23 mar 2020

Las columnas políticas, lunes 23 de marzo de 2020

Angela Merkel está bien....; enhorabuena!
Fue sometida a una prueba del nuevo coronavirus después de enterarse de que el médico que la había vacunado el pasado 20 de marzo dio positivo al virus, declaró el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert.
Precisó que la jefa del Gobierno, que se puso en cuarentena domiciliaria, se siente bien y continúa trabajando:.
Más tarde informó que la primera prueba de coronavirus de Angela Merkel dio negativa.
El balance del coronavirus en Alemania es de más de 26 mil casos confirmados, incluidas más de 110 muertes y 422 personas recuperadas.
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Votan en BC por frenar planta cervecera de Constellation
Con este resultado Conagua frenará los permisos para la operación de la planta, informó Diana Álvarez, subsecretaria de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, en la conferencia mañanera...
Ayer, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) rechazaron el proceso y el resultado de la consulta ciudadana realizada en Mexicali, sobre la cervecera Constellation Brands, que implica una inversión de mil 400 millones de dólares y que ya cuenta con todos los permisos necesarios.
Las acciones de Constellation Brands, en EU  caen 10.4 por ciento este lunes, y alcanzan un valor de 107.25 dólares por acción.
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OCHO COLUMNAS;
1. Reforma. Cierra CDMX cines, museos, bares…
No se contempla aplicar sanciones si establecimientos incumplen medida
2. El Universal. AMLO advierte de crisis económica
Pide no usar reservas para frenar caída del peso
3. La Jornada. AMLO: se avizora crisis económica por el coronavirus
Sugiere al BdeM no usar reservas de divisas para apuntalar el peso
4. Milenio. Sedena actualizará Plan DN-III y operará 10 hospitales por virus
AMLO ordena a Hacienda transferir recursos para el manejo de inmuebles recién terminados y equipados; acepta que México enfrentará una crisis
5. Excélsior. Ejército controlará 10 hospitales ante brote
Las Fuerzas Armadas estarán a cargo de un modelo de atención que se suma al que implementará el sector salud
6. El Financiero. Avizora AMLO una crisis económica
Citibanamex. Generalizan expertos financieros escenario de recesión
7. El Economista. SHCP afina un plan de estímulos fiscales
El objetivo, preservar empleos y empresas: CCE
8. La Razón. AMLO avizora crisis por virus… y en Mexicali queda inversión en vilo
IP rechaza consulta sobre instalación de cervecera
11. La Crónica. CDMX cierra cines, museos, deportivos, teatros, Cendis…
12. El Sol de México. En el sector turístico inician recortes masivos
Miles de mexicanos se quedan sin trabajo ante el cierre de hoteles y parques
13. El Heraldo de México. La CDMX cierra cines, teatros, bares…
Desde hoy y hasta el 19 de abril, bajan la cortina los giros públicos a excepción de los que venden alimentos y medicamentos
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Wall Street abrió en rojo este lunes a pesar de los estímulos anunciados por la Reserva Federal de EU  y de que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steve Mnuchin, declaró que la Cámara de Representantes "está muy cerca" de alcanzar un acuerdo para poner en marcha un plan de rescate que amortigüe las caídas por la crisis del Covid-19. 
De momento, tanto republicanos como demócratas aseguran "estar cerca" de alcanzar un acuerdo en las próximas 24 horas. 
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Las columnas políticas, lunes 23 de marzo de 2020
Templo Mayor/ Reforma...
SEGÚN Bank of America, la economía mexicana caerá hasta 4.5 por ciento en 2020. Para Credit Suisse, la contracción será del 4 por ciento. Citibanamex calcula el golpe en 2.6 por ciento. Y los de JP Morgan, menos pesimistas, prevén que el PIB se reducirá en 1.8 por ciento.
¿Y EL PRESIDENTE de México qué dice al respecto? En su gira por Oaxaca, Andrés Manuel López Obrador concedió que "se avizora" una crisis económica para el país. No dijo cómo la va a enfrentar pero, bueno, al menos ya se dio cuenta.
A PROPÓSITO de crisis que se avizoran, dicen que la cancelación de la planta de Constellation Brands en Mexicali podría salirle carísima al gobierno mexicano, en el marco del tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá.
Y ES QUE la administración de Andrés Manuel López Obrador no sólo tendría que pagar el costo político de no dar certidumbre a las inversiones -¿quién va a querer llevar su dinero a un país que no respeta las reglas?-, sino que además tendría que pagar una costosa, muuuy costosa, indemnización a la empresa cervecera.
QUIENES SABEN de estos temas advierten que, en caso de que el gobierno cancele la construcción de la planta que ya tiene un 60 por ciento de avance, Constellation Brands tendría todo el derecho de iniciar un proceso de arbitraje en contra del Estado mexicano a fin de que le compense económicamente por la terminación ilegal de su inversión.
DADO que la consulta en Mexicali fue patito (sin reglas claras, sin fundamento jurídico y sin transparencia en sus resultados), la empresa podría alegar que el gobierno de AMLO prácticamente le expropió la planta en la que ya había invertido 900 millones de dólares de los mil 500 millones que planeaba traer. ¡Salud!
DÍAS ANTES de que estallara la crisis sanitaria en Jalisco, tres ex gobernadores de esa entidad recibieron una carta directamente de las oficinas del Comité Ejecutivo Nacional del PAN.
LA PROPUESTA para Alberto "Bebeto" Cárdenas, Francisco Ramírez Acuña y Emilio González Márquez es que sean candidatos a diputados federales en la elección de 2021. No está claro si el PAN busca aprovechar a cuadros con sólida experiencia o ya no sabe de dónde sacar abanderados... ¡o las dos!
SEA COMO SEA, queda claro que Marko Cortés ya está tratando de armar una estrategia para el próximo año, en busca de quitarle a Morena el control de San Lázaro.
EL QUE ayer reapareció fue Ricardo Anaya con un video al que no le fue nada mal: sólo en Facebook tuvo 2.6 millones de vistas y fue compartido 73 mil veces. ¿Será que también para el panista son benditas las redes sociales?
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AMLO no termina de creer en el coronavirus |
Bajo Reserva/El Universal
Por fin parecía que el presidente Andrés Manuel López Obrador estaba tomándose en serio las medidas que su propio equipo de Salud recomendaba desde hace semanas. El sábado celebró el Natalicio de Benito Juárez en un evento restringido por las medidas sanitarias. Luego, ayer domingo, el mandatario evitó saludar de mano a los asistentes al podium en su gira por Oaxaca. Incluso reconoció que viene una crisis económica por el coronavirus… hasta que ayer, de nuevo, mostró que aún no se convence de la gravedad de la pandemia: en un video subido a su cuenta de Facebook, el mandatario llamó a la gente: “No dejen de salir. Todavía estamos en la primera fase. Yo les voy a decir cuando no salgan, pero si pueden hacerlo y tienen posibilidad económica, pues sigan llevando a la familia a comer a los restaurantes, a las fondas”.
Coronavirus tumba uno de los informes de AMLO
Ante el avance del Covid-19, que cada día suma más contagios en el país, uno de los informes que el presidente Andrés Manuel López Obrador tenía planeado ofrecer este año está a punto de cancelarse. Fuentes de la Presidencia nos comentan que el evento de gobierno del 5 de abril —y que se planeaba fuera presentado en el Zócalo, como todos los que ha hecho— está a punto de cancelarse, debido a que por esas fechas se espera que México atraviese una etapa crítica de esta pandemia. Nos recuerdan que el pasado 19 de febrero el mandatario anunció en conferencia de prensa que este año tenía agendado presentar cuatro informes de gobierno: 5 de abril, 1 de julio, 1 de septiembre y el 1 de diciembre. Nos aseguran que esto no es algo que preocupe mucho al Ejecutivo federal, puesto que de los cuatro informes que tenía, todavía cuenta con otros tres.
A marchas forzadas, en el Senado
Vaya carrera que se celebrará en el Senado de la República por aprobar con urgencia la reforma al artículo cuarto constitucional, para elevar a garantía individual el acceso a los programas sociales, antes de que los alcance el toque de queda por la pandemia del coronavirus. Aunque los trabajos de Ricardo Monreal (Morena) por llegar a acuerdos con los demás líderes parlamentarios no se han detenido, en la semana pudimos ver que sí estuvieron a punto de resquebrajarse, sobre todo por la pregunta de si se detienen o no las actividades del Senado por el Covid-19. Nos dicen que, ahora que el gobierno federal ya recomendó la “sana distancia”, el Senado piensa darle pase rápido a esa reforma. Queda pendiente la decisión de si se van o no de cuarentena porque, además, se quedaron sin Cámara colegisladora que les apruebe los días de no sesionar.
Morena aplaza relevos
Una de las actividades no esenciales que se detendrá —aunque como otras también hay resistencia en declararla— son los trabajos preparatorios para el relevo de dirigentes de Morena. En previsión de que la dirigencia morenista, que encabeza Alfonso Ramírez Cuéllar, se alargue más de lo previsto, la Cámara de Diputados optó por dejar de guardarle su curul, pues desde que se fue, el último día de enero, dejó correr más de mes y medio sin llamar a su suplente. Por lo pronto, hoy se espera que el morenista se reúna con el presidente del INE, Lorenzo Córdova, para valorar cómo realizar el proceso interno una vez que se termine la contingencia.
