Peña,
Bucio, Alemán y los periodistas/Rogelio Hernández López |
Ejecentral.com
Lunes 24 de agosto, 2015
Son
increíbles las reacciones de Enrique Peña Nieto, Ricardo Bucio y Ricardo Alemán
frente al persistente clima de agravios y asesinatos contra periodistas. El
presidente elude el tema, el titular del Conapred olvidó un acuerdo de 2010 y
al columnista le parecen “vergonzosos privilegios” exigir que se investigue y
castigue estos crímenes.
En
esta columna para periodistas suelo exponer resultados de investigaciones
propias relacionadas con la profesión. Difícilmente hago señalamientos
personales, y menos sin el sustento necesario. Pero ahora no puedo eludir el
estupor que me provocaron esas tres personas que, según mi percepción, son
inteligentes.
EL
PRESIDENTE
De
enero de 2013 a junio de 2015, en los dos años y medio del actual mandato
presidencial, han ocurrido al menos 883 agresiones al ejercicio del periodismo;
al 21 de agosto habían sido asesinados 31 periodistas, según los registros de
la organización internacional Artículo 19. La magnitud del fenómeno se
recriminó, otra vez, en una carta al presidente firmada por más de 500 personas
de México y otros países el 17 de agosto. La respondió un subsecretario. (Roberto Campa C.) .
El
19 de agosto reciente, por primera vez, en los casi tres años que lleva como
presidente de la República, Enrique Peña Nieto refirió de rozón el tema,
Durante la 33ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Nacional de Procuración de
Justicia, dio un discurso de 1,690 palabras y la mitad de su alocución dedicó
78 palabras para referirse, tangencialmente, al multihomicidio de la colonia
Narvarte pero sin decir el nombre de Rubén Espinosa Becerril, el foto reportero
allí abatido.
Dijo,
con esas 78 palabras: “….ante un caso tan relevante y sonado de un
multihomicidio, sin duda, los procuradores y fiscales están comprometidos a
redoblar esfuerzos, y brindar una atención oportuna y debida a la investigación
y detención de eventuales responsables de agresiones, ataques y homicidios en
contra de periodistas y defensores de los derechos humanos.
“En
el ámbito preventivo, he dado instrucciones a la Secretaría de Gobernación para
seguir fortaleciendo el mecanismo de protección para personas defensoras de
derechos humanos y periodistas”. Eso es lo único que dicho públicamente, sobre
el infausto y persistente ciclo de crímenes contra periodistas, el jefe de
gobierno, el jefe del Estado mexicano.
RICARDO
BUCIO
El
viernes 31 de julio, durante la ceremonia de despedida de Javier Esteban
Hernández Valencia como jefe de la oficina en México de la Alta Comisionada de
las Naciones Unidas para los Derechos humanos, conversé dos minutos con Ricardo
Bucio Mújica, Presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación,
Conapred.
-¿Recuerdas
que nunca implementaste el acuerdo del Consejo Consultivo y de la junta de
Gobierno del Conapred para intervenir ante el fenómeno de agravios a los
periodistas?—inquirí.
-¿Lo
de entrar al Mecanismo?—refirió con vaguedad.
-No
sólo, sino la intervención completa que propuse y se aprobó. Sigue siendo
necesaria. El ciclo siguió y el clima empeoró.
El
acuerdo de intervención al que nos referimos se procesó entre el 14 de marzo y
el 11 de mayo de 2010. La iniciativa y la argumentación fueron de este
reportero como consejero del Conapred. El texto fue aprobado por unanimidad en
sesiones formales del Consejo y la Junta de Gobierno. Para entonces, este ciclo
ya era alarmante. 669 agresiones y 49 homicidios se registraban en los primeros
cuatro años del gobierno de Felipe Calderón que cerró el sexenio con 940
agravios y 63 asesinatos.
Cito
parte de los considerandos y las líneas de acción del documento de cinco
páginas que se aprobó en 2010.
