9 oct 2008

La Biblia en América

La Biblia y su comprensión en América
Informe presentado por el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga
CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 9 octubre 2008 (distribuido por
ZENIT.org).- Informe "La Biblia y su comprensión en América" que presentó ante el Sínodo de los Obispos el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, S.D.B., arzobispo de Tegucigalpa, presidente de la Conferencia Episcopal (Honduras) en la secunda congregación general del lunes 6 de octubre de 2008.
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Cristóbal Colón, quien trajo en su equipaje el primer ejemplar de la Biblia, leía en sus viajes, en voz alta, textos bíblicos para "apaciguar las encrespadas olas" y acostumbraba poner nombres bíblicos a las islas que iba descubriendo.
Uno de los frailes de la empresa colombina en la isla Española, el catalán Ramón Pané, llegado en el segundo viaje de Colón, es quizá el primer misionero que traza su apostolado teniendo en cuenta la cultura local. El monje, "pobre ermitaño de la orden de San Jerónimo", aprende la lengua de la región de Macorí y, con lo que llega a saber de la vida, religión y costumbres de los naturales, escribe el primer tratado de antropología americana y el primer libro europeo realizado en América: "Relación acerca de las antigüedades de los indios", enseñando el Evangelio en el propio lenguaje de los nativos.
Juan de Zumárraga, primer obispo de México, llegó en 1528 con la Biblia en su mano, pero más aún, con el explícito propósito de hacer llegar la Palabra de Dios a todos los fieles. Él no fue el único evangelizador que llegara con esta intención. Los franciscanos abrieron camino por el nuevo mundo considerando el Evangelio "como la verdadera regla de su orden". Los tres concilios Limenses (1551 a 1583), hicieron una presentación magistral del Evangelio al pueblo sencillo.
La vida de los pioneros de la fe latinoamericana, que bebieron de las fuentes bíblicas, aseguró que esta semilla no muriera con el correr de los siglos y que se mantuviera encendida a través de la catequesis, las predicaciones, las presentaciones literarias y una cuantiosa presentación bíblica en las obras de arte coloniales.
Cuatro siglos de hibernación bíblica
El cristianismo llegó a América en el tiempo de la Reforma, cuando la Biblia perdió su lugar privilegiado en la Iglesia católica; cuando la mayor parte del pueblo de Dios, especialmente el laicado, fue privado de un acceso directo a la Sagrada Escritura.
Las traducciones latinoamericanas a las lenguas indígenas se tornaban particularmente difíciles. Se dio una sustitución del texto bíblico por el catecismo y la doctrina, sin sabor bíblico.
Los últimos 43 años de la Biblia en la Iglesia Peregrina de América (Desde el final del Concilio Vaticano II).
El Concilio Vaticano II, apeló a todas las fuerzas espirituales disponibles para superar la intrascendencia materialista y la consiguiente violencia contra los débiles y pequeños. Su intención renovadora y evangelizadora está patente, entre otros lugares significativos, como por ejemplo en el primer párrafo del primer documento aprobado, la Constitución sobre la liturgia.
El Concilio "recomienda insistentemente a todos los fieles, especialmente a los religiosos, la lectura asidua de la Escritura, para que adquieran la ciencia suprema de Jesucristo (Flp 3, 8), pues desconocer la Escritura es desconocer a Cristo" (DV 25). Es preciso que "se multipliquen los ministros de la palabra capaces de ofrecer al pueblo de Dios el alimento de la Escritura, que alumbre el entendimiento, confirme la voluntad, encienda el corazón en amor a Dios" (DV 23).
