21 ene 2019

Las columnas políticas, lunes 21 de enero de 2019....

El fiscal solicitará se presenten a declarar servidores públicos involucrados en la tragedia....
La Fiscalía General de la República (FGR) citará a declarar a partir de esta semana a funcionarios de Pemex, del Ejército, de la Policía Federal, estatales y municipales, para establecer una cronología de los hechos sobre la explosión de Tlahuelilpan y verificar la intervención de cada una de las instituciones.

Alejandro Gertz Manero, titular de la FGR, dijo en conferencia de prensa que la Visitaduría General de la dependencia además vigilará las actuaciones de los fiscales y agentes de la Policía Federal Ministerial, para garantizar que no haya ninguna duda sobre la investigación.
"La cronología de los hechos debe quedar absolutamente clara y precisa, para eso vamos a llamar a todas las autoridades que intervinieron para que declaren en la averiguación, para que declaren en la carpeta, para que tengamos perfectamente claro qué fue lo que pasó; porque ese aspecto cronológico genera dudas, vamos a evitar que eso ocurra conociendo quién actuó, a qué hora y cómo fue", dijo el Fiscal.
Hasta el momento la Policía Federal Ministerial ha levantado 12 entrevistas encaminadas a establecer quiénes fueron los responsables de la perforación del ducto Tuxpan-Tula.
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El Presidente afirmó que que recibieron una denuncia de la CNDH contra la Secretaría de la Defensa Nacional(por inacción en la explosión del ducto en Tlahuelilpan. 
“...abriendo otro paréntesis, ya se recibió una demanda en contra de la Secretaría de la Defensa por parte de la Comisión de Derechos Humanos, acusando al Ejército de inacción (falta de acción)..en el caso de Hidalgo. La Comisión de Derechos Humanos. Claro que se va a responder, pero así están las cosas. 

-Me informaron hoy de la queja en la mañana, en la reunión de las 6 de la mañana, me informó el secretario de la Defensa.
No tengo más información, en el transcurso del día les damos a conocer la solicitud o la denuncia..
En la queja presentada por la Comisión se señala que investigarán posibles omisiones en la actuación de servidores públicos federales y municipales.
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En la III conferencia extraordinaria de prensa del presidente López Obrador, en la mañana del domingo 20 de enero de 2019...dijo...
“... si están pensando en probarnos, si ese es el propósito que de una vez se entienda que no vamos nosotros a claudicar y ofrezco nada más a la gente disculpas si esta acción causa sacrificios, daños, molestias, pero lo tenemos que hacer.
¡Nos puede costar, pero la Patria es primero!   .
Es que tenemos que arrancar de raíz este mal para, aunque no les guste y me llamen mesiánico, para purificar la vida pública del país....
¡Orale! 
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Las columnas políticas, lunes 21 de enero de 2019....
Templo Mayor/Reforma...
MARGARITA dejó de deshojar la ídem y hoy solicitará ante el INE que su agrupación Libre sea registrada como partido político. Se da por descontado que con Margarita Zavala irá a su lado Felipe Calderón, así como una larga lista de panistas desencantados y, sobre todo, peleados con la dirigencia del PAN.
ESTÁ por verse cuántos militantes de Acción Nacional se suman al nuevo partido, pero sea cual sea la cifra habrá que cargarla a la cuenta de Ricardo Anaya, que tanto se esforzó por apartar a los calderonistas.
UNA VEZ hecho el trámite ante el INE, vendrá la parte complicada: afiliar 234 mil ciudadanos y realizar 20 asambleas estatales o, al menos, 200 municipales, por lo que seguramente en los próximos meses Zavala no estará muy libre.
HASTA Nueva York viajó Irma Sandoval para finiquitar la compra de las 500 pipas que ordenó Andrés Manuel López Obrador. Hay quienes cuestionan que la secretaria de la Función Pública ande haciendo compras gubernamentales, cuando su trabajo es... ¡revisarlas! Y en este caso puede haber muuuchas suspicacias ya que se trata de un contrato multimillonario... del que no hay licitación y será a dedazo.
CUENTAN que el senador Napoleón Gómez Urrutia quiso treparse al conflicto sindical que se vivió estos días en las maquiladoras de Matamoros.
JUSTO cuando la situación se normalizaba, un enviado del Sindicato de Trabajadores Mineros llegó a mover el avispero: era Javier Zúñiga García, integrante del Comité Ejecutivo y hombre de las todas las confianzas de Gómez Urrutia.
DICEN que Zúñiga no sólo pidió a los trabajadores seguir con las movilizaciones, sino que además ofreció el respaldo del sindicato minero... pese a que ninguna vela tenía en el entierro.
EN EL Conacyt están violando la Ley... ¡de Gravedad! Y es que en esa dependencia no todo lo que sube baja.
POR EJEMPLO, bajó la oficina de la directora, sí, del séptimo al primer piso. Por alguna extraña razón María Elena Álvarez-Buyllá no quiso el despacho que ocupaba Enrique Cabrero y decidió gastar el dinero público en acondicionar y decorar un espacio a su gusto, pese a que no lo necesitaba.
PERO LO QUE no bajó fue el sueldo de la directora de Conacyt. De acuerdo con la oficina de Transparencia, la funcionaria percibe un sueldo de 212 mil pesos: 34 mil 812 de sueldo base y 177 mil 880 de compensación garantizada.
SERÍA interesante saber por qué a Álvarez-Buyllá no le aplicaron las mismas medidas de austeridad que al resto del gabinete y gana casi el doble que el presidente de la República....
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Bajo Reserva /El Universal
Fraude en carros tanque y ambulancias
Nos dicen que ahora que el Presidente se ha interesado por que se investigue un presunto fraude en Pemex en el año 2013 con la compra de carros tanque de ferrocarril que nunca fueron entregados, también hay indicios, que pueden ser fácilmente corroborados con personal y derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de irregularidades en adquisiciones de ambulancias y otros vehículos en el anterior gobierno. Nos aseguran que las unidades de traslado de pacientes solo se “tunearon”, es decir, les dieron una pintadita a las que ya existían y las presentaron como nuevas. Así que casi en donde se rasque saldrá corrupción.
El segundo aire de Margarita Zavala
Con la aspiración de ser la oposición al gobierno lopezobradorista, Margarita Zavala va por su segundo aire y hoy su plataforma, la asociación Libertad y Responsabilidad Democrática, acudirá al Instituto Nacional Electoral (INE) a informar su intención de constituir el partido político nacional Libre. Entre los militantes de l próxima nueva agrupación están ciudadanos sin partido, pero también ex militantes panistas que salieron cuando Ricardo Anaya se hizo de la candidatura presidencial. Así que viene la revancha… si es que consiguen el registro en 2020.
¿El INE irá a la Corte por autonomía?
No se pudo estirar más la liga y el Instituto Nacional Electoral (INE), que presiden el consejero Lorenzo Córdova, ajustará hoy su presupuesto a los recortados 950 millones de pesos que les autorizó la Cámara de Diputados como regalo el 23 de diciembre. En el mejor de los casos el INE peleaba 619 millones de pesos para hacerse cargo de la coorganización de las elecciones en cinco entidades, pero todo indica que las alertas expresadas por los consejeros no conmovieron a las Secretarías de Gobernación y de Hacienda, y no aflojaron. Así, hoy en la Comisión de Presupuesto no quedará más que autoajustar el gasto del Instituto y llevarlo a Consejo General, el miércoles. Hay sin embargo otra decisión de suma relevancia que hay que tomar y que rebasa el asunto presupuestario: consiste en acudir en controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en defensa de su autonomía. El plazo vence el lunes 28, pero desde hoy podría haber definiciones.
Padrés opta por cambiar estrategia
Nos dicen que la defensa del ex gobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías, está buscando que sea considerado un preso político, debido a que consideran que se han presentado violaciones al debido proceso, y es que desde hace dos años que se entregó voluntariamente no se le ha fijado una pena, y continúa en prisión preventiva. Aseguran que el Juez Décimo Segundo de Distrito de Procesos Penales de la Ciudad de México incurre en un conflicto de interés pues argumentan que tiene cercanía con el PRI —algunos de sus familiares militan en ese partido—, además de que las autoridades fiscales no realizaron sus facultades de fiscalización, comprobación en el delito de defraudación fiscal equiparada, cuando era obligatorio ejercerlas por parte de la autoridad fiscal. ¿Le funcionará a don Guillermo y su defensa este cambio de estrategia?
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Combatir el huachicol ahora/Editorial El Universal
Si se está a la espera del momento ideal para avanzar de manera decidida contra el robo de combustibles que sufre el país desde hace más de una década, ese momento es hoy.
El gobierno federal anunció en diciembre pasado su intención de combatir ese delito; la estrategia fue duramente criticada por distintos sectores que cuestionaron si no resultaba más cara que seguir permitiendo el llamado huachicoleo.
La decisión de cerrar los ductos como medio de abasto de energético ocasionó el estrangulamiento económico de personas y empresas en al menos 10 estados del país. El abasto en muchas zonas todavía se da prácticamente a cuenta gotas, en medio de largas filas de conductores que buscaban llenar los tanques de sus vehículos.
Sin embargo, una encuesta que hoy publica EL UNIVERSAL destaca que las medidas adoptadas por el gobierno federal cuentan con un amplio respaldo de la población en las entidades más afectadas por el desabasto. 74.5% de los entrevistados en Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Querétaro, Hidalgo y Estado de México apoya la estrategia de cierre de ductos para combatir el robo de hidrocarburos.
Investigadores del llamado huachicoleo han advertido del componente social que tiene el ilícito. En algunos estados hay comunidades cuya economía se sostiene de la venta de gasolina robada, pero de acuerdo con la nota que aparece en este diario, la población está dispuesta a resistir más tiempo el desabasto con el objetivo de que se erradiquen los sabotajes a los ductos de Petróleos Mexicanos.
