Primera
y última vez olímpica/Thomas Bach es presidente del Comité Olímpico Internacional.
El
País | 31 de julio de 2015
Cuando
hoy abra el famoso sobre con el nombre de la sede de los Juegos Olímpicos de
Invierno de 2022, tendré tanta curiosidad como cualquier otro. Nadie sabe quién
ganará, pero la decisión tendrá un impacto duradero en una de estas dos
ciudades muy diferentes: Almaty (Kazajistán) y Pekín (China).
Sea
cual sea la decisión, dará lugar a una primera vez olímpica. Almaty se
convertiría en la primera sede olímpica de la región y Pekín en la primera
ciudad que acoge tanto los Juegos de verano como los de invierno. Pero también
será una última vez olímpica: Almaty y Pekín serán las últimas ciudades que
iniciaron su candidatura antes de que el COI aprobara la Agenda Olímpica 2020,
las reformas que han modificado considerablemente el proceso de selección. Los
cambios dan una mayor importancia a la sostenibilidad, el legado y la
transparencia, y permiten que las sedes adapten más fácilmente los Juegos a sus
necesidades, en lugar de intentar encajar en un modelo.
A
pesar de que el proceso de evaluación para 2022 se hallaba en una fase avanzada
cuando el COI aprobó la Agenda Olímpica 2020, el pasado diciembre las reformas
tuvieron algunas repercusiones inmediatas. Las dos candidatas aprovecharon la
flexibilidad para mejorar sus planes para los Juegos y reducir costes.
Almaty
espera dejar un legado de deportes de invierno a Kazajistán e impulsar las
reformas económicas y sociales. Pekín desea acelerar el desarrollo de una nueva
zona deportiva y turística y fomentar el interés por los deportes de invierno
en esta región del norte de China, en la que viven más de 300 millones de personas.
Independientemente
de cuál sea la elegida, los Juegos de 2022 serán bastante menos costosos que
los anteriores. Los presupuestos para la inversión en villas olímpicas,
instalaciones deportivas y otras infraestructuras son de 1.850 millones de
dólares para Almaty y de 1.500 para Pekín.
Las
dos harán gran uso de las instalaciones existentes. Almaty aprovecharía sus
infraestructuras de invierno de gran calidad, como la célebre pista de patinaje
Medeo, escenario de numerosos récords del mundo, mientras que Pekín
reutilizaría las instalaciones de los Juegos de 2008, incluido el emblemático
estadio Nido de Pájaro. Las dos han definido ya un uso posterior para las
instalaciones permanentes, a fin de garantizar que las inversiones sigan
generando beneficios en el futuro.
El
presupuesto de operaciones de las dos candidatas es inferior a 1.800 millones,
cifra que se verá compensada con la venta de entradas, patrocinios y otros
ingresos. El COI contribuirá con unos 880 millones y las dos ciudades esperan
encontrar un equilibrio presupuestario e, incluso, obtener beneficios.
El
COI ha tomado otras medidas para simplificar la labor de las candidatas. A fin
de disminuir el coste y la complejidad de las visitas de evaluación, corrió con
los gastos relacionados con estas visitas. La comisión de evaluación adoptó un
enfoque de colaboración y fomentó un diálogo abierto, en lugar de limitarse a
evaluar y a explicar cómo se pueden organizar los Juegos de manera más
sostenible y viable.
La
Agenda Olímpica 2020 ha aportado más transparencia al proceso. Por primera vez,
el informe de la comisión de evaluación incluye un análisis explícito de las
oportunidades y riesgos de cada ciudad. Esto no solo ayudará a tomar la
decisión, sino que permite orientar mejor a las ciudades. La Agenda transmite
claramente el respeto del COI por la diversidad: forma parte de la magia de los
Juegos y es fundamental para proteger la unidad olímpica. Y se da mayor
importancia a cuestiones relacionadas con los derechos humanos y laborales, la
libertad de los medios y el medio ambiente. Se han recibido garantías de no
discriminación, acceso a Internet y el derecho a manifestarse durante los
Juegos. Al tiempo, el COI reconoce que fuera del periodo de los Juegos debe
respetar las leyes de los Estados soberanos. No es un gobierno mundial.
Tanto
Almaty como Pekín son capaces de acoger unos Juegos exitosos. No puedo predecir
quién ganará. Pero sí afirmar que habrá representantes de varios países que
aspiran a acoger los Juegos de 2024, entre ellos Francia, Alemania, Hungría,
Italia y EE UU. Así comenzará un nuevo capítulo en el que las ciudades se
beneficiarán plenamente de la Agenda Olímpica 2020, con una mayor flexibilidad
para ofrecer unos Juegos que respondan a sus necesidades y que sean un
escenario mundial para los mejores atletas del mundo.
Por
todo ello, estoy impaciente por abrir hoy el sobre olímpico.
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