El CELAM, siguiendo las enseñanzas del Concilio Vaticano II, ha motivado en la animación bíblica a las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano así:
En Medellín, 1968: Le dio un espacio importante a la Biblia en sus deliberaciones. Al aplicar el Concilio, intentó comprender el momento histórico del hombre latinoamericano y ver el rostro de este pueblo con sus facciones de dolor pero también de esperanza. Esto la llevó a afirmar que es la fuerza de la Palabra la que convoca y promueve a las comunidades (6.9). Por eso recomendó que se preparen especialistas en Sagrada Escritura (9.11), que los sacerdotes se capaciten para escucharla y vivirla con la conversión personal, el estudio y la oración (13.10), que la pastoral se afirme sobre su fuerza (6.13, 14.14), que la catequesis la transmita fielmente (8.6), que impregne las devociones populares (6.12) y sirva de base a las comunidades (6.13). La II Conferencia produjo un proceso eclesial de gran vitalidad, caracterizado por la creatividad, la imaginación, la investigación, el estudio, el protagonismo del laico, su sentido de pertenencia a la Iglesia... que oxigenó el resurgir de la semilla bíblica en el proceso evangelizador.
En Puebla, 1979: Relacionó la Biblia con la evangelización. Para esta época la Iglesia latinoamericana ya se había familiarizado con la referencia a la Palabra de Dios, por medio del apostolado bíblico. Dando eco a la expresión de León XIII sobre la Sagrada Escritura como alma de la teología (PD 58), declara que ella es "el alma de la evangelización" (372), y, dando eco al Concilio, que es "la fuente de la catequesis (981; 1001).
En consecuencia recomienda la difusión de la Palabra de Dios por medio del apostolado bíblico (1001). Al enunciar las opciones pastorales que la Iglesia adelantaría bajo el dominio del Espíritu, insistió en que sus actitudes fundamentales se radicarían en escuchar, profundizar, celebrar y proclamar la Palabra de Dios, y en dar testimonio de ella denunciando las situaciones de pecado, a fin de realizar la propia conversión y ayudar a construir una nueva sociedad (1305). Se da un paso adelante, de enormes proporciones, al insistir, no tanto en la interpretación de la Biblia, cuanto en interpretar la vida a la luz de la Biblia.
En Santo Domingo, 1992: La IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano respondió al deseo explícito de sus participantes en lo referente a la formulación del documento final: "que fuera cristocéntrico en su contenido y bíblico en su expresión".
El documento de trabajo de Santo Domingo destacaba las siguientes luces y sombras: experiencia de encuentro con las Sagradas Escrituras, centralidad de la Palabra en la Iglesia, estudio, reflexión y oración bíblicas, amor de los pobres y sencillos por la Biblia, traducción a lenguas indígenas, ediciones populares, materiales y métodos bíblicos, pastoral bíblica; falta de formación bíblica, homilías poco bíblicas, tendencia al fundamentalismo y al biblismo, falta de acceso a ejemplares económicos para los pobres.
La convicción de que la nueva evangelización sólo "tendrá fuerza renovadora en la fidelidad a la Palabra de Dios" (27), se expresa dentro del marco bíblico que el lema, "Jesucristo ayer, hoy y siempre" (Hb 13. 8), imprimió al documento y a la reunión eclesial.
Además del lema, Santo Domingo trae dos textos bíblicos, ambos de Lucas, de carácter paradigmático por su ubicación: el episodio de Emaús, 24, 13-35, que da forma y estructura al mensaje de los obispos a los pueblos de América Latina y el Caribe; y el episodio de la sinagoga, 4, 16-22, que sustenta la opción preferencial del Episcopado Latinoamericano.
Estas tres citas bíblicas han llevado a una definición de la nueva evangelización en América Latina que se caracteriza por tres ejes: la referencia a la Palabra de Dios; el protagonismo de los laicos y la animación de comunidades.
La experiencia pastoral ha ido indicando, por una parte, que los dos últimos se nutren y se vitalizan por su referencia al primero; y por otra, que la nueva evangelización, será una realidad y al mismo tiempo un anuncio explícito de Jesucristo sólo en la medida en que se fundamente en la Palabra de Dios, se abra a la hora del laico y asegure el futuro de la Iglesia por la formación de comunidades.
