21 jun 2011

Felipe Calderón y el el Presidente Funes

El Presidente de la República de El Salvador, Mauricio Funes, recibió la Orden Mexicana del Águila Azteca en grado de Collar.
También participó en la firma del Memorándum de Entendimiento sobre Cooperación en Materia de Atención a Comunidades en el Extranjero; ambos mandatario ofrecieron un mensaje conjunto a medios de comunicación.
El acuerdo que firmaron los gobiernos de México y El Salvador tiene como objetivo apoyar a las comunidades mexicanas y salvadoreñas que se encuentran en terceros países, especialmente en EE UU.
Durante la conferencia, el Presidente Calderón señaló que esta reunión refrenda la voluntad que existe para proteger, de manera más efectiva, los derechos de los migrantes.
Más tarde, el Presidente Calderón ofreció, junto con su esposa, un Almuerzo de Estado en honor a Funes en el Castillo de Chapultepec. Chapultepec es parte de la historia de El Salvador ya que hace 19 años los Acuerdos de Paz de Chapultepec pusieron fin a la guerra civil y comenzaron una nueva era de democracia y paz para esta nación.
Discursos:
Ciudad de México, 20 de junio del 2011
Excelentísimo señor Mauricio Funes Cartagena, Presidente de la República de El Salvador.
Señor Senador Francisco Arroyo Vieyra, Vicepresidente del Senado de la República.
Señor Diputado Amador Monroy, Vicepresidente de la Cámara de Diputados.
Distinguidos integrantes de la Mesa de Honor.
Querida Margarita.
Muy estimados integrantes de la delegación salvadoreña.
Muy apreciables miembros de la comunidad salvadoreña en México, que hoy nos acompañan.
Distinguidos empresarios y líderes sociales.
Invitados especiales.
Estimados Secretarios.
Señoras y señores:
Es un honor recibir a los amigos de México, a quienes aprecian y quieren bien a nuestro país.
Hoy le damos la bienvenida, señor Presidente, en este majestuoso Castillo de Chapultepec.
Éste es un lugar muy especial y muy emblemático para los mexicanos y también lo es para los salvadoreños. Es un símbolo de la fraternidad que existe entre nuestros pueblos.
Hace 19 años también estuvo presente aquí el Presidente Mauricio Funes, entonces en su calidad de periodista y cubriendo la celebración de los Acuerdos de Paz que tuvieron lugar precisamente aquí, en el Castillo de Chapultepec, y que pusieron fin a más de 12 años de Guerra Civil y trajeron la paz y la democracia al pueblo hermano de El Salvador.
Este Castillo, Presidente, fue antes un palacio, construido a finales del Siglo XVIII. Fue la residencia veraniega de los últimos virreyes, precisamente, en el lugar que lo era, también, de descaso de los emperadores aztecas.
Después sería, en la época independiente y hasta el Siglo XX, residencia de los Presidentes de México.
Durante muchos años el Castillo fue sede del Heroico Colegio Militar. Y aquí tuvo lugar una de las batallas más cruentas y heroicas de la Guerra con Estados Unidos, en 1847, cuando los jóvenes Cadetes del Colegio trataron de detener la ofensiva del Ejército invasor, defendiendo su Patria hasta con la vida misma.
Sé que usted, señor Presidente, depositará una ofrenda floral en el Altar de la Patria, cerca de aquí, donde descansan los restos de estos jóvenes héroes, y le agradecemos profundamente tan noble gesto.
México y El Salvador, amigas y amigos, tenemos raíces profundas que nos son comunes y que nos hermanan, y de ello habla, precisamente, el Castillo de Chapultepec. La nuestra es una historia rica y prodigiosa, de civilizaciones milenarias, como los mexicas, olmecas o los mayas. Es una historia de grandes mujeres y  hombres que han levantado la voz para alcanzar la Independencia y la libertad.
De Manuel José Arce y el doctor José Matías Delgado, en El Salvador, de Miguel Hidalgo, o José María Morelos y Pavón, en México, todos que lucharon por una Patria nueva y generosa para los hijos de este Continente y de Mesoamérica.
En esta lucha libertaria, salvadoreños y mexicanos estuvimos, como siempre, unidos. Agradecemos por ello, y sentidamente a los salvadoreños, habernos acompañado en  las celebraciones del Bicentenario de la Independencia, durante 2010, y ahora, por conducto de usted, señor Presidente, los felicitamos fraternalmente por el Bicentenario y el Primer Grito de Independencia de El Salvador, que celebran en este 2011, y que fue el llamado de sus héroes patrios a luchar por la libertad.
Salvadoreños y mexicanos somos, como lo dijera el gran poeta Pedro Rivas,  Los Nietos del Jaguar: A piedra y puños, a uña batallamos contra grandes ejércitos, siniestras aguas quisieron detenernos, pero siempre vencimos.
