La vida de Nadia, Yesenia, Alejandra, Mile y Rubén antes de llegar a la Narvarte
Ninguna
de ellas era originaria de la capital del país pero coincidieron en un
departamento de la Narvarte. Hoy son las víctimas del primer caso cuádruple de
feminicidio desde que ese delito se tipificó en la Ciudad de México hace cuatro
años.
Tomado de Animal Político, 12 de agosto de 2015
Arturo Ángel, Nayeli Roldán y Manu Ureste, reporteros.
El
31 de julio pasado cinco personas fueron asesinadas en un departamento de la
colonia Narvarte. Una de las víctimas fue el fotoperiodista Rubén Espinosa,
cuyo nombre fue revelado primero por las autoridades y acaparó la atención de
los medios. Pero con él, también perdieron la vida cuatro mujeres: Nadia,
Yesenia, Alejandra y Mile.
La
muerte de las mujeres es el primer cuádruple feminicidio cometido en el
Distrito Federal desde que se tipificó este delito en la ciudad, en febrero de
2011, y estas son sus historias:
Alejandra,
“la guerrera”
La
madrugada del 14 de septiembre de 2013 marcó la vida de Rubén Espinosa. Esa
noche, maestros y estudiantes que mantenían un plantón en la plaza Lerdo de
Xalapa, en Veracruz, fueron desalojados por policías de la Secretaría de
Seguridad Pública veracruzana para que el gobernonia Narvarte donde también fue asesinado el fotoperiodista Rubén Espinosa; sin embargo, la Procuraduría capitalina se refería a ella como “la doméstica”, discurso que se replicó en los medios de comunicación.
Diana pide que “aunque sea la nombren”, porque la mencionan al “último, como si no valiera” y no es así. Alejandra era valiosa para su madre y sus cinco hermanos. Era un pilar indispensable para sus hijas de 24, 22 y 13 años y una buena compañía para las amigas que la visitaban en su casa.
Una de sus metas era pagar la fiesta de 15 años de su hija menor. Decía que tenía dos años para ahorrar y por eso, hace dos meses, comenzó a trabajar en una negocio de comida cerca de su casa, en Naucalpan, Estado de México.
Ese fue su primer empleo. Antes sólo era ama de casa porque su exmarido le entregaba un monto quincenal que le alcanzaba para mantenerse. Su familia no se enteró cómo es que consiguió su segundo empleo, sólo saben que el viernes 31 de julio era la segunda vez que iba al departamento de la colonia Narvarte a hacer limpieza.
Salió por la mañana y había quedado de ver a dos amigos en su casa por la tarde. Al ver que no llegaba, fueron a buscarla al edificio donde alguna vez recordaron haberla dejado. Se enteraron de lo sucedido, pero sólo dijeron a la familia que Alejandra había sido detenida en la delegación. Para entonces era de madrugada y Diana, que vive en Zumpango, Estado de México, tuvo que esperar a que amaneciera para transportarse hasta el sur de la ciudad.
Al llegar a la delegación Benito Juárez el sábado 1 de agosto, la familia se enteró de los asesinatos y dos de los hermanos reconocieron el cuerpo. Cuando el procurador capitalino, Rodolfo Ríos, informó la identidad de las víctimas, se refirió a Alejandra como “la trabajadora doméstica”.
La autoridad comenzó con “la discriminación”, acusa Diana. El suceso ha trascendido entre la opinión pública, sobre todo, porque entre los fallecidos está el fotoperiodista Rubén Espinosa, exiliado de Veracruz, pero “aunque uno lavara baños, vale tanto como los demás”, dice la hermana de Alejandra.
Diana quiere que recuerden a su hermana como una “guerrera”, porque eso era, “daba la vida por su familia”. Luchaba por darle a su hija menor todo lo que necesitara porque “era su adoración” y quería trabajar para comprar la cuna de su segundo nieto que nacerá en cuatro meses.
“Era alegre. Le gustaba la música de Juan Gabriel, Jenny Rivera y Joan Sebastian. Los fines de semana convivía con sus amistades y visitaba a su hermana en Huixquilucan. Nunca le hizo mal a nadie”, afirma Diana.
En los últimos 15 días, el trato hacia la familia Negrete ha sido el mismo que en el inicio. La Procuraduría capitalina no le informa nada sobre la investigación, no han pedido ninguna declaración. “Nos enteramos por la televisión o el periódico”, dice Diana. Tampoco tienen apoyo legal y mucho menos económico.
La Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas dará atención psicológica a la hija menor y según se enteró la familia en las noticias, la presidenta municipal de Naucalpan, Claudia Oyoque, prometió darle una beca de estudios.