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El primer frente de batalla | Editorial El Universal
En México el grueso de los casos confirmados de coronavirus se encuentra en la capital del país y en el Estado de México (el de mayor población), así como en Jalisco y en Nuevo León, las dos entidades que albergan a la segunda y tercera ciudades más pobladas. Hasta el corte de ayer, Tlaxcala aún no registra ningún caso y hace 48 horas Campeche y Michoacán también se encontraban en esa categoría.
En el mapa que muestra el panorama nacional de avance del virus, predomina el amarillo, estados con entre 1 y 5 casos positivos. Los tonos naranja y rojo coinciden con las regiones más pobladas.
En Estados Unidos, la emergencia se presenta en Nueva York, la metrópoli con más habitantes, y en Los Ángeles, la segunda ciudad estadounidense más poblada. En España, los casos se acumulan en Madrid, la capital y también la de mayor población.
Por la simple razón de que las grandes ciudades registran una alta densidad demográfica (millones de personas viviendo en un pequeño territorio), la explosión de casos es lógica; por ese motivo las medidas de distanciamiento social que pongan en marcha serán clave para contener al coronavirus. La contención que se alcance en esas ciudades se reflejará en una disminución de los casos a nivel nacional.
En la Ciudad de México la jefatura de gobierno anunció ayer que desde hoy y durante cuatro semanas estarán cerrados todos los bares, centros nocturnos, museos, baños de vapor, gimnasios, cines, teatros, deportivos, zoológicos y eventos masivos en iglesias católicas. El personal de las oficinas públicas en el gobierno local y en las alcaldías también tendrá una disminución hasta de 50 por ciento.
¿Se tomó a tiempo la medida? La respuesta solo se conocerá hasta que se levanten las medidas de distanciamiento social y se haga una evaluación del saldo que haya dejado la pandemia.
La responsabilidad que tienen las grandes urbes es de agotar sus recursos para evitar una propagación más amplia, cerciorarse de que los establecimientos acaten las medidas adoptadas y de brindar atención médica a quienes lo requieran.
El freno a la expansión del coronavirus dependerá mucho de las acciones que emprendan los gobiernos centrales, pero alcaldes y gobernadores tienen también el poder de atenuar los casos. Así ha sido en Estados Unidos, por ejemplo, y en Nuevo León y Jalisco, aquí en México.
Para millones de ciudadanos, la primera autoridad es un alcalde antes que el gobierno federal. No hay que olvidarlo.
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Landau reclama a Calderón
Confidencial/ElFinanciero_Mx
Tal parece que al embajador Christopher Landau no le gustó que el expresidente Felipe Calderón replicara la crítica que hiciera Joe Biden, virtual candidato demócrata al gobierno de Estados Unidos, a Trump. El expanista reprodujo en Twitter lo escrito por quien fuera vicepresidente en tiempos de Obama: “En tiempos de crisis, un presidente debe calmar y confortar, mostrar el camino con mano firme, y proveer un faro de esperanza al pueblo americano. Donald Trump es incapaz de hacer eso”. En alusión a ello, Landau tuiteó: “En tiempos de crisis, un EXpresidente no tiene por qué meterse en la política doméstica de otro país. Ahora más que nunca nos toca trabajar juntos. No politicemos TODO por gracias a Dios”.
Solalinde y la desinformación
Mientras en la 4T (gobierno y legisladores) hacen un llamado a no caer en fake news en medio de la pandemia de Covid-19, hay voces afines que las propagan. Es el caso del padre Alejandro Solalinde, personaje cercano al Presidente. Es claro que el cura ya perdió la razón, o sería bueno que dijera de dónde saca esto: “Quien quiera, persona física o moral, que haya provocado esta pandemia es un criminal de lesa humanidad. Debe investigar y castigarse al culpable. Una voluntad, una decisión humana está ocasionando esta destrucción de nuestro género. Urge generar legislaciones que impidan esto”.
Eunice Rendón, carta fuerte
Y hablando de los nombres que suenan fuerte como finalistas para ocupar una silla en el Consejo General del INE se encuentra –nos dicen– el de quien fuera la titular del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, Eunice Rendón. La especialista en temas de migración ha ocupado cargos en secretarías como la de Gobernación, donde fue recientemente secretaria ejecutiva adjunta del Sistema Nacional de Seguridad Pública y una dirección general en la subsecretaría de Prevención y Participación Ciudadana.
INER, saturado y cuestionado por opacidad
Primero fue personal médico, de enfermería y de limpieza, luego residentes, y ahora son los mismos familiares de pacientes contagiados con Covid-19 los que han levantado la voz en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, en la última semana de la actual crisis epidemiológica. Y es que a pesar de que autoridades de salud han insistido que todo está bajo control, nos cuentan que ya hay diversas áreas en ese hospital que se encuentran rebasadas por la alta demanda de servicios que se ha dado en los últimos días.
Senador la ve cerca
El senador de Morena Daniel Gutiérrez Castorena se trasladó la semana pasada a su natal Aguascalientes en un vuelo de Aeroméxico, donde –nos cuentan– viajaba una persona que venía de España y había dado positivo por COVID-19. El legislador hidrocálido, al igual que el resto de los pasajeros de la aeronave, fue aislado y se le aplicó la prueba. Por fortuna, Gutiérrez Castorena dio negativo. La vio cerca el legislador...
Reelección legislativa, tema de Palacio Nacional
Aseguran en Morena que el tema de la reelección legislativa “siempre ha sido, es y será del conocimiento del Presidente”. El tema no es nuevo, pues se aprobó en la Constitución desde hace seis años, recuerdan, y nadie de los partidos ha estado en contra. Lo que sucedió –explican– es que al parecer al Presidente no le gustó que se quieran ir de campaña sin renunciar al cargo. Por eso, advierten, éste ahora será un tema que se decidirá en Palacio Nacional.
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En las peores manos, en el peor momento/Pablo Hiriart
Uso de Razón
El Financiero, 
PabloHiriart
Un año les bastó para destruir la economía de México y la confianza de los inversionistas, y ahora que comienza una crisis mundial inesperada nos encuentra débiles, con una economía bajo cero desde el año pasado, con los motores apagados y un gobierno ideologizado e incompetente.
Nos íbamos a estrellar con ésta o cualquier otra turbulencia exterior porque estábamos mal parados. No había escapatoria.
El optimismo era infundado y las concesiones del sector privado a los populistas fueron infructuosas, como nos ha enseñado la historia. Lo sabíamos todos, pocos lo dijeron.
Ante el negro panorama de la economía, al populismo se le ocurrió hacer una 'consulta popular' el fin de semana para frenar en Baja California la construcción de la planta Constellation Brands, de una inversión de mil 400 millones de dólares y que ya había ejercido 900 millones, porque tenía los permisos e inspecciones hechas por el gobierno mexicano.
Para abajo los empleos y la actividad económica que iba a generar la cervecera que produce Corona con insumos nacionales. Al diablo con ellos.
Exactamente lo mismo hicieron con la consulta que eliminó la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, que consistía en una inversión de 13 mil millones de dólares, ya fondeado, y con ello cancelaron la apertura de decenas de miles de empleos directos e indirectos.
Mataron la confianza y la inversión. Y para que no se nos olvide quiénes son y de qué son capaces, nos recetaron este fin de semana la 'consulta popular' en Mexicali.
Las consecuencias de su irresponsabilidad las veremos traducidas –ahora que se junta con pandemia– en desempleo, quiebras de empresas, mayor inseguridad y posibles revueltas sociales en algunos puntos de la república.
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial estimó que si la economía cae -4 por ciento, como prevén algunos analistas, se van a perder 800 mil empleos formales. A ello hay que sumar un millón 200 mil personas en edad de trabajar que buscarán entrar al mercado laboral y no habrá lugar.
¿Hasta qué cifra de desempleados va a aguantar el país sin convulsiones sociales?
El golpe será también –esperemos que sólo por unos meses– para las personas que viven de la calle. Son millones de personas en la economía informal que necesitan llevar sustento a su casa.
¿Qué va a hacer el gobierno con la población de adictos que viven de lo que les da la calle?
De algún lado tendrán que sacar los cien pesos que necesitan todos los días para sobrevivir y obtener el alcohol o la droga que mitigan su ansiedad.
Los restaurantes que van a dejar de operar se van a contar por miles. Grandes, medianos y pequeños, con cien o con dos empleados.
Y con ellos caerán los que les surten, y los que producen para quienes distribuyen.
¿De dónde van a sacar para alimentar a sus familias?
La gente va a buscar dinero por las buenas o por las malas.
Y el gobierno tuvo la insensibilidad de informar, la semana pasada, que no se difería la declaración anual de impuestos. ¿Qué van a hacer las empresas? O le pagan a los empleados o le pagan al fisco.
El gobierno tiene la obligación de apoyar a empresas y a personas en esta crisis.
Para eso eran los 300 mil millones de pesos que esta administración recibió de la anterior, en el Fondo de Estabilización Presupuestaria. Para usarlo en emergencias, como la actual.
¿Ya se gastaron la mitad el año pasado? Sí, y se la chutaron en gasto corriente porque tiraron la economía y por tanto la recaudación no les alcanzó.
Más lo que despilfarraron en pagar para que no se construyera el aeropuerto... y lo que hay que pagar todavía (cuatro mil 200 millones de dólares a extranjeros tenedores de bonos a largo plazo).
Y en inyectarle dinero a Pemex a fin de impedir que entren los privados a explorar, perforar y extraer petróleo, del que pagarían al gobierno hasta 80 centavos por cada dólar de crudo, de acuerdo con lo establecido por la reforma energética que congelaron.