El inicio del combate al huachicoleo por parte de este gobierno tiene un mes, lapso en el que se ha conocido la dimensión del problema. El presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer la existencia y desmantelamiento de una red interna en Pemex que diariamente robaba 200 millones de pesos en combustible, se informó de 435 detenidos y de una investigación a 114 empresas y personas por irregularidades financieras presuntamente ligadas al robo de combustible, contra 37 de ellas se ordenó el congelamiento de las cuentas bancarias.
También se conoció el lado trágico con el estallido de una toma clandestina en Hidalgo, el viernes pasado.
El fenómeno tiene muchas caras, tantas como sectores involucrados. El gobierno federal ha demostrado la intención de luchar por erradicarlo y hasta ahora cuenta con el viento a su favor. Luego de años de que las anteriores autoridades fracasaron en intentos por disminuirlo, el país tiene ante sí una oportunidad única para modicar la situación, sería muy lamentable que no se lograra.
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Trascendió/Milenio
QUE el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, reveló que ninguna familia le ha pedido dinero como pago de indemnización por la tragedia de Tlahuelilpan.
Ayer por la noche, después de la conferencia en Palacio Nacional con el presidente Andrés Manuel López Obrador, el mandatario estatal dijo que los familiares de las personas hospitalizadas y de las víctimas contarán con todo el apoyo en cuanto a servicios médicos, gastos funerarios y traslados.
QUE ayer por la noche llegó el primer paciente hidalguense a la ciudad de Galveston, en Texas, para ser ingresado al Hospital Shriners para Niños.
Se trata de Alan, de 15 años, quien es uno de los afectados por la explosión del ducto de combustible en Tlahuelilpan, y quien pudo llegar hasta EU por un convenio de trabajo establecido entre Hidalgo y la Fundación Michou y Mau.
Es el primer herido trasladado al exterior desde la zona de desastre y su pronóstico es crítico, pero estable, informaron representantes de la fundación.
QUE respecto a los estudios de los restos humanos localizados en Tlahuelilpan y que no han podido ser identificados se dio a conocer que los primeros análisis se harán en Hidalgo y para aquellos que no puedan ser realizados en el estado se contará con el apoyo de la Fiscalía General de la República y de ahí se determinará si es posible enviarlos a EU o a la Universidad de Innsbruck, en Austria, donde ya han colaborado con México en casos como el de Ayotzinapa.
QUE el periodo extraordinario para discutir la minuta de Guardia Nacional está en el aire en el Senado, pues no hay consensos para que las comisiones puedan construir un dictamen.
Donde sí hay acuerdo entre todas las bancadas es en la carta que enviará el presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal, con el aval de todos los partidos, para pedir a los diputados que aprueben en sus términos las reformas al artículo 19 que proponen prisión preventiva para una docena de delitos graves, entre éstos el huachicoleo.
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Frentes Políticos/Excelsior
I.Mano dura. Para corregir el rumbo hay que actuar con firmeza. Y eso es lo que demuestra Alejandro Gertz Manero, fiscal general de la República. Anunció que aplicarán la extinción de dominio a las propiedades involucradas en el robo y venta de hidrocarburos. A partir de hoy lunes, la Fiscalía pedirá el apoyo de la ciudadanía y de testigos para que denuncien los lugares en donde se realiza la venta de hidrocarburos ilegales, así como la ordeña de ductos. Protección y anonimato por parte de las autoridades federales a quienes colaboren. No te calles. Es la oportunidad de hacer algo por el país. Juntos podemos lograrlo.
II.Encargo. Puebla tiene todo para ser uno de los estados con más productividad, y ahora también tiene una deuda con Martha Erika Alonso, quien los gobernaría y murió junto con su esposo y exgobernador, Rafael Moreno Valle. El Congreso estatal aprobó la terna para elegir mandatario interino. Se trata de Guillermo Pacheco Pulido, Jesús Rodríguez Almeida y Gerardo Islas Maldonado, cuyos nombres serán sometidos a votación entre los diputados; el elegido deberá alcanzar al menos dos tercios de los votos de los diputados locales. Dar rumbo y certidumbre es lo que viene. Y aclarar la caída del helicóptero. Que no quede ninguna duda.
III.Misma canción. Diputados panistas de Nuevo Léon exigen que la refinería de Cadereyta no dañe el medio ambiente; y solicitaron a la Secretaría de Energía explicar si los cuatro mil millones de pesos que se invertirían este año contemplan la renovación total de los equipos de control de emisiones, en virtud de la contaminación que prevalece en el Área Metropolitana de Monterrey. Estaban enloquecidos porque México se iba a “militarizar” y el Ejército iba a reprimir; después se quejan porque el Ejército no reprimió a la comunidad en Hidalgo. Nada les gusta, cualquier pretexto es bueno para atacar, insultar e injuriar. Así no llegarán muy lejos, Marko Cortés.
IV.Comportamiento ejemplar. El viernes por la tarde, en cuanto se detectó la fuga en Tlahuelilpan, Hidalgo, lo primero que hizo el Ejército mexicano fue pedir a la población retirarse para evitar riesgos. No hicieron caso. La horda arribó a la zona de la tragedia, calculan alrededor de 800 personas, queriendo robar combustible, en un país en el que el agandalle es sinónimo de triunfo. Hay quienes acusan a los militares de inacción. ¿Qué más podían hacer ante una multitud enardecida? Para quienes dicen que el Ejército no hizo nada, un video confirma cómo pobladores apedrearon a los militares porque no los dejaban pasar. No hay que culpar a la pobreza. No nos engañemos.
V.Transparencia total. “No vamos a ocultar nada, se va a decir la verdad por dolorosa que sea. No hay interés personal o de grupo que pueda estar por encima de la justicia, esto es parte también del cambio”, aseveró el presidente Andrés Manuel López Obrador, al garantizar autonomía en la investigación del caso Tlahuelilpan. Lo malo de la tragedia: la respuesta en redes sociales, enconos, rencores, ironías, humor negro. Lo bueno: la solidaridad y el apoyo del gobierno y la población a las víctimas, que continúa sin descanso. Lo mejor: el combate a la corrupción y la impunidad se mantiene firme.
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Labor disuasiva
Confidencial/ElFinanciero..
Esta semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador recorrerá cuatro municipios del Estado de México y de Puebla para hablarles a los pobladores sobre la importancia de no incurrir en el robo de combustible y ofrecerles opciones a los pobladores. Se espera que en el discurso también se les advierta de los riesgos del huachicoleo. ¿Será suficiente para evitar tragedias como las de Hidalgo?
Los silbidos de Silvano
Vaya tunda la que se está llevando el gobernador michoacano, Silvano Aureoles, por la forma en que se comportó y cómo respondió las preguntas de la prensa. Y no es para menos, ya que mientras los reporteros preguntaban por la situación de los ductos, el perredista, literalmente, se puso a silbar. “¿Cuál es su plan de emergencia?”, le preguntaron. “¡¿Mío?!”, respondió exaltado. “Mío por qué, lo debería de tener Pemex, es un problema del gobierno federal, no del gobierno del estado ni del gobernador, compañeraaa”. No, pues sí se ve la colaboración entre los niveles de gobierno.
Bomba yucateca para el PRI
En Yucatán, el gobernador Mauricio Vila ha promovido más de 30 denuncias contra su antecesor, Rolando Zapata, por presuntas irregularidades financieras cometidas en su administración. Ante tales acusaciones, la presidenta del PRI, Claudia Ruiz Massieu, advirtió que su partido está dispuesto a que sus militantes respondan ante la justicia por delitos que hayan cometido, pero afirmó que no tolerarán que la justicia se utilice con fines políticos. “Rendición de cuentas sí, cacería de brujas no”, enfatizó.
El partido de Calderón
Faltan 10 días para que venza el plazo para que las organizaciones interesadas en formar nuevos partidos se lo notifiquen al INE, por lo que –nos comentan– el expresidente Felipe Calderón y la excandidata presidencial Margarita Zavala tienen todo listo para asistir este lunes ante la autoridad electoral. Los expanistas informarán su intención de que la organización Libre obtenga su registro oficial como nuevo partido político nacional, a la que, por supuesto, sumarán a varios exmilitantes de Acción Nacional.
En Guardia, Morena va también por el 5° transitorio
La prioridad de los morenistas en el Senado, que lidera Ricardo Monreal, es restituir –como lo demanda el Presidente– el cuarto transitorio en el dictamen aprobado en San Lázaro mediante el que se crea la Guarida Nacional. Su reto es convencer a los partidos de oposición para construir la mayoría calificada. Sin embargo, nos cuentan, también se revisaría la inclusión del artículo quinto transitorio, el cual establece en los primeros cinco años un mando militar. No la tiene fácil el senador zacatecano.
Apuran, otra vez, a Mario Delgado
Cuentan en San Lázaro que, otra vez, el jefe de la bancada de Morena anda sufriendo las de Caín, porque ya le pidieron que busque acuerdos pronto con PRI, PVEM, PAN y PRD para ir al segundo periodo extra de sesiones. No sólo les urge en Palacio Nacional –dicen– “corregir” la “rasurada” a la reforma de la Guardia Nacional, a la que le cortaron un transitorio, sino que ahora, más que antes, urge sacar la reforma al 19 constitucional para poder castigar como grave, y con prisión preventiva, el delito del huachicol, después de los hechos en Tlahuelilpan. Por ello, Delgado ya ha programado encuentros con los jefes de las bancadas. Incluso aseguran que Gobernación también ya busca otra reunión con los líderes de diputados y hasta de los senadores.
