26 ene 2010

Felie Calderón en Puebla

El Presidente Felipe Calderón Hinojosa en el inicio de los trabajos de la Reunión Plenaria de los Diputados del PAN.
Estuvo acompañado por César Nava Vázquez, Presidente del CEN del PAN, y Josefina Vázquez Mota, Coordinadora de los diputados panistas.
El Presidente Calderón enumeró los 10 puntos que propone esta Reforma para crear una nueva relación entre la sociedad y sus autoridades, y entre los tres Poderes de la Unión y los distintos órdenes de Gobierno, que lleven a nuestro sistema democrático a abrir las puertas de las decisiones públicas a los ciudadanos.
Martes, 26 de Enero de 2010
Discurso (completo)
Queridas amigas, queridos amigos legisladores, los saludo con afecto.
Saludo, desde luego, a la licenciada Josefina Vázquez Mota, Diputada y Coordinadora del Grupo Parlamentario.
Y le agradezco mucho la invitación de poder estar con ustedes en esta Reunión Preparatoria del Grupo Parlamentario.
Al licenciado César Nava Vázquez, Presidente del Comité Ejecutivo Nacional.
Lo mismo al licenciado Juan Carlos Mondragón, Presidente del Comité Estatal en esta entidad.
Desde luego, a cada una y a cada uno de las Diputadas, los Diputados, los Senadores, aquí presentes.
A todos ustedes, amigas y amigos.
Muy buenas tardes.
Lo primero que les comento es que la última vez que nos vimos fue, precisamente, en la reunión que tuvimos previa a la Navidad con el Grupo Parlamentario; una reunión, que también les agradezco, muy agradable, donde pudimos convivir, estar, pasar un rato muy constructivo, y muy esperanzador, también, para lo que sería este año, 2010.
Y, en efecto, dijimos, entonces, que 2010 sería un año mejor. Y pienso, además, que eso poco a poco se va consolidando y se va corroborando. Y vale la pena repasar, así como se vale señalar y puntualizar las cosas malas que ocurren, las deficiencias o las insuficiencias, también se vale reconocer y hablar bien de las cosas positivas que también ocurren.
Por ejemplo, en materia de criminalidad, de la cena hacia acá, hemos dado golpes medulares, y algunos sin precedentes, al crimen organizado en el país y a varios de sus líderes.
O en materia económica, por ejemplo, se percibe poco a poco un mejor ambiente para la economía. Por decir algunas cifras, la tasa de desempleo del mes de diciembre ya fue de 4.8 por ciento, que es una de las más bajas entre los países de la OCDE.
Ayer el Fondo Monetario Internacional hizo algo que ha había hecho el Banco Mundial, que es ajustar hacia arriba la expectativa de crecimiento económico para México. Ahora se está esperando cuando menos un cuatro por ciento de crecimiento para el año 2010.
También se procesó un aviso de una consultora muy reconocida At Kearney, que señala que México avanzó 11 posiciones en el índice de confianza de los inversionistas mundiales, para colocarse ya entre los ocho países privilegiados o preferidos en materia de inversión, en fin. Ha habido cosas positivas en este plano.
Y sé que se han reunido para definir la agenda que el Grupo Parlamentario postulará y defenderá en este periodo de sesiones. Y básicamente, lo que yo he señalado a la Nación, y concretamente en el Mensaje que di el 2 de septiembre con motivo del Tercer Informe de Gobierno; contiene esos diez puntos en los que creo debemos avanzar. No creo. Estoy absolutamente convencido de ello.
Esta tarde, sin embargo, quisiera enfatizar, particularmente, en uno de ellos, que considero medular para el país, y que es, precisamente, la iniciativa de Reforma Política que envié en diciembre pasado a la consideración del Congreso de la Unión.
Se trata de un asunto de la mayor importancia para mayor importancia para la vida democrática del país.
La democracia, amigas y amigos, es origen y es, también, destino para Acción Nacional. Y en estos momentos de definiciones políticas, es bien importante recordar una premisa medular: el Partido Acción Nacional no nació desde el poder, sino desde la ciudadanía.
Que su origen está con los ciudadanos. Y por eso, a nadie extrañe que Acción Nacional esté del lado de los ciudadanos. Ésta es una Reforma Política que, como les explicaré en un momento más, como lo sabemos, es una reforma en favor de los ciudadanos y de sus derechos.
Y a nadie extrañe, entonces, que un Gobierno de Acción Nacional esté planteando a la Nación una de las reformas más amplias y más profundas a las instancias representativas y de Gobierno que se haya presentado en muchos, muchos años.