Vienen tiempos de crisis y ésta nos encuentra en el peor momento y en las peores manos.
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Ya entramos a lo peor/Raymundo Riva Palacio
Estrictamente Personal
El Financiero, 
rivapa
Oficialmente no se ha declarado que México esté en la fase 2 de la epidemia del Covid-19, pero de acuerdo con los especialistas, ya entramos en ella desde al menos la semana pasada, cuando se empezaron a prohibir los eventos masivos y la recomendación para huir de las aglomeraciones. Esto quiere decir que hay una epidemia generalizada, por lo cual la gran discusión entre los científicos es si el gobierno tiene un subregistro de los casos o no.
Las autoridades dicen que no, y ojalá estén en lo correcto, pues de otra manera, combinado con la lentitud con la que han reaccionado en aplicar medidas de contención y forzar al distanciamiento social, lo que se viene bordaría lo inimaginable. Varios científicos lo han venido alertando.
El 16 de marzo pasado, el doctor Moisés Santillán, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, publicó el artículo 'El Coronavirus: debemos actuar ya', donde afirma: “El secretario de Salud anunció en días pasados que (según el número de casos confirmados) estamos en la transición a la fase 2. Sin embargo, podemos ver que si tomamos en cuenta el número de casos reales estimados, debería de estarse implementando la fase 3.
“Si esperamos a que el número de casos confirmados llegue a mil, entre 9 y 16 días a partir de hoy (el lunes pasado), el número de casos reales será de al menos 9 mil 500, pero puede llegar a ser 40 mil. Estos números son suficientes para saturar nuestros hospitales. Italia y España, que tienen tres veces más camas de hospital per cápita que nosotros, se han visto rebasados con números similares”.
En contraste, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, dio las suyas: podrían llegar a haber 10 mil 528 pacientes graves que necesitarían cuidados intensivos hasta la fase 3 que, como señalan otros científicos, es en la que prácticamente estamos. El total de camas de terapia intensiva es de 4 mil 291, y menos de la mitad tiene ventiladores, indispensables en los casos graves. López-Gatell no aclaró si ese número es el total, o incluye a pacientes por la epidemia de sarampión y otro tipo de enfermos graves. Por ello, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias está siendo reconvertido para atender sólo casos de coronavirus.
“Estamos en la inmejorable posición de aprender de la experiencia de China y Europa, y actuar en consecuencia”, sugirió Santillán hace una semana. “Debemos aislarnos en nuestras casas por varias semanas, a partir de ahora. De no hacerlo, el país puede sufrir consecuencias sociales y económicas muy graves. Países como Singapur y Hong Kong implementaron una cuarentena temprana, y el número de casos no rebasa los 300 en ninguno de ellos. Debemos actuar ya”.
No se ha hecho. Las instrucciones a los gobiernos de Morena desde Palacio Nacional fue que no cancelaran nada. Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, ha estado luchando intramuros contra el Presidente y sus colaboradores, para actuar en consecuencia.
El propio Presidente rompe diariamente los protocolos de distanciamiento social, mientras políticos y medios incondicionales a él están difundiendo en las redes sociales diciendo a la gente que no hay que alarmar y adjudicando que es la prensa la que está exagerando la pandemia. Es la marca de la casa: inhibir al mensajero para ocultar la realidad. Ojala y tuvieran razón, pero la realidad dice todo lo contrario.
En Italia y España están empezando a tomar decisiones pragmáticas y terribles: atender sólo a aquellos pacientes con probabilidades de vivir. En Estados Unidos comenzaron a discutir esa posibilidad ante el desbordamiento de sus sistemas de salud. La experiencia italiana es pertinente para México, por su gradual y tardía respuesta de contención y pruebas masivas, en contraposición con Corea del Sur, cuya estrategia redujo la tasa de letalidad. El actuar con gradualidad en Italia, hasta este domingo, provocó que el número de casos desbordara los hospitales, o como en España, donde hasta la semana pasada había ocho mil casos de personas muriéndose porque no pudieron ser atendidos, pese a que en los hospitales están quitando camas y respiradores a los más viejos, cuando llega un paciente más joven.
Santillán, que desarrolló un modelo matemático que se actualiza en tiempo real* para mostrar el comportamiento de la epidemia en México, apuntó que los países han aplicado protocolos que han funcionado con otras enfermedades igualmente contagiosas, pero sin éxito, aparentemente porque las personas son contagiosas aún antes de presentar síntomas. Hasta hace 10 días, con los números utilizados por el investigador, había en México 53 casos, aunque en realidad, de acuerdo con los estudios de Wuhan, ese era el número de portadores 10 días antes.
Otros modelos matemáticos desarrollados por investigadores de la UNAM, muestran que la epidemia generalizada se dio antes de que sucediera en Italia y España, y de manera más acelerada frente a Estados Unidos. “Si tomamos en cuenta que el tiempo de duplicación varía entre 2 y 3.5 días, el número real de portadores es de al menos 390, pero puede ser tan grande como mil 750”, escribió Santillán.
Por el número de casos reportados, México se sitúa en la fase de alerta dentro de los parámetros de la Organización Mundial de la Salud. Pero si el subregistro que advierten los investigadores es correcto, estamos en la fase 2 donde se recomiendan medidas sanitarias y evitar aglomeraciones –que ya se hizo–, camino a la fase 3, donde se pide a la gente que se pongan en cuarentena en casa y el número de casos asciende a miles. Si López-Gatell se equivocó e informó mal al presidente Andrés Manuel López Obrador, nuestra epidemia será más dolorosa que muchas otras. Ojalá, una vez más, esté en lo correcto.
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 Día uno del aislamiento: pensar el futuro
Razones/JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ
Excelsior.
• Más allá de la confianza (o, mejor dicho, la desconfianza) en los datos de las autoridades, lo cierto es que hemos tenido un margen para tomar previsiones que otros países no tuvieron.
Hoy es el día uno, por lo menos oficial, de un aislamiento social que, en realidad, comenzó durante la semana pasada en buena parte del país. No estamos todavía en una etapa de aislamiento obligatorio ni tampoco el COVID-19 ha alcanzado en nuestro país las proyecciones que ha tenido otras naciones.
Más allá de la confianza (o, mejor dicho, la desconfianza) en los datos de las autoridades, lo cierto es que hemos tenido un margen para tomar previsiones que otros países no tuvieron. El problema es de otro tipo: el de un liderazgo que, en lugar de establecer un frente unido entre el gobierno, los medios, las oposiciones y las organizaciones civiles, ha utilizado estas semanas para desechar consejos de su equipo de salubridad, para fomentar divisiones, inventar conspiraciones, aprobar leyes a través de agandalles legislativos y no dar a conocer lo que se reclama desde casi todos los ámbitos: un programa amplio, completo y claro de cómo se enfrentará la crisis de salud y económica y cómo vamos a transitar hacia el futuro, en un mundo que cambiará de rostro a partir de la pandemia, mientras nuestras autoridades parecen seguir insistiendo en mirar hacia un lejano pasado.
En este entramado de confusiones que se han generado con la epidemia, hay voces que resaltan y se deben escuchar. Una de ellas es la de Yuval Noah Harari, el extraordinario autor de Sapiens, un libro imprescindible que en español se tituló De animales a dioses (Debate, 2017). Harari acaba de publicar un extenso artículo en Financial Times sobre la pandemia y sus consecuencias sobre el futuro.
Dice Harari que “en los últimos años, los políticos irresponsables han socavado deliberadamente la confianza en la ciencia, en las instituciones públicas y los medios de comunicación. Ahora, estos mismos políticos irresponsables podrían estar tentados a tomar el camino del autoritarismo, argumentando que simplemente no puedes confiar en que la gente hará lo correcto”.
¿No es lo que sucede cuando las autoridades se quejan de que se informa demasiado, que tanta información genera temor o cuando descalifican a la gente por tomar medidas que el gobierno todavía no avala o impulsa?
“La epidemia del coronavirus”, continúa Harari, “es, por lo tanto, una prueba importante de ciudadanía. En los días venideros, cada uno de nosotros deberá optar por confiar en los datos científicos y los expertos de la salud en lugar de infundadas teorías de conspiración y en políticos egoístas”.
Si hay algo que erradicará la actual pandemia es la concepción, absurda ya antes de la emergencia, de que “la mejor política exterior es la interior”. Sin una cooperación amplia y profunda, sin involucrarnos en los temas globales, sin abandonar una política exterior mojigata que nos aísla, perderemos espacios y oportunidades en el mundo postcovid-19, donde la política global será decisiva, sobre todo en el terreno económico.
Porque lo ocurrido ha puesto en entredicho el papel de nuestro principal socio comercial y ahora político, Estados Unidos. “En crisis mundiales anteriores”, dice Harari, “como la financiera de 2008 y la epidemia del ébola de 2014, Estados Unidos asumió el papel de líder mundial. Pero la actual administración de los Estados Unidos ha abdicado del trabajo de líder… Esta administración ha abandonado, incluso, a sus aliados más cercanos. Cuando prohibió todos los viajes de la Unión Europea, no se molestó en dar siquiera un aviso previo, y mucho menos consultar con la UE sobre esa medida drástica”.
