REVISTA SEMANA | 2015/07/13 22:45
El
Chapo Guzmán versus el Patrón del mal/por
CRISTINA CASTRO
La
cinematográfica fuga del narco mexicano lo sitúa en el podio criminal con Al
Capone y Pablo Escobar”
La
espectacular fuga del Chapo Guzmán le otorgó al narco mexicano una posición
destacada en la historia del mal. Lo curioso es que cualquier comparación que
busque ubicarlo en ese no tan prestigioso ranking llama necesariamente otro
nombre: Pablo Escobar. El periodista del diario español El País, Pablo del Llano,
lo resumió bien: “los historiadores de hampa dirán, pero esta fuga sitúa al
Chapo en el podio criminal con Al Capone y Pablo Escobar”.
Teniendo
en cuenta que el Chapo es el gran capo de México comparar su fuga con la que
tuvo Pablo Escobar en 1992 era inevitable. Pero en realidad nada ha podido ser
más diferente. Las circunstancias casi que son totalmente opuestas. Mientras el
líder del Cartel de Sinaloa se escapó de una cárcel de máxima seguridad de
verdad, Escobar salió de la Catedral, como Pedro por su casa, entre otras
porque era más un club privado que una cárcel.
Hoy
nadie niega que La Catedral fue hecha por el mismo patrón del mal. El terreno
era de él y para ocultar eso se lo donó al municipio de Envigado, en teoría
para ser un centro de rehabilitación para adictos a la droga que se llamaría
Claret. Escobar hizo los planos y el diseño de su propia prisión a través del
control que tenía sobre las autoridades de Envigado.
Fuera
de los lujos que ostentaba el penal, como gimnasio, sala de billar y cancha de
futbol, Escobar tuvo la precaución de hacer dos cosas: 1) Tener un depósito de
armas y 2) Una salida secreta por si tocaba irse.
El
día de “irse” llegó el 22 de julio de 1992, un año después de su captura. El
presidente Gaviria había convocado a un Consejo de Gobierno pues la situación
del capo en la Catedral era insostenible. Según relatan los medios de la época,
el fiscal Gustavo de Greiff hizo una exposición sobre cómo desde la cárcel se
habían cometido todo tipo de delitos.
Entre
estos se contaba la ejecución de unos antiguos aliados del patrón, los hermanos
Moncada, las múltiples visitas que le hacían a Escobar en un camión con doble
fondo y el manejo del negocio de las drogas tras los barrotes. Ante la gravedad
de la situación, Gaviria le pidió al
ministerio de Defensa que asumiera la seguridad del penal y pidió el traslado
del patrón a otra cárcel.
Unas
horas después de esa decisión Escobar se fugó, no sin antes tomar como rehenes
alviceministro de Justicia, Eduardo Mendoza, al director de Prisiones, el
coronel Navas, y a otros tres funcionarios más que habían ido a supervisar el
proceso. Apenas se fugó, dos mil soldados, 3 helicópteros artillados y varios
tanques, comenzaron a buscarlo en todo Antioquia.
Por el contrario, la fuga del Chapo constituye
una labor de ingeniera impresionante en una cárcel que teóricamente era más
segura que Combita. Los datos del túnel solo pueden compararse con la famosa
película de Steve McQueen titulada “El gran escape”, que tenía rieles,
ventilación y milagros tecnológicos para desaparecer la tierra que iban sacando
para hacer el túnel.
Los
datos de su huida que reseñó el diario El País de España son impresionantes. El
capo huyó por una canaleta de la ducha a eso de las 8:50 pm. Allí había un
conducto vertical de 10 metros con una escalera que llevaba al túnel. Este
tenía una longitud de 1.5 kilómetros, 70 centímetros de ancho y 1.70 metros de
alto. El pasadizo contaba con ventilación e iluminación por medio de tuberías
de PVC. Se cree que para su construcción se utilizó una motocicleta por medio
de la cual se succionaba la tierra.
(http://elpais.com/elpais/2015/07/12/media/1436728600_648914.html).
El
significado de su huida es monumental. Como bien dijo el diario español “un
pasadizo, iluminado y ventilado, por el que se ha venido abajo el orgullo de
las fuerzas de seguridad mexicanas. La magnitud de la obra, que tenía hasta
rieles para sacar escombros; la peligrosidad del reo, que sólo necesitó ir a la
ducha para desaparecer, y la impunidad que revela todo el increíble plan de
huida sitúan al Gobierno mexicano ante el más grave de los retos y ponen en
duda su capacidad para hacer frente a su enemigo público número uno”.
El
golpe que ha tenido su fuga en el gobierno de Enrique Peña Nieto también
enorme. El presidente recibió la noticia en Paris en donde se encontraba en una
visita oficial. "Estamos al tanto de un hecho lamentable que ha indignado
y que indigna a la sociedad mexicana y que tiene... me tiene profundamente
consternado ante lo ocurrido, precisamente en la fuga de uno de los
delincuentes, hasta antes, ha sido de los más buscados en México y en el
mundo", dijo desde la ciudad luz.
No
hay nada peor para la imagen de un presidente que la fuga del peor enemigo del
Estado, y es ahí en dónde las historias de Escobar y el Chapo pueden cruzarse.