Estas palabras sintetizan las duras  pruebas a las que nos ha sometido la historia: guerras civiles, intervenciones extranjeras, autoritarismos y dictaduras, o como lo dice el poema grandioso: A uña hemos batallado contra ejércitos más grandes y hemos salido airosos.
Este pasado de gloria, señor Presidente, hoy debe servirnos para construir juntos un futuro de progreso y bienestar. Ciertamente, hoy enfrentamos nuevos enemigos, nuevos desafíos, nuevas amenazas a la libertad de nuestros pueblos, como el flagelo del crimen organizado y la delincuencia. Pero sé que habremos de enfrentarlos unidos, y unidos habremos de vencer.
Otro gran desafío que ya ha dado muestra de su poder destructor en nuestra región, es el cambio climático y sus consecuencias. Y debemos seguir dando juntos esa batalla, por un lado, para preservar las selvas, los bosques, los lagos y los ríos, y nuestra enorme biodiversidad, orgullo y patrimonio de salvadoreños y mexicanos; pero, también, para enfrentar y enfrentar juntos, y en cooperación activa a nivel internacional, acorde con la fraternidad de nuestros pueblos, los desafíos que tal cambio climático presenta. Desde los terribles huracanes que azotan nuestra región, o las sequías, por ejemplo, que en común hoy enfrentamos.
Y así como hay retos, frente a nosotros se abren también brillantes horizontes de oportunidad. Y, por eso, es necesario apuntalar el Proyecto Mesoamérica, base de una prosperidad compartida en todos los ámbitos, no sólo en el plano económico, sino también, en el político y social, a fin de aprovechar el potencial de nuestras naciones al máximo.
Señor Presidente Mauricio Funes Cartagena:
Los mexicanos le recibimos como el hermano de sangre que es usted. A nombre del pueblo y del Gobierno de México, es una orden condecorarlo el día de hoy, con la Orden Mexicana del Águila Azteca en Grado de Collar.
Esta distinción es el máximo galardón que entrega nuestra Nación a Mandatarios y ciudadanos de otros países, que llevan a México en el corazón.
Se otorga con el objeto de reconocer los servicios prominentes a la Nación mexicana o a la humanidad. Es una forma de expresar el agradecimiento, el respeto y la admiración de nuestro pueblo.
Le pido, señor Presidente, si sirve pasar.
 (ENTREGA DE LA CONDECORACIÓN)
Y ahora quiero pedirles a todos ustedes que, en tan singular ocasión, me acompañen en un brindis.
Por la ventura del Presidente Mauricio Funes Cartagena y su familia, y por la hermandad perenne entre los pueblos salvadoreño y mexicano. Por la prosperidad de El Salvador.
**
Señoras y señores de los medios de comunicación.
Distinguidos integrantes de la Comitiva del señor Presidente Funes.
Estimados colaboradores del Gobierno Federal.
Doy nuevamente la más cordial bienvenida al Presidente de El Salvador, don Mauricio Funes Cartagena, quien es un entrañable amigo de nuestro país.
Su presencia en México, señor Presidente, nos permite refrendar la amistad que une a nuestros pueblos y fortalecer la relación estratégica que hemos construido ambos Gobiernos.
En esta Visita de Estado del Presidente Mauricio Funes, hemos reiterado nuestro deseo de trabajar unidos para superar desafíos comunes.
En nuestra fructífera reunión, hemos tratado varios temas de gran relevancia, de los cuales quisiera destacar los siguientes:
En primer lugar. Tuvimos la oportunidad de refrendar nuestra voluntad compartida para seguir trabajando estrechamente, a fin de proteger, de manera más efectiva, los derechos humanos de los migrantes.
Las condiciones en las que se da actualmente la migración ponen a las personas en una situación de alta vulnerabilidad. En muchas ocasiones, tanto los propios ciudadanos mexicanos como los salvadoreños, entran sin documentos a nuestro país y se ven obligados a actuar en la clandestinidad en sus recorridos hacia el Norte, para ingresar a los Estados Unidos, en busca de mejores oportunidades de vida para su familia.
Esto los expone a situaciones de violencia y abuso, que a todos nos preocupan, a todos nos indignan y que tenemos la obligación de erradicar.
Estoy bien consciente de la anterior Visita del Presidente Funes a nuestro país con motivo de la tragedia ocurrida en San Fernando, Tamaulipas, y en la que murieron varios migrantes centroamericanos y, entre ellos, salvadoreños.