Y agrega: “incluso si la administración actual eventualmente cambia de táctica y presenta un plan de acción global, pocos seguirían a un líder que nunca toma responsabilidad, quien nunca admite errores y quien, habitualmente, toma todo el crédito por él mismo, mientras deja toda la culpa a los demás”. No se confunda, Harari está hablando de Trump.
bc: túnel y elecciones
Oculta por el coronavirus quedó la información sobre el descubrimiento de un túnel de notables características técnicas encontrado por fuerzas de la Sedena este fin de semana y que comunicaba Tijuana con San Diego. Un túnel que pertenecía a El Mayo Zambada, cuyo descubrimiento permitió decomisos muy importantes, pero, sobre todo, acabó con una fuente de tránsito clandestino que permitía el paso entre la Unión Americana y México.
Al mismo tiempo, la pandemia impidió, también, que se terminara de resolver legalmente el debate sobre el periodo de gobierno de Jaime Bonilla en BC. Un debate que tiene orígenes añejos y que debe concluir con claridad para que el gobernador, quien tiene altos índices de popularidad y está trabajando con bastante certidumbre luego del caos que dejó su antecesor, pueda abocarse de lleno a atender una problemática compleja en muchos ámbitos, incluyendo, por cierto, la seguridad y la economía.
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Lanzan “Susana Distancia” y olvidan “Susano Juicio”
ITINERARIO POLÍTICO/RICARDO ALEMÁN/
El Debate  23 DE MARZO DE 2020
La genialidad se debe acreditar a Roberta Garza, colaboradora de Milenio, quien en sus redes sociales escribió: “Susana Distancia está bien, pero a quien realmente necesitamos ahora es a Susano Juicio”.
Se refiere, como queda claro, a la campaña del Gobierno mexicano a favor de mantener “una sana distancia” entre los ciudadanos; evitar eventos masivos y concentraciones de personas para, de esa manera, prevenir y detener el contagio del COVID-19.
a campaña fue lanzada por el Gobierno federal hace pocas horas, con bombo y platillo –por medio de un video animado–, al extremo de que el propio vocero de Palacio, Jesús Ramírez, la promovió en sus redes sociales oficiales y, en sus “cuentas fantasma”, esas que utiliza para el insulto, la difamación y el descrédito.
Así lo dijo en Twitter, en la cuenta oficial de la vocería: “La sana distancia es nuestra mejor protección contra el #COVID-19. Respetemos las medidas de prevención que las autoridades de @SSaludmx indican. La transmisión del coronavirus se puede cortar con la acción de la comunidad. #SusanaDistancia”.
Lo simpático del asunto es que mientras que el Gobierno federal gasta millones de pesos en propaganda para mandar el mensaje de que la parte central de la prevención contra el COVID-19 está en manos de los ciudadanos, a través de la sana distancia, el presidente manda un mensaje no solo distinto sino contrario, al continuar con sus “baños de pueblo” por todo el país.
Dicho de otro modo. Resulta que el mismísimo presidente no acata la “sana distancia” que promueve su gobierno, sino que descalifica y desacredita la única campaña institucional lanzada para prevenir la mortal pandemia. Y aquí es precisamente donde aparece la pareja de Susana Distancia, esa genialidad llamada Susano Juicio.
Es decir, el presidente mexicano carece del sano juicio, elemental en un mandatario, para hacer frente a un riesgo como la pandemia del siglo y, al contrario de lo que pregona Susana Distancia, López Obrador regresa a las giras promocionales de fin de semana –a las que llama “jornadas de trabajo” –, que ya lo han convertido en el hazmerreír del mundo.
Y si lo dudan, basta ver los informativos de distintas partes del mundo, para comprobar que Obrador y los mexicanos todos, somos vistos como verdaderos idiotas, ante la pandemia del COVID-19.
Aquí un ejemplo, tomado de un noticiero español, de televisión.
Conductora de noticiero a cuadro, narra, incrédula, lo que pasa en México ante la pandemia: “Tenemos los ejemplos de Italia, en donde ya se dio el confinamiento total y absoluto, o el que tenemos aquí en España… quiero que usted me lo compare con lo que estamos viendo en otros países, por ejemplo México… Mientras nosotros estamos poniéndonos en manos de sanitarios, lo que hacen allí es encomendarse a los santos, escuche al presidente López Obrador, que pide a los mexicanos que lleven estampitas y amuletos para protegerse, tal cual”
Entra video de la mañanera de AMLO en la que el mandatario mexicano muestra sus “detentes”: “Detente enemigo, que el corazón de Jesús está conmigo…”.
Conductora se sorprende de lo que dice AMLO y le pregunta a su entrevistado, un médico español: “¿Cómo puede ser que el mundo no tome conciencia de lo que estamos viviendo aquí; acaso creerán que españoles e italianos tenemos un ADN distinto?
Cirujano español, en Milán, responde: “Sí, la verdad es lamentable ver estas cosas, bueno el pueblo mexicano es un pueblo muy creyente, muy religioso y a lo mejor se aferra a eso…”.
Así ven a México, a los mexicanos y a su presidente, en otras partes del mundo; como un país bananero, de salvajes que no creen en la ciencia y que se aferran a las estampitas y los amuletos.
Lo que no saben, en el mundo –y muchos tampoco lo quieren saber en México–, es que la ignorancia, la estulticia y el analfabetismo del presidente Obrador están lejos de la sensatez y el sano juicio de la mayoría de mexicanos.
En efecto, 30 millones de mexicanos votaron por López Obrador, pero otros 60 millones votaron por otras alternativas o, de plano, no votaron.
Es decir, más de la mitad de mexicanos no están de acuerdo con el populismo pueblerino de su presidente y exigen acciones claras, concretas y certeras contra el coronavirus; al tiempo que reclaman el fin del circo discursivo de las mañaneras y de los “baños de pueblo”.
¿Y, por qué esa actitud locuaz de López Obrador, quien actúa contra los propios mensajes de su gobierno?
La respuesta la conocen todos; López no es el presidente o el jefe de Estado sometido a las leyes que juró respetar, y menos a la democracia; en realidad el de Obrador es un poder personal, carismático, de jefe de una tribu, que establece sus propias leyes, sus propias reglas y sus propias prioridades.
Por eso, tienen razón los que dicen que México no tiene presidente.
Al tiempo.
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Excelsior
De naturaleza política/ENRIQUE ARANDA
Políticas responsables, ¿ya?…
De iniciarse en esta misma semana la etapa de “contagio comunitario” por el coronavirus, como adelantaron en su momento autoridades del cada vez más cuestionado sector salud, el gobierno federal deberá abandonar su, hasta ahora, errática y torpe actuación ante la pandemia para, ahora sí, asumir el rol que le corresponde en la contención y eventual solución de una crisis que, es justo reconocer, parecen comenzar a tomar en serio…
El hecho de que Andrés Manuel López Obrador haya anunciado ayer en Oaxaca la inminencia de la crisis económica producto de la conjunción de la pandemia del COVID-19 con la “guerra por el petróleo” que enfrenta ahora a Rusia y a Arabia Saudita, podría estar apuntando en el sentido deseado aunque, a fuerza de ser sinceros, no existe hasta hoy ninguna evidencia de que, como ocurre ya en una decena de estados, gobernados todos ellos por la oposición, curiosamente, la administración central esté valorando adoptar medidas de prevención drásticas que, vale insistir, asumieron ya —aunque de manera tardía en los casos de Italia y España, por ejemplo— países donde, en su momento, se realizaron augurios como los que ahora se escuchan en México.
Constatar la adopción e imposición incluso de políticas que ordenen a trabajadores del Estado dejar de concurrir a sus centros de empleo o, por ejemplo, diseñar, junto con el sector privado, políticas fiscales y de apoyo directo a pequeñas y medianas empresas y otras unidades productivas menores con miras a reducir el impacto de la crisis que se anuncia, sería una señal más clara de que la autoridad dejó de manejarse con base en “otros datos” o atendiendo sólo a la voluntad del “jefe”, para dar paso a acciones serias ante una tragedia que ayer reconocía ya 316 contagiados y que, se acepte o no, todos sabemos, elevará esta cifra de forma exponencial... en cuestión de días.
Se trata, pues, entre otras cosas, insistamos, de avanzar por la ruta de la unificación de criterios y políticas entre los tres niveles de gobierno, por decir lo menos, y de asumir, en conjunto con sectores clave, decisiones drásticas que, perdón, son las que han evidenciado funcionar en otras latitudes ante la dimensión del problema. Menos que eso, nada…
ASTERISCOS
* Tal como advertimos, la ilegal decisión de llevar a consulta la construcción de la nueva planta de Constellation Brands en Mexicali, con mil 400 millones de dólares de inversión y 70% de avance, acabó por enfrentar, en el peor momento ciertamente, al sector privado con el gobierno federal, pues, dice, pone en riesgo un proyecto al que antes dio todos los permisos…
* Merced a ello precisamente, digámoslo claro, es que la confianza del empresariado en el gobierno de la cada vez más lejana 4T sigue en picada, como documenta la Coparmex, de Gustavo de Hoyos Walther, que el viernes la ubicó en 36%, ¡nueve puntos porcentuales menos que hace un año!...
* Si bien a muchos puede parecer anecdótico, no deja de ser relevante que, por segunda ocasión en más de 300 años, la imagen del Señor de la Salud haya sido entronizado en el Altar de los Reyes de la Catedral Metropolitana, como se hizo en abril de 2009 durante la pandemia de influenza A(H1N1)…
Veámonos el miércoles con otro asunto De naturaleza política.

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¿El narco en cuarentena? | Alejandro Hope
Plata o Plomo
El Universal
La epidemia de Coronavirus no le está sentando bien a las organizaciones criminales mexicanas.