“Uno.
El Artículo 1º de la Constitución establece: “Queda prohibida toda
discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las
capacidades diferentes, la condición social, las condiciones de salud, la
religión, las opiniones, las preferencias, el estado civil o cualquier otra que
atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los
derechos y libertades de las personas.”(el subrayado es mío)
“Dos.
En México ocurre una serie de hechos extraordinarios y recurrentes que han
derivado en un clima de intolerancia, de exclusión y de violencia contra un
grupo (social) con diversificación nacional, el de los periodistas, que atenta
contra su dignidad e integridad humanas, que le disminuye el ejercicio pleno de
sus libertades de prensa y de expresión, y que, además por efecto colisión,
también restringe el derecho a la información de amplios sectores de la
población mexicana y produce anomia, es decir situaciones de desconcierto y
tensión social extraordinarias.
“La
intervención urgente del Conapred (sería para): a) Encabezar estudios
específicos del fenómeno; b) Participar en el diseño y operación del mecanismo
protector de periodistas en alto riesgo; c) Propiciar la mayor vinculación de
periodistas y comunicadores en las acciones gubernamentales para protegerlos; y
d) Definir y proponer políticas públicas de defensa e impulso de la libertad de
expresión en la pluralidad y la libertad, como reclaman los periodistas.”
Los
acuerdos de las instancias colectivas de las instituciones de gobierno, son
órdenes que deben acatarse por sus directivos.
-Voy
a buscar el acuerdo—ofreció Ricardo Bucio, cinco años después aquella tarde del
31 de julio. A la mitad de agosto le pedí a uno de los asesores de Bucio que le
recordara el tema. Nada ha ocurrido. Es sorprendente
EL
PERIODISTA
El
17 de agosto se hizo pública una carta para el presidente Peña Nieto que
firmaron más de 500 personas de México y otros países. Esa fue una de las
reacciones, por el homicidio múltiple del periodista Rubén Espinosa y de las
mujeres Nadia Vera, Alejandra Negrete, Yesenia Quiroz y Mile Virginia Martí. …”
vemos con indignación los ataques contra los reporteros en México. Cuando se
ataca a un periodista se atenta contra el derecho a la información de la
sociedad entera”.
Coordinada
por PEN América la carta fue firmada por Alfonso Cuarón, Gael García Bernal,
Carl Bernstein, Alma Guillermoprieto, Guillermo del Toro, Tim Weiner,
(reportero del New York Times), Sergio Aguayo, Paul Auster, Lydia Cacho, Noam
Chomsky, Denise Dresser, Ariana Huffington, Diego Luna, Salman Rushdie, Julio Villanueva Chang, Juan Villoro, y
muchos más.
El
20 de agosto, El Universal publicó la columna de Ricardo Alemán que tomó como
eje la carta al presidente. La tituló “No a los vergonzosos privilegios al
periodista”.
“Y
si se exige al Presidente –escribió Alemán–un trato especial y excepcional a
favor de los periodistas, en realidad lo que se pide es un trato privilegiado
que coloca a los periodistas como mexicanos de élite y para los cuales se deben
dictar leyes especiales. Y la sola idea de trato de privilegio resulta vulgar,
ofensiva y vergonzosa para una sociedad que —en general—, es víctima de la
violencia, el crimen en todas sus formas y la impunidad total a los
criminales”.
Yo
conozco a Ricardo desde 1985 cuando que era reportero en La Jornada. Lo
considero amigo. Iniciamos un trato afable y de confianza desde que
intercambiamos una metodología elemental para reportear a los partidos
políticos. De reportero, por la calidad de su trabajo se convirtió en unos de
los columnistas más leídos, en conductor de programas periodísticos en radio y
televisión; buscó y encontró un sitio en el mercado con un enfoque y estilo
personal muy polémico e incómodo para muchas personas. Se bien quién es. No
obstante, me azoró su columna de la que sólo digo ¡Qué tristeza!
-
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