Desde entonces, en México hemos incrementado nuestro esfuerzo para proteger de manera más efectiva la seguridad, la integridad y los derechos de los migrantes. Hablo tanto de los operativos Federales para atender situaciones urgentes en zonas donde los migrantes se ven más afectados por la criminalidad, como de los cambios de fondo a nuestro marco legal.
Es el caso de la Reforma Constitucional en Materia de Derechos Humanos, de la Reforma Legal a la Ley de Amparo y, especialmente, de la nueva Ley de Migración, que son transformaciones que representan un verdadero punto de inflexión en la manera en la que nuestro país aborda el desafío migratorio.
En ese contexto, el Presidente Funes y yo nos hemos comprometido a fortalecer la coordinación y la cooperación entre nuestros Gobiernos, con el fin de avanzar hacia una migración más segura y más respetuosa de los derechos humanos.
He compartido con el Presidente Funes algunos aspectos de la nueva Ley de Migración. Por ejemplo, la figura del Visitante, y la figura del Derecho del migrante, que se ha establecido en la ley, con la cual es posible darle a los migrantes en tránsito hacia terceros países, fundamentalmente hacia Estados Unidos, la posibilidad de tener una estancia legal, temporal en nuestro país para que puedan llevar a cabo su propósito.
En segundo lugar. El día de hoy hemos atestiguado la Firma del Memorándum de Entendimiento sobre Cooperación en Materia de Atención a Comunidades en el Extranjero.
El objetivo es establecer mecanismos de apoyo conjunto a las comunidades mexicanas y salvadoreñas, que se encuentran en terceros países, especialmente, en los Estados Unidos de América. La idea es brindarles, de manera conjunta, asesorías, capacitación y apoyo para las organizaciones de eventos y otras actividades en temas como salud y educación. Este Acuerdo refrenda la hermandad que existe entre salvadoreños y mexicanos, en cualquier lugar del mundo.
En tercer lugar. El Presidente Funes y un servidor hemos conversado sobre, también, la necesidad de alcanzar un mayor desarrollo compartido en el ámbito comercial y económico.
A 10 años de la entrada en vigor de nuestro Tratado de Libre Comercio, el intercambio comercial entre México y El Salvador se ha más que duplicado, al pasar de 300 millones de dólares, en 2001, a 763 millones de dólares, en 2010.
Sin embargo, sabemos que esta fructífera relación aún puede crecer mucho más, y beneficiar a todos los países de la región.
Por eso, el Presidente Funes y yo hemos reafirmado nuestro interés de impulsar los trabajos, a fin de alcanzar la convergencia de Tratados de Libre Comercio entre México y Centroamérica con miras a consolidar un solo pacto comercial.
En un mundo en el que la competencia se da entre bloques económicos, esta consolidación en un solo pacto regional permitiría que la región sea más competitiva y sea más atractiva para la inversión.
También he conversado con el Presidente Funes acerca del Mecanismo de Integración Profunda, Alianza del Pacífico, el Arco del Pacífico Latinoamericano, cuyo objetivo es abrir nuevos mercados para los productos de las naciones latinoamericanas en el mundo, especialmente en la zona Asia-Pacífico. Le he manifestado la importancia que tiene para México la valiosísima presencia de El Salvador en la Alianza y nuestros deseos de seguir participando activamente en este proceso de integración para fortalecer nuestras economías.
En cuarto lugar. Toda vez que El Salvador asume este 1 de julio, y congratulamos al Presidente Funes por ello, la Presidencia Pro Témpore del Sistema de Integración Centroamericana, le he expresado al Presidente Funes nuestros mayores deseos de éxito y la abierta y absoluta voluntad de México de cooperar con su presidencia.
Estamos seguros de que su trabajo al frente del SICA será fundamental para el fortalecimiento de los esfuerzos de integración regional, para avanzar en la estrategia de seguridad en Centroamérica, a cuya reunión asistiremos dentro de dos días, y también para impulsar el Proyecto Mesoamérica, en el que ambos países estamos comprometidos.
Señoras y señores de los medios de comunicación.
Señor Presidente Mauricio Funes:
La relación entre El Salvador y México está muy cercana y está pasando por uno de sus mejores momentos.
Nuestros países dan ejemplo de los avances que se pueden lograr, a través del diálogo, el entendimiento y la cooperación conjunta.
México y El Salvador estamos avanzando para convertir nuestra amistad, que es profunda, en una relación dinámica y de provecho, tanto para nuestros países, como para las demás economías de la región.
Agradezco, nuevamente, al Presidente Mauricio Funes la Visita de Estado a nuestro país, y le reitero la amistad del pueblo de México y el compromiso de mi Gobierno de seguir trabajando por encontrar soluciones a los desafíos que nuestras naciones enfrentan.
Bienvenido, una vez más, señor Presidente.
Muchísimas gracias por su atención.

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