Un reportaje, aparecido la semana pasada en el portal Vice, describe los problemas que los grupos de narcotraficantes están enfrentando para conseguir en China los precursores químicos requeridos para la producción de fentanilo y metanfetaminas. Esto está redundando en un incremento notable de precios: según información incluida en la nota, el precio al mayoreo de un kilo de metanfetaminas en México se habría más que duplicado desde el inicio del año.
Pero ese es solo el primero de los problemas que enfrentan las organizaciones del narcotráfico. En la medida en que se reduzca el flujo comercial y de personas entre Estados Unidos y México, consecuencia de la disrupción de las cadenas productivas y de la contracción económica, en paralelo a un endurecimiento de los controles fronterizos para frenar la expansión del virus, se va a volver más difícil para los grupos criminales mexicanos contrabandear droga al país vecino.
A lo anterior, hay que añadirle una casi inevitable caída de la demanda estadounidense de drogas. Con amplias zonas de Estados Unidos en virtual cuarentena, los usuarios van a tener problemas para salir a buscar las sustancias que consuman. Asimismo, algunos canales tradicionales de distribución (la venta en la vía pública o la comercialización en bares o fiestas) se van a atascar como resultado de un distanciamiento social prolongado.
El efecto combinado va a ser una contracción drástica de la economía del narcotráfico.
¿Podrían los grupos criminales sustituir ese ingreso con otras actividades? Tal vez, pero en muchos otros giros, la situación luce igualmente desalentadora. El tráfico de personas, por ejemplo, va a enfrentar algunos de los mismos problemas que el tráfico de drogas: un endurecimiento de las fronteras y una reducción acelerada de la demanda (laboral en el caso).
¿Qué tal el robo de combustible? Puede ser, pero una economía catatónica va a redundar en una disminución notable del consumo de gasolina y en una caída considerable de precios del combustible lícito.
¿Y la extorsión o el secuestro? En las semanas o meses de cuarentena, con la mayoría de los negocios cerrados, ¿a quién van a extorsionar? Con casi nadie en las calles, ¿a quién van a secuestrar? Y el problema para los criminales se exacerbaría si se llegase a la suspensión de garantías y el toque de queda.
Es posible, por supuesto, que algunas bandas intentasen capturar algunos mercados negros emergentes, de medicamentos, alimentos o insumos médicos, o incursionasen en diversas formas de contrabando hacia el país (es decir, en sentido contrario al habitual). Pero armar esa logística toma cierto tiempo, tal vez mayor al que dure la emergencia sanitaria.
Dado lo anterior, es posible que, en las próximas semanas o meses, se alcance un punto de enorme debilidad para el crimen organizado, justo en el momento en el que, como resultado de la emergencia, el Estado va a ampliar sus facultades.
Ese equilibrio es temporal, sin lugar a dudas. En la medida en que se normalice la vida del país, regresarán los viejos patrones de tráfico ilícito y actividad criminal. Pero tal vez sea posible aprovechar este momento de excepción para poner al Estado donde nunca ha tenido presencia, desmantelar a las principales bandas del crimen organizado, subvertir su legitimidad, y modificar la relación entre la ciudadanía y el aparato de seguridad y justicia.
¿Qué se requeriría? De arranque, imaginación y audacia.
Sobre propuestas específicas, platicamos el miércoles.
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El mal que renace /Héctor De Mauleón
En Tercera Persona
El Universal
En 1959 el sarampión figuraba entre las 12 principales causas de muerte en México, al lado de la gastroenteritis, la neumonía, los accidentes, los tumores malignos, los homicidios y la bronquitis, entre otras. Era la cuarta causa de muerte en niños de uno a cuatro años, y la sexta para la población de entre cinco y 14.
Llegó a Europa a través de las legiones romanas que volvían de la expedición contra el imperio seléucida, en el siglo II. Desde entonces apareció y desapareció, cíclicamente, cobrando un alto tributo en vidas, y devastando sociedades.
Fue la segunda gran epidemia que cayó sobre la población indígena tras la llegada de los españoles. Fray Bernardino de Sahagún registra una oración que se elevaba a Tezcatlipoca en tiempos de pestilencia: “Piedras y lanzas y saetas han descendido sobre los tristes que vivimos en este mundo, y esto es la gran pestilencia en que todos somos afligidos”.
Dichas piedras, lanzas y saetas descendieron sobre la Nueva España en 1531, diez años después de que la epidemia de viruela arrasara pueblos completos. Ni la farmacopea indígena ni la medicina occidental fueron capaces de detener “la espantosa mortandad” que provocó el sarampión.
En su ensayo sobre la historia de las epidemias en México, relata el doctor Miguel E. Bustamante que la enfermedad fue atribuida al abuso del aguardiente y el pulque entre los indios, así como a una dieta basada solo en el consumo de chile y maíz.
El padre Sahagún describe uno de los remedios empleados para “curar” las cicatrices que estas epidemias dejaban en la piel de los sobrevivientes: lavarse la cara con orines, untarse chile amarillo molido, beber tés de tlatlauhqui.
Los códices de aquellos días muestran imágenes de enfermos con la piel llena de manchas oscuras, y de cadáveres envueltos en petates: de esta costumbre funeraria procede el verbo pronominal: “petatearse”. Un Coloquio del siglo XVI atribuyó las epidemias al “aire pésimo corrupto” que se respiraba en los barrios de los indios.
En náhuatl le llamaron tepitonzáhuatl: pequeña lepra. A algunos historiadores no les resulta casual que en el clímax de la epidemia de 1531 se situaran precisamente las apariciones de la virgen al indígena Juan Diego.
El virus del sarampión se extiende rápidamente de persona a persona. Según Miguel E. Bustamante se extingue ante la falta de personas susceptibles de contagio, o permanece en forma endémica “como siniestra amenaza” para los que aún no han sido expuestos a sus embates.
Es una de las epidemias que ha estado más presente a lo largo de la historia de México. Fue la epidemia que acompañó el motín de 1692, en que a causa del hambre la muchedumbre incendió el palacio virreinal. En 1768 provocó una catástrofe demográfica en la Nueva España.
La intensidad del brote solía descender hasta que volvía a haber en el país un número suficiente de personas susceptibles. En 1924-1925, provocó más de 15 mil defunciones. En 1930, cuatro siglos después de su siniestra aparición, su tasa de mortalidad fue de 92.7 por cada cien mil habitantes.
Especialistas reportaron que en México se daba un brote cada dos años. La vacuna que empezó a paliar todo eso llegó en 1963. En 1989-1990, sin embargo, vino el brote más explosivo de los últimos 40 años: la tasa de mortalidad fue de 82.5 por cada cien mil habitantes. Se registraron más de 90 mil casos.
En México, en 1996, se registró el último caso endémico. Se anunció que el virus había sido erradicado, pero el triunfo duró poco. Dos años más tarde, en la revista The Lancet se publicó un “estudio científico” que anunciaba que la vacuna provocaba autismo. Al médico que publicó el estudio le retiraron la licencia, pero el daño estaba hecho. Un movimiento en contra de la vacunación, que procuraba impedir que el cuerpo de los niños se llenara de toxinas, del ADN de otros animales, cobró forma.
De ese modo, volvió la amenaza de hace cinco siglos. En abril de 2019 se anunciaban en Nueva York multas de mil dólares a quien rehusara vacunarse.
En agosto de 2019, después de un retraso de casi un año en la compra de la vacuna contra el sarampión, el gobierno mexicano anunció que iba a adelantar trámites aduanales y de verificación sanitaria para adquirir un lote que pudiera aplicarse en octubre. Al poco tiempo se pidió “inmovilizar preventivamente” ese producto, pues se había descubierto que el lote no garantizaba protección contra la rubeola (sí contra sarampión y parotiditis). Dos embarques quedaron retenidos: centros de salud de Jalisco y Oaxaca denunciaron que se había suspendido la aplicación: se comenzó a hablar de otra crisis autoinducida por el gobierno de AMLO.
500 años después de la Conquista, el sarampión volvió a Tenochtitlan. Hace unas semanas, una visita familiar lo llevó al Reclusorio Norte; de ahí, el virus se diseminó por Gustavo A. Madero y otras alcaldías. Un recuento reciente habla de 49 casos.
La secretaria de Salud, Olivia López, anunció que en los alrededores del reclusorio se vacunó casa por casa y que “seguimos buscando nuevos casos porque es muy contagioso”.
Lo cual es cierto: el sarampión, de acuerdo con especialistas, es entre cinco y ocho veces más contagioso que el Covid-19.
Atravesamos días difíciles. Como imploraban los antiguos: ojalá no caigan las saetas de Tezcatlipoca contra los tristes que vivimos en este mundo.
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No hay mal que por bien no venga | Diego Fernández De Cevallos
Milenio
Sin Rodeos
El título de esta columna es un viejo adagio que siempre tiene validez, sea cual fuere el mal o su intensidad, pero en los momentos actuales cobra fuerza.
Aplica ante la tragedia que causa el coronavirus, su secuela de infectados y muertos, y la devastación económica que no perdonará a país alguno, pues, simultáneamente y a pesar de los estragos que ocasiona en todos los continentes, los científicos advierten que los menores desplazamientos humanos y la merma en las actividades productivas han sido determinantes para reducir la contaminación en el aire, los mares y los ríos, en mayor o menor medida, a escala mundial.