Las referencias a las Sagradas Escrituras inspiran todo el Documento de Santo Domingo y abre el polo cristológico a los elementos del trípode por el que Juan Pablo II había dado un cauce a Puebla. El trasfondo bíblico de Santo Domingo se mide también en la iluminación, los desafíos y las líneas pastorales que se inspiran totalmente en el dato revelado, aunque no aparezcan implícita o explícitamente citas bíblicas. Basta con mencionar lo relativo a los pobres, la mujer, la juventud, la ecología, la familia y los derechos humanos.
En Aparecida, 2007. El tema, explícitamente enriquecido por Benedicto XVI: "discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida", tenía una evidente raíz bíblica y garantizaba que la Palabra de Dios penetrara el acontecimiento y el documento conclusivo de extremo a extremo. De hecho, el Documento de Participación menciona la importancia de la Palabra, la lectura orante, la pastoral bíblica y su alcance ecuménico. Por su parte, el Documento de Síntesis fue atravesado por el hilo conductor de la Biblia: en la introducción reconoce que la originalidad eclesial latinoamericana ha dependido de la meditación de la Palabra; la conclusión se inspira en el episodio de Emaús. Por su parte, los tres momentos de esta reflexión están concatenados por tres afirmaciones bíblicas progresivas y globalizantes: el Ver con la primacía de la Palabra (77); el Juzgar con la centralidad de la Palabra (134-140); el Actuar con la lectura orante y comunitaria: la Lectio Divina (331).
Este entramado bíblico sustenta cuatro ideas de fondo que, entresacadas de la Palabra revelada, determinan después la teología y la proyección pastoral del documento: 1) la doctrina evangélica sobre el Reino; 2) la enseñanza paulina sobre la diversidad en la unidad y la ministerialidad de la Iglesia; 3) la formación de los relatos de la pasión para el discipulado en el seguimiento y para la misión con el testimonio profético; 4) la antropología del pobre expresada sobre todo por el evangelio de San Lucas.
El Documento Conclusivo se inspiró en el mensaje inaugural del Santo Padre que puntualiza la importancia de la Palabra, las mediaciones para entrar en ella y sus frutos en la vida cristiana; allí Benedicto XVI recordó que "hemos de fundamentar nuestro compromiso misionero y toda nuestra vida en la roca de la Palabra de Dios" (3).
La V Conferencia tiene, pues, un profundo tejido bíblico que se sustenta sobre los extremos de dos afirmaciones de fondo: la animación bíblica de la pastoral como el primer fruto de la acción pastoral de la Iglesia latinoamericana, y la lectura orante de la Sagrada Escritura como el primer lugar formativo del encuentro con Cristo.
Se inicia así un hito para la relación entre Biblia e Iglesia en América Latina. Si la reflexión de los obispos se interpreta a la luz del discipulado en Lucas, el rumbo será aún más definitivo hacia la centralidad de la Biblia en la Iglesia y hacia la orientación bíblica de toda pastoral. ¿Cómo? A partir de la presentación típicamente kerigmática de Cristo Salvador. Se deberá insistir como San Lucas en la reacción del creyente, es decir, en el discipulado, por medio de las tres posturas fundamentales de: la fe, la conversión y el bautismo; y las cinco actitudes de: seguimiento de Jesús, testimonio de vida, espiritualidad y oración, pobreza, vida comunitaria.
Algunos pasos que se han dado desde la FEBIC-LAC
En los encuentros realizados sobre el trabajo de animación bíblica de la pastoral, la Federación Bíblica Católica-Latinoamérica y el Caribe, se ha dado relieve a estos temas: la lectura creyente de la Sagrada Escritura ; la espiritualidad profundamente arraigada en la Biblia para la construcción de una nueva sociedad; el Pueblo profético de Dios", con los dos elementos la transformación de la vida que se logra con la espiritualidad bíblica; la Biblia y la Nueva Evangelización: la Lectio Divina y la lectura de la Escritura en oración
Tendencias y justificación de la animación bíblica de toda la pastoral
Por todo lo anterior, podríamos acentuar que el camino nos va llevando a que la Biblia no sea un objeto separado de la Pastoral de la Iglesia, sino el trasfondo desde el que orientamos la pastoral. Éstas son alguna de las tendencias:
Se constata un hambre de la Palabra de Dios, que se ha ido extendiendo sobre toda la geografía americana, particularmente en los lugares más marginados, produciendo esperanzas y un contacto fecundo con el texto.
