Los panistas.. ¿Aceptarán la derrota, sí o no?

¿Acaso ya platican /Cordero y seguidores) con esos nuevos partidos que buscan obtener su registro en el INE, como el Frente Humanista Nacional o Encuentro Social?

¿Aceptarán la derrota, sí o no?/Germán Martínez Cázares

Reforma, 12 May. 2014

 ¿El próximo domingo habrá jefe nacional panista? Muchas preguntas giran alrededor de la disputa por la presidencia nacional del PAN. Algunas son producto de una duda genuina, ¿dónde estará la casilla para votar?; otras son típicas de una lucha política y buscan generar simpatía, ¿por qué se niega Madero a debatir?; pero unas más, francamente, son producto de la insidia del adversario, ¿Madero está sano, no se va a morir?, ¿Peña paga la campaña de Madero? Estercolero para lastimar.

 Sin embargo, sólo una pregunta es relevante para mantener la unidad del PAN. ¿Los corderistas van a aceptar su derrota, sin chistar, sí o no? Son muchas las señales, filtraciones a columnas y datos objetivos, donde anuncian que impugnarán los resultados.

 Ya se preparan las maromas para desfilar en el Tribunal Electoral. Han impugnado casi todo; declaran que "la cancha no es pareja", acusaron al árbitro electoral de parcial, se duelen de la paja del gasto en el ojo ajeno, sin ver la viga en el propio. Y el día de la elección, dependiendo de lo que digan las "encuestas de salida" subirán o bajarán el volumen y tono del lloriqueo. Ya deben estar ensayando los cánticos del "acarreo maderista", la "presión a votantes" de los gobernadores simpatizantes con Madero, los "funcionarios de casilla promoviendo el voto", y toda esa lastimosa letanía de gemidos del derrotado en las urnas, que no asume su responsabilidad y busca consuelo en el anuncio mediático y el reclamo judicial.

 ¿Van a respetar los corderistas una ventaja de Madero de 0.56% de los votos, como la que le sacó legítimamente Felipe Calderón a López Obrador?, o de plano, ¿van a bloquear la Avenida Coyoacán, lugar de la sede nacional panista, hasta que se les reconozca su "victoria", mientras "mandan al diablo" a las instituciones partidarias?

 Ambos candidatos deben reconocer sea cual sea la decisión, que los panistas no se equivocarán. No existen votos limpios, ni sucios. Votos angelicales o votos comprados. Votos inteligentes y votos extraviados.

 Todos los votos panistas son de personas libres. No hay un censor de los sufragios, ni autoridad suprema por encima de la decisión de los militantes. 

(Mmm)

 Someter los valores e intereses individuales al veredicto soberano de las urnas, para elegir a dirigentes y candidatos, es una de las más caras banderas del panismo; respetar esa convicción de que la democracia es herramienta de civilización y único mecanismo político para dirimir las controversias entre quienes piensan diferente, distinguirá a quien verdaderamente "siente orgullo de ser panista", de quien sencillamente es un "panista orgulloso".

 Con baladronadas algunos antimaderistas han deslizado que están dispuestos a la ruptura. ¿Acaso ya platican con esos nuevos partidos que buscan obtener su registro en el INE, como el Frente Humanista Nacional o Encuentro Social?

Sostengo que Gustavo Madero ha mostrado madurez, experiencia, capacidad de convocar al panista diferente y, con mucho éxito, aptitud de diálogo con el adversario. Madero no ha soliviantado a la militancia panista ni con sofismas, ni con soflamas.

Y el mayor sofisma de los adversarios de Madero es, en palabras de Jeremy Bentham, "hacer del obstáculo una causa". Encabezar el sabotaje transformador del Estado. ¿En verdad quieren dirigir al PAN para meterle el pie, todos los días, a una agenda de transformación esencialmente panista, sólo por no sentarse a dialogar con Peña? Deberían preguntarle a Luis H. Álvarez, cómo, cuándo, dónde y con quién alcanzó el PAN, en el régimen de Carlos Salinas, la más grande "victoria cultural".

Ofrecer antipriismo a los panistas es soflama barata, todo el mundo aplaude, pero son bombas de jabón, con las que miles de mexicanos no mejorarán su condición de vida.

La ruta radical de oponerse a todo, entorpecer todo y paralizar todo, no convierte al PAN en "competencia" del PRI, sino en "impotencia" como López Obrador. ¿Eso quieren los corderistas, hacer del PAN, otro peligro para México?