También en el recogimiento de millones de familias en sus hogares —sin ignorar los problemas que suscita lo sorpresivo de esa forzada convivencia, y la angustia económica y alimentaria que el problema provoca— hallamos una magnífica y privilegiada posibilidad, no obstante su forzamiento, para vivir intensamente unas semanas en el espacio familiar y conocer o redescubrir el caudal ilimitado de amor y valores que el trajín ordinario y el torbellino cotidiano, en los que se nos escapa la vida, nos impiden disfrutar del ámbito sagrado que es el hogar.
Otra oportunidad que nos brinda este microscópico asesino es recordarnos la fragilidad humana. Adriano (emperador romano en los años 117-138) decía: “Nadie puede sentirse emperador cuando se halla desnudo ante su médico”, cuanto más si el cuerpo postrado y doliente está así a causa de tan pequeño enemigo, que atormenta a sus presas y las precipita al destino que inexorablemente a todos nos espera.
Trae beneficio adicional para los mexicanos: nos obligará a sacudirnos la indolencia social y la actitud pordiosera y pedigüeña de quienes todo lo esperan del gobierno; pues mientras los mandatarios de otros países adoptan FUERTES MEDIDAS ECONÓMICAS para paliar la crisis, y apoyados en la ciencia y sus capacidades salvan vidas y auxilian en lo posible la salud de los gobernados; el de aquí fanfarronea, hace gracejadas, inventa golpes de Estado, abandona a niños con cáncer, deja en desamparo a mujeres violentadas, no responde por asesinatos a pacientes en hospitales de Pemex, vende cachitos de lotería, exhibe estampitas y amuletos de diversas religiones —burlándose socarronamente de los creyentes—, deambula manoseando a los acarreados que miserablemente llama sus “mascotas”, y ensaliva criaturas indefensas afirmando que “el verdadero escudo protector es la honestidad”.
Ese corrupto y demencial comportamiento, potenciado por el abyecto summa cum laude, subsecretario de “salud” obliga a la sociedad a organizarse con las demás instituciones del país para enfrentar este y otros desafíos, porque el “prodigioso luchador social” —también cum laude— resultó absoluta y evidentemente incapaz para gobernar.
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Los números oficiales son falsos /Ricardo Raphael
Política Zoom
El Universal
Es imposible conocer con exactitud, y en tiempo real, los casos confirmados de Covid-19. Quien diga lo contrario miente.
Los datos oficiales se construyen con retraso porque la autoridad los conoce una vez que el paciente ha sido diagnosticado, primero porque presentó síntomas y luego porque dio positivo en la prueba de coronavirus.
Una persona que contrae la enfermedad tarda entre 12 y 14 días en exhibir síntomas y, por tanto, no será hasta entonces que se conocerá la fecha aproximada del contagio.
Esta es una paradoja del Covid-19: porque es asintomático durante las dos primeras semanas de incubación, la cifra presente de personas contagiadas sólo puede verificarse en el futuro.
En otras palabras, el futuro es el único método preciso para conocer, en el presente, los números reales de coronavirus y, salvo que algún político demagogo pruebe lo contrario, no contamos todavía con tecnología para viajar en el tiempo.
Por esta razón las cifras oficiales no son humanamente capaces de reflejar la realidad.
¿De qué tamaño es la variación entre los números oficiales y los reales? Sin ser del todo confiables, los datos del comportamiento de la epidemia en China ayudan a dar una idea aproximada.
El miércoles 22 de enero de este año la autoridad de Wuhan reportó 444 casos de coronavirus; pasado el tiempo se tuvo conocimiento de que, en realidad, en esa misma fecha había alrededor de 12 mil casos; es decir una cifra 27 veces superior a la informada por el gobierno de esa localidad china.
El margen de error no es pequeño y por eso se ha vuelto política y mediáticamente redituable reclamar a los gobiernos otra forma más exacta de medir, día a día, el número de casos.
El método mas socorrido es exigir que se realicen pruebas de Covid-19 para separar a los individuos “sanos” de los “contagiados,” así como de las personas que padecen condiciones prexistentes de vulnerabilidad.
Aquí se halla otra de las grandes falsedades de la discusión: no hay nación en el mundo que pueda contar con pruebas suficientes para ponerlas al servicio de su población.
Sirva el caso mexicano como argumento de esta afirmación: dado que vivimos en este país alrededor de 127 millones de personas, necesitaríamos el mismo número de pruebas para descartar o diagnosticar el contagio en tiempo real; ahora bien, con tal de obtener un monitoreo preciso cada persona tendría que aplicarse la prueba diariamente, durante las 12 semanas que tardará en remitir la pandemia.
Esto querría decir que, con el objeto de obtener cifras “verdaderas”, nuestro sistema de salud habría de proveer a la población alrededor de 10 mil 668 millones de pruebas.
Aunque en momentos de crisis sanitaria todos tendemos a la hipocondría, podría intentarse la realización de pruebas un día sí y un día no. En este escenario terciado se requerirían 5 mil 334 millones de pruebas, las cuales tendrían un costo aproximado (precios de mercado) de 18 billones 135 mil 600 millones de pesos.
Ante tal matemática se antoja más eficiente dedicar los recursos del contribuyente a tratar enfermos graves.
¿Qué otro método podría ser utilizado para conocer los números en tiempo real?
En un artículo publicado el pasado 10 de marzo en Medium.com, el ingeniero de la Universidad de Stanford, Tomás Pueyo, ofrece una teoría basada en el sentido común: si el 1% de las personas muere 17 días después de haber contraído el virus, entonces, por cada deceso habrían de contabilizarse 100 individuos infectados.
Por ejemplo, si en el estado de Washington hoy se detectaron 22 muertos, esto querría decir que 17 días atrás hubo alrededor de 2 mil 200 personas contagiadas.
Afortunadamente en México aún no hemos sufrido muertes provocadas por el Covid-19, sobre sujetos que contrajeron el virus dentro de nuestras fronteras. Por tanto, no podemos todavía utilizar tal métrica, pero (por desgracia) dicho método no tardará en ser factible.
ZOOM
Son miserables quienes están haciendo política acusando a la autoridad de mentir con respecto a los números oficiales, o bien exigiendo que se practiquen masivamente las pruebas de Covid-19. Lo primero implica un engaño miserable y lo segundo una vergonzosa canallada.
@ricardomraphael
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AMLO y el engaño de la gasolina/ Carlos Loret de Mola
Historias de Reportero
El Universal
El presidente López Obrador presumió en sus redes sociales que gracias a él bajó el precio de la gasolina. Es un engaño.
Él sabe que no es verdad pero aun así lo dijo en un video que distribuyó en sus redes sociales: “A pesar de la caída en el precio del petróleo, que desde luego nos afecta, tomamos la decisión de reducir el precio de la gasolina porque ahora nos está costando menos su importación. Esto es fortalecer la economía popular frente a la adversidad… Decidí que bajara el precio para que nos ayude a atemperar, a que no se sienta tanto la crisis económica”.
De hecho es una doble mentira.
La primera es que “tomamos la decisión de reducir el precio de la gasolina”: El precio de la gasolina está integrado, a grandes rasgos, por tres componentes: el precio internacional del petróleo, el costo de transportar la gasolina hasta las estaciones de servicio y el impuesto (IEPS) que el gobierno usa para recaudar.
Así pues, en realidad, la única incidencia que tiene el gobierno sobre el precio de la gasolina es que puede subir o bajar ese IEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicios). Y ese no bajó, entre otras cosas, porque con la economía paralizada, uno de los pocos impuestos que le sirven al gobierno para recaudar es este IEPS.
Lo que bajó fue el precio internacional del petróleo. Y en eso, el gobierno de AMLO no tuvo nada que ver. El primer desplome fue a causa del desacuerdo entre Rusia y Arabia Saudita, y luego se vino más abajo frente a las tristes expectativas económicas que ha generado el Coronavirus.
La segunda mentira es que bajar el precio de la gasolina fortalece la economía popular. Hay un sinfín de estudios que demuestran que subsidiar las gasolinas beneficia sobre todo a los más ricos (los que tienen coches, los usan más y llenan más veces el tanque).
El presidente actúa como si los mexicanos fuéramos ignorantes y estuviéramos sustraídos del resto del mundo. Se comporta más como el líder de un país aislado de la globalización que como el líder de una economía integrante del G-20 con una frontera de más de 3 mil kilómetros con la nación más poderosa del mundo, con la que tiene un tratado de libre comercio.
Como si los mexicanos viviéramos en un régimen de esos en los que no hay acceso a la información del mundo libre, no supiéramos cómo funcionan las cosas, pudiéramos creernos una mentira de ese tamaño y nadie en el país fuera a darse cuenta.
Cada vez se agudiza más la tendencia del presidente a negar la realidad, manipular los datos o francamente mentir.
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Contra el virus, la razón | Carlos M. Urzúa
El Universal
El último día del año 2019 llegó un reporte a la Organización Mundial de la Salud (OMS), basada en Ginebra (Suiza), acerca de un caso muy grave de neumonía sobre la que, por más que se le investigaba, no se tenía certidumbre acerca de sus causas. Ese aviso provenía de Wuhan, la ciudad más poblada en la zona central de China. Fue en ese momento cuando la OMS supuso la existencia de un posible nuevo virus, conocido hoy como Covid-19, que podría poner eventualmente en jaque a los seres humanos. Y esto, para desgracia de la humanidad entera, fue lo que acabó pasando.