Si un partido político tiene raigambre ciudadana y democrática es, precisamente, Acción Nacional.
Nuestros fundadores tuvieron muy claro que para transformar a México, primero había que cambiar de fondo la realidad política del país, el primado de lo político le llamamos en su tiempo, y llevar a México del autoritarismo a la democracia, de la cerrazón a la pluralidad, de la opacidad a la transparencia.
Hoy, gracias al sacrificio y al esfuerzo desplegado por muchas mujeres y muchos hombres valientes, desde esta organización política y desde otros partidos y movimientos sociales también, hay que decirlo, nuestro país es, efectivamente, una democracia en lo electoral, en la que además todos podemos expresarnos, participar, opinar, votar con absoluta e irrestricta libertad por parte del Estado.
Ahora, el PAN tiene ante sí nuevos retos históricos. Uno de ellos, medular también, es impulsar los cambios que permitan traducir esa democracia electoral en una democracia vibrante y plural, que se traduzca en instituciones más eficaces, instituciones que faciliten la construcción de acuerdos para que México deje atrás el inmovilismo y la falta de responsabilidad en los actores políticos y se atreva a cambiar, para insertarse plenamente en la ruta del desarrollo.
Ese es el espíritu de la Reforma Política que estamos planteando y que ustedes, compañeras y compañeros de Acción Nacional, sé que sabrán promover y defender en todos los foros públicos al alcance de los legisladores.
En esencia, los políticos no podemos ignorar la voluntad de los ciudadanos, ni hacer oídos sordos a sus justos reclamos y señalamientos al régimen de partidos que tenemos.
Y lo que la sociedad quiere es, en mi opinión, una Reforma Política que dé poder a los ciudadanos, que amplíe sus facultades y que les permita tener voz y voto, cada vez más amplia, en los asuntos nacionales. Ese es, precisamente, el objetivo y es el eje de la Reforma Política que presenté.
Lo que necesitamos ahora es salir a explicarle al ciudadano las ventajas que tiene esta Reforma. Ampliar la discusión para que salga, precisamente, de los recintos de los políticos y se tome en las calles y en la verdadera, en la profunda opinión pública, que es la de los ciudadanos.
Es necesario que todos y cada uno de nosotros nos convirtamos en un portavoz eficaz de lo que queremos, que expongamos con claridad las principales ventajas que tendrán para los ciudadanos cada uno de los puntos que la componen.
En primer lugar, por ejemplo, tenemos que explicarle a la sociedad. El primer punto es lo que significa la elección consecutiva de los miembros del Ayuntamiento o de los Jefes Delegacionales.
Por qué.
Porque ello va a permitir fortalecer la rendición de cuentas, porque los funcionarios tendrán que justificar sus acciones ante los ciudadanos, porque si una autoridad municipal quiere conservar el puesto, tendrá que rendir buenas cuentas, hacer buenas obras y estar en contacto con los ciudadanos.
Rendir las cuentas que en muchos lugares no se han rendido a los ciudadanos, y el ciudadano podrá tener un poder que ahora no tiene, que es el decidir con su voto si debe premiarse con la permanencia en el cargo o debe castigarse un mal desempeño, lanzando al Alcalde y a los regidores al fin de una carrera política.
Es en el ámbito local donde el principio de elección consecutiva puede tener mayores beneficios al ciudadano, porque otorga a los votantes una forma efectiva de manifestar su aprobación o su desaprobación con los gobernantes, en función de que les hayan cumplido o no lo que prometieron, castigar a quien incumplió y premiar a quien ha tenido una buena gestión.
Bajo este mecanismo, además, se permiten planeaciones de más largo plazo y proyectos de Gobierno que, verdaderamente, se traduzcan en una transformación de la vida cotidiana a nivel municipal; obras de más largo plazo que tres años, transformaciones institucionales en cuerpos de policía, por ejemplo, que tengan perspectiva de largo plazo y que se traduzcan, efectivamente, en seguridad pública, exigida por los ciudadanos y que no se ha brindado suficientemente por las autoridades, fundamentalmente las más responsables de proporcionarla, que son las más cercanas en el ámbito local.
Segundo punto.
La elección consecutiva de legisladores. Tenemos que abundar sobre las ventajas que ofrece esta propuesta que también permite a los ciudadanos decidir con su voto si quien los representa, el Diputado o el Senador, ha actuado verdaderamente como representante del elector y en beneficio de la Nación.
La elección consecutiva obliga al Diputado a algo que México exige, a volver a su distrito, a explicarle a los ciudadanos lo que hace y por qué lo hace.
