Las
amenazas del general/Raymundo
Riva Palacio
Ejecentral.com |30 de junio de 2015
Columna ESTRICTAMENTE
PERSONAL |
(La entrevista de Carlos Benavides http://www.eluniversal.com.mx/nacion-mexico/2015/exige-general-cienfuegos-justicia-en-caso-tlatlaya-1110642.html)
(La entrevista de Carlos Benavides http://www.eluniversal.com.mx/nacion-mexico/2015/exige-general-cienfuegos-justicia-en-caso-tlatlaya-1110642.html)
Perdida
en la parte final de una larga entrevista con el secretario de la Defensa,
general Salvador Cienfuegos, aparece una advertencia al gobierno del presidente
Enrique Peña Nieto, a la clase política y a la sociedad: “¿A quién le conviene
un Ejército que no obedezca? ¿A quién le conviene un Ejército que no tenga
disciplina? ¿A quién le conviene un Ejército que no esté entregado a su país?”.
Las palabras del general reflejan por primera vez la molestia del alto mando y
de generales retirados, que en diciembre le reclamaron que el Ejército estaba
sometido a una campaña de desprestigio, y que los había abandonado el Ejecutivo
al permitir que fueran juzgados en tribunales civiles. Todo, lo increparon, con
su aceptación.
La
entrevista publicada en El Universal, es una rara introspección a la mente de
un secretario de la Defensa, que refleja asimismo su molestia con el gobierno y
con la clase política. Criticó al gobierno que quiera que los soldados hagan
tareas que le corresponden a la policía –“no es el papel real que deba de
cumplir un Ejército respecto de la seguridad interior”-, sin dar el apoyo
presupuestal para crecer al Ejército. Sobre la clase política, la inacción para
legislar en materia de seguridad interna y defensa nacional. “Si Vamos a
utilizar las Fuerzas Armadas”, agregó de manera pragmática, “(usémoslas) para
poner orden, no para ver si pondremos orden”.
áustico
el secretario, que usó las palabras con cuidado. A lo que se refirió es a la
dicotomía de los políticos. “Pondremos el orden”, como lo dijo, manda el
pensamiento hacia los eternos temores de que si los soldados salen a la calle a
poner orden y lo hacen con eficacia, entonces ¿por qué no de una vez por todas
toman el poder? El miedo al golpe de Estado ha girado en la cabeza de los
políticos desde que se crearon las instituciones en el segundo cuarto del siglo
pasado para que los conflictos se resolvieran por la vía pacífica, no por la
vía armada, como sucedió en la Revolución.
El
gobierno y los políticos, han dicho generales retirados, no están del lado del
Ejército e, incluso, lo han traicionado. El quiebre de su respeto hacia el
Ejecutivo se dio con la forma como se procesó el Caso Tlatlaya en junio del año
pasado, donde se acusó a ocho soldados de matar a 22 personas, vinculados
algunos con bandas de secuestradores, que los atacaron con armas de uso
exclusivo del Ejército. El entonces procurador Jesús Murillo Karam, dijo que
los soldados los habían “ejecutado”, que motivó una protesta en Los Pinos del
general, con lo cual se borró ese verbo del lenguaje oficial. Debido a que el
Congreso canceló el fuero militar, fueron consignados a la autoridad civil. El
testimonio por el cual los inculparon fue de la madre de la novia de uno de los
abatidos, que después se desdijo. Un año después del incidente, ni siquiera ha
empezado el juicio.
Pero
Tlatlaya se convirtió en la piedra angular de las críticas al Ejército, que ha
llevado al secretario a afirmar que hay una campaña de desprestigio contra las
Fuerzas Armadas. ¿De dónde vienen esos ataques?, le preguntó el reportero de El
Universal. “Me encantaría saber de dónde vienen”, respondió. “Pero el efecto
está ahí, lo vemos en algunos medios, algunas organizaciones que consideran que
el Ejército no está haciendo su tarea adecuadamente, o que ha afectado a la
ciudadanía. Mi percepción es que efectivamente hay quienes están interesados en
desprestigiar a las Fuerzas Armadas y lo hacen a través de los medios”. ¿Qué es
lo que ha hecho el gobierno para compensarlos? Fuera de dinero y discursos
laudatorios, realmente nada. El Ejército está solo. El gobierno, reclamaron los
generales en diciembre al secretario de la Defensa, no los defiende. El general
Cienfuegos contuvo en aquél momento las críticas hacia su persona, y las
imputaciones al Ejecutivo.
Las
tensiones eran fuertes pero neutralizó en aquél momento quizás con la
expectativa que las cosas cambiarían. No fue así. En la entrevista se queja de
la falta de leyes, de la anulación del fuero militar, de la PGR que no ha hecho
nada ante las denuncias sobre quienes presumen responsables de la campaña de
desprestigio, del abandono en el que, en términos reales, tienen a los
militares. Eliminar el fuero militar, dijo, fue un error, “porque están
poniendo al Ejército en situaciones muy sensibles, vulnerables, delicadas, en
las que nuestro personal ahora piensa que si lo procesan por desobediencia, por
no obedecer al secretario, o lo procesan por violar derechos humanos. Creo que
al soldado le conviene que lo procesen por desobediencia, pero al país no le va
a convenir”.
Ese
es el fondo del argumento del general secretario. Si lo que sucede ante la
falta de leyes y abandono del gobierno lleva al dilema y el soldado decide por
bajar los brazos, ¿quién resultará afectado? El Ejército tiene presente 1968,
cuando los errores de los políticos hicieron que se ensangrentaran las manos,
una mancha que no se han podido quitar. Lo que dijo el general secretario es
que ya llegaron al punto, desde la tropa, los mandos, los generales y él, que
esto ya no es posible. Externalizar el enojo interno es el primer paso. El
segundo, no respondido, es cuánto más tolerarán la situación en la que se
encuentran. Pero la denuncia, en forma de explicación, comenzó.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario