Revista
Proceso
# 2033, a 18 de octubre de 2015...
Se le escurrió
de las manos a la Marina/PATRICIA DÁVILA Y J. JESÚS ESQUIVEL
Los
agentes estadunidenses que operan en México tenían las coordenadas precisas
para cercar a Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, y recapturarlo. Lo habían
rastreado durante semanas y dieron los datos a la Marina para que desplegara
desde principios de mes a sus hombres en la sierra de Durango, donde
presuntamente se encontraba el capo sinaloense… Pero los marinos llegaron tarde
y éste simplemente desapareció.
WASHINGTON DC.–
Desde que se fugó del penal de El Altiplano, el 11 de julio pasado, las
agencias de inteligencia de Estados Unidos, encabezadas por la Drug Enforcement
Administration (DEA), han utilizado la tecnología de rastreo y de
interceptación de comunicaciones más avanzada para ubicar a Joaquín El Chapo
Guzmán Loera, líder del Cártel de Sinaloa, a quien detectaron en un rancho en
la sierra de Durango hace dos semanas.
Con
el permiso para espiar en México que les dio Felipe Calderón, cuando estuvo en
Los Pinos bajo el marco de la Iniciativa Mérida, las agencias de inteligencia
estadunidenses pusieron a trabajar a sus operadores las 24 horas del día en la
Oficina Binacional de Inteligencia desde julio pasado.
“Aunque
estamos recibiendo mucho apoyo y muy importante de parte del Centro de
Inteligencia de El Paso (EPIC, por sus siglas en inglés) y de otros sistemas
(de espionaje) que tenemos cerca de la frontera con México, el intercambio de
información bajo la Iniciativa Mérida está comenzando a dar resultados
notables”, insiste el agente entrevistado.
Según
él, la estrategia de inteligencia estadunidense para recapturar al Chapo,
coordinada por la DEA, ha dado “resultados notables”.
Ubicada
en el número 265 de avenida Paseo de la Reforma, a unos 250 metros de la
embajada de Estados Unidos, la Oficina Binacional de Inteligencia (OBI) cuenta
con operadores de todas las agencias federales del espionaje de Estados Unidos:
la Agencia de Inteligencia Militar (DIA), la Oficina Nacional de Reconocimiento
(NRO) y la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés), del
Pentágono.
El
Departamento de Justicia cuenta con tres agencias, el Buró Federal de
Investigaciones (FBI), la DEA y el Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y
Explosivos (ATF).
Con
dos servicios está el Departamento de Seguridad Interior: Inteligencia de
Guardia Costera (CGI) y la Oficina de Cumplimiento Aduanal y Migratorio (ICE);
mientras que el Departamento del Tesoro tiene agentes de la Oficina de
Inteligencia sobre Terrorismo y Asuntos Financieros (TFI). También está la
Agencia Central de Inteligencia (CIA), la más activa de todas.
“El
intercambio de información que tenemos con el gobierno mexicano se hace a través
de la Secretaría de Gobernación; pero también con el Ejército y la Marina de
manera independiente”, anota el agente de inteligencia.
“Hasta
ahora la coordinación e intercambio de información con el gobierno de México
está funcionando. Pero creemos que para recapturar al Chapo se necesita más
celeridad a la hora de operar en el terreno donde se le ubique”, agrega el
agente, aunque se niega a dar más detalles sobre el operativo en el rancho en
la sierra de Durango, y sobre los posibles motivos que retrasaron el operativo
de la Marina.
“El
Cártel de Sinaloa domina el territorio de la Sierra Madre; lo sabemos. Siempre
hemos estado conscientes de eso. Pero nadie es perfecto y se pueden cometer
errores. Creemos que un error nos puede llevar al éxito de su captura o su
eliminación”, remata.
Todo
estaba listo, pero…
Las
agencias de inteligencia estadunidenses presentes en México cuentan con un
ejército de varios cientos de informantes. Los informantes de Estados Unidos
son narcotraficantes, policías federales, estatales y municipales, empresarios,
funcionarios de todos los niveles, incluidos mandos de la Marina y el Ejército.
Además,
la OBI tienen dos oficinas “satélites” en el territorio mexicano: una en Ciudad
Juárez y otra en Tijuana, donde los agentes estadunidenses comandan “fuerzas de
tarea” contra el narcotráfico, con el apoyo de personal mexicano.
A
pesar del afán de los gobiernos de México y Estados Unidos por regresar a la
cárcel al Chapo, la incursión de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar)
en las últimas dos semanas ha sido infructuosa.
El
viernes 16 por la tarde, la Procuraduría General de la República y la Comisión
Nacional de Seguridad emitieron un comunicado conjunto para confirmar que el
capo logró escapar.
Para
evitar su aprehensión, “en días recientes el prófugo huyó precipitadamente y se
causó lesiones en una pierna y en el rostro”, indica el boletín
Desde
el 11 de julio en que se fugó Guzmán Loera, el gobierno mexicano se ha valido
de aviones no tripulados, aviones equipados con tecnología de punta,
helicópteros y vehículos para localizarlo.
El
30 de julio la DEA, en coordinación con la Marina y el Centro de Investigación
y Seguridad Nacional (Cisen), obtuvo información según la cual El Chapo bajaría
de la sierra para ver a unas personas en Los Mochis, Sinaloa, pero Guzmán logró
escapar.
El
7 de septiembre siguiente, infantes de la Armada fueron enviados a la capital
de Durango para realizar patrullajes aéreos, pero su objetivo era Ismael
Zambada García, El Mayo, quien ha logrado mantenerse fuera de alcance de las
autoridades.
Del
Chapo se volvió a saber el martes 6, cuando la coordinación de la DEA, Marina y
Cisen tuvo datos de su posible ubicación en Tamazula, Durango.
Fuentes
oficiales aseguraron que por escuchas de comunicaciones satelitales ubicaron en
un primer momento a seis intermediarios –tanto de Guzmán Loera como de Zambada
García–, que se encontraban en la sierra e intentaban llevar suministros al
Chapo.
El
mismo día, la Semar movilizó elementos navales de élite pertenecientes al
Batallón de Fusileros Paracaidistas hacia las localidades de Acachuane, Palo
Verde, Los Limones y El Venado, Tamazula. Pero el capo logró evadirlos.
El
operativo
El
viernes 16 la cadena televisiva estadunidense NBC difundió que una semana
antes, marinos mexicanos se acercaron al capo, después de que agentes de drogas
de Estados Unidos interceptaron señales de celular que sugerían que se estaba
escondiendo en un rancho cerca de Cosalá, Sinaloa.
De
acuerdo con autoridades locales, se han registrado enfrentamientos en la
comunidad de El Águila, que se han extendido a las localidades aledañas. Un
dato no confirmado por las autoridades indica que por lo menos dos civiles han
muerto en las balaceras.
“La
gente que ha llegado a Cosalá en su mayoría presenta raspaduras, llega con
hambre y cansados por el viaje entre la sierra a pie, la gente se salió de sus
casas sin nada, corrió entre el monte con miedo”, asegura Juan José Ríos
Estavillo, presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, quien informó
que los operativos de los marinos han ocasionado afectaciones en Lagunita,
Jacole, El Verano, Las Piedrosa, El Aguilita, todos pertenecientes al municipio
de Tamazula.
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