23 nov 2011

El padre Pro

El padre Miguel Agustín Pro a un paso de ser santo

Los milagros que lo podrían llevar a los altares se tratan de dos curaciones inexplicables a religiosas de distintas congregaciones

Héctor Figueroa
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Excélsior, 23 de noviembre.- Al cumplirse 23 años de la beatificación del padre Miguel Agustín Pro, por el papa Juan Pablo II, el vicepostulador de la causa de canonización, Amado Fernández, dio a conocer dos posibles milagros que, una vez estudiados por el Vaticano, podrían llevar al mártir de Cristo Rey a ser el próximo santo mexicano.

El sacerdote Fernández explicó que se trata de curaciones inexplicables registradas en dos religiosas de diferentes congregaciones. Ambas padecían enfermedades graves en etapa terminal, mismas que han sido superadas tras pedir la mediación ante Dios del padre Pro.
De acuerdo con el religioso, si bien aún falta confirmar las curaciones con los expedientes médicos y cumplir con los requisitos que establece la proceso ante la santa sede, los hechos avivan el anhelo de que pronto el padre Pro sea declarado santo.
Hoy a las 09:00 horas enfrente del edificio de Excélsior, en la Lotería Nacional, lugar donde fue fusilado Miguel Agustín Pro por el regimen callista, decenas de jesuitas se reunirán para recordar el hecho y realizarán una procesión hacia la colonia Roma, donde esa congregación cuenta con una iglesia.
Este miércoles se cumplen 84 años del fusilamiento del padre Pro, y en el portal de internet que poseen los jesuitas a favor de la canonización del religioso www.padrepro.com.mx se pueden hacer peticiones al hasta ahora declarado beato de la Iglesia católica.
“¡Viva Cristo Rey!”, fueron las últimas palabras que salieron de los labios del padre Pro el día que fue fusilado en donde en la actualidad está el edificio de la Lotería Nacional.
“El 23 de noviembre es un día de fiesta, pues la entrega generosa que el P. Pro hizo de su vida representa de alguna manera la entrega que hace espiritualmente al pueblo mexicano”, refiere la página web.
Respecto al posible primer milagro para la canonización de Miguel Agustín Pro, tiene que ver con una religiosa de las hijas de la caridad de San Vicente de Paúl, quien padecía cáncer de mama.
Según el testimonio, luego de participar el año pasado en la misa del aniversario del padre Pro, una de las religiosas de dicha congregación llevó a su compañera enferma un sacramental consistente en un algodón con aceite de olivo consagrado al beato.
La religiosa que padecía la enfermedad comenzó a portar el sacramental, mientras que toda la congregación se comprometió a orar permanente por ella, encomendándola al padre Miguel Agustín Pro.
Fue durante los julio y agosto del presente año cuando se dio a conocer que la enfermedad había desaparecido de forma inverosímil.
El otro caso dado a conocer por el vicepostulador de la causa, es el de una religiosa de la fraternidad misioneras Serviam, quien padecía leucemia aguda. La fraternidad
—inspirada por la devoción de su fundadora hacia el Padre Pro—, pidió la intercesión del beato por la salud de la religiosa, que ya se encuentra libre de dicha enfermedad.
“Actualmente estamos trabajando para conseguir los expedientes médicos que avalen las curaciones como un hecho humanamente inexplicable, pues se trata de dos personas que padecían una enfermedad mortal y que recuperaron su salud”, explicó el sacerdote Amado Fernández.
Precisó que ambos “milagros” deben ser examinados detalladamente por médicos laicos y especializados en las enfermedades que padecían las religiosas. Además, deben tener la disposición de manifestar que lo ocurrido es algo extraordinario que a la luz de la ciencia médica no se puede resolver.
Una vez superada esta etapa, procede la revisión de los expedientes por parte del obispo de la V vicaría episcopal, Francisco Clavel Gil, y las autoridades de la Comisión para las Causas de los Santos de la Arquidiócesis de México, quienes deberán valorar nuevamente los testimonios de los involucrados.
Si se cumplen cabalmente todos los requisitos, entonces corresponderá al cardenal Norberto Rivera Carrera determinar si los casos son enviados al Vaticano.
“La esperanza nunca muere, por eso seguimos multiplicando manos y corazones para encontrar el milagro que se necesita a fin de que el padre Pro alcance la santidad; sin embargo, sabemos que Dios es quien tiene la última palabra”, enfatizó.

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