Frente a las diversas traducciones del texto bíblico, fenómeno mundial que se ha multiplicado como nunca antes en la historia de la Iglesia, definido en América Latina a tres ritmos:
- Litúrgico, por el uso de la lengua vernácula en las celebraciones (SC 54)
- Interconfesional, por la sugerencia expresa del Concilio (DV 22) y los "principios básicos" dados por la Santa Sede y acogidos por el CELAM en su relación con las Sociedades Bíblicas Unidas
- Misionero, por la capacidad de la Biblia de ingresar en esferas externamente inexpugnables.
La interpretación del texto en el contexto de la vida, a través del énfasis de la comprensión hermenéutica antes que en la exegética, identificando la "fidelidad al mensaje" con la "fidelidad al hombre", apoyada por la acentuación de los conceptos de la "teología en su contexto" y de la "inculturación" del evangelio.
Dificultades encontradas en la animación bíblica de la pastoral
- las condiciones de pobreza y de analfabetismo
- un divorcio entre exégesis y comunidad inter-eclesial, entre exégesis y dogma, entre exégesis y pastoral.
- El fundamentalismo bíblico de las sectas y dentro del catolicismo, que lleva a una lectura generadora de pasividad.
Síntesis de las etapas bíblicas en los últimos años para América:
Entre 1965 y 1985: contacto con el texto bíblico. Son los años de las traducciones y las ediciones de Biblias, de la divulgación de ejemplares por todas las Iglesias, de la organización de círculos bíblicos, de lectura y estudio de los libros sagrados por parte de los laicos, de las comunidades eclesiales de base.
Entre 1985 y 1993: contacto con el mensaje bíblico. Son los años de la interpretación bíblica, de la organización de centros de estudio, de la estructuración de mecanismos de pastoral bíblica, de la profecía bíblica y la formación para el ministerio bíblico.Entre 1993 y 2007: contacto con la persona que se revela en la Biblia: a Jesucristo. Son los tiempos de respirar con los dos pulmones, el de la exégesis y el de la hermenéutica, de la centralidad de la Biblia en la Iglesia. y de
2007 en adelante: la formación para la lectura bíblica desde la vida, una lectura orante y significativa. Lectura que se hace desde el discipulado, con fuerte expresión en la Lectio Divina que desemboca en preocuparse por la misión.
Instituciones de estudios y trabajos bíblicos
A partir del Vaticano II en todos los Seminarios donde se preparan los sacerdotes en América tienen estudios profundos de Biblia. La predicación se acerca más al texto Bíblico.
En varias Conferencias Episcopales de América se cuenta con especialistas de Biblia que han hecho estudios superiores y han regresado a América para seguir estudiando y capacitando a otros en ciencias bíblicas. En varias Universidades Católicas de toda América se pueden encontrar carreras de Biblia y Pastoral Bíblica con grandes frutos.
El CELAM abrió en el 2004 las puertas del Centro Bíblico Pastoral para América Latina (CEBIPAL), en el cual se desarrollan cursos y programas de Animación Bíblica de la Pastoral en coordinación con las Conferencias Episcopales de América; impulsa con otras instituciones la Lectio Divina. También ofrece un curso de formación permanente para profesores de Biblia en América.
En la preparación de los catequistas, que va dependiendo de cada Diócesis, la Biblia ocupa un lugar importante. La Federación Bíblica Católica tiene un papel preponderante en la animación bíblica de la Pastoral en el Continente (especialmente en lo que a criterios, y diversos estilos de formación bíblica se refiere).