La elección consecutiva fortalece la capacidad ciudadana de vigilar y de evaluar el trabajo de sus representantes y lo obliga a rendir cuentas a quien lo manda, a la ciudadanía, a la vez que eleva la profesionalización y el conocimiento de los temas de los legisladores en beneficio de toda la sociedad.
También, en tercer lugar. Hay que comunicar los beneficios que tendrá el reducir el número de integrantes del Congreso, en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores. Si hay alguna demanda ciudadana, es ésta. Una mínima atención de las exigencias ciudadanas debe hacernos entender, precisamente, el sentido de ese reclamo.
Los ciudadanos, además, exigen dos cosas: mayor eficiencia en el trabajo legislativo y un uso más racional de los recursos públicos asignados a este Poder. Esta propuesta permite atender ambas demandas de la sociedad.
Cuarto.
Aumentar el mínimo de votos necesarios para que un partido político conserve su registro. Esta propuesta garantiza una verdadera representatividad ciudadana de los partidos políticos, y no una membresía o un membrete carente de un sustento ciudadano. Se trata de entidades de interés público que reciben cuantiosos recursos del erario.
Se atiende así una sentida demanda de los ciudadanos para el uso racional de los recursos, que son de todos.
Quinto.
La Iniciativa Ciudadana. La Reforma propone abrir nuevas avenidas a la participación de la sociedad en los asuntos públicos. Se trata de que los ciudadanos puedan incidir directamente en el proceso legislativo; proponer, hacer suya una voz, que hace mucho no han tenido, y que tendrán la facultad de proponer iniciativas de ley ante el Congreso sobre los temas que le son de su interés. De esta manera, la participación de los ciudadanos en asuntos públicos puede ir más allá de la elección de autoridades y fortalecer el proceso democrático.
Sexto.
Candidaturas independientes. Ocurre en muchas democracias en el mundo.
Ésta es una propuesta claramente en favor de los ciudadanos, que sólo pueden rechazar quienes no tienen confianza en los ciudadanos o quizá tengan más en los aparatos partidistas que en los ciudadanos mismos.
Esta propuesta permitirá que en México se fortalezca la participación activa y directa de los ciudadanos en política; en última instancia, la iniciativa promueve que los partidos hagamos un mayor esfuerzo por responder a las demandas de los ciudadanos.
La competencia en la postulación de candidaturas de calidad también, estoy seguro, aireará y refrescará la ingente necesidad de postular a las o los mejores, ante los ciudadanos, por cada uno de los partidos políticos, incluyendo al Partido Acción Nacional.
Séptimo.
La Segunda Vuelta para elección de Presidente de la República. Porque con esta propuesta, también en favor de los ciudadanos, se asegure que resulte vencedora la opción que tenga el apoyo mayoritario de ellos; además, es también en favor de los ciudadanos, porque le permite al elector una doble oportunidad y una doble elección.
Primero. Puede votar por el candidato o la candidata de su mayor preferencia.
Y segundo.
Si ese candidato o candidata no tiene viabilidad política por falta de apoyo en la sociedad, puede, en Segunda Vuelta, optar nuevamente por uno de aquellos que sí tienen viabilidad política y soporte amplio.
El ciudadano puede participar en una segunda oportunidad en la elección, en caso de que el candidato de su preferencia no obtenga, precisamente, un sustento necesario en el resto de los ciudadanos.
Permite, además, que el ciudadano pueda optar y rechazar las opciones que son rechazables, cosa que no puede hacer en la elección de una sola instancia.
En octavo lugar.
Los ciudadanos demandan un sistema de justicia más eficaz. Por eso, propuse que la Suprema Corte de Justicia de la Nación pueda presentar iniciativas de ley en el ámbito de su competencia, porque es, precisamente, la entidad que más conoce esa competencia, porque sabe qué hace falta, qué necesita, qué carece el sistema de justicia mexicano.
La Suprema Corte tendría, así, mayor capacidad para mejorar el funcionamiento del Poder Judicial, también en beneficio de los ciudadanos.
En noveno lugar. La Iniciativa Preferente. Porque si algo daña a los ciudadanos, es la falta de decisión de su representación política. En pocas palabras, la Iniciativa Preferente busca ordenar la agenda de discusión nacional y, a la vez, terminar con la congeladora legislativa, que es una expresión de irresponsabilidad con los ciudadanos.
Se agiliza, así, la respuesta del Congreso a las reformas que son más urgentes para la sociedad. La ciudadanía se beneficia de las ventajas de que exista en el país y entre los Poderes una agenda debidamente jerarquizada de discusión, que se discuta con mayor transparencia y que se discuta con mayor celeridad, porque el ciudadano tiene derecho, otra vez, a premiar con su voto a los partidos que tengan definida una posición respecto de cualquier tema, o a castigar con su voto a aquellos que sean contrarios a lo que exprese el ciudadano.