No faltan ya los políticos que tratan de convencer a sus seguidores acerca de que con actividades religiosas se puede detener al nuevo coronavirus. Eso es una sinrazón. El virus, nos dicen los expertos, puede combatirse eficazmente con higiene, guardando suficiente distancia, usando un poco el sentido común y, llegado el caso, con aislamiento. Para entender lo anterior bien vale la pena ver, durante una veintena de minutos, el magistral y ya muy popular video del Dr. Miroli, médico especialista en inmunología de Tucumán, Argentina. Está en YouTube y se titula Coronavirus, Consejos del Dr. Alfredo Miroli.
Por otro lado, como se ilustra con el siguiente acontecimiento, las creencias religiosas no deberían jugar, en absoluto, papel alguno en asuntos de salud pública. Para empezar la historia, resulta que durante la última semana ya China pudo controlar la epidemia en su territorio. Los países pequeños de la zona asiática, como Taiwán, Hong Kong y Singapur, siempre la han tenido bajo control y los más grandes como, ni más ni menos, Japón, han tenido parcialmente bajo control la epidemia al lograr que sus contagios crezcan de manera lineal y no exponencial (cuya progresión diaria sería, para darnos una idea, mayor a la progresión geométrica de 1, 2, 4, 8, 16, 32, 64, 128, etcétera).
Pero algo ocurrió en otro país asiático que no se ajustó a lo sucedido en los países anteriores. Fue durante la epidemia en Corea del Sur, cuya intensidad resultó ser mucho más virulenta, porcentualmente, que en China, Japón y el resto de Asia. La epidemia coreana tuvo como origen Daegu, una ciudad de 2.5 millones de habitantes en el sureste de Corea del Sur. Para más detalles, la tragedia parece haber comenzado después de que una mujer de 61 años empezara a tener fiebre el 10 de febrero pasado, y rechazara, por dos ocasiones, hacerse la prueba del coronavirus alegando que no había estado en China.
A pesar de sentirse mal, esa persona siguió asistiendo a las ceremonias de la llamada “Iglesia de Jesús del Templo del Tabernáculo del Testimonio” (o algo así). Esa secta sostiene que su líder espiritual, el octogenario Lee Man-Hee, llevará pronto al Paraíso a 144,000 personas antes de que ocurra el día del Juicio Final. De acuerdo con la prensa internacional, muchas personas de la secta se encontraron con esa mujer durante las ceremonias y desde entonces se ha confirmado la infección de otros 42 asistentes a esos eventos.
Tras ese brote, el número de casos de Covid-19 confirmados en Corea del Sur se elevó dramáticamente de una semana a la otra, lo que situó a esa nación como el país con más casos registrados después de China. El alcalde de Daegu, Kwon Young-Jin, calificó esa erupción de coronavirus como una “crisis sin precedentes” y conminó a sus ciudadanos a no salir de sus casas. La situación era, describió un habitante de Daegu a la prensa internacional, “como si alguien hubiera lanzado una bomba en medio de la ciudad… Parece un apocalipsis zombi”.
Por fortuna, Corea del Sur, un país conocido por su tesón y unidad, poco a poco se ha ido recuperando, tras resultar efectivas las políticas públicas (y científicas) de contención de la epidemia.
Profesor del Tecnológico de Monterrey
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Test, test, test
JAQUE MATE / Sergio Sarmiento
REFORMA, 23 Mar. 2020
"Sin importar la belleza de la estrategia, ocasionalmente hay que ver los resultados”. Winston Churchill
 Dos posiciones contrarias están polarizando a la sociedad mexicana. Una sostiene que el gobierno está tomando las medidas adecuadas para enfrentar el Covid-19, al restringir actividades de manera gradual y permitir que continúe el movimiento económico, mientras que otra plantea que deben restringirse de inmediato todas las actividades, sin importar los daños a la economía.
El Pontificio Colegio Mexicano en Roma escribió una carta este 20 de marzo al arzobispo Rogelio Cabrera López de Monterrey, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, que decía: "Vemos con preocupación las noticias en México, y percibimos la misma realidad que se presentó al inicio de los primeros contagios aquí en Italia... Aquí mismo, en el Colegio, al inicio no entendíamos la gravedad de esta situación... Ahora todos estamos conscientes de la gravedad del problema".
No son los únicos. Un consultor importante cuestiona mi apoyo a la estrategia gradual del gobierno. Afirma que países como Estados Unidos y el Reino Unido se equivocaron: "Pensaban que el Covid-19 podría tratarse de manera similar, es decir, sin medidas de choque, como se trata la influenza... Hoy hay un reconocimiento de que el retraso en la aplicación de medidas de choque fue un error". Las razones son la facilidad de contagio, "dos veces mayor" que la influenza, y una tasa de mortalidad "por lo menos 50 veces mayor" (que no corresponde a las cifras que yo tengo). En este caso no se puede usar el protocolo que se aplica para una epidemia "normal".
Yo sigo coincidiendo con la posición formal del Presidente de que los epidemiólogos deben definir las estrategias, aunque estoy en desacuerdo con los desplantes que pretenden que López Obrador tiene una "fuerza moral" que lo exenta de contagios o que los amuletos religiosos protegen de infecciones.
El Covid-19 se está expandiendo a una velocidad superior a otras epidemias. No tenemos ni vacunas ni tratamientos ni defensas naturales. Como las personas asintomáticas pueden contagiar la enfermedad, es muy difícil detener su expansión, sobre todo en la ausencia de pruebas, las cuales son caras.
China, epicentro del brote, trató de ocultar primero la información, al grado de censurar a un médico que advirtió que había un nuevo tipo de neumonía y que después fallecería por el Covid. Más tarde tomó medidas autoritarias para restringir el movimiento de personas y utilizó la fuerza pública para obligar a la gente a permanecer en aislamiento. Italia y España han tomado también medidas autoritarias de aislamiento, dando un fuerte golpe a sus economías, pese a lo cual han seguido creciendo los contagios y las muertes.
Una de las pocas historias de éxito ha sido la de Corea del Sur, que ha aplicado medidas de aislamiento, pero no indiscriminadas, sino basadas en el programa de pruebas más extenso del mundo. Esto ha permitido aislar a pacientes asintomáticos. No sorprende que, después de esta experiencia, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, haya declarado que la prioridad es: test, test, test.
La pandemia ha tardado en entrar a México, pero lo hará ineludiblemente. Hay que enfrentarla con inteligencia. Decretar un aislamiento autoritario puede tener un impacto mayúsculo en la economía y al final ser más costoso que la pandemia. La experiencia sudcoreana sugiere en cambio hacer pruebas, pruebas, pruebas.
· SIN LEY
La inminente cancelación de la nueva planta cervecera de Constellation Brands en Mexicali, después de una inversión de 900 millones de dólares y pese a cumplir con todos los requisitos de ley, ofrece un peligroso mensaje para quienes quieran invertir en México. Vivimos en un país sin estado de derecho.
@SergioSarmiento
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¡Ya, weyes, démonos cuenta!/Salvador Camarena
La Feria
El Financiero
salcamarena
La Organización Mundial de la Salud dio a México el segundo espaldarazo claro por la forma en que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha decidido enfrentar las primeras semanas de la crisis por el Covid-19.
En una entrevista con El País (https://elpais.com/sociedad/2020-03-21/en-mexico-hay-cosas-que-se-estan-haciendo-correctamente-pero-eso-no-significa-que-todo-va-a-salir-bien.html), los representantes en México de la máxima autoridad mundial en salud establecieron que nuestro país, de la mano del subsecretario Hugo López-Gatell, ha hecho la tarea en materia de prevención y primera respuesta al coronavirus.
Tal información debería hacernos dar un paso atrás como sociedad para atender lo que estamos leyendo. A pesar de nuestra desconfianza bien alimentada en todo gobierno; y a pesar de la polémica actuación personal del Presidente en esta crisis, las autoridades internacionales palomean lo que la administración López Obrador ha hecho desde enero.
Los médicos del mundo algo sabrán con respecto a evaluar modos de enfrentar pandemias, que la mayoría de nosotros no. Punto para el gobierno de AMLO, punto para López-Gatell.
Esa información publicada por El País tendría que ser leída como un bono de confianza en una apuesta que, si sale bien, nos hace ganadores a todos. El sábado, día de la publicación, debimos haber soltado un pequeño suspiro de alivio. Pero como estábamos entretenidos en descalificarnos, pues seguimos en el deporte nacional: polarización onanista.
Dejemos de lado el par de resbalones mediáticos de López-Gatell. Si esos fueran, a final de cuentas, los yerros mayores del subsecretario de Salud que ha de sacarnos de la crisis al menor costo posible, resultarán episodios inocuos.
Porque el gobierno federal ha insistido en que llegarán los tiempos para nuevas medidas, con restricciones de todo tipo, y malas noticias por igual. Es decir, lo que la OMS ha reconocido es un sistema de detección y monitoreo de posibles casos de Covid-19 –llamado Centinela– y la preparación del país rumbo a próximas etapas.
“Hay cosas que se están haciendo correctamente, pero eso no significa que todo va a salir bien”, advierten los entrevistados de la OMS. Lo dicen porque también hay desconocimiento sobre cómo, dónde y en contra de quiénes se presentará el escalamiento de casos en su fase crítica.
Ese es el reto de López-Gatell. Que cuando llegue lo peor, el gobierno que lidera en esta materia deberá estar a la altura de lo que, en palabras de la OMS, será crucial: “(México) tiene establecimientos, tecnología de muy alta calidad y personal muy preparado. La capacidad de reacción fue inmediata, tiene uno de los laboratorios de más calidad en la región y en el mundo, y fue el primer país en implementar el algoritmo para el diagnóstico completo. Capacidad tiene, es cuestión de organización y reorganización en los servicios ante una situación como esta y es ahí donde vamos a ver cómo responde al Escenario 3 en las semanas que vienen”.
