3 abr 2023

Raúl Padilla López (1954-2023)

Adios a Raúl Padilla, tenía 68 años de edad; lamentable su deceso, y sobre todo la forma, se suicidó..

El ex rector de la Universidad de Guadalajara murió ayer por la mañana, en su domicilio de la colonia Vallarta Poniente, se trató de un suicidio.

Junto a  su cuerpo fue localizada un arma de fuego, así como un recado póstumo.


El balance es positivo, fue un gran promotor de la cultura en México, creo y  consolidó la FIL de Guadalajara,  el Festival de Cine de Guadalajara,  el Centro de Artes Escénicas Santander y  fungió como el director del Fideicomiso del Centro Cultural Universitario.

En 2020, recibió el Premio Premio Princesa de Asturias de la Comunicación a nombre de la FIL.

Padilla fundó en 1987 la FIL de Guadalajara, que se convirtió bajo su dirección en el encuentro de su tipo más importante de habla hispana. 

–¿Pediría que se investigue la muerte de su hermano? –se le preguntó.

–No. Hasta donde yo sé, son las diligencias normales que hará la Fiscalía. Iremos dando noticia de lo que vaya saliendo.

Hace años, encontrándose en su despacho profesional y ante la presencia de uno de sus hijos y de un amigo, el licenciado Raúl Padilla Gutiérrez, de 49 años, sacó de uno de los cajones de su escritorio una pistola escuadra calibre 45, se la llevó a la sien derecha y se hizo un disparo que le produjo instantáneamente la muerte, reseñó, en diciembre de 1972, el diario local El Informador.

El hijo que presenció el suicidio fue Raúl Padilla López, entonces de 18 años, quien avisó del suceso a sus familiares.

La tragedia...

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Raúl Padilla: promotor cultural, cacique y político/Salvador García Soto

El Universal, 

La muerte sorpresiva del exrector de la Universidad de Guadalajara, Raúl Padilla López, sacudió ayer al medio cultural y a la política nacional y local en Jalisco. A la cultura, porque Padilla era una personalidad con reconocimiento internacional por su papel como creador y presidente de la FIL de Guadalajara, la feria editorial y cultural más grande de México y del mundo de habla hispana; y a la política, porque con su fuerte personalidad y su indiscutible oficio político, Raúl ejerció por más de 28 años un cacicazgo real en la segunda Universidad pública de México, a la cual ayudó a expandirse y crecer en todo el estado de Jalisco, mientras ponía y quitaba rectores y, desde un maximato legitimado por el recio control que siempre tuvo de esa Casa de Estudios, dictaba y ordenaba las políticas universitarias.

Fue tan real y tan grande la influencia política de “El Licenciado”, como solían referirse a él desde las cúpulas universitarias, que luego de haber sido candidato a gobernador de Jalisco por el PRD en 1995, se volvió aliado de López Obrador quien, como dirigente nacional del sol azteca, lo hizo diputado y coordinador de la bancada perredista en el Congreso local. En esa época, Padilla creó el Grupo Universidad y controló la dirigencia del PRD a nivel estatal, además de impulsar a políticos lo mismo dentro del perredismo que en el PRI. Pero con el paso de los años su relación con Andrés Manuel se fue deteriorando hasta que, a finales de 2017, al apoyar el Frente por México, que postuló a Ricardo Anaya como candidato presidencial en los comicios de 2018, prácticamente rompió con el tabasqueño.

Eso le valió que, ya como presidente, López Obrador lo atacara en varias ocasiones desde su conferencia mañanera, llamándolo “cacique” y diciendo que “él manda en la Universidad de Guadalajara”, además de acusarlo de desviar los fondos públicos para esa universidad y declarar, desde el gobierno federal, una suerte de boicot en contra de la Feria Internacional del Libro, evento al que calificó como “en contra de nuestro gobierno” por la participación de escritores e intelectuales como Mario Vargas Llosa, Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín y hasta ordenó que dejarán de asistir los funcionarios federales.

Y si a nivel nacional Raúl Padilla llegó a gravitar no sólo por los ataques presidenciales, sino también desde su participación en 1997 en el llamado Grupo San Ángel, que fue promotor del primer IFE ciudadano y de la alternancia democrática, en la política de Jalisco la influencia del fallecido exrector fue decisiva en los últimos 28 años, tiempo durante el cual mantuvo un control total y absoluto de la vida universitaria, consolidó a la UdeG como una universidad con presencia en todo la entidad jalisciense y fundó y le dio proyección internacional a la FIL y al Festival de Cine Mexicano de Guadalajara.

Pero su dominio caciquil en la UdeG, donde controlaba decisiones, políticas y también presupuestos, no estuvo exento de conflictos. En 2008, el entonces rector de la UdeG, Carlos López Briseño, quien era compadre de Padilla López, se rebeló contra el cacicazgo de Raúl, a quien acusó en entrevistas y declaraciones, de que “quería darme órdenes, instrucciones, me quería imponer cosas con el argumento de que eran del Grupo Universidad”. El intento de rebelión de López Briseño, quien amenazó con auditar el manejo de recursos de Padilla en la FIL, el Teatro Diana y el Festival de Cine Mexicano desató una confrontación pública que agitó las aguas universitarias hasta que finalmente el rector fue destituido en agosto de 2008. 

