■ Inició funciones en 1997, sin que se diera a conocer formalmente su constitución
La Sedena operó en secreto centro para “colocar” mandos en seguridad pública
Jesús Aranda, reportero.
La Sedena operó en secreto centro para “colocar” mandos en seguridad pública
Jesús Aranda, reportero.
Publicado en La Jornada (http://www.jornada.unam.mx/) 15/09/2008;
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) operó prácticamente en secreto durante siete años el Centro Coordinador de Seguridad Pública del Estado Mayor de la dependencia, el cual se convirtió en el enlace principal entre el instituto armado y el Consejo de Seguridad Pública Nacional.De acuerdo con información oficial, el Centro Coordinador de Seguridad
De acuerdo con información oficial, el Centro Coordinador de Seguridad Pública del Estado Mayor de la Sedena inició operaciones el primero de febrero de 1997 –sin que se diera a conocer oficialmente ni la constitución ni las razones por las que fue formado–, siendo secretario el general Enrique Cervantes Aguirre, y cesó sus labores el primero de enero de 2004 (en la administración del general Clemente Ricardo Vega García), sin que tampoco se hicieran públicas las razones de su desaparición.
Extraoficialmente, fuentes castrenses señalan que dicho centro no sólo realizaba acciones de coordinación con los mandos civiles, sino que también jugó un papel fundamental en la designación de militares en altos puestos de seguridad pública a escalas estatal y federal.
Precisamente fue en el gobierno de Vicente Fox cuando un mayor número de militares se involucró en acciones de seguridad pública y procuración de justicia, empezando por el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), general Rafael Macedo de la Concha, quien llegó a esa dependencia con más de 200 militares, además de otros nombramientos en la Secretaría de Seguridad Pública.
Adicionalmente, explicaron los informantes, se enviaron militares de diversos grados a colaborar con los gobiernos de los estados en materia de seguridad pública, proponiendo funcionarios en diferentes niveles.
Aun cuando dicho centro desapareció hace más de 11 años (Sic), la práctica de enviar generales en activo o en retiro a cargos de seguridad pública se mantiene hasta la fecha.
Cabe señalar que los códices castrenses no escritos señalan que todo soldado que se va de licencia a ocupar otro cargo en la administración pública “nunca deja de ser militar, ni de rendirle cuentas al secretario de la Defensa en turno”.
De acuerdo con la información de la Sedena, obtenida mediante una solicitud de información, el Centro Coordinador de Seguridad Pública del Estado Mayor de la Sedena tuvo como objetivos:
Darle seguimiento a la aplicación de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos y a su Reglamento, “supervisando y evaluando los resultados obtenidos por parte de los mandos territoriales”; establecer y mantener el enlace insterinstitucional con las instancias que integran el Sistema de Seguridad Pública, para dar cumplimiento a los acuerdos del Consejo Nacional de Seguridad Pública; asistir a reuniones de nivel operativo del Grupo de Coordinación Interinstitucional “para atención de actos terroristas”; adoptar medidas para evitar el retraso en la toma de decisiones con relación a la documentación que por urgencia o importancia ameritaba ser sometida a consideración del jefe del Estado Mayor de la Sedena.
También, “acordar los documentos de su competencia y tramitar los incidentes que ya contaban con el acuerdo respectivo, o que careciendo de éste, su resolución se enmarcara en prescripciones reglamentarias, directivas o procedimientos y ordenamientos vigentes o con instrucciones giradas sobre el particular”; establecer procedimientos para llevar el seguimiento de la documentación presentada para acuerdo de la superioridad, a fin de mantener su vigencia y/o “evitar que se atrasara o adquiriera carácter de urgente o extraurgente”.
El titular
A pesar de la negativa de la dependencia de dar a conocer los nombres de quienes dirigieron el centro, información de la propia Sedena señala que el actual inspector y contralor general del Ejército, general de división Jorge Juárez Loera, dirigió el organismo, lo que habla de la importancia que le dio en su momento el instituto armado.
Actualmente, en Guerrero, Puebla, Tlaxcala, Tabasco y Veracruz las secretarías de Seguridad Pública están encabezadas por generales en retiro, así como en Tijuana, Baja California.
Destacan los casos de Guerrero y Puebla, en donde los divisionarios Juan Heriberto Salinas Altés y Mario Ayón Rodríguez, respectivamente, sobresalen por haber sido militares que ocuparon importantes puestos en la Sedena.
El general brigadier Juan Manuel Orozco Méndez fue recomendado en 2005 por el entonces secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Clemente Vega García, al gobernador Fidel Herrera para que se hiciera cargo de la seguridad pública en Veracruz.
En Tabasco, el 6 de marzo de 2007, el general de división retirado Francisco Fernández Solís sufrió un atentado que lo dejó convaleciente 37 días. Después reasumió su cargo. Sin embargo, el 31 de enero pasado fue sustituido por el divisionario Héctor Sánchez Gutiérrez.
