A
Rubén también lo intimidaron en DF, “Que sepas que aquí estamos”, le dijeron:
Valtierra
Cable de la agenci española EFE Agosto 3, 2015
El
fotógrafo mexicano, Rubén Espinosa, asesinado junto a cuatro mujeres el pasado
viernes en un departamento de la colonia Narvarte, se sentía perseguido en la
capital mexicana, a donde había llegado a principios de junio del oriental
estado de Veracruz porque temía por su vida.
Pedro
Valtierra, director de la agencia de fotografía Cuartoscuro en la que Espinosa
era corresponsal, dijo a Efe que éste había expresado la semana pasada que
estaba siendo perseguido también en la capital mexicana.
Señaló
que había dicho al editor de la agencia que “sentía que lo perseguían, que lo
vigilaban” también en el Distrito Federal, y que por ello estaba “temeroso”, si
bien reconocía la posibilidad de que fuera “paranoia”.
Valtierra
contó que recientemente alguien lo interceptó en un restaurante y le preguntó
si era el fotógrafo que salió huyendo de Veracruz.
Espinosa
le respondió que sí y el desconocido, antes de marcharse, le soltó: “Que sepas
que aquí estamos”.
Eso
lo “dejó muy preocupado”, apuntó tras recordar que el fotógrafo de 31 años
abandonó Xalapa, la capital de Veracruz, porque estaba siendo hostigado y temía
por su vida.
Sobre
quiénes estarían detrás de las amenazas e intimidaciones que lo llevaron a
abandonar el estado, Valtierra indicó que en varias ocasiones el fotógrafo
aludió a agentes de la Seguridad Pública de Xalapa.
Destacó
que en Veracruz hay un “estado de emergencia”; 14 periodistas asesinados en el
mandato de Javier Duarte (2010-2016) revela que el gremio vive “una situación
de desprotección impresionante”.
(…)
En
declaraciones a Radio Fórmula, Rafael Rodríguez, director de la revista
Proceso, en la que colaboraba Espinosa, también lamentó que la fiscalía
capitalina haya dicho que su llegada a la Ciudad de México estaba relacionada
con la búsqueda de oportunidades de trabajo.
“Me
preocupa que de entrada la investigación empiece a adquirir una distorsión”,
apuntó Rodríguez, tras asegurar que varios colegas y su hermana pueden dar
cuenta de que el fotoperiodista había huido de Veracruz por amenazas
relacionadas con el ejercicio de su profesión.
“Es
muy difícil arrancar una hipótesis de lo que pasó realmente, pero los
antecedentes nos hacen reflexionar sobre las situación del periodismo en
Veracruz”, afirmó.
Recordó
el asesinato hace tres años de la corresponsal de Proceso en ese estado, Regina
Martínez, que aún no ha sido plenamente esclarecido, y declaraciones recientes
del gobernador Javier Duarte en tono amenazante dirigidas al gremio
periodístico.
En
una comida reciente con periodistas, Duarte acusó a algunos comunicadores de
tener vínculos con el crimen organizado y les instó a que se “(portaran) bien”.
“Todos
sabemos quiénes andan en malos pasos”, afirmó el gobernador, quien advirtió que
“vienen tiempos difíciles” porque su Gobierno sacudirá “el árbol y van a caer
muchas manzanas podridas”.
Rodríguez
destacó que este asesinato no solo conmociona al periodismo “que no se pliega a
las voluntades del Gobierno en turno” sino a todos los habitantes de una ciudad
que parecía más segura que otras muy golpeadas por la violencia.
Colectivos
de periodistas y defensores de derechos humanos exigieron hoy a la Fiscalía
Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión
(Feadle), dependiente de la Procuraduría General de la República (PGR), asumir
la investigación.
La
PGR dijo el domingo estar “atenta” a los avances de la investigación y afirmó
que “si es necesario, coadyuvará en la indagatoria”.
Las
amenazas y agresiones a periodistas “continúan siendo una práctica cada vez más
cotidiana”, detallaron las ONG, que denunciaron “condiciones de inseguridad, de
censura y de autocensura” y la incapacidad del Estado para “frenar estas
condiciones”.
México
es uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo con 102
comunicadores asesinados desde el 2000 hasta el 2014, según cifras de la
Feadle.
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