Ambos hechos representaron un punto de quiebre para los gobiernos y abrieron
fuertes debates sobre el poder corruptor de la mafia en el Estado. Lo que hoy
vive Enrique Peña Nieto no fue muy diferente a la experiencia de César Gaviria
de ver a un país maniatado frente al enorme poder de los capos de la droga. “Es
difícil imaginar algo peor para el gobierno de César Gaviria que la fuga de
Pablo Escobar de la cárcel de Envigado, donde estaba recluido -para perplejidad
de Colombia y del mundo- desde hacía poco más de un año”, escribió SEMANA en
1992.
A
raíz de estas historias diferentes medios del mundo han caído en la fascinación
de comparar a ambos capos. El principal factor para hacer ese ranking, como era
de esperarse, es el dinero. Ambos fueron incluidos por la revista Forbes en la
lista de los hombres más ricos del mundo. Escobar entró en los años 80 en la
lista de ‘billonarios’. Alcanzó a tener el puesto 14 con 3.000 millones de
dólares. El Chapo en esa misma publicación nunca ha superado los 1.000 millones
de dólares.
Hace
algunos años el hijo de Pablo Escobar, Sebastián Marroquin salió a rechazar la
información de Forbes y acusó a ese ranking de que él y su familia hayan sido
el blanco de secuestradores desde hace décadas. "Forbes miente..Yo me
salvé cuando menos de una decena de intentos, todo ‘gracias’ a la ‘noticia’ de
que mi padre ‘tenía’ 3 mil millones de dólares. Si hubiese contado con
semejante cifra, habría destruido a Colombia toda ", dijo a la cadena
Univisión.(http://noticias.univision.com/article/761227/2011-11-24/debate-latino/politica/el-hijo-de-pablo-escobar)
La
verdad es que los rankings de Forbes del mundo del mal son un referente
mundial, pero no es tan fácil confirmar si esa información es en su totalidad
cierta. Aun así, sus reseñas le han dado la magnitud al poder económico que
estos personajes han llegado a tener. Un
artículo del año 2011 señala que Guzmán puede ser el rey de las drogas de todos
los tiempos. “El negocio de Pablo
Escobar en Colombia estaba basado en la exportación de cocaína, mientras que
el Chapo, también importa marihuana,
heroína y metanfetaminas, y no solo a Estados Unidos sino a Asia y Europa”, le
dijo en ese momento un oficial de la DEA a esa publicación. La revista
Norteamérica señaló además que con la muerte de Osama Bin Laden, Guzmán se
convirtió en el criminal más buscado del mundo y que si había un verdadero
Padrino de la droga era él.
(http://www.forbes.com/sites/nathanvardi/2011/06/15/joaquin-guzman-has-become-the-biggest-drug-lord-ever/).
También
en ese contexto hay otros puntos que analizan los que saben del tema. Escobar
por su parte, fue el rey de la cocaína y tuvo el monopolio casi absoluto en
Estados Unidos, tanto que la DEA le atribuía el 80 por ciento de lo que se
comercializaba en ese país. Al Chapo el mercado le tocó con más competencia y
se calcula que puede ser el responsable de apenas una cuarta parte de las drogas
que entran a los Estados Unidos.
Otro
tema que suele ser objeto de comparación es su prontuario del mal. Este es algo
similar en los métodos, crueles y exorbitantes en ambos capos, pero no en
estadísticas. La cadena NBC, por ejemplo, revisó el número de muertes violentas
que tenía tanto Colombia como México en la época más álgida de la guerra contra
las drogas. Así mientras en el primero la cifra era de 52 por cada 100.000
habitantes en 1987, en el segundo era de 18 por cada 100.000 en 2011.
Quienes
creen que El Chapo Y Escobar tienen vidas paralelas, como el periodista de BBC
Mundo, Juan Carlos Pérez, destacan que mientras “Uno marcó a sangre y fuego la
historia de su país en las décadas finales del siglo XX. El otro se convirtió
en el narcotraficante más buscado de inicios del XXI…Ambos se convirtieron en
líderes de enormes organizaciones delictivas gracias a su inteligencia,
ambición y crueldad desmedidas”.
(http://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/02/140223_joaquin_chapo_guzman_pablo_escobar_vidas_paralelas_jcps),
Pero
quienes creen que guardan muchas diferencias sostienen que Escobar alcanzó a
significar mucho más para Colombia de lo que el Chapo para México. Un paralelo
que le hizo esta revista cuando capturaron a Guzmán destaca que la diferencia
sustancial entre ambos capos es ante todo su poder de arrodillar al Estado.
“Escobar Fue un hombre que prácticamente no dejó gobernar a tres presidentes
seguidos”, decía la revista SEMANA en la década de los 90. “Su poder de
intimidación alcanzó su más alto nivel cuando arrodilló al país y a la
Constituyente para eliminar la extradición”.
Parecidos
o diferentes, con vidas cruzadas o paralelas, lo cierto es que la leyenda del
Chapo después de su fuga solo seguirá creciendo y la de Escobar, 20 años
después de su muerte, aún sigue viva.
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