Pero mientras permitamos que los partidos políticos y los legisladores eviten definir sus posiciones en temas críticos mediante el fácil recurso de posponer esas decisiones, estamos atentando contra el derecho del ciudadano de fincar e imputar responsabilidad política al representante, que es el legislador.
Por otro lado, la propuesta propone el Referéndum entre los ciudadanos.
Para qué.
Para aquellas propuestas de Reforma Constitucional, sobre las cuales el Congreso ni siquiera se pronuncia.
No estamos proponiendo un poder superior al del Congreso en el cual valga más la autoridad o la propuesta del Ejecutivo.
Estamos proponiendo un mecanismo eficaz, que obligue al Congreso a decidir, no en un sentido o en otro. Simplemente a decidir, simplemente a votar, simplemente a asumir la responsabilidad de decir sí o no a una respuesta concreta.
Es necesario que en la política nacional haya consecuencias de los actos. Y necesitamos que esos actos, el acto supremo de legislar, que es el de votar un proyecto de ley, se produzca y exista ese pronunciamiento.
Se devuelve al ciudadano el poder que le corresponde a través del Referéndum constitucional para impulsar cambios legislativos que vean por el bien común y por encima de los intereses partidistas o de grupo.
Proponer, además, un principio de Referéndum en la Constitución abre, precisamente, la puerta a mayor participación ciudadana y a decisiones de ciudadanos en temas críticos de la vida nacional.
Finalmente, en décimo lugar. Los ciudadanos se beneficiarán de una relación más equilibrada y más productiva entre los Poderes de la Unión.
Por eso hay que explicar que la propuesta para establecer la facultad del Ejecutivo para presentar al Congreso observaciones parciales o totales a los proyectos de ley aprobados por el Congreso y al Presupuesto va a dar certeza al funcionamiento de las instituciones del Estado y evitará riesgos en la conducción, particularmente de las finanzas públicas del país, en beneficio de los mexicanos.
En suma. Tenemos que ser claros de que esta iniciativa busca crear una nueva relación entre la sociedad y sus autoridades, entre los tres Poderes de la Unión y entre los distintos órdenes de Gobierno. En el desarrollo de nuestro sistema democrático, el siguiente paso es abrir las puertas de las decisiones públicas a los ciudadanos, a su iniciativa, a su voluntad.
Ésta es la primera idea que debemos enfatizar, una y otra vez, en público y en privado y en todos los tonos. La Reforma Política que proponemos es en favor de los ciudadanos, es para ampliar sus derechos, es para ampliar el cauce ciudadano en la decisión de los asuntos nacionales.
Que la elección consecutiva es en favor de los ciudadanos, porque les da el poder más grande que tiene, el del voto, para ver si continúa o termina, no sólo el cargo de un Alcalde, o de un Diputado, o de un Senador; sino, incluso, para si continúa o termina su carrera política.
La reducción del número de legisladores es un reclamo ciudadano, que exige más calidad y más eficacia en su representación.
La Iniciativa Ciudadana o Iniciativa Popular, también conocida, también es una ampliación de los derechos de los ciudadanos.
El que existan candidaturas independientes es claramente una ampliación de los derechos de la ciudadanía.
El que exista una Segunda Vuelta en la elección presidencial, le da al ciudadano una doble opción y una doble posibilidad de intervenir en la decisión más crítica, que es quién representa al Estado.
Escoger su primera preferencia electoral y escoger, si ésta no tiene el apoyo de otros ciudadanos, entre las dos opciones que mayor viabilidad política tengan.
La Iniciativa Preferente también es en favor del ciudadano, porque busca destruir el olvido, la irresponsabilidad que representa la congeladora legislativa.
Porque busca que los temas más importantes para el país se discutan, se decidan, bien o mal, pero que se decidan, y que entonces el ciudadano pueda decirle al legislador: Tú votaste en favor de este proyecto, estoy contigo; o tú votaste en contra de este proyecto, estoy contra ti; o estás tú contra mí.
Pero mientras esto no ocurra, mientras los temas más críticos del país se guarden y se archiven por meses y por años, el ciudadano seguirá sufriendo una permanente estafa en la falta de decisión de quien lo representa.
Estoy convencido de que la iniciativa es absolutamente perfectible, que puede ser mejorada; que las propuestas, en sus consecuencias o en sus contenidos, pueden y quizá deban ser modificadas.