Hemos atestiguado que ningún gobierno del mundo –ni el autoritarismo chino, vaya– puede sólo frente a este virus. A punto del escalamiento de casos, la OMS nos está devolviendo el balón: México está preparado, pero debe organizarse y adecuar la respuesta cuando finalmente llegue la tempestad.
En la nueva etapa de esta crisis sin instructivo se requerirá que por una vez en estos dos años dejemos de quemar pólvora en infiernitos de descalificaciones mutuas y estériles.
Quienes saben de salud dicen que el gobierno ha hecho la tarea. Por el bien de todos, pensemos cómo contribuir a la “reorganización” de los recursos médicos, económicos, logísticos, materiales y hasta de solidaridad cuando en esta tierra se suelte lo peor de la pandemia. ¡Ya, weyes, démonos cuenta!
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El charlatán de las estampitas/Jesús Silva-Herzog Márquez
REFORMA, 23 Mar. 2020
Tenemos un Presidente incapaz de gobernarse. Esclavo de sus impulsos, no logra cumplir la elemental disciplina que es indispensable trasmitir en tiempos de emergencia. Los mensajes más simples son los más persuasivos. No provienen, por cierto, de la palabra sino de la acción. Rechazar visiblemente el aseo de las manos, no guardar las distancias aconsejadas, seguir con las rutinas como si nada estuviera pasando, promover la superstición. Esos son los mensajes del presidente López Obrador ante la peor crisis sanitaria de la historia reciente. El presidente de México se ha convertido en estos últimos días en el ejemplo mundial de lo que no debe hacerse. Se reirían en otras latitudes del salvaje que sigue empeñado en diseminar su baba por todo el territorio que gobierna para demostrar aplomo y valentía, pero nadie puede tomárselo a la ligera. Sus besuqueos y sus apretujones no son tomados como una simple inconsciencia sino como lo que son: una amenaza a la salud pública. El Presidente de un país latinoamericano promueve activamente el contagio con su conducta. Desprecia el conocimiento científico al invocar la protección de los amuletos que habrían de cubrirlo con un manto protector. Un Presidente entregado al impulso y a la sinrazón. Y no hablo de lo que hizo hace un mes ni de lo que hizo hace una semana. Me refiero a lo que ha hecho en las últimas horas, desatendiendo las indicaciones de todos los conocedores, desoyendo las recomendaciones de su propio gobierno, cerrando los ojos a lo que sucede en el mundo. Este fin de semana pudo verse al presidente de México organizando todavía eventos públicos, saludando a decenas de personas, rompiendo cotidianamente la barrera de distancia que su programa sanitario ha indicado. ¿Cómo puede atenderse una crisis de esta dimensión si el gobernante se escuda en la superchería? ¿Cómo puede gobernarse una crisis, si el gobernante no logra gobernarse?
El Presidente que no se gobierna es incapaz de mandar en la emergencia. Me confieso sorprendido por la nulidad de su liderazgo en esta circunstancia. Habría pensado que el político tenaz y ambicioso, que el dirigente rebelde y astuto habría tenido prendas para aquilatar la amenaza de estos días y, sobre todo, que habría tenido madera para el mando. Ni lo uno ni lo otro. Ni cabeza para entender, ni encierro para planear, ni claridad para coordinar, ni firmeza para decidir. La crisis sanitaria ha exhibido la insolvencia del liderazgo lopezobradorista. Lo que ya hemos visto durante su Presidencia queda brutalmente demostrado en la batalla contra el virus. El implacable opositor, el eficaz destructor de un viejo orden no está equipado para proveer el remplazo ni para diseñar una respuesta de Estado. Hace apenas unos días, al salir de una reunión de gabinete, la secretaria de Economía lo reveló con penosa candidez: de la junta con su jefe no había salido decisión alguna. Después de unas horas, se resolvió que el equipo se volvería a reunir. Formaremos equipos de trabajo, pero no hemos decidido nada. ¡Ninguna decisión!
No me parece trivial la invocación constante a los dioses, los mandamientos y los pecados en el nuevo discurso oficial. Al hablar de santitos y divinidades protectoras, el jefe del Estado mexicano no solamente atenta contra la laicidad sino también contra la salud. Las creencias del Presidente son irrelevantes, pero no es irrelevante que las promueva desde Palacio Nacional. Las estampitas religiosas que el presidente de México presume como sus guardianes conspiran contra el pensamiento científico en el momento en que más necesitamos de las orientaciones de la razón probada; fomentan las supersticiones más nocivas y atentan contra la responsabilidad cívica. Un daño irreparable se hizo a sí mismo el titular de la política sanitaria del país cuando habló del Presidente como una "fuerza moral" de tal magnitud que no podía ser considerada como una "fuerza de contagio". La zalamería es incompatible con la autoridad científica.
La crisis apenas se asoma en México y nos toma sin un liderazgo responsable. El feroz político del antagonismo no está dispuesto para coordinar esa gran empresa común que nada tiene que ver con sus viejas previsiones y sus tercas manías. Ha quedado en los huesos como un charlatán de estampitas.
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La tregua/Denise Dresser
REFORMA, 23 Mar. 2020
En estos tiempos aciagos, el realismo es un imperativo moral. Y quienes tienen el valor de desplegarlo saben que hoy Andrés Manuel López Obrador es un peligro para la salud pública. Al seguir besando y abrazando y hablando y recorriendo el país como irresponsablemente lo hace, expone una de las debilidades más grandes que tiene como Presidente. La incapacidad de empatizar, la imposibilidad de comprender, la dificultad para proveer el apoyo y el liderazgo que el país necesita. Transforma cada pregunta en un ataque a su proyecto; interpreta cada cuestionamiento como una conspiración. Cuando miremos hacia atrás, nos acordaremos de las oportunidades perdidas, las mezquindades, la falta de planeación y preparación. AMLO, ante la enormidad de la crisis que se avecina, demuestra la pequeñez de su Presidencia.
Y el gabinete que lo acompaña, también. Decisiones cruciales son vistas como un tema de relaciones públicas o una competencia de egos y protagonismos. Dilemas esenciales son mirados a través de lentes ideológicos o partidistas. Anuncios como el cese de labores no esenciales en la administración pública federal son postergados o desmentidos por rabietas personales, como la de Irma Eréndira Sandoval, molesta porque las medidas fueron filtradas y ella no las pudo anunciar. Los colaboradores de AMLO están colocando la pleitesía al Presidente por encima del porvenir de la nación. Están demostrando el costo de proteger y arropar al Emperador cuando el resto del mundo señala su desnudez. Están evidenciando el daño que la adulación y la sicofancia producen sobre la capacidad gubernamental para reaccionar durante una emergencia, para lidiar con cuestiones de vida o muerte.
Ahora, entre los dimes y diretes y las mañaneras y las nocturneras y Susana Distancia y Sinsusano Juicio crece la zozobra. Crece la desinformación. Crece la percepción de que la Cuarta Transformación se ha convertido en la Cuarta Incomprensión. El gobierno no ha sido claro en el número de muertos que espera. No ha hecho público el modelo matemático con el cual está tomando decisiones, para que la comunidad científica internacional pueda evaluarlo. No ha anunciado qué medidas específicas tomará para proteger a las pequeñas o medianas empresas o para compensar a los trabajadores del sector informal o equipar a los hospitales con el número de ventiladores necesarios. No ha explicado por qué es tan minúscula la cantidad de recursos públicos destinados a encarar la crisis del coronavirus, en comparación con paquetes de emergencia en otros países. No parece darse cuenta de la tasa de mortalidad del coronavirus y que, aún en un escenario conservador, morirían aproximadamente 500 mil personas. No parece comprender que si sólo 5 por ciento de la los infectados requerirán tratamiento intensivo, esa cifra sería un millón 200 mil personas. La crisis agarra a la 4T desprevenida, desinformada y desorganizada.
Como escribe Yuval Noah Harari en "El mundo después del coronavirus", la humanidad enfrenta algo sin precedentes; la mayor crisis de nuestra generación. Las decisiones que las personas y los gobiernos tomen en las próximas semanas afectarán al planeta y a México por años. Ahora, más que nunca antes, necesitamos todas las manos a bordo. El gobierno y la iniciativa privada. La burocracia y los partidos. Los científicos y los técnicos. Los aliados y los adversarios. Los neoliberales y los neopopulistas. Los periodistas y los funcionarios que deben ser transparentes. Juntos, armando ventiladores, cociendo tapabocas, equipando hospitales, llevando a cabo pruebas, colaborando para hacer fluir la información, reuniendo a las mejores mentes de México, diseñando propuestas para lidiar con la recesión y llevar a cabo la mitigación y planear la recuperación. No son momentos de egos personales o rencillas partidistas o desplantes ideologizados o gabinetes invisibles o presidentes inmunes a la ciencia y desconocedores de los datos.
Llegó la hora de la tregua entre nosotros, porque importa más ganar la guerra contra la catástrofe que ganar la batalla política del día. Nos toca elegir entre la desunión o la solidaridad. Yo, al menos, opto por el optimismo de la voluntad en vez del fatalismo paralizante o la fe ciega. Y ojalá quienes me siguen empuñen las armas oxidadas de la esperanza para colaborar, contribuir, cuidarse a sí mismos y cuidar a los demás.
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