El ex presidente del Supremo Tribunal Militar, general de división José Leopoldo Martínez González, es el subsecretario de Seguridad Pública en Tlaxcala.
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Extraoficialmente, fuentes castrenses señalan que dicho centro no sólo realizaba acciones de coordinación con los mandos civiles, sino que también jugó un papel fundamental en la designación de militares en altos puestos de seguridad pública a escalas estatal y federal.
Precisamente fue en el gobierno de Vicente Fox cuando un mayor número de militares se involucró en acciones de seguridad pública y procuración de justicia, empezando por el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), general Rafael Macedo de la Concha, quien llegó a esa dependencia con más de 200 militares, además de otros nombramientos en la Secretaría de Seguridad Pública.
Adicionalmente, explicaron los informantes, se enviaron militares de diversos grados a colaborar con los gobiernos de los estados en materia de seguridad pública, proponiendo funcionarios en diferentes niveles.
Aun cuando dicho centro desapareció hace más de 11 años (Sic), la práctica de enviar generales en activo o en retiro a cargos de seguridad pública se mantiene hasta la fecha.
Cabe señalar que los códices castrenses no escritos señalan que todo soldado que se va de licencia a ocupar otro cargo en la administración pública “nunca deja de ser militar, ni de rendirle cuentas al secretario de la Defensa en turno”.
De acuerdo con la información de la Sedena, obtenida mediante una solicitud de información, el Centro Coordinador de Seguridad Pública del Estado Mayor de la Sedena tuvo como objetivos:
Darle seguimiento a la aplicación de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos y a su Reglamento, “supervisando y evaluando los resultados obtenidos por parte de los mandos territoriales”; establecer y mantener el enlace insterinstitucional con las instancias que integran el Sistema de Seguridad Pública, para dar cumplimiento a los acuerdos del Consejo Nacional de Seguridad Pública; asistir a reuniones de nivel operativo del Grupo de Coordinación Interinstitucional “para atención de actos terroristas”; adoptar medidas para evitar el retraso en la toma de decisiones con relación a la documentación que por urgencia o importancia ameritaba ser sometida a consideración del jefe del Estado Mayor de la Sedena.
También, “acordar los documentos de su competencia y tramitar los incidentes que ya contaban con el acuerdo respectivo, o que careciendo de éste, su resolución se enmarcara en prescripciones reglamentarias, directivas o procedimientos y ordenamientos vigentes o con instrucciones giradas sobre el particular”; establecer procedimientos para llevar el seguimiento de la documentación presentada para acuerdo de la superioridad, a fin de mantener su vigencia y/o “evitar que se atrasara o adquiriera carácter de urgente o extraurgente”.
El titular
A pesar de la negativa de la dependencia de dar a conocer los nombres de quienes dirigieron el centro, información de la propia Sedena señala que el actual inspector y contralor general del Ejército, general de división Jorge Juárez Loera, dirigió el organismo, lo que habla de la importancia que le dio en su momento el instituto armado.
Actualmente, en Guerrero, Puebla, Tlaxcala, Tabasco y Veracruz las secretarías de Seguridad Pública están encabezadas por generales en retiro, así como en Tijuana, Baja California.
Destacan los casos de Guerrero y Puebla, en donde los divisionarios Juan Heriberto Salinas Altés y Mario Ayón Rodríguez, respectivamente, sobresalen por haber sido militares que ocuparon importantes puestos en la Sedena.
El general brigadier Juan Manuel Orozco Méndez fue recomendado en 2005 por el entonces secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Clemente Vega García, al gobernador Fidel Herrera para que se hiciera cargo de la seguridad pública en Veracruz.
En Tabasco, el 6 de marzo de 2007, el general de división retirado Francisco Fernández Solís sufrió un atentado que lo dejó convaleciente 37 días. Después reasumió su cargo. Sin embargo, el 31 de enero pasado fue sustituido por el divisionario Héctor Sánchez Gutiérrez.
El ex presidente del Supremo Tribunal Militar, general de división José Leopoldo Martínez González, es el subsecretario de Seguridad Pública en Tlaxcala.
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'Tocan retirada' a 39 Generales
Nota de Benito Jiménez//
El Generalato en el Ejército mexicano ya está en edad en retiro.
De los 45 Generales Divisionarios con los que cuenta la Secretaría de la Defensa Nacional, 39 ya debieron haberse retirado y el resto lo hará en los próximos tres años. De esos mandos, actualmente 32 son los encargados de los puestos más altos en las Fuerzas Armadas, el Estado Mayor, Comandantes de las 12 Regiones de la Sedena o profesores de las universidades militares.La edad límite de los Generales de División para permanecer en las Fuerzas Armadas es de 65 años, según lo establece la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos.
De acuerdo con un informe de la Sedena, solicitado vía el Instituto Federal de Acceso a la Información, 32 Divisionarios oscilan entre los 65 y los 69 años de edad; 6 están entre los 60 y los 64 años.Otros cinco están entre 70 y 74 años; uno entre 75 y 79 años; y uno más entre los 80 y los 84 años.