Y estoy plenamente consciente de que ese debate, si se da bien, enriquecerá al país. Y también, lo sé, que se opondrán a ella, por muchas razones y mucha gente. Pero, seguramente, quienes privilegian las maquinarias partidistas, por encima de los ciudadanos, seguirán optando por un sistema político cerrado y bajo su control.
Ésta es la hora, amigas y amigos, de ampliar los derechos políticos de cada mexicana y de cada mexicano, particularmente de aquellos que nos expresan una y otra vez su insatisfacción con el funcionamiento de la democracia en nuestro país.
Hay otros aspectos que deben mejorarse en nuestro sistema electoral, particularmente para favorecer las contiendas electorales y generar, nuevamente, las condiciones de equidad en la competencia, por las cuales tanto hemos luchado en Acción Nacional.
Esa es una tarea a la que convoco a las diputadas, a los Diputados y a los Senadores de Acción Nacional y de todos los partidos, que además de decidir sobre los temas de ampliación de derechos de los ciudadanos que he propuesto al Congreso de la Unión, también se avance, y pronto, en la mejora de las condiciones de la competencia electoral, que deje, a satisfacción de todos, un terreno plano y equitativo en las elecciones del país.
Compañeras y compañeros legisladores:
Impulsar esta iniciativa requerirá de toda nuestra capacidad política y de toda la imaginación, la audacia y la fuerza que un legislador puede tener. Son muchos los obstáculos, son muchos los mitos, son muchos los prejuicios y los intereses que hay que enfrentar y que hay que vencer para que esta Reforma llegue a buen puerto.
Pero estoy seguro de que el país habrá de contar con el esfuerzo de cada una y cada uno de ustedes para abanderar los cambios que la ciudadanía demanda y que México requiere con urgencia.
La manera de contrarrestar las comprensibles resistencias a los cambios de fondo que en esta materia y otras he propuesto es, precisamente, generando una corriente de opinión, una corriente ciudadana que impulse los cambios que quiere y que necesita el país.
La democracia parte del principio de la capacidad de los ciudadanos para tomar las decisiones que más bien común puedan generar.
Quien piensa que los ciudadanos son incapaces de distinguir lo que les beneficia de lo que les perjudica, parten de una falsa premisa. Este esfuerzo de transformación debe estar encabezado por los ciudadanos.
Si la resistencia viene de los aparatos burocráticos partidistas deben ser los ciudadanos los que rompan tales aparatos.
Decía Adolfo Christlieb, que en Acción Nacional siempre hemos pensado que para remediar la injusticia en materia política, económica y social, se requieren cambios profundos, transformaciones fundamentales de las que el pueblo debe ser no sólo beneficiario, sino autor.
De ahí que resulta imprescindible que sumemos a los ciudadanos a este debate, para que la sociedad no sólo sea beneficiaria de los cambios, sino autora de estos cambios fundamentales.
El Gobierno Federal ha estado convocando a la participación de los ciudadanos y sus organizaciones al debate sobre la Reforma, y lo seguirá haciendo en las próximas semanas.
Acción Nacional, partido de ciudadanos, organización ciudadana, debe abanderar este esfuerzo y abrir este debate a las organizaciones de la sociedad civil, a las asociaciones emergentes, a los académicos y especialistas, a los trabajadores, a los estudiantes, a los empresarios, a todos los ciudadanos.
Invitemos a todos a sumarse a la discusión de la Reforma Política en los diferentes foros de expresión y opinión que se establezcan en distintos medios, como las redes sociales en Internet.
Hagamos nosotros mismos foros de expresión y opinión.
Estemos abiertos, como lo está el Gobierno Federal, a escuchar críticas y propuestas.
Ésta no puede ser una Reforma elaborada, discutida y aprobada o rechazada, únicamente por los políticos y los gobernantes, porque se trata de ampliación de derechos ciudadanos.
Nadie puede, desde los partidos políticos, pretender que sus razones están por encima del urgente reclamo de los ciudadanos por hacer de la democracia no sólo un sistema electoral, un sufragio efectivo, sino un sistema que dé respuesta a las preocupaciones y necesidades de la sociedad; es decir, una democracia efectiva. Pasemos del sufragio efectivo a la democracia efectiva.
La Reforma Política es de los ciudadanos y es para los ciudadanos. Hagamos lo posible para que en este Año de la Patria, en el que celebramos 200 años de ser orgullosamente mexicanos, en que celebramos 100 años de la Revolución, nacida, precisamente, bajo la bandera de un sufragio efectivo, logremos construir entre todos la democracia efectiva que queremos heredar a las generaciones por venir.
Sé que México cuenta con sus Diputadas y con sus Diputados, para lograrlo.
Muchas gracias, y enhorabuena en este encuentro.

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