El otro capítulo turbulento en el reinado de casi 30 años de Padilla López, en la segunda universidad más grande del país, ocurrió en el actual gobierno de Enrique Alfaro. El gobernador emecista se confrontó públicamente con Raúl Padilla y con el actual rector de la UdeG, Ricardo Villanueva, tras acusar que “Padilla es un mafioso y un cacique disfrazado de promotor cultural”. El pleito que duró casi cuatro años, llevó a Alfaro a declarar un boicot e incluso encabezar una marcha en contra de la pasada edición de la FIL en noviembre de 2022, y a la Universidad de Guadalajara a realizar más de 100 marchas, algunas de ellas multitudinarias, para denunciar la intromisión del gobernador en la autonomía universitaria y acusar la retención de recursos públicos a la casa de estudios jalisciense.

En octubre de 2020 la otra faceta de Raúl Padilla, la de promotor cultural y visionario en la difusión de la cultura, recibió un reconocimiento internacional que no dejó dudas sobre la trascendencia de su obra y legado cultural para Jalisco y México: el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades. En la ceremonia, realizada en Oviedo, España, en donde participó a distancia con un discurso leído en videoconferencia, el presidente del Patronato de la FIL Guadalajara dio un mensaje en el que claramente aludía al gobierno de López Obrador y sus políticas demagógicas en contra de la cultura: “Los libros, y en general la letra impresa, se alimentan de la libertad y a la vez la amplían. La modernidad política apareció con la libertad de imprenta, con el derecho a escribir y publicar sin restricciones. Defendamos este valor fundamental, con más razón frente a los gobiernos populistas que hoy amenazan nuestra gerencia liberal y ponen en riesgo la democracia".

También defendió en esa ocasión a la Feria Internacional del Libro, ante los embates y descalificaciones desde la 4T: “Nuestra Feria es una empresa cultural pública, creada y sostenida por la Universidad de Guadalajara. Esta fórmula parece un error para quienes desean que la suerte del libro se deje entera en manos del mercado, pero también a los gobiernos que creen que la cultura es prescindible y que los libros, la ciencia, la educación, deben sacrificarse por otros ideales".

Ayer por la mañana, según lo informó su enemigo político, el gobernador Enrique Alfaro y lo confirmó después la Fiscalía de Justicia de Jalisco, Raúl Padilla López, a la edad de 68 años, se quitó la vida en su casa del fraccionamiento Vallarta Poniente. Aunque no se habían dado anoche mayores detalles del suicidio y se hablaba de una carta póstuma dejada por el exrector de la UdeG, no deja ser paradójico que su padre, Raúl Padilla Gutiérrez, también se sucidara el 28 de diciembre de 1972, con una pistola calibre 45 a los 49 años de edad. Raúl Padilla López tenía entonces 18 años de edad. Fue el mismo hijo quien le dio la noticia a su familia y llamó al Ministerio Público.

En una ocasión, quien fue su antecesor en la rectoría de la Universidad de Guadalajara, Enrique Javier Alfaro Anguiano –padre del actual Gobernador de Jalisco– comentó públicamente que nada extraño sería que Padilla López tuviera el mismo final trágico que su padre. “Raúl guarda en su escritorio la pistola con la que se suicidó su padre. A nadie le extrañaría que la tragedia lo llevara hacia un mismo final”, dijo el entonces exrector Alfaro. ¿Fue deseo o premonición?

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Política zoom

Raúl Padilla y su padre/Ricardo Raphael.., 

Milenio.

Hay algo en la escena de la muerte de Raúl Padilla López que es poco conocido. Un mensaje intimísimo que tiene que ver con un joven de dieciocho años al que, hace cuarenta, le tocó presenciar la muerte de su propio padre.

Así relató entonces la prensa la noticia: “Encontrándose en su despacho profesional y ante la presencia de uno de sus hijos y de un amigo, el licenciado Raúl Padilla Gutiérrez, de 49 años … sacó de uno de los cajones de su escritorio una pistola escuadra 45 y se la llevó a la sien derecha y se hizo un disparo que le produjo instantáneamente la muerte.”

El amigo del occiso era el ingeniero Salvador Martínez Jauregui y el hijo que atestiguó el suicidio fue Raúl Padilla López.

Cuatro décadas después, por distintos motivos, el hijo siguió los pasos del padre.

En su época Raúl Padilla Gutiérrez hizo una carrera política impresionante. Sin embargo, los últimos testigos que intercambiaron conversación con él coinciden en que se hallaba atravesado por una depresión, según expresó, derivada del abandono de algunos amigos.

Su hijo, en cambio, dejó este planeta rodeado de un amplísimo círculo de personas leales. Su liderazgo incontestado sobre la Universidad de Guadalajara (UdG) y una obra cultural difícil de igualar lo acompañaron hasta su última hora. Ni siquiera las tensiones políticas con el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, y también con el presidente Andrés Manuel López Obrador, lograron arañar su privilegio político.