Fuentes de la Sedena explicaron que los Generales de División viejos, de más de 69 años, son asesores del Secretario en turno y que en su momento fueron titulares de la dependencia o subsecretarios.
El especialista en temas de Fuerzas Armadas, Javier Oliva, explicó que la Sedena se está registrando un cambio generacional. "También hay menos vacantes y se están envejeciendo los Generales de Brigada -un grado antes que el Divisionario- y eso se junta con un cambio generacional de los de División", expuso. No obstante, Oliva asegura que en el Ejército no existe ningún General de División que tenga más de 65 años y que esté en activo. "Excepto el General Guillermo Galván, quien es el Secretario de la Defensa Nacional, no hay ninguno en activo, podrán estar en nómina como asesores, pero no en activo".
Los sucesores de estos mandos son los Generales de Brigada, quienes ya promocionan sus ascensos, que estarán listos en noviembre próximo.
Pero de los 150 de Brigada que están en activo, sólo unos 24 tendrán la posibilidad de ascender debido a que el resto ya rebasan los 63 años, edad límite para que un General de Brigada se desempeñe en el Ejército.
Estos a su vez, serán sucedidos por unos 170 Generales Brigadieres, quienes tienen la posibilidad de ser ascendidos a Generales de Brigada, pero también a Generales de División si el Presidente de la República lo propone y el Senado lo autoriza.
Actualmente, el Ejército cuenta con 342 militares con el rango de General Brigadier. No obstante, 122 están próximos al retiro.
Para los ascensos de 2008, la Sedena prevé 3 nuevos Divisionarios.
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Causa narco 30 bajas a Sedena
Nota de Benito Jiménez/
Reforma, 15 de septiembre de 2008;
En lo que va del año, el Ejército ha perdido 30 militares durante sus acciones contra el narcotráfico.En todo 2007, la Secretaría de la Defensa Nacional registró la muerte de 33 militares, entre ellos un Coronel de Infantería, un Capitán y siete tenientes.
Este año registra la muerte de un Coronel, un Mayor, un Capitán y un teniente. Todos de Infantería.
El estado que registra el mayor número de militares muertos en el combate al narcotráfico es Michoacán, con 25 efectivos caídos.
Incluso, el General Rafael Ballesteros Topete, comandante de la 21 Zona Militar con sede en Morelia, autorizó en mayo pasado la construcción del Monumento a los Soldados Caídos, el cual tiene un rifle reglamentario "encajado" en una piedra, con un casco militar colocado en la parte alta, de donde cuelgan algunas placas de identificación que lograron rescatarse de los cadáveres de los caídos.
En ese estado, el pasado 18 de abril, un helicóptero de la Fuerza Aérea, que trasladaba a un grupo de militares para apoyar en la destrucción de plantíos de enervantes, se desplomó y en el incidente fallecieron 12 elementos. El elemento de mayor rango que ha muerto en la lucha contra el crimen organizado es el Coronel de Infantería Fortino Castillo León, quien falleció luego de un enfrentamiento el municipio de Parácuaro, Michoacán el pasado mes de febrero.Los últimos militares caídos se reportaron en Tamaulipas y en Chihuahua.
En Reynosa fue el 3 de septiembre, cuando otros cuatro militares resultaron heridos en una balacera que sostuvo el Ejército contra sicarios en la Colonia Villa Florida. Las autoridades ministeriales identificaron al militar como Rafael López Roque, de 28 años de edad.
En la capital de Chihuahua, el cabo de Infantería Abraham del Ángel Granillo murió en la clínica 66 del IMSS luego de un enfrentamiento entre sicarios y militares.
En el parte de guerra del Ejército, los años con más bajas son 1989 con 32 caídos; 2003 con 30 bajas; 2007 con 33 y este 2008 con 30 hasta el momento.A pesar de que las bajas de la Sedena ocurridas en 2008 están a punto de rebasar las registradas el año pasado, no se comparan con las cifras de las corporaciones policiacas.
Sólo en la que va del año 355 policías municipales, estatales o federales han muerto, ya sea durante operativos o en ejecuciones que han sido atribuidas a la presunta protección que daban a alguno de los grupos del narco. De esos, 48 son de la Policía Federal y 21 de la Agencia Federal de Investigaciones.
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México
Nuestro país tiene más generales que EE UU; casi cinco veces más.
Víctor Fuentes dreportero de Reforma documento hace timpo que "México compite con Estados Unidos en el número de Generales que tiene en el Ejército a pesar del contraste con el número de efectivos que dependen de los mandos, ya que mientras en el País hay un General por cada 348 efectivos, (ellos, los EE UU) tienen uno por cada mil 467 elementos.
EE UU es reconocido por su poderío militar y cuenta con 842 mil elementos, 4.5 veces más que el Ejército mexicano que tiene sólo 187 mil efectivos.
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