Aplican
prueba más eficaz que el polígrafo
Jonathan
Nácar
24 Horas, Junio 2, 2015 2:45 am
Saber
si alguna vez en tu vida robaste, o habitualmente lo haces, si usas drogas o
aceptarías un soborno, e incluso si las personas cercanas a ti han cometido o
cometen ese tipo de conductas es posible determinarse con una sencilla prueba
que detecta el nivel de estrés de tu voz.
Actualmente
en México la aplicación de este software denominado bajo las siglas LVA (Layers
Voice Analyzes) que refiere al análisis de las capas de voz, ha ido
convirtiéndose en tendencia para el reclutamiento de personal en tiendas
departamentales, empresas de seguridad, bancos y hasta para trabajar en
domicilios particulares.
En
entrevista con 24 HORAS, Karla Ávila Rosas, directora de Share y Asociados,
empresa de seguridad privada pionera en la aplicación de este software LVA
asegura que la prueba es capaz de determinar qué tan confiable es una persona
debido a que es posible identificar “rasgos imperceptibles” al oído humano y
que a través de la voz muestran la información cerebral cuando una persona está
mintiendo o no, si ha cometido conducta indebidas en el presente, el pasado o
si está propenso a hacerlas.
“Es
posible determinar si la gente roba o si llegó a robar en su infancia, como
muchos niños que pudieron robarse algún dulce, y hoy en día son personas que no
comenten ningún tipo de ilícito. Nos permite saber si la persona cometió un
robo hace tiempo, en un tiempo medio o en el presente, también nos identifica
si gente cercana a él, de su círculo más cercano ha robado o se dedica a algún
delito”, indicó.
De
acuerdo con la especialista, la aplicación de esta prueba de origen israelita
es absolutamente pasiva, pues no requiere que la persona sea conectada a ningún
aparato, ni que otra persona esté presente, y cuenta con un 99% de efectividad,
debido a que en automático la prueba se detiene cuando se detecta que el
individuo ha ingerido alguna droga o padece de esquizofrenia.
“La
aplicación te puede decir quién roba, pero también si la gente se droga, si
acepta un soborno, si tiene compromiso con la empresa, y algo muy importante es
que también se puede determinar lo que hace la gente a su alrededor, podemos
saber dónde tiene un punto vulnerable y así prevenir problemas a un futuro”,
reiteró.
La
comercialización del software LVA por parte de Share y Asociados, empresa
mexicana, cuenta con tratos con marcas internacionales como IMI (Industrias
Militares de Israel), IWI (Israel Weapon Industries), IMI Academy for Advanced
Security & Anti–Terror Training, IAI (Israel Aerospace Indusries), entre
otras, así como la infraestructura y capacitación necesaria impartida por sus
proveedores y Universidades especializadas, para dar un servicio integral.
Además
de que cuenta con los permisos pertinentes expedidos por la Dirección General
de Seguridad Privada (DGSP), de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) de la
Secretaría de Gobernación.
Más
confiable que el polígrafo
De
acuerdo con Ávila Rosas la ventaja con la prueba de estrés de voz en
comparación con el polígrafo, prueba que habitualmente se aplica en el
reclutamiento de personal, es que no debe calibrarse “al humor” del
poligrafista, y resulta una aplicación más económica pues dependiendo el
análisis requerido el precio oscila entre los 75 y 110 dólares, unos 1600 pesos
aproximadamente cuesta “una radiografía completa de la persona, sólo con
capturar la voz”.
“No
se puede calibrar, no se puede modificar una prueba, entonces si la persona o
las personas en su entorno están propensas a cometer algún ilícito para la
gente que la pretende contratar o emplear, por eso está a prueba resultaría muy
eficiente para aquellos que en estas elecciones buscan un puesto público, pues
someterse a este tipo de pruebas podría revelar su nivel de confianza.
“VA
se encuentran su bajo costo, que es cero invasivo y el evaluado puede
expresarse libremente, pues debe permanecer sólo mediante el tiempo que se
realiza la prueba, la cual dura de 30 a 40 minutos. Los resultados de su
aplicación no son manipulables, ya que se trata de un análisis fisiológico y no
psicológico”, reiteró Ávila Rosas.
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