La ambición de resumir en unos cuantos párrafos una biografía tan compleja me está prohibida. Su brillo es deslumbrante y sus sombras insondables. Sin embargo, estoy obligado a reconocer aquí que la historia contemporánea de Jalisco y de México se beneficiaron mucho con sus aportaciones.

Habrá de confirmarse lo que corrió como rumor ayer domingo: que el cáncer volvió a amenazar la vida “del licenciado” y que por tanto tomó la decisión de arrebatarle al destino lo que le tenía preparado.

Zoom: A diferencia de su padre, Raúl Padilla López habría planeado el día siguiente de todo cuánto, en vida, dependió de su voluntad, principalmente la UdG. Con todo, mientras ocurren sus funerales, paradójicamente por esa misma dependencia la suerte de esa universidad enfrentará una situación grande de incertidumbre.

@ricardomraphael

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TOLVANERA / 

Padilla/Roberto Zamarripa

Reforma

Raúl Padilla López (1954-2023) combinó como pocos la historia violenta, de conquistar a sangre y fuego los cargos políticos en su juventud, y el prestigio como mecenas de la cultura, impulsor de la principal Feria del Libro de Latinoamérica y del Festival Internacional de Cine de Guadalajara.

Cacique político y cultural, vicegobernador de facto en Jalisco, interlocutor de al menos 6 presidentes de la República, astuto, inteligente, temido y respetado, Padilla López resistió hasta los últimos días de su vida las intentonas de derrumbarlo.

Demasiados cadáveres dejó en su armario a la vez que innumerables apoyos irrigó para el florecimiento de la actividad cultural. Vio morir a su padre, Raúl Padilla Gutiérrez, cuando se disparó un balazo en la sien en el año de 1972 decepcionado por no haber logrado la candidatura a gobernador de Jalisco que el presidente Luis Echeverría otorgó a Alberto Orozco Romero. También fue estremecido por el suicidio de su hermano menor Juan, que ocurrió cuando encabezaba la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG). Raúl Padilla tomó este domingo la misma decisión que su padre y su hermano, quitarse la vida.

Entró a la política estudiantil en la federación que fundó su padre en 1948 junto con Carlos Ramírez Ladewig. Llegó a la presidencia de la poderosa FEG en 1977 cuando la política se dirimía a golpes y balazos. No solo violentos le rodeaban, también tenía en su grupo jóvenes políticos que despuntaron posteriormente. En 1989, Padilla es designado rector de la Universidad de Guadalajara y consolida un poder que no dejará hasta su muerte.

Desde la rectoría, Padilla "civiliza" a la Universidad. La crece en campus, matrícula y nivel académico y reduce su vertiente golpeadora. Aprovecha la crisis del priismo que en 1995 pierde la gubernatura con el PAN y se convierte en un jefe político universitario capaz de diseminar personajes de su feudo tanto en el PRI como en el PAN a la vez que toma por asalto al PRD jalisciense, partido que lo hace diputado federal.

Justamente en esa época traza una de sus mayores adversidades políticas con la que se despide: la confrontación con Andrés Manuel López Obrador quien despreciaba al jefe universitario.

Corría el año de 1998 y el PRD estaba en ascenso político. AMLO tenía programada una reunión con el comité directivo perredista de Jalisco y arribó tarde como invariablemente llegaba a esos encuentros. El dirigente estatal era Raúl Vargas, un personaje de toda la confianza de Padilla. Los convidados al encuentro estaban hastiados de la espera. Cuando AMLO entró al salón de sesiones en un edificio ubicado en la calle de Monterrey, en la colonia Roma de la CDMX, encontró sentado en el lugar que habitualmente ocupaba para encabezar las reuniones del comité ejecutivo a Raúl Padilla, quien tenía además las piernas subidas sobre la mesa. El desplante enervó a AMLO. Padilla sonreía.

AMLO apoyó a Enrique Alfaro en su carrera para gobernador en 2012 en contrasentido del padillismo. Padilla encumbró al priista Aristóteles Sandoval y con su apoyo lo llevó a la gubernatura de Jalisco.

Otro adversario fue justamente Alfaro. Cuando Padilla llegó a la rectoría universitaria (1989) rompió con su antecesor, Enrique Javier Alfaro Anguiano, padre del actual gobernador de Jalisco. Todo el grupo del alfarismo fue expulsado de la UdeG. Ahora, 30 años después, bajo el gobierno estatal, Enrique Alfaro Ramírez emprendió batallas contra el grupo universitario, negó recursos al rector Ricardo Villanueva y exacerbó sus diferencias con Padilla.

Opaco en el uso de los recursos públicos millonarios, Padilla deja un hueco que intentarán ocupar Ricardo Villanueva, el actual rector, o Tonatiuh Bravo quien también fuera rector y de amplia influencia local. Hay un partido local de por medio, Hagamos Jalisco, y los usos y costumbres de un cacicazgo que difícilmente podrán replicar con la misma astucia quienes pretendan sucederlo. Raúl Padilla fue único, singular: inició su carrera rodeado de pistoleros y la terminó de la mano de Premios Nobel de la literatura universal.

robertozamarripa2017@gmail.com

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