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Historias de Reportero/Carlos Loret de Mola
El Universal
¿Tres horas o diez minutos? El gobierno ajusta en documentos oficiales su versión sobre cuánto tardó en reaccionar a la explosión
Con diferencia de un día, el gobierno federal modificó su versión sobre el tiempo que tardó en reaccionar tras reportarse la fuga de combustible en un ducto de Pemex que condujo a la tragedia de Tlahuelilpan, según muestran documentos oficiales de los que tengo copia.
Un primer documento, elaborado por la Dirección General del Centro de Alertas y Atención a Riesgos de la Policía Federal, con fecha del viernes 18 de enero de 2019, señala que “a las 13:30 horas, personal de Seguridad Física de Pemex detectó una fuga de hidrocarburo” en el poliducto Tuxpan-Poza Rica-Tula. Señala las coordenadas.


En el párrafo que sigue, reporta que “a las 17:00 horas, personal de Sedena, Policía Militar y Gendarmería arribó al lugar encontrando a 300 personas aproximadamente, a quienes se trató de persuadir para que se retiraran del lugar, haciendo caso omiso y tornándose agresivos con el personal de Seguridad”.
Así pues, según este documento, entre que Pemex detectó la fuga y el Ejército y la Gendarmería llegaron al lugar del siniestro, pasaron tres horas y media.
La explosión, según el reporte de la Policía Federal citando al Comité Nacional de Emergencias, sucedió a las 18:50 horas. Casi dos horas después de que el Ejército había llegado, según el documento que está clasificado como Confidencial, lleva el logotipo de la Policía Federal y es la Tarjeta Informativa “Incendio de toma clandestina en Tlahualilpan, Hidalgo”, TI No. PF/DGCAAR/IE/0110/2019. Al calce dice: “Respetuosamente, Grupo de Coordinación para la Atención de Instalaciones Estratégicas. DMJA/doo/sagi”.
A la mañana siguiente, la versión oficial de los hechos cambió y aparenta que la reacción del gobierno federal no demoró tres horas y media sino solamente diez minutos.
Fechado el sábado 19 de enero de 2019 a las 9:00 horas, se trata de un “Reporte de Situación. Información Preliminar” de la Coordinación Nacional de Emergencias, perteneciente a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y la Coordinación Nacional de Protección Civil. Tres páginas y logotipos.
La Relatoría de Hechos establece que a las 16:50 horas “se reporta a las Fuerzas Federales la detección de la toma clandestina” y diez minutos después, a las 17:00 horas “efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional arriban a fin de persuadir a la población concentrada en la toma clandestina para que se retiren por su seguridad”. Lo que ya no expresa el documento es a qué hora Pemex detectó la fuga. Al omitir ese dato, en el reporte se aparenta que tardaron diez minutos en reaccionar. Pero si Pemex se enteró desde las 13:30 horas, como dice el documento de la Policía Federal, entonces sería una reacción tardía de las autoridades federales, especialmente porque el huachicol es la prioridad nacional, Pemex está volcado a su prevención y hay 5 mil elementos del Ejército desplegados en la tarea con todo ahínco.
¿A qué hora se enteró Pemex? ¿A qué hora se enteraron Ejército y Gendarmería? ¿Cuánto tiempo tardó cada dependencia en reaccionar? ¿Se minimizó el hecho? ¿El tiempo de reacción hubiera cambiado el dramático desenlace? Los documentos dejan muchas preguntas abiertas sobre la gestión gubernamental de la tragedia.
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En este pueblo sí hay ladrones/ Carlos Marin
Milenio
Con poco más de 31 kilómetros cuadrados de superficie (cinco más que la colonia Narvarte de Ciudad de México), Tlahuelilpan es el municipio (creado en 1970) más pequeño de Hidalgo y su apropiado nombre significa En donde se riegan las tierras, porque en la región abundan las ejidales y particulares (mitad y mitad) de riego, temporal y agostadero, de las que se obtienen buenas cosechas de maíz, frijol, trigo, nopal, alfalfa, cebada, avena forraje, calabacita, chile verde y, en menor proporción, árboles frutales, hortalizas y ganado.
Según la encuesta intercensal del Inegi, en 2015 lo poblaban 19 mil 389 personas que habitaban cuatro mil 842 viviendas, que en su mayoría gozaban de todos los servicios. Contaba con 39 escuelas: 12 de preescolar, 13 de primaria, cinco secundarias, ocho de bachillerato, una de nivel superior y dos bibliotecas públicas, cuatro unidades médicas de la Secretaría de Salud estatal (con personal insuficiente) y redes de electricidad, agua potable, drenaje y alcantarillado que cubrían 98 por ciento de las necesidades de la población.
Los tlahuelilpanenses viven en pobreza media, el Coneval no los considera entre los más pobres del país (como en Oaxaca y Chiapas). Ni un solo municipio de Hidalgo está proporcionalmente tan fregado como Ecatepec, en el Estado de México; la capital de Puebla, la alcaldía de Iztapalapa, León Guanajuato, y todo el estado de Baja California.
Datos como los aquí expuestos explican quizás la facilidad con que familiares de las víctimas de la explosión del viernes inventan que sus parientes acudieron al sitio porque, a causa del desabasto, no tenían el energético para echar a andar sus coches y camionetas.
La abundancia de bidones para el acarreo de combustible con que se vio a cientos de saqueadores antes del estallido, sin embargo, delata que tumultos de pobladores participan (o participaban) en el hurto que, como se sabe, termina en su mayor parte por beneficiar a delincuentes de cuello blanco en delictivas estaciones de servicio.
A partir de esta catástrofe, sobre los huachicoleros pesa no solo el riesgo letal de chapalear en gasolinas o diesel, sino de perder las viviendas (de adobe y mampostería) en que almacenan lo que se roban, ya que el recién designado fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, se comprometió a que se les aplicará la conducente extinción de dominio.
Por hipocresía no se dicen las cosas por su nombre (¿qué tal en los medios?), y se les cuelga el alcahuete oficio de “que realizan esa actividad”, para no decirles delincuentes.
Un destino semejante depara al “pueblo bueno” y “sabio” que “nunca se equivoca” en la imaginación del presidente Andrés Manuel López Obrador, empeñado en lograr el milagro que ni siquiera Jesucristo, Buda, Mahoma, el Papa o el Estado Islámico se propusieron: “purificar” la nación y terminar con la canija condición humana, soñando que todos nos portaremos bien…
cmarin@milenio.com
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Una tragedia producto de la impunidad/Jorge Fernández Menéndez...
Excelsior...
No hay ninguna épica en la tragedia. La explosión de Tlahuelilpan que ha ocasionado hasta el momento de escribir estas líneas 79 muertos y una cifra igual de heridos, la mayoría de ellos graves, no fue el resultado de una lucha épica contra el robo de combustible, sino de la improvisación y la falta de previsión. En otro plano, consecuencia de un discurso que ha hecho de la violación de las normas y la legalidad un mérito, una cualidad del llamado pueblo bueno.
No entiendo porqué el presidente López Obrador aseguró ayer que “pedía disculpas si el combate a la corrupción causa sacrificios”. ¿Qué tiene que ver esta tragedia con sacrificios o lucha contra la corrupción?. Al contrario, es consecuencia de convertir en norma la ignorancia de la ley y la orden dada a policías municipales, estatales, federales y militares de no impedir ningún acto masivo aunque esté fuera de la ley, de no establecer ningún tipo de control, que se confunde con represión, si se percibe resistencia. “No voy a apagar el fuego con fuego” dijo en otra declaración desacertada el presidente, pero se tiene que comprender que garantizar el ejercicio de la ley no es represión, es una responsabilidad del Estado.
Por supuesto que en ese contexto no se puede responsabilizar de la tragedia exclusivamente a pobladores que, por la razón que fuera, estuvieron durante horas saqueando la fuga de combustible, desoyendo cualquier advertencia de peligro. Pero es insólito que en una circunstancia de esas características, con una fuga enorme de combustible, no se estableciera un perímetro de seguridad. Dicen que había 30 habitantes por cada militar, puede ser verdad, pero en los estadios o conciertos populares hay cien mil espectadores y en ocasiones mil policías y se puede controlar multitudes. Tampoco nada justifica que no se haya llamado a policías municipales y estatales para que apoyaran a los soldados a establecer ese cerco de seguridad o que éstos no se presentaran.
No se hizo porque nadie se quiere comprometer porque desde la cúpula del poder se lo sanciona, porque apenas la semana pasada cuando tres militares, muy cerca de donde ocurrió la tragedia, trataron de frenar otra fuga de combustible fueron secuestrados, golpeados y amenazados con ser quemados vivos por un grupo de pobladores. Los soldados, después de sufrir todo tipo de vejaciones, fueron dejados en libertad por los pobladores pero como ha ocurrido una y otra vez no hubo nadie procesado, castigado por ese delito evidente y grave. Y eso ocurre todos los días en buena parte del territorio nacional. Si la norma es la impunidad, si la misma se justifica y en ocasiones incluso se premia, no hay forma de que ninguna fuerza de seguridad pueda hacer cumplir la ley.
La suma de errores, faltas de previsión, de negligencia, de impunidad y de irresponsabilidad social, son los que provocaron la tragedia en Hidalgo, no la lucha contra el huachicoleo, mucho menos lo fue una represión que jamás siquiera se intentó. No es responsabilidad tampoco de soldados que simplemente cumplen órdenes y que una y otra vez son agredidos, en comunidades, en medios y en espacios de gobierno, al mismo tiempo que se les exigen cada vez mayores responsabilidades.
Hay que cambiar todo, hay que generar una cultura de la legalidad desde arriba, en eso también la escalera se limpia de arriba hacia abajo, como dice López Obrador, sino tragedias como éstas o como cualquier otra se seguirán generando, con o sin Guardia Nacional, militarizada o civil.