En América Latina existen algunas organizaciones que han desarrollado una pastoral bíblica con una perspectiva propia.
Revistas Bíblicas: Existen en la actualidad varias revistas bíblicas con artículos de alta calidad a nivel de exégesis.
Una red de Institutos Bíblicos a nivel superior, que reúne a más de 30 Institutos Bíblicos.
En varias Diócesis hay institutos bíblicos de los más variados que responden a las necesidades concretas de sus participantes. En varios países, especialmente en Centroamérica, los "Delegados de la Palabra" han dado un aporte muy singular a la Iglesia. La mayoría de ellos son laicos que han tenido una formación bíblica que pasó desde lo elemental hasta cursos de mayor preparación y sin lugar a dudas han sido un pilar en la Iglesia.
A nivel interconfesional las Sociedades Bíblicas Unidas han prestado un aporte muy calificado a la Iglesia Católica. Tanto sea en Traducciones realizadas con Biblistas Católicos, como en nuevas presentaciones de la Biblia apoyando los trabajos pastorales. No podemos dejar de mencionar gracias a la colaboración con el CEBIPAL el trabajo con jóvenes, capacitándolos en el método de Lectio Divina a través del Internet, los llamados "lectionautas" que aumentan en número cada día.
Se multiplican también los cursos de formación bíblica a través de los medios modernos de comunicación, por ejemplo usando el Internet. Podemos decir que la mayoría de la Casas Editoras tienen libros en una gran variedad de presentaciones, desde muy populares hasta ediciones científicas, con temas bíblicos. Hoy en América, en todos los idiomas mayoritarios, se puede conseguir una gran bibliografía bíblica. Existe hoy una variedad de presentaciones sobre Lectio Divina que sirven tanto para los monjes, los religiosos, las religiosas y para los fieles laicos.
Cifras y estadísticas
Debemos recordar que, como nos señalan las estadísticas, en el Continente Americano se encuentra más del 50 % de los católicos del mundo. Con cuatro idiomas mayoritarios y más de dos centenares de idiomas minoritarios, nos encontramos con este panorama tanto poblacional como en lo que a Biblias escritas se refiere.
Español: Es ciertamente uno de los idiomas más hablados por los católicos en todo el mundo. Por lo que se hace muy llamativo tener textos adecuados a tantos millones de personas. Circulan actualmente en América 26 versiones o traducciones aprobadas por la Iglesia Católica, que se consiguen en diferentes librerías.
Portugués: Es uno de los idiomas más hablados en América y cuenta actualmente con 12 traducciones de la Biblia.
Inglés: El Inglés se habla en Estados Unidos, Canadá, gran parte del Caribe y Centroamérica. Se cuenta con 5 traducciones del Nuevo Testamento, 1 del libro de los Proverbios, 6 del Libro de los Salmos y 2 Biblias completas.
Francés: El Francés se habla oficialmente en Canadá, y varios países del Caribe. En total circulan 8 Versiones de la Biblia en Francés:
Las SBU tienen 29 Biblias sin Deutero Canónicos; 17 Biblias con Deutero Canónicos y 29 Nuevos Testamentos
Diferentes Instituciones han traducido el Nuevo Testamento a 216 idiomas nativos de América, lo que constituye un gran acerbo cultural. Muchas de estas traducciones también son utilizadas por la Iglesia Católica.