Yesenia, la chica viajera
Israel recuerda con un tono de nostalgia matizado por la distancia a su prima Yesenia, con quien compartió algunos años de infancia en Michoacán antes de que ella y sus padres decidieran buscar suerte en el norte del país.
“Desde chiquita andaba de aquí para allá… vivió en tres ciudades distintas. Era una chica viajera…”, señala el joven vía telefónica desde Uruapan.
Yesenia tenía 18 años cuando el 31 de julio fue asesinada en la colonia Narvarte. Su estancia en la capital del país era apenas el comienzo de un nuevo capítulo en su corta pero muy activa vida.
Originarios de Uruapan Michoacán, los padres de Yesenia se trasladaron a Morelia a principios de los noventa en donde la chica nació un 4 de septiembre, como indica su aun activo perfil de Facebook. Ahí vivió hasta los seis años cuando sus padres viajaron luego Mexicali Baja California, donde transcurrió el resto de su niñez y adolescencia.
¿Yesenia era sobrina política del ex gobernador de Michoacán Jesús Reyna, actualmente preso por presuntos vínculos con el narcotráfico? Israel confirma que es cierto, aunque el contacto entre ellos en realidad fue casi nulo.
En efecto, Indira Alfaro Hernández, madre de Yesenia, es prima hermana de Elizabeth Vidal Alfaro, esposa de Jesús Reyna García, quien gobernó de forma interina Michoacán en el 2013. En mayo del 2014, el político priísta fue detenido y consignado por la Procuraduría General de la República por vínculos con Los caballeros Templarios.
“Pero la verdad convivían poco o casi nada. Los papás de Yesenia se fueron y se la llevaron desde muy chicos a Mexicali y, como te digo, ellos viajaban. La verdad no era mucho su contacto en Michoacán”, dijo Israel.
Tras concluir sus estudios de preparatoria y tener la mayoría de edad, Yesenia decidió que quiera mudarse de nuevo, pero ahora sola a la Ciudad de México, donde pretendía cursar estudios de imagen y maquillaje en el Instituto de Diseño de Imagen Profesional ubicado en Polanco.
A través de redes sociales y amigos en común, Yesenia se enteró que rentaban un departamento en el número 1901 de Luis Saviñón de la colonia Narvarte. El pago era de casi 10 mil pesos pero con la ayuda de una o dos “roomies” (acompañantes) la carga sería mucho menor.
En el verano del 2014 “Yesi”, como le decía su madre y sus amigos más cercanos, abandonó la calurosa Mexicali para llegar a la Ciudad de México y establecerse en ese departamento del cuarto piso que sería el último hogar de su vida.
Israel dice que el paso del tiempo ha borrado casi todos los recuerdos de su prima pero la recuerda como “una chica sonriente”. Así, con una sonrisa, se le ve prácticamente en todas las fotografías… tanto las de su página de Facebook, como las que acompañaron su féretro el 4 de agosto, fecha de su entierro.
Nadia, entre la felicidad y el miedo
Pero el común denominador en Nadia, añade Laura, es que era una joven feliz aunque también con miedo.
“Responsabilizamos a Javier Duarte (gobernador de Veracruz) sobre cualquier cosa que nos pudiera suceder, a los que estamos organizados. El estado es responsable de nuestra seguridad, que son los que están mandando a reprimirnos” dijo Nadia en una entrevista meses antes de ser asesinada.
Su familia tiene miedo y está desconcertada por lo sucedido. En las conversaciones telefónicas que habían tenido con ella, nunca les comentó que estuviera en peligro o que se sintiera en riesgo en México.
La última vez que Mile había visitado a su familia en Bogotá fue en 2013, pero preparaba su viaje de regreso para quedarse definitivamente en Colombia en los próximos meses.
La familia sólo ha dado una entrevista a Caracol Televisión, pero bajo anonimato. Hasta el momento han negado cualquier otro encuentro con medios de comunicación por temor a su integridad después de la manera en que la joven fue asesinada.
Tras la noticia del multihomicidio, dos hermanos de Mile acudieron al Ministerio de Relaciones Exteriores en Bogotá para pedir ayuda porque sospechaban que la víctima era su hermana.
El 6 de agosto de 2015 la Dirección de Investigación Criminal confirmó que las huellas dactilares remitidas para cotejo, por el Consulado de Colombia en Ciudad de México, correspondían a las de Mile Virginia Martin.
Su familia espera la repatriación de sus restos para sepultarla junto a su madre, quien falleció hace cuatro años.
Rubén, el fotoperiodista
No hay comentarios.:
Publicar un comentario