Existe una legítima preocupación por crear una nueva policía, por cambiar de nombres secretaría de Estado, por crear algo nuevo y no se puede hacer un esfuerzo, en el pasado porque no se quiso y ahora porque no existen acuerdos suficientes, como para convertir siquiera en delito grave el robo de gasolina, ese huachicoleo que ahora se convierte en una épica nacional, si no se castiga, si queda en la impunidad, que soldados o policías, que además no cometieron agravio alguno a la comunidad, sean secuestrados, golpeados. ¿Cómo les exigimos luego que traten de poner orden en una situación que se sale de control?.
Ese es el huevo de la serpiente. El factor que puede detonar la violencia en cualquier momento. En estos días muchos hemos insistido en que el ambiente de polarización y agresión creado desde distintos grupos de poder llevará inevitablemente a la violencia y en casos como éste a la tragedia. Si queremos acabar con la corrupción, el huachicoleo, con el crimen, se tiene que partir del principio de hacer cumplir la ley. No hay pueblo bueno que pueda estar por encima de ella.
Gertz
El nuevo fiscal Alejandro Gertz Manero era, con mucho, el mejor perfil de los diez candidatos propuestos para ocupar la fiscalía general de la nación. Logró un amplísimo consenso en el senado y es merecido. No creo, conociendo a Gertz Manero, que se convierta en un dócil fiscal carnal. Tiene experiencia y personalidad como para cumplir con eficiencia y rectitud su responsabilidad. Y no tiene una mayor que hacer cumplir la ley, casi todo el cuerpo de procuración de justicia debe ser reformado con ese objetivo. Y creo que el nuevo fiscal general está en condiciones de imponerlo con autoridad e independencia. Ojalá así sea.

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Las explicaciones de la tragedia/Jorge G. Castañeda
El Financiero..
Amarres
Las escenas estrujantes de Tlahuelilpan nos acompañarán durante muchos años; no hemos visto nada en este país de dolor y tragedia semejantes desde hace mucho tiempo. La especulación y debate también nos perseguirán por un largo rato, siempre con la idea subyacente que el desastre se hubiera podido evitar. Como en tantos otros casos, probablemente nunca sabremos todo o siquiera lo esencial; pero, a diferencia de tragedias pasadas, contamos con más información casi en tiempo real, que nos ayuda a compartir el duelo de los familiares de las víctimas y a conocer con mayor precisión lo que sucedió.
Me remito a dos medios extranjeros, aunque con cada vez mayor presencia mexicana, para matizar las explicaciones ofrecidas por el gobierno desde el viernes en la noche: El País y The New York Times. En dos puntos especialmente sensibles, proporcionan información, a través de entrevistas y razonamientos basados en ellas, que cuestionan algunas de las tesis fundamentales del régimen.
El País coloca al centro de su cobertura del domingo el papel del Ejército. Cito: “Esa boca (del lobo) se abrió hacia las 14 horas de la tarde. Un soldado de 34 años, que no quiere revelar su nombre, asegura que a esa hora la patrulla del Ejército a la que pertenece, de tres vehículos y 25 militares, descubrió a unas pocas personas ordeñando la gasolina del ducto... El soldado asegura que al poco llegar, comunicaron la situación a Pemex. Esta versión difiere de la oficial, que sitúa la llegada del Ejército después de las 5 de la tarde. Poco después de la patrulla, comenzó a llegar la gente”.
Si la primera patrulla llegó a las dos de la tarde, avisó a Pemex y la explosión tuvo lugar a las 18:50, esto significa que el Ejército dispuso de cinco horas a partir del momento en que fue notificado Pemex del derrame o chorro. Estando la refinería de Tula a 13 kilómetros, custodiada por el Ejército, no parece una tarea titánica mandar doscientos o trescientos refuerzos al sitio en cuestión de pocos minutos. A menos de que se piense que el Ejército carece de capacidad de despliegue rápido o de entrenamiento en control de multitudes. En cuyo caso, aguas con la Guardia Nacional.
The New York Times cita a varios pobladores de la zona en una versión que también parece contradecir la del gobierno: “Los residentes que se aglomeraron en el lugar de la explosión el sábado dijeron que si bien el oportunismo condujo a algunos a abalanzarse sobre la ordeña ilegal del ducto el viernes, muchos otros fueron motivados por la escasez generada por la embestida del gobierno contra el huachicol. Los pobladores, dijeron, estaban desesperados buscando gasolina para su uso personal. “De no haber habido una tal escasez, esta tragedia no hubiera sucedido y gente inocente no hubiera muerto, dice Raúl Linares, un campesino. “La gente no tenía cómo desplazarse, cómo ir a su trabajo... Estamos de acuerdo con combatir el robo de combustible, pero no de esta manera, porque somos nosotros los que al final pagamos el precio”.
El diario neoyorquino cuestiona así la explicación tácita y explícita dada por López Obrador y su gabinete. Los pobladores estaban necesitados, dicen. Obligados a robar combustible por la pobreza, dicen. Sin oportunidades, dicen. Pero si fueron a buscar gasolina bajo un peligro extremo debido al desabasto de gasolina en Tlahuelilpan desde hace 15 días, y la necesitaban para sus vehículos de trabajo o de labor agraria, son dos explicaciones distintas.
Si fue la segunda, la explosión y la tragedia es directamente resultado del desabasto provocado por la guerra de López Obrador, no por la pobreza. Sin guerra ni escasez, habrían podido comprar gasolina en las gasolineras, o al huachicol que la vende más barata, pero se encarga de ordeñarla en condiciones de relativa seguridad. ¿Quiénes eran los portadores de bidones, garrafones, cubetas y jarras? Los sobrevivientes, ¿qué dicen? Pusieron sus vidas en peligro para revender gasolina, debido a su pobreza extrema (20 pesos el litro, 200 pesos por 10 litros), ¿o a su imperiosa necesidad de abastecerse para ir al trabajo, a la escuela, etc.? Seguramente los medios mexicanos nos informarán al respecto en las próximas horas.
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¡Se justifica AMLO, igual que Díaz Ordaz…!/Ricardo Alemán
El Debate,
Durante décadas --sobre todo en el México autoritario de Díaz Ordaz y Luis Echeverría--, la derecha del PAN y la izquierda del PCM cuestionaron severamente el culto al presidente y a la infalibilidad presidencial.
Los presidentes de aquellos años eran dioses intocables, inalcanzables, omnipotentes, omnipresentes e infalibles; dioses a los que debía venerarse por su inmensa sabiduría y, sobre todo, porque su palabra era palabra divina.
En esos años los excesos del presidencialismo eran cuestionados por feroces críticos de la izquierda --como Pablo Gómez, hoy dócil gatito de Morena--, y hasta por ex priístas como Porfirio Muñoz Ledo, quien llegó a decir que “si el PRI designa a una vaca como candidato presidencial, la vaca era presidente”.
Y ay de aquel que se atreviera a cuestionar al Presidente en turno; a insinuar siquiera que el Presidente pudiera cometer una torpeza, un exceso o una ruindad, porque era aplastado por la mano divina.
Los excesos presidenciales eran tales que hoy está probada no sólo la torpeza de Gustavo Díaz Ordaz al ordenar la masacre del 68 en Tlatelolco –en respuesta a que los jóvenes ridiculizaron su autoritarismo--, sino que Luis Echeverría ordenó el secuestro y crimen de Eugenio Garza Sada, en Monterrey, como represalia contra empresarios que hicieron frente al Presidente populista.
Hoy, igual que en aquellos años, los opositores mueren en “accidentes” que a nadie importa investigar y los empresarios críticos del régimen aparecen “suicidados”, a pesar de que los familiares rechazan tendencias suicidas.
Y también hoy tenemos en México a un presidente que cree que el poder presidencial es un poder divino; que ser Presidente lo hace omnipotente, omnipresente, sabio, simpático, guapo, dueño de las vidas y, sobre todo, infalible.
Y es que a 50 días de cargar el peso del poder presidencial, López Obrador ya perdió toda proporción de la realidad.
Obrador no se comporta como un Presidente sino como un rey; ordena sin ton ni son –muchas veces violentando la Constitución--; regaña sin freno, pontifica en la plaza publica no como Presidente sino como predicador y, cual tirano, juega con la vida de los ciudadanos.
Y, todo, sin que nadie diga nada, sin freno y menos contrapesos.
Por eso obligan las preguntas.
¿Qué significa, por ejemplo, que el Presidente ofrezca disculpas a la sociedad “por los daños, sacrificios y molestias” de su lucha contra el robo de combustible?.
Al buen entendedor, pocas palabras. Significa que Obrador reconoce la culpa del Estado en la tragedia de Hidalgo; culpa surgida de la responsabilidad de sus decisiones, de una caprichosa y hasta ilegal manera de gobernar.
Significa que las acciones equivocadas de las instituciones del Estado –un Estado encabezado por Obrador--, detonaron la muerte de casi 80 personas y heridas irremediables a otras tantas.
Y, frente a esa realidad, debemos volver a preguntar.
¿Recuerdan cómo justificó Díaz Ordaz la masacre de Tlatelolco? Dijo; “asumo íntegramente la responsabilidad personal, ética, social, jurídica, política e histórica, por las decisiones del gobierno en relación a los acontecimientos del año pasado”; de 1968.
A pocas horas de la tragedia de Tlahuelilpan, en Hidalgo, el Presidente Obrador dejó ver que cree ser dueño de la vida de los ciudadanos y que si en la lucha contra el robo de combustible se pierden vidas, es por que “la patria es primero”.
