Gilberto Rincón Gallardo, el rebelde educado/Rafael Cardona
“Era un hombre muy bondadoso”, me decía Gilberto Rincón Gallardo de su aristocrático antepasado el Marqués de Guadalupe. “Apenas lo recuerdo”. Hablaba conmigo en la cabina de una radiodifusora donde lo entrevisté cuando alcanzó la candidatura presidencial del año 2000 con los colores de l aDemocracia Social.—Hábleme de usted, ¿cómo fue su infancia? ¿Cuáles fueron sus principales dificultades? Movió sus manos ganchudas y desproporcionadas y me dijo como si nadie más nos oyera: “Difícil”.—Mi madre —evocó lleno de sentimiento—, nunca me hizo el nudo en el cordón de los zapatos. “Tú puedes, medecía. Y yo no podía y ella lloraba sentada en la cama pero no metías las manos. Y pude y pude nadar y pude todo. Y mi madre lloraba”.
Mucho me dijo en aquella entrevista Gilberto Rincón Gallardo. Y yo lo miraba y recordaba las zafias acusaciones de quienes lo encarcelaron una de tantas (21) veces: lo acusaron hasta de incendiario y quién sabe cuántas cosas más. Un hombre pleno dedificultades físicas a las cuales venció como al lazo de las agujetas. Y también a la vida, la cual vivió plena y buena. Una y otra vez. Como una y otra vez lo metieron a la cárcel con acusaciones absurdas, imposibles.—Lo acusaron de arrojar bombas molotov…—Hágame el favor. Y me metieron.
Hoy los diarios hablan de él con tonos de elogio. Y todos los buenos juicios los merece, pero en la reiterada insistencia de su labor por una política no discriminatoria, muchos olvidan al personaje rebelde, al político, al constructor de instituciones críticas y analíticas. Al creador del Centro de Estudios para la Reforma del Estado, al promotor de la Fundación Carlos Pereyra; al comunista sin tregua; al militante del Movimiento Nacional de Liberación. Al opositor, pues.
Va saliendo por el corredor del World Trade Center enla noche del debate del año 2000, Don Gilberto. Acabade leer y decir un discurso magnífico. Nadie se acuerda de los otros. Él va con su esposa y sonríe, viaja pleno en el tren de la política. Ha dicho su verdad, ha hablado por los físicamente marginados y por los socialmente desposeídos.
El tropel casi lo arrolla. Sensatez, solidez intelectual, visión política y además de todo un enorme corazón sensible y sentido. Rescato algunas de sus ideas algunas tan oportunas como si hubieran sido dichas ayer :“La debilidad y la carencia de certidumbre del Estado de Derecho en México, es el resultado, entre otras cosas, de la enorme facilidad con que se rechazan los principios constitucionales, cuando estos no coinciden con los intereses políticos o económicos dominantes, cosa que sucede con gran frecuencia. “No obstante, esta Constitución débil y lastrada por lo ataques de los poderes fácticos, ha sido capaz de amparar cambios decisivos para la vida pública de México.
“La estructura constitucional bajo la que vivimos, hasido suficientemente flexible como para permitir el necesario cambio en las reglas efectivas de la política nacional, al grado de haber generado una transición democrática sin graves rupturas ni estallidos de violencia. “Es cierto, por vía de las reformas constitucionales, hemos arribado una democracia que lamentablemente sólo puede calificarse como de baja calidad; es decir, a un sistema representativo, todavía influenciado por las inercias del viejo autoritarismo, propicio a la sucesión de desencuentros… e incapaz de funcionar sobre la base de acuerdos del Estado y consensos de largo aliento……La máxima debilidad de nuestra Constitución reside,en su lejanía, con las prácticas efectivas del poder, no obstante, la existencia de esta brecha no debería llevarnos a aceptar que ello invalide el potencial normativo de la Constitución”.
Gilberto Rincón Gallardo se fue del PRD y su ausencia dejó un hueco aún no cubierto. Dejó al “sol azteca”por las mismas razones de todos quienes analizan seriamente el viraje de la ideología a la política clientelar, mañosa y tramposa al “agandalle” político, como lo definía el propio Carlos Pereyra. Cuando se creó la ya dicha fundación, Rincón Gallardo nos dejó esta enseñanza. Lástima para quienes la hayan desdeñado u olvidado y gratitud para él en esta hora: “Históricamente, las mejores expresiones del trabajo intelectual han estado vinculadas a posiciones políticas progresistas e incluyentes. Los grandes momentos y argumentos del pensamiento político han sido un estímulo para los movimientos que luchan por esquemas sociales más justos y menos autoritarios. En las tradiciones de izquierda, en particular, siempre ha sido una necesidad contar con un discurso intelectual capaz de darle sentido y racionalidad a l aacción política transformadora”.
racarsa@hotmail.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario