ya se olvidaron de que antes tembló en Chiapas.

Muchas gracias Presidente.

(Aplausos)

El Presidente Senador Ernesto Cordero Arroyo: Gracias, Senador Zoé Robledo.

Pidió el uso de la palabra desde los escaños el Senador José María Martínez  Martínez.

El Senador José María Martínez  Martínez: (Desde su escaño) Muchas gracias, señor Presidente.

He escuchado con atención a todos, a partir no sólo de la tragedia, sino también de la enseñanza que nos deja la tragedia y de las propuestas que cada quien en particular ha estado presentando.

Pero parece ser que se nos olvida una cosa.

No se trata solamente de la reconstrucción de edificios que fueron derrumbados, se trata de reconstruir la confianza de la gente; se trata de reconstruir el tejido social; se trata de reconstruir la ética en la clase política; se trata de reconstruir el poder volver a escucharnos entre nosotros; se trata pues de que la clase política se calle, que alce el puño y se escuche a los mexicanos, se escuche a la sociedad, no más mezquindad, ni tampoco tómbolas, ni pujas políticas.

El dinero, llámese del aeropuerto, de los partidos políticos, del propio presupuesto, no es de la clase política, es de los mexicanos, no estamos nosotros en la situación de ponernos los moños, estamos ante la exigencia y la obligación de regresarle lo que es de la gente, pero siempre y cuando tengamos claro que la confianza en la clase política está deshecha.

Muchas gracias.

(Aplausos)

El Presidente Senador Ernesto Cordero Arroyo: Gracias, Senador Martínez Martínez.

Con esto damos por terminados los posicionamientos y los mensajes de esta Asamblea con respecto a la tragedia que enfrenta México desde el 7 de septiembre, como bien lo menciona el Senador Robledo.

Se levanta la sesión.

Se levantó la sesión a las 16:13 horas.

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