Así lo dijo; “Ofrezco a la gente disculpas si esta acción causa sacrificios, daños y molestias, pero lo tenemos que hacer; nos puede costar, pero la patria es primero; no voy a ceder en la lucha contra la corrupción”.
¿Cree el Presidente Obrador que es dueño de las vidas, sean o no ladrones de combustible?
¿Cree que no importa sacrificar vidas, sean o no de ladrones de combustible, con tal de llevar adelante su proyecto?
¿No está actuando Obrador, igual que Díaz Ordaz?
Al tiempo.
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 'Outsourcing' es el 'huachicoleo’ financiero/Georgina Morett
Con Todo Respeto
El Financiero..
El “outsourcing y las facturas apócrifas son el huachicoleo financiero que hay que combatir en México”, asegura el senador por Morena Pedro Haces Barba, quien afirma que la organización que dirige, la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), es la agrupación por excelencia en nuestro país.
Para el líder obrero, el pasado 1 de julio se enterró al PRI y con él se fueron sus brazos obreros como la CTM y la CROM, que no entendieron que “el líder está para atender a los trabajadores y no para atenderse de ellos”.
Quien fue cetemista durante muchos años considera que el PRI fue un gran partido y la CTM una gran organización, pero que el problema fueron sus dirigentes, y que con la muerte de Leonardo Rodríguez Alcaine, esta organización sindical se vino para abajo.
Y como considera que es más fácil parir a un hijo que revivir un muerto, él prefirió salir de la CTM y fundar la CATEM.
El senador, quien es suplente del actual director del IMSS, Germán Martínez Cázares, señala que se debe romper la cadena de los outsourcing chuecos que acortan la antigüedad de los trabajadores, roban a las instituciones y se enriquecen a costa del país.
Y en este arribo de Morena al poder, la CATEM se puede convertir en la nueva central que aglutine a los trabajadores, pero esperemos no repita las prácticas del sector obrero priista que todavía le prometió, sin cumplirle, millones de votos al candidato tricolor Francisco Labastida en el año 2000, quien perdió con Vicente Fox.
Para Pedro Haces, la forma de acabar con el outsourcing negativo es mediante la reforma laboral, que ya se discute en la Cámara de Diputados, y la reforma fiscal, que permitirán acabar con los delincuentes de cuello blanco que trabajan con amparos sindicales.
De esta forma, Pedro Haces se convierte en la figura de Morena que enfrentará al ya muy decaído sindicalismo priista, que el 7 de diciembre sufrió un fuerte revés cuando la Confederación Sindical Internacional decidió expulsar a la CTM y a la CROC por promover los contratos de protección en México.
Claro que todavía hay otras organizaciones muy fuertes, como la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), que es la única afiliada con voz y voto ante la CSI.
Y no cabe duda que a pesar de su admiración al general Lázaro Cárdenas, el presidente Andrés Manuel López Obrador está en contra de algunos de sus legados: el primero, Los Pinos, que en su sexenio dejó de ser la Residencia Oficial del primer mandatario y se abrió a la ciudadanía, y la CTM.
La Confederación de Trabajadores de México, que surge del periodo del sindicalismo que se organiza en la época de Cárdenas, busca la unidad en una gran central obrera en la que participan en un inicio el Partido Comunista, la Confederación General de Trabajadores, encabezada por Lombardo Toledano, y los entonces denominados cinco lobitos con Fidel Velázquez al frente.
El primer dirigente es Lombardo Toledano, y en el siguiente periodo gana Fidel Velázquez, quien se mantendría en esa posición hasta su muerte.
Mi más sentido pésame
Este fin de semana recibimos una terrible noticia, hasta el momento 85 muertos, 68 restos humanos y 58 hospitalizados, en una de las peores desgracias que han sucedido en nuestro país.
Es momento de solidaridad con los pobladores de Tlahuelilpan, no de acusaciones absurdas, pero también de reflexión, porque detrás de lo sucedido hay errores por parte de las autoridades, inconsciencia de la población y, ante todo, una gran pobreza.
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Aristas de la tragedia/Juan Ignacio Zavala
Autonomía Relativa/
El Financiero..
Las tragedias no vienen solas. Siempre traen tristeza, dolor y desolación. Además, sean desastres naturales o no, traen aparejadas interrogantes sobre las capacidades gubernamentales, ya sea en materia de protección, planeación, construcción o un amplio abanico de fallas en terrenos propios de la prevención. La tragedia de Tlahuelilpan ha dejado su estela de muerte en una población que, como se pudo ver, hacía de la recolección ilegal de combustible un modo de vida, una actividad económica. Quizá es demasiado pronto para sacar lecciones concluyentes, pero podemos avanzar con algunos puntos concretos alrededor del drama vivido en Hidalgo.
Las culpas. Siempre hay una responsabilidad gubernamental en desgracias como esta. O por lo menos es lo que la gente cree y también lo que es más fácil para la oposición de hacer creer. La gente de Morena, el propio presidente López Obrador, durante años, se profesionalizaron en estigmatizar a los gobiernos por las tragedias, accidentales o deliberadas, que sucedían en el país. Ahora están del otro lado y ya debieron de comprender que no es tan sencillo ni tan simple lo que pasa. Es absurdo e irresponsable culpar al presidente de lo sucedido. Si él y su gente fueron mezquinos en la utilización política de las tragedias, eso no se paga con la misma moneda por elemental respeto a los heridos y fallecidos.
El uso de la fuerza no siempre es represión, en este caso hubiera significado salvarles la vida. El miedo paralizador de nuestras autoridades, no importa del partido que sean, a hacer uso de las fuerzas de seguridad para poner en orden a la población cuando ésta se desborda, ha hecho mucho daño. Por una parte, los cuerpos de seguridad carecen de respeto por parte de la ciudadanía, y por el otro, nadie les garantiza que al hacer uso de la fuerza no terminen ellos en la cárcel. Ha sido un círculo vicioso que ha terminado por paralizar a las fuerzas y envalentonar a quienes cometen un acto ilegal. El video de pobladores del lugar de la tragedia retando a los soldados a golpes, unas horas antes de la explosión, es una muestra de la difícil tarea que tenían los soldados. Eran pocos y fueron rebasados por los pobladores. El tema es como bien resumen muchos: era mejor cien detenidos que 85 muertos. El bono que tiene AMLO para decidir con el triunfo que tuvo en las elecciones, también podría usarlo en que las fuerzas del orden puedan implantar precisamente eso: orden.
La miseria humana se asoma. Las tragedias también son esa zona en la que ciertas personas revelan su condición miserable. Lo mismo los que no se detienen en la dimensión de la tragedia y creen que los muertos eran delincuentes de tiempo completo, que quienes pretenden sacar raja política de la desgracia ajena. Es el caso del señor Epigmenio Ibarra, cuyas ideas políticas no tendrían ninguna importancia, sino fuera porque el gobierno federal le pagará por capacitar a decenas de miles de jóvenes. Ruin hasta la vileza, Ibarra sostiene que la tragedia hidalguense es parte de una embestida del “viejo régimen” en contra de López Obrador. Los calcinados, según la teoría del miserable de Epigmenio, fueron enviados por 'la mafia del poder' y un pueblo. Tlahuelilpan llora su desgracia, que para Ibarra es parte de un plan deslegitimador. Asusta la gente cercana al presidente López Obrador. Epigmenio Ibarra es un hombre podrido, al que su fanatismo y el dinero han convertido en una degradación humana, una bazofia. También de las personas nos enseñan las tragedias.
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 La tragedia de Tlahuelilpan/Raymundo Riva Palacio
Estrictamente Personal
El Financiero..
La tragedia de Tlahuelilpan, donde decenas de personas murieron al explotar un ducto de gasolina por cuya fuga robaban combustible y festejaban algunos bañándose en él, es una doble desgracia. De la humana, las crónicas y el número creciente de personas fallecidas van construyendo el drama. De la gubernamental, sólo hay omisiones inconfesables, aceptaciones institucionales torpes para justificar la inacción federal y acciones legales que no pueden dejar de aplicarse. Si el presidente Andrés Manuel López Obrador quiere darle un giro a la vida pública de la nación y restaurar el Estado de derecho, Tlahuelilpan no debe quedarse como su primera marca de impunidad. Hay responsabilidades contra un número aún no claro de pobladores de la zona por diversos delitos, así como también contra los mandos militares y policiacos que no hicieron nada por prevenir el siniestro.
El secretario de la Defensa, el general Luis Cresencio Sandoval, dijo el sábado que cuando el Ejército llegó al punto donde se reportó la fuga en el ducto Tuxpan-Tula, el viernes, intentó alejar a cerca de 800 pobladores, pero que los 25 soldados y policías que lo intentaron, al ponerse agresivos algunos de ellos, se alejaron. De esa forma, las fuerzas de seguridad, que no recibieron apoyo del Ejército o de la Policía Federal –llegó primero la prensa que ellos–, fueron testigos de la explosión y las muertes, donde ellos, por omisión, son responsables. Las declaraciones del general son una confesión de culpa: tiene desplegados a 10 mil soldados para combatir el huachicol, pero no hicieron nada en Hidalgo porque “estaban rebasados”. Al ser autoridad, replegarse y no actuar en un delito en flagrancia, en una situación de alto riesgo, es imperdonable.
Los mandos militares y policiales que llegaron a Tlahuelilpan son presuntos homicidas dolosos –al saber que violaban la ley– por acción u omisión de facultades y atribuciones comprendidas en el artículo 8 de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de Servidores Públicos, en su inciso uno, que ordena “cumplir el servicio que le sea encomendado y abstenerse de cualquier acto u omisión que cause la suspensión o deficiencia de dicho servicio”; y el inciso dos, que obliga a “abstenerse de cualquier acto u omisión que implique incumplimiento de cualquier disposición legal, reglamentaria o administrativa relacionada con el servicio público”.
En el caso de las personas que robaron combustible –llevar bidones habla de premeditación–, incurrieron en una serie de delitos que, de acuerdo con abogados, incluye el delito federal de robo de un bien público con la evidente intención de obtener lucro personal, la convocatoria a la insubordinación social para incluir a mujeres y menores de edad en el hurto, asociación delictuosa y responsabilidad imprudencial para obligar a terceros a cometer el delito, que fueron cometidos en flagrancia. Además, dados los antecedentes de huachicol en la zona, el probable delito de comercialización de combustibles sin autorización ni protocolos de seguridad.
Estos dos últimos párrafos se refieren a la aplicación de la ley que, en este país, la norma es violarla y la excepción es cumplirla. Por décadas, el uso legítimo de la fuerza por parte del Estado ha estado cancelado. El punto de partida de esta debilidad institucional está ubicado el 2 de octubre de 1968, cuando se realizó la matanza de Tlatelolco, fecha desde la cual el Ejército se ha visto inhibido en momentos tan dramáticos como lo que sucedió en Tlahuelilpan. El gobierno federal, se puede argumentar por la falta de refuerzos enviados a ese punto, a 124 kilómetros de la Ciudad de México, prefirió dejar hacer, dejar pasar, para evitar un conflicto con la población. Para el gobierno del presidente López Obrador, el hecho en sí mismo, es una contradicción.
Por años, la izquierda en México, herida y agraviada históricamente, ha denunciado las acciones de fuerza de soldados y policías como actos de represión. Los intentos por fortalecer el uso legítimo de la fuerza han sido interpretados, denunciados y combatidos como intentos por criminalizar la protesta social. López Obrador mismo ha caminado sobre una línea delgada y cuidado su discurso para evitar cruzarla.
Apenas hace ocho días, cuando habló del desabasto de gasolina, el presidente dijo que se trataba de “un asunto transitorio” provocado por los “traviesos” que roban el combustible, y pidió a la población no fomentar el robo y la corrupción. “Hay gente que se está portando muy bien”, dijo en otro momento, “pero quiero pedirles a todos, hasta a los traviesos, que se actúe con responsabilidad, que piensen en sus familiares, que piensen en ellos mismos, que piensen en el prójimo, que piensen en su país, en México. ¡Todos a portarnos bien!”
Tlahuelilpan demostró lo falible de ese discurso. Restablecer la ética a una sociedad, como pocos dudan la requiere la mexicana, no se logra con discursos o una Cartilla Moral. Es un trabajo de educación cívica, que bien hecho demorará cuando menos una generación en dar sus primeros resultados. Ningún pueblo es bueno, como imagina López Obrador que es o puede ser el mexicano. La rectitud en la vida pública se da mediante la eliminación de los incentivos para ser malo, aunque se le tilde de pueblo bueno.
En México los incentivos inversos fueron alimentados por la rampante impunidad de décadas. Pero hay luces. Tlahuelilpan será una gran oportunidad para López Obrador en su intención por restablecer el Estado de derecho, si aplica la ley en este caso, y utiliza –no lucra– la tragedia en Hidalgo como el punto de partida para restaurar el uso legítimo de la fuerza del Estado, que la va a necesitar, cuando menos, en su cruzada contra el huachicol.
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Fuego con fuego
JAQUE MATE / Sergio Sarmiento
Reforma, 21 Ene. 2019
"Nosotros no vamos a apagar el fuego con el fuego”. Andrés Manuel López Obrador
 PARÍS.- Aun a la distancia las imágenes lastiman y enfurecen. El ducto perforado en Tlahuelilpan, Hidalgo, del que sale un chorro de gasolina a muchos metros de altura. Los cientos de personas que se acercan con cubetas y bidones para tomar esa gasolina que se ha convertido en botín fácil para tantos. Los soldados que observan, sin hacer nada, a las familias, incluso con niños, converger sobre el ducto como si se tratara de una fiesta popular. El estallido. Las personas que corren envueltas en llamas, los gritos de dolor. La devastación.
¿Cuántas veces hemos visto tragedias como ésta en México? Las explosiones de Tultepec y otros lugares que se repiten una y otra vez ante la negligencia de las autoridades y la persistencia criminal de los fabricantes de pirotecnia. Los niños quemados de la guardería ABC de Hermosillo, Sonora, por un incendio que comenzó en una bodega ilegal del propio gobierno del estado que no cumplía con los más mínimos requisitos de seguridad. La quema intencional del Casino Royale de Monterrey con la muerte de muchos de los parroquianos que se encontraban en el interior.
Y, como tantas otras veces, presenciamos la inmoral politización de la tragedia humana, tanto de quienes culpan al presidente López Obrador de los hechos como de quienes responsabilizan a los anteriores mandatarios del PRI y del PAN. Una reacción automática de todos los políticos y los activistas mexicanos es aprovechar las tragedias humanas para tratar de llevar agua a su molino.
Los mandos del Ejército, al cual se le encargan cada vez más funciones de policía, afirman que sus elementos no pudieron contener a los pobladores que se lanzaron a robar el combustible que salía del ducto a borbotones. "Al verse rebasados por la cantidad de personas, se vieron obligados a retirarse a un costado para evitar una confrontación", explicó el secretario de la Defensa, el general Luis Cresencio Sandoval. "No es fácil ante una multitud hacer prevalecer el orden, aun explicando los riesgos, hay constancia de cómo se enfrenta la población al Ejército y la policía en otros casos", agregó el presidente López Obrador.
El propio Presidente justifica esta decisión de los mandos castrenses: "Nosotros no vamos a apagar el fuego con el fuego, no vamos a enfrentar la violencia con la violencia; así no se puede enfrentar el mal... al mal hay que enfrentarlo haciendo el bien".
Es la misma filosofía que ha hecho que el fuego destruya tantas vidas en nuestro país. Los talleres de pirotecnia siguen operando en Tultepec porque, nos dicen los gobernantes, esa es la tradición popular y nadie se puede oponer a ella. Las muertes por accidentes se suceden porque la autoridad no puede imponer el cumplimiento de las reglas de seguridad a nadie y mucho menos a las oficinas de gobierno. Las amenazas de grupos de extorsión a locales comerciales, como el Casino Royale, no se toman en serio hasta que hay muertos. El robo de combustible se combate cerrando las válvulas, que en el caso del ducto que pasa por Tlahuelilpan nadie había cerrado, y no aplicando la ley con vigor y eficacia.
"Por eso la decisión que se ha tomado en este caso y en todo lo que tiene que ver con la política de seguridad es atender las causas que originan los hechos delictivos. Esto no es un asunto policiaco, militar. No se resuelve con medidas coercitivas", dice el presidente López Obrador. En todo caso la muerte de 85 personas en Tlahuelilpan es un disuasivo para que el pueblo bueno sepa que no debe jugar con fuego.
· CON FUERZA
Al contrario de lo que sucede en México, en Francia la policía actúa con fuerza y eficacia ante las manifestaciones de los chalecos amarillos. Las marchas son permitidas, pero no los actos de violencia, que son respondidos con vigor por las policías.
@SergioSarmiento
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Errores mortales/Denise Dresser
Reforma, 21 Ene. 2019
Como dice María Ruiz de Burton: "Mucha sabiduría es aprendida a través de las lágrimas, pero ninguna se adquiere olvidando nuestras lecciones". Aquí las que ojalá aprendamos de la tragedia en Tlahuelilpan:
 1) Es necesario darle mayor y mejor entrenamiento a las fuerzas de seguridad del Estado. Impactante ver a miembros del Ejército y la policía federal, incapaces de frenar lo que estaba ocurriendo. Ninguno de los dos cuerpos tiene experiencia o formación para reaccionar ante retos de contención de multitudes. El adiestramiento de las Fuerzas Armadas es de confrontación, no de cómo desactivar o apaciguar o controlar sin disparar. Cargan armas, no altavoces o escudos. Y los policías federales tampoco demostraron la capacidad para salvar vidas vía órdenes o comandos de voz. La pregunta también es por qué no se enviaron refuerzos en cuanto se supo de la aglomeración en torno al ducto. Debido a esta combinación de factores, al gobierno no le quedó otra opción más que dar la orden de no intervenir, con los resultados que vimos. Pero era una disyuntiva falsa, la de "reprimir" o no hacer nada. Había otras alternativas y merecemos saber por qué no se tomaron.
2) Pemex debería estar en manos de profesionales experimentados del sector. Se entiende que AMLO quisiera colocar al frente de la petrolera a alguien de su más completa confianza: a alguien que limpie la empresa. Pero ése no es un criterio suficiente, como ha quedado demostrado en las últimas semanas. Octavio Romero Oropeza no da el ancho. No tiene el conocimiento técnico ni operativo para manejar una empresa de ese tamaño, con los retos que enfrenta. La fallida presentación de Pemex en Nueva York en la cual los inversionistas convocados manifestaron su desaprobación lo evidencia. El mal manejo logístico, estratégico y mediático de la crisis desatada por el combate al huachicol lo refrenda. La calamidad en Hidalgo también genera preguntas válidas: ¿por qué no se cerró el ducto de inmediato y la presión siguió siendo tan fuerte como para generar el chorro voluminoso que continuó durante horas; horas en las que tanto funcionarios de Pemex como autoridades estatales y federales estuvieron ausentes?