Cantidades generales de Biblias Distribuidas en los últimos 43 años
Hablar de cifras de distribución es muy difícil, ya que las casas editoriales no siempre facilitan estos datos. Sobre todo en tantos años transcurridos. Podemos decir que de la Biblia Latinoamérica (conocida como Latinoamericana) se han distribuido desde su primera edición más de 60 millones de ejemplares. Desde 1972. De la Biblia de Nuestro Pueblo en dos años se han distribuido 420 mil ejemplares; Desclée de Brower distribuye la Biblia de Jerusalén unos 150.000 ejemplares máximo por año desde los años 70´s (un aproximado de 5 millones de Biblias distribuidas) y el total en Brasil en 2007: 9,250,301 de Biblias
Es importante poner de manifiesto que La animación bíblica de toda la pastoral es el momento cumbre de la vida eclesial, donde la Biblia no es un compartimiento separado dentro de todos los estilos de las pastorales de una Conferencia Episcopal llamado como la "Pastoral Bíblica". Sino más bien que la Biblia es un hilo conductor que anima a todos los estilos de pastoral dando su referencia primordial desde la Palabra. Convirtiendo a la Palabra en la Roca de la Iglesia. (Cfr. Benedicto XVI Discurso inaugural de Aparecida). "Hacer que la Palabra de Dios sea fuente que anime toda la actividad pastoral de la Iglesia". "La Animación bíblica de la Pastoral, teniendo como trasfondo la Lectio Divina, que es integración de la Palabra de Dios y vida; como punto de referencia indispensable la Constitución Dei Verbum, y como método y criterio fundamental, la lectura desde nuestra realidad, tiene en su horizonte presente y futuro la defensa de la vida y de los Derechos Humanos".
Los Obispos de América Latina y del Caribe queremos enfatizar la formación bíblico-doctrinal. Junto con una fuerte experiencia religiosa y una destacada convivencia comunitaria, nuestros fieles necesitan profundizar el conocimiento de la Palabra de Dios y los contenidos de la fe, ya que es la única manera de madurar su experiencia religiosa. En este camino, acentuadamente vivencial y comunitario, la formación doctrinal no se experimenta como un conocimiento teórico y frío, sino como una herramienta fundamental y necesaria en el crecimiento espiritual, personal y comunitario.
Sentimos la urgencia de desarrollar en nuestras comunidades un proceso de iniciación en la vida cristiana que comience por el kerygma, guiado por la Palabra de Dios, que conduzca a un encuentro personal, cada vez mayor, con Jesucristo, perfecto Dios y perfecto hombre166, experimentado como plenitud de la humanidad, y que lleve a la conversión, al seguimiento en una comunidad eclesial y a una maduración de fe en la práctica de los sacramentos, el servicio y la misión. (Documento Aparecida 289)
La enseñanza de la oración
Entre las muchas formas de acercarse a la Sagrada Escritura, hay una privilegiada a la que todos estamos invitados: la Lectio Divina o ejercicio de lectura orante de la Sagrada Escritura. Esta lectura orante, bien practicada, conduce al encuentro con Jesús-Maestro, al conocimiento del misterio de Jesús-Mesías, a la comunión con Jesús-Hijo de Dios, y al testimonio de Jesús-Señor del universo. (Documento de Aparecida 249)
El mundo público - Los cristianos que viven de acuerdo a la Palabra
La globalización tiene sus aspectos positivos, especialmente cuando se trata de información. Estamos informados de lo que está sucediendo en el mundo público de nuestros países, muchas veces en grandes escándalos de todo tipo. Sin embargo, lamentamos que muchos de los actores de este escenario social y político han pasado por nuestros centros de formación (ya sea catequesis, grupos juveniles, colegios y universidades). Cabe preguntarse: ¿cuál ha sido el papel de la enseñanza de la Palabra de Dios en todos ellos? ¿Los hemos ayudado a encontrarse con el Dios de la Palabra? ¿Porqué al llegar al mundo público, cualquiera sea el escenario donde le toque actuar, los valores del Evangelio no son la directriz de la vida de ellos?
Es necesario en una formación cristiana sólida un encuentro interpelante con el Dios de la Palabra, que cambie, modifique las conductas hasta volverlas cristianas. Es necesario por lo tanto replantear la manera en que educamos en la fe bíblica, para la vida de los cristianos. Vida que se manifieste en todos los aspectos, y que abarque la totalidad de las acciones, no solamente su vida al interior de nuestros templos.

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