"El petróleo, para una vida digna de México”
Comunicado de la Conferencia Episcopal sobre la Reforma Energética
La Comisión Episcopal para la Pastoral Social (CEPS) de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ha emitido un comunicado acerca de la reforma energética.
Comunicado de la Conferencia Episcopal sobre la Reforma Energética
La Comisión Episcopal para la Pastoral Social (CEPS) de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ha emitido un comunicado acerca de la reforma energética.
En un texto de diez páginas, fechado el 24 de julio titulado "El petróleo, para una vida digna de México", da orientaciones generales a tener en cuenta por las propuestas formales y no formales y que han de ser valoradas con base a los criterios que brotan de la dignidad de la persona humana a saber: solidaridad, bien común, el destino universal de los bienes, proyecto nacional de largo plazo y soberanía, y la transparencia.
Con respecto a los debates que se realizan sobre la Reforma Energética, dice que es necesario que se respeten los espacios y los tiempos de diálogo, y además insta a la participación que "es un deber que todos han de cumplir conscientemente, en modo responsable y en vistas al bien común", pero aclara que las consultas populares "serán útiles en la medida que no se politicen que se propongan por encima de intereses de grupo o de partido (...) conviene recordar que la verdad no se construye por consenso, ni es prerogativa de un grupo o un partido".
Convoca además a una tregua de ataques personales e institucionales: "La violencia verbal daña la paz social, y se vuelve contra quienes la utilizan. Las descalificaciones generan desconfianza e impiden acuerdos".
Concluye el comunicado diciendo que los obispos desean un "proceso permanente de diálogo nacional, que nos ayude a conseguir los consensos necesarios" y se comprometen al diálogo para la vida digna del pueblo mexicano.
Con respecto a los debates que se realizan sobre la Reforma Energética, dice que es necesario que se respeten los espacios y los tiempos de diálogo, y además insta a la participación que "es un deber que todos han de cumplir conscientemente, en modo responsable y en vistas al bien común", pero aclara que las consultas populares "serán útiles en la medida que no se politicen que se propongan por encima de intereses de grupo o de partido (...) conviene recordar que la verdad no se construye por consenso, ni es prerogativa de un grupo o un partido".
Convoca además a una tregua de ataques personales e institucionales: "La violencia verbal daña la paz social, y se vuelve contra quienes la utilizan. Las descalificaciones generan desconfianza e impiden acuerdos".
Concluye el comunicado diciendo que los obispos desean un "proceso permanente de diálogo nacional, que nos ayude a conseguir los consensos necesarios" y se comprometen al diálogo para la vida digna del pueblo mexicano.
El texto puede leerse en
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