3) La popularidad de una decisión no significa que sea buena política pública. Aunque se entiende el respaldo a la cruzada gubernamental contra el huachicol, ese apoyo no debería interpretarse como un aval a acciones cuestionables. Sin duda era un imperativo acabar con la sangría sexenal a Pemex. Sin duda era crucial combatir la corrupción anidada ahí. Pero también es válido preguntar cómo el orden de los factores ha afectado el producto. Ahora, a raíz de la emergencia económica generada por la escasez de combustible, se ha enviado a tres secretarios de Estado y un oficial mayor al extranjero a comprar pipas, al costo que sea. Y como es una emergencia -argumentarán- no será necesario explicar cuánto costaron, de qué partida presupuestal saldrán los recursos para financiarlas, y quién va a absorber el costo mayor de trasladar combustible por pipas en lugar de ductos. ¿No hubiera sido mejor, como parte del combate frontal a huachicol, comprar pipas primero y cerrar ductos después? Y todavía no ha quedado claro ante la opinión pública si la escasez de combustible se produjo por la cerrada de los ductos, la reducción en la importación de crudo al inicio del sexenio, la insuficiencia de sitios de almacenamiento, la falta de pipas, o la falta de previsión de los funcionarios del ramo.
4) Es difícil pedir el respeto a la ley si el propio gobierno no la respeta. Ahora que se insiste en criminalizar al "pueblo malo" que acudió a robar gasolina, y se exige que se aplique mano dura en su contra, es importante recordar que el Estado de Derecho se construye desde el Estado mismo. ¿Cómo exigirle a hidalguenses desesperados ante el desabasto que respeten la legalidad cuando a Carlos Romero Deschamps se le da permiso diario para violarla? ¿Cómo criminalizar a los pobladores de Tlahuelilpan -cuyas estaciones de servicio llevaban 15 días con suministro intermitente y largas colas- mientras que criminales de cuello blanco, los verdaderos saqueadores del país, permanecen impunes? Las lecciones para corregir y aprender están ahí. Sin Estado de Derecho, sin instituciones funcionales y sin esfuerzos sistemáticos para mejorarlas, los errores seguirán siendo recurrentes. Y mortales.
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Muertos 85; detenidos 0/Manuel J. Jáuregui
Reforma, 21 Ene. 2019
La tragedia de Tlahuelilpan, Hidalgo, con un saldo de cuando menos 85 muertos es verdaderamente lamentable y triste.
Y lo es más porque toda evidencia sugiere que pudo haber sido evitada.
La línea de tiempo señala que el Ejército que observaba el robo de combustible por la población tuvo cerca de dos horas para retirar a la gente de la zona de la enorme fuga (seguramente producto de sabotaje) y, sin embargo, no lo hizo: no pudo o no quiso obedeciendo una prioridad superior: "evitar un enfrentamiento".
Las explicaciones para esto son razonables, mas no suficientes.
El Secretario de la Defensa afirmó que sólo disponía de 25 soldados y que los robaductos superaban 600 en número y que no quiso provocar un enfrentamiento.
¿Pero qué tal si el mando del destacamento hubiese pedido refuerzos y con superior número lograra evacuar la zona, evidentemente de alto peligro?
Ante los hechos debe preguntarse: ¿Qué tiene mayor prioridad, evitar un "enfrentamiento" o evitar una TRAGEDIA de enormes proporciones?
Conste: no pretendemos criticar al Secretario de la Defensa ni al Ejército, simplemente destacar el conflicto entre el imponer orden y evitar "enfrentamientos".
Varios testigos afirman que el Ejército presente realizó esfuerzos repetidos por despejar la zona del derrame, pero que "la gente no les hacía caso".
Interesante fenómeno: ¿Cuántas veces hemos escuchado que la gente, el pueblo en general, desacata a la autoridad?
Desgraciadamente en éste, como en muchos otros casos, la impunidad que reina en México NULIFICA el peso de la autoridad.
Ya que ésta parece estar de adorno por infinidad de causas: en unos Gobiernos es por ineptitud, en otros es por corrupción, y en éste parece ser que es por estrategia: evitar enfrentamientos con los pueblos que se dedican a sustraer combustible de los ductos de PEMEX.
Otro aspecto de este triste episodio nos obliga a reconocer que en NINGÚN OTRO PAÍS, ni siquiera de Latinoamérica, se ha presentado un fenómeno similar.
Destaca nuestro México Mágico, pero no por cosas buenas, sino por puros sucesos que denotan la falta de certidumbre jurídica, la ausencia de orden y respeto a la ley, de enormes vicios como la corrupción SISTEMATIZADA y nulo castigo a quienes la practican.
Irónico resulta que en el lugar del siniestro los pobladores llevaban 14 días sin abasto de combustible, ello a pesar de encontrarse a sólo 14 kilómetros de la refinería de Tula.
Dicen los deudos, las familias, de los accidentados, que uno de los factores que los motivó para ir a recolectar gasolina al sitio de la fuga fue precisamente ése: el hambre por el combustible.
De nuevo, ni estamos, ni nos toca, repartir culpas, sino meramente someter a su consideración -estimados lectores- temas para analizar y en los cuales reparar.
OBVIAMENTE nadie en su sano juicio quiere que el Presidente López Obrador y sus colaboradores fracasen, ni en el tema del robo masivo de combustible ni en ningún otro.
¿Por qué?
Porque si le va mal, o fracasan las acciones del Presidente López Obrador, le va mal a México.
Y, sometemos a su juicio, nuestro País se encuentra en un equilibrio tan precario, en lo económico y en lo social, que cualquier retroceso nos generará no sólo más problemas, sino una descomposición generalizada, pues de manera concatenada la rotura de cualquier eslabón en la cadena productiva, o en la paz y el orden, o la procuración de justicia o cualquier otra, desatará consecuencias con el potencial de sumarse agravando, y no mejorando, los considerables problemas que hoy enfrentamos.
Aplaudimos la persistencia del Presidente López Obrador de defender los bienes nacionales de quienes se los roban impunemente. Sin duda en esto hace lo correcto.
Lo que habría que analizar más a fondo es si evitar enfrentamientos tiene prioridad sobre la paz, el orden y el respeto a la autoridad.
Cuestión de poner todo en una balanza y dependiendo de cómo caiga, quizás cambiar el orden de las prioridades, no sólo para evitar espeluznantes tragedias como la de Hidalgo, sino para rescatar para el Gobierno un modicum de respeto ciudadano para con su obligación y responsabilidad de guardar y hacer guardar el orden.
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La lectura vehemente/Jesús Silva-Herzog Márquez
Reforma, 21 Ene. 2019
No quiero hablar del librito aquí. Me interesa hablar de su lectura. En un libro, un ensayo, un artículo está el autor y su tiempo. En la lectura estamos nosotros, nuestros reflejos, la atmósfera que respiramos. Ahí están nuestros prejuicios y nuestros reflejos. En toda lectura se ponen en evidencia las trampas en las que caemos cotidianamente. ¿Qué pasamos por alto en un párrafo? ¿Qué nos llama la atención? ¿Qué nos irrita? ¿Qué nos sorprende? ¿Qué nos resulta trivial? Sean antiguos o recientes, los libros nos plantan un espejo. Nos mostramos en nuestra reacción a los textos, sean los de hoy o los de hace un siglo. El lector revela sus entusiasmos y sus cegueras, su tolerancia o su cerrazón. En otro momento valdría la pena detenerse en la curiosa cartilla de Alfonso Reyes que ha suscitado tan intensa polémica. Hoy quisiera detenerme en otra cosa: en el ruido que ha provocado ese texto, después de setenta y cinco años de haber sido escrito. Tal vez diga algo sobre nosotros, sobre nuestro tiempo. Sobre nuestra conversación y nuestra política.
Es ella, la política, la que ha tomado las riendas de la lectura. Con su torpe espíritu binario, tan simple como intenso, ha sometido a muchos lectores que, lejos de disponerse a desentrañar las complejidades de un texto, se apresuran a sentenciarlo y a compartir por todos los aires su veredicto. Se trata siempre de una sentencia rotunda y fulminante; tal libro es una basura, aquel es una antigualla que ya no nos dice nada, este es una joya, y el que acabo de leer, un clásico "imperdible". Es una forma de lectura vehemente que solo se expresa con exclamaciones: la indignación o el deslumbramiento. Se lee así para alimentar el prejuicio, para intensificar convicciones, para petrificar creencias. Una mancha en el texto sirve para descartarlo de plano. Una discrepancia basta para decretarlo como pernicioso. Las palabras aparecen como munición de la guerra y no como lo que pueden ser: armisticio. La posibilidad de suspender hostilidades, de lograr entendimiento, de abrir un paréntesis a los simplismos que nos estrangulan. Apreciar un elemento del texto sin que eso suponga asentimiento de todo. La discrepancia puede coincidir con la admiración. En los libros hay una oportunidad de diálogo, una posibilidad de ver el mundo con otros ojos. Pero la lectura vehemente no se atreve a imaginar la razón de los otros, el tiempo de los otros, la verdad de los otros. No muestra disposición alguna a reconocer mérito en el adversario intelectual. Y se cuela así al mundo de los libros, de las letras, del argumento esa abominable expresión que manda al enemigo al basurero de la historia. Hay libros, nos dicen, que deben tirarse, como las cáscaras de huevo, las latas vacías y los trastos inservibles, a la basura.
El lector vehemente se acerca a un texto con una sola misión: encontrar la referencia que ubique el texto en el casillero adecuado. Lectura de aduanero. No se trata de emprender la lectura para disponerse a la sorpresa. No se trata tampoco de buscar el aprendizaje o el disfrute. Sordo al tono, sordo a la voz, quien lee de ese modo se apresura a detectar la filiación del texto para sellarlo. Sellarlo con una etiqueta y así cerrarlo. Estas letras son enemigas. Este libro es de los nuestros. Se renuncia de este modo al diálogo. No es este tosco afán de etiquetar los libros una expresión de la crítica sino la abdicación a ese ejercicio de la ponderación. Este lector se acerca a los libros como si fueran sustancias químicas a las que hubiera que catalogar como tóxicas o medicinales. En sus juicios se desliza una advertencia. ¡Cuidado! Este libro, este texto puede ser nocivo para la salud. Libro reaccionario, colonialista, misógino, populista, tiránico. Manténgase alejado de sus párrafos y maldiga al miserable que lo escribió y a los incautos que lo leen.
Toda convicción es una vanidosa parcialidad. Una autorización al prejuicio. Una interesada ceguera. Blas Pascal, uno de los más grandes sabios en la historia occidental, uno de los matemáticos más brillantes de todos los tiempos, supo contraponer la sutileza al juicio tajante de la geometría. Sutileza es lo que nos hace falta para leer y para participar en la vida pública.
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Civilización cínica
TOLVANERA / Roberto Zamarripa
Reforma, 21 Ene. 2019
Una multitud se regodea con el oro líquido. La escasez y la costumbre les abren paso al ducto que chorrea a borbotones gasolina Premium. Desde que inició enero no hay gasolina en la zona del Valle del Mezquital pero desde hace varios años la región empezó a ser dominada por huachicoleros hasta convertir la actividad de apropiación ilegal de gasolina en un modo de vida, subsistencia y, para pocos, enriquecimiento.
La súbita abundancia; la fuente borbotea por cuatro horas y abastece a pobladores del bien más preciado sin temor a ser detenidos. Tener gasolina, apropiarse de ella entonces es saciamiento y especulación; ventaja y abuso. El despojo de los despojados.
La tragedia del pasado viernes 18, hipervista, se narra a sí misma. La cantidad de videos y fotografías difundidas por los propios pobladores contrastan el éxtasis con el drama. Del frenético baño en gasolina hasta que la multitud es devorada por las llamas. Una tragedia contada por ellos mismos donde del desacato pasan a la súplica, del festín al velorio. La muerte se ensaña.
Los soldados y policías arribaron cuando había unos cuantos pobladores como parte de la estrategia gubernamental donde ante la detección de baja presión en un ducto un destacamento militar se apersona en el punto de fuga para disuadir a los ordeñadores. En los últimos días había dado resultado. Minutos después del piquete llegaban e inhibían. Ahora no fue así. Impasibles, apenas con recomendaciones amables, no imperativas, los soldados fueron desbordados por una multitud excitada.
La disuasión en una circunstancia de extremo peligro no necesariamente tiene que ver con fuego. El Ejército no puede tener labores policiales y si las pretende ejercer deberá pertrecharse con otro tipo de instrumentos más allá de sus fusiles.
La sola presencia castrense ya no disuade y en el caso de la fuga provocada presuntamente por un acto intencional de sabotaje debió haberse acordonado el lugar y recurrir a una acción imperativa y firme de advertencia; marcar prevenciones que claramente, según los testimonios, no ocurrieron con la firmeza requerida.
La tragedia es un golpe al corazón de la estrategia. Pero también está demostrado que hay tragedias que cambian a un país antes que postrarlo. Ésta puede serlo.
La tragedia es un golpe a la conciencia colectiva en un momento en que se cierne el coletazo de la actitud cínica que permea y domina.
Lo cínico referido a quien "ejerce la corrupción como sustituto válido del respeto a la ley. Alguien que no siente escrúpulos al utilizar en beneficio propio los puntos de fracaso de una forma institucional vigente, las zonas ciegas en donde ella y las normas derivadas de ella se demuestran incapaces de organizar adecuadamente el contenido social que las habría reclamado y al que ellas aparentemente responden". (Las ilusiones de la modernidad. Bolívar Echeverría. 2018).
En palabras del autor es la construcción de una civilización cínica.
Una civilización cínica construida a partir de las insuficiencias del sistema en lo económico, en lo social, en el desacato jurídico, el debilitamiento de la democracia, en el quiebre de valores.
En esa civilización cínica conviven los depredadores y reyes del abuso y aquellos que, efectivamente, por necesidad, suponen ante el quiebre social que la mejor ruta para resolver los asuntos públicos es la del saqueo que nunca tiene castigo.
Ese cinismo apuesta a la fatalidad y al inmovilismo. Nunca cambiará, nunca cambiaremos. La rendición de los despojados a reproducir las conductas de despojo porque nunca hay corrección ni castigo. Y que toca los extremos de exhibir en la disfuncionalidad a instituciones como el Ejército.
Puede demolerse esa civilización y generar una nueva arquitectura con una economía diferente de oportunidades y participación; de distribuciones distintas de riquezas y de códigos diferentes de entendimiento sobre la base de leyes estrictas que se respeten.
La tragedia de Hidalgo irrita por el límite que exhibe. Ya no más.
robertozamarripa2017@gmail.com
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El Papa Francisco elimina la Pontificia Comisión Ecclesia Dei
En una Carta Apostólica en forma Motu proprio publicado este sábado 19 de enero, el Papa Francisco suprimió la Pontificia Comisión Ecclesia Dei y sus funciones pasarán ahora a formar parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
La Pontificia Comisión Ecclesia Dei fue creada por San Papa Juan Pablo II el 2 de julio de 1988 y estaba encargada del diálogo con la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX – lefebvristas).
Tenía la finalidad de “colaborar con los Obispos y Dicasterios de la Curia Romana, facilitando la plena comunión eclesial de sacerdotes, seminaristas, comunidades o religiosos y religiosas, ligados a la Fraternidad fundada por Mons. Marcel Lefebvre, que deseaban permanecer unidos al Sucesor de Pedro en la Iglesia Católica, conservando sus propias tradiciones espirituales y litúrgicas”.
En la Carta Apostólica, el Santo Padre explicó la decisión fue tomada porque cambiaron las condiciones que llevaron al Papa Juan Pablo II a la institución de la Comisión Pontificia Ecclesia Dei. 
Según el documento, el Papa observa que la Comisión “durante más de treinta años” ha cumplido con sincera solicitud y digna preocupación por la tarea de colaborar con los Obispos y los Dicasterios de la Curia Romana “en diálogo con el mundo tradicionalista, primero solo con los lefevbristas, luego, después del motu proprio Summorum Pontificum de Benedicto XVI, también con institutos religiosos y comunidades que se habían adherido a la forma extraordinaria del rito romano”.
La Comisión Pontificia había sido reorganizada, escribe nuevamente el Pontfífice, con el motu proprio Ecclesiae Unitatem de 2009, “para hacerla más adecuada para la nueva situación creada con la remisión de la excomunión de los cuatro Obispos consagrados sin mandato pontificio”, y la vinculó a la Congregación para de la Doctrina de la Fe porque, después de la liberalización del antiguo rito, las cuestiones de la Comisión se consideraron “de naturaleza puramente doctrinal”.
El motu proprio también explica que “desde la IV Feria de la Congregación para la Doctrina de la Fe del 15 de noviembre de 2017, solicitamos que el diálogo entre la Santa Sede y la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X sea dirigido directamente por la Congregación antes mencionada”.
Tal decisión fue aprobada por el Papa en una audiencia con el Prefecto, el Cardenal Luis Ladaria el 24 de enero de 2018, y bienvenida en la sesión plenaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe del 23 al 26 de enero.
Por lo tanto, el Papa Francisco, “reconociendo que los objetivos y los asuntos tratados por la Comisión Pontificia Ecclesia Dei, son de naturaleza predominantemente doctrinal” y “deseando que estos objetivos sean cada vez más evidentes para la conciencia de las comunidades eclesiales”, ha decidido que la Comisión sea suprimida y que “las tareas de la Comisión en cuestión se asignan en su totalidad a la Congregación para la Doctrina de la Fe, dentro de la cual se establecerá una sección especial para continuar el trabajo de supervisión, promoción y protección hasta ahora conducido por la suprimida Pontificia Comisión Ecclesia Dei”.
Los asuntos administrativos, incluido el presupuesto de la Comisión, también se incluyen en las cuentas ordinarias de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
En un artículo del L’Osservatore Romano de este 19 de enero, al comentar sobre la decisión del Papa Francisco, se explicó que “las condiciones y las circunstancias cambian, pero el diálogo continúa con la  Fraternidad Sacerdotal de San Pío X”, y que “no es, por lo tanto, una supresión pura y simple, sino de una transferencia competencias, dado que el eje principal sobre el que se establecerá la actividad se ha reducido a la esfera doctrinal”.
La SSPX fue fundada por el arzobispo Marcel Lefebvre en 1970 para formar sacerdotes, como respuesta a lo que describió como errores que se habían infiltrado en la Iglesia después del Concilio Vaticano II. Sus relaciones con la Santa Sede se tornaron particularmente tensas en 1988 cuando el arzobispo Lefebvre y el obispo Antonio de Castro Mayer consagraron a cuatro obispos sin el permiso de San Juan Pablo II.
Las consagraciones episcopales ilícitas resultaron en la excomunión de los obispos involucrados. Las excomuniones de los obispos sobrevivientes fueron levantadas en 2009 por Benedicto XVI, y desde entonces las negociaciones "para redescubrir la plena comunión con la Iglesia" han continuado entre la SSPX y el Vaticano.
Hubo indicios en los últimos años de movimiento hacia la regularización de la sociedad sacerdotal, que cuenta con unos 600 miembros sacerdotes.
En marzo de 2017, el Papa Francisco otorgó a los obispos diocesanos u otros ordinarios locales la autorización para otorgar a los sacerdotes de la SSPX la posibilidad de celebrar lícita y válidamente los matrimonios de fieles que siguen la actividad pastoral de la Sociedad.
Y en septiembre de 2015, el Papa anunció que los fieles podrían recibir la absolución válida y lícitamente de los sacerdotes de la SSPX durante el Año Jubilar de la Misericordia. Esta habilidad fue luego ampliada indefinidamente por Francis en su carta apostólica 